Prologo
Hace mucho, mucho tiempo, según cuentan los anales de la historia, hubo una época en que toda clase de criaturas poblaron la tierra y juntas lograron convivir en paz. Brujas, ogros, vampiros, humanos y muchos otros seres lograron vivir largo tiempo feliz sin enturbiar la paz. Aprendiendo unos de otros, mezclándose como hermanos, dando lugar a amores antaño imposibles. Pero como dicen, lo bueno nunca es eterno. Dentro de esta apacible paz, una semilla de mal estaba siendo sembrada por uno de los magos más poderosos , Eicalus, que avaricioso como el solo quiso apoderarse de toda la tierra para gobernarla con su infame poder. Para ello poco a poco fue envenenando la mente de los humanos, haciéndoles sabedores de su propia fragilidad, logrando que desearan poder, para dejar de ser el eslabón más débil de la cadena. Así, una rebelión comenzó, y los humanos cegados empezaron a atacar y perseguir al resto de los seres, acusándolos de malvados solo por su apariencia y por ello empujándolos a su propia oscuridad convirtiéndolos en lo que eran acusados. El caos reinó durante largo tiempo incitado por el brazo ejecutor de Eicalus que consiguió su objetivo de dominar toda cuanto veía aprovechando la avaricia y el odio bien germinados en los humanos. Y así durante varios años una guerra sin nombre perduró, donde había antiguos lazos, solo quedaban sentimientos de odio y rencor, muerte para unos y otros. Todo parecía indicar que era el fin. Pero igual que el bien no dura, la maldad tampoco. Dentro de este nido de malignidad unos pocos humanos y otros seres que aun creían en los antiguos lazos se unieron para presentar la última batalla contra el mago oscuro. Una feroz lucha estalló, haciendo imposible distinguir a enemigos de aliados, simplemente era o mi muerte o la tuya, y cuando ya todo parecía perdido, entre los opositores, una joven hechicera llamada Edine, se alzó juntando todo su poder, logrando lo imposible. Edine con su magia dividió el mundo en 3 dimensiones: Eror, Livezna, y Orión. En una encerró a todos los humanos, borrándoles la memoria de cualquiera rastro de otro ser. En Livezna quedaron los demás con unos pocos humanos que se habían opuesto al mago. Y por último Edine al verse imposibilitada de derrotar a Eicalus, decidió clausurarlo a él y a todos sus esbirros en Orion, un mundo creado con su propia maldad donde todos los agravios cometidos le serían devueltos en el tormento eterno. Lamentablemente algunos errores no puedes ser compensados pues fue el daño tal que algunos seres recibieron, que no pudieron volver a ser lo que eran, quedándose en la oscuridad a la que los habían empujado. Algunas especies, como secuela, llegarían a su extinción poco tiempo después. Y solo pasarían un par de 100 de años para que esta oscura historia quedara relegada al olvido, convirtiendo en leyenda la tercera dimensión. Creyendo a Eicalus tan solo un mito antiguo, olvidando que todavía vivo estaba, que seguía al asecho de una oportunidad para escapar de su prisión. Todo fue olvidado hasta que un día vuelva a ser recordado. Y puede que ese día de recordar antiguas batallas esté a punto de llegar. Y es que según las leyendas que cuentan los libros La Gran Edine después de terminada la batalla, utilizó la poca magia que le quedaba para compensar a los pocos humanos que habían luchado a su lado, otorgándoles un poder especial a cada uno para que los errores pasados no se volvieran a repetir. Lamentablemente su magia quedó muy débil por lo que solo algunos pocos lograrían despertar el gen mágico. Por todo ello La Gran Edine murió, pero según dicen antes de exhalar su último suspiro alzó su voz proclamando a los cielos:
“cuando la profecía sea dicha y la oculta buscada, una segunda guerra sin nombre vendrá, los héroes el mal deberán hacer para el bien poder lograr, todos ellos con un fin que solo uno de ellos ha de cumplir, cuando la segunda se alce solo el que sepa que el bien y el mal son iguales no perecerá”
¿Una predicción o solo divagaciones de una moribunda?. Nadie lo supo entonces, ni nadie lo sabe a hora. Lo único que sabemos los estudiosos como yo que nos dedicamos a estudiar la historia es que en esas últimas palabras se hablaba de una profecía, y una así ya fue dicha hace 15 años en Nélan, una de las ciudades de Livezna. ¿Coincidencia?, o ¿de verdad está a punto de comenzar una guerra? Lo único que si es cierto, es que a pesar de los esfuerzos de Edelia la paz nunca volvió, pero aprendimos a vivir así creando nuevos poderes para defendernos y atacar con los llamados yunkis, porque en nuestra opinión la guerra nunca terminó y puede que ya sea hora de librar su última batalla…
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