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Ángel por Seiren

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Notas del capitulo: Como algunos ya sabran este es mi segundo fic, aún soy una newbe asi que perdonen mis errores...si

CAPITULO II: Ilusin

La ropa que usaba era incomoda y hasta cierto punto ridcula, no le importaba si era de una diseador prestigioso, simplemente era absurdo usar algo tan costoso.

Todo a su alrededor derrochaba opulencia. El jardn estaba lleno de gente desconocida. Se haban reunido para celebrar su cumpleaos y la mayora de la personas ni siquiera lo conoca.

-Que desperdicio – pens. Todos se comportaban como estpidos, eran unos aduladores buscando oportunidades para aprovecharse de las debilidades de los otros.

Pero lo que ms lo molest fue escuchar a su padrastro, jactndose de lo buen hijo que era, de lo bien que se portaba, de su inteligencia y sobre todo de lo obediente que era.

- Alex simplemente es hermoso – dijo dejando escapar una hipcrita sonrisa

Alex ya no poda permanecer ms en ese lugar, le daba nauseas. Con la primera oportunidad que se le present, escap. Al inici pareca que corra sin rumbo alguno. Pero luego supo que inconscientemente sus piernas lo haban guiado hasta el parque.

Tal vez Alex supuso que podra encontrar a Kei, desde que lo conoci no se haban encontrado y definitivamente quera verlo.

A su alrededor slo haban nios riendo y jugando, no haba rastro de Kei. Alex suspir, al final se haba entusiasmado por nada. Aunque prefera estar ah, sentado haciendo nada, que en su estpida fiesta de cumpleaos.

El resto del da se entretuvo viendo a la gente que pasaba, se pregunt a si mismo si era posible que alguno de esos desconocidos atravesara una situacin similar a la suya. – Estpido, como si eso te va ayudar a sentirte mejor – se regao.

Cierto era que Alex de alguna manera pensaba que se mereca todo lo que le pasaba, pensaba que l haba cometido alguna falta de otra manera por qu ese hombre lo sometera a tal tortura. – Si Kei, hubiese sabido lo sucio que est mi cuerpo, me hubiese abrazado? – se pregunt dejando escapar un gran suspiro. – no tiene caso pensar en eso, seguramente ya no lo volver a ver – se dijo a si mismo.

Lentamente se puso de pie, el sol ya estaba ocultndose, la temida noche estaba cada vez ms cerca. Por un momento vio el camino contrario a su casa. Se vea tan fcil, solo tena que correr, corre y correr sin mirar atrs. –Preferira vivir en la calle – record lo que le haba dicho a Kei. Ahora poda tomar la oportunidad y cumplir sus palabras. – No puede ser tan fcil – murmur y tom el camino a casa.

Despus de que Ami lo regaara por haber salido sin permiso se fue a su habitacin. Cuando abri la puerta vio una silueta, alguien estaba sentado sobre su cama.

- Alex, Alex, Alex… eres un nio malo –

- Usted … - Alex se estremeci

- Ven aqu, no seas tmido –

- No quiero – Alex se neg estaba a punto de salir corriendo

- Ni siquiera lo pienses, ya sabes de lo que soy capaz – gruo el hombre – tu cuerpo es demasiado hermoso sera una pena lastimarlo –

- Y no es eso lo que me hace todas las noches –

- Y ahora me vas a decir que no te gusta jugar conmigo –

- LO DETESTO – grit Alex apretando sus puos

- Que cruel – ri el adulto – y yo que disfruto tanto jugar contigo – se saboreo los labios, - ahora mi hermoso Alex, ven aqu –

- No –

- Tengo t regalo de cumpleaos justo aqu – se baj la cremallera y tom su ya erecto miembro mostrndoselo a Alex

- Esta noche no… por favor ya no –

- Ven aqu! – orden el adulto violentamente

- No – neg Alex agitando su cabeza

- Ya veras… - el hombre perdi la paciencia, tomo a Alex y lo tir sobre la cama

- No, no, no… - Alex peleaba

- Ya basta – vocifer el mayor golpeando el rostro de Alex con su puo – es t culpa por no quedarte quieto –

- No me toque –

- Tan hermoso como siempre – suspir – sabes Alex antes de conocerte estaba a punto de dejar a tu madre, supongo que ella lo saba… bueno eso que importa. Luego una noche me invit a cenar a t casa ah fue cuando te vi por primera vez, me da un poco de vergenza decirte esto pero la verdad es que con slo verte me puse duro… si, si, es vergonzoso ya lo s… estabas ah saludndome con una gran sonrisa en el rostro, de qu otra manera poda reaccionar? – deca todo eso mientras desvesta al asustado nio

- … -

- Recuerdas esa vez que nos baamos juntos, no podas verlo pero estaba ms duro que una roca, y si tu molesta madre no hubiese aparecido te hubiera violado en esa ocasin… eso me dio una idea, acaso todo no sera mas fcil si vivieses conmigo?, por eso le ped matrimonio a t madre… para tenerte cerca, y cuando por fin prob tu hermoso y delicado cuerpo me envici… eres mi droga Alex, soy adicto a ti –

- Cllese, no diga ms nada –suplic

- Te amo tanto mi hermoso Alex – sin previo aviso abri la piernas de Alex y brutalmente penetro su delicada apertura

- Aaaaaaaaaaaaaaaah! –grit dolorosamente, lgrimas brotaban de las esquinas de sus ojos

- Sers mo ahora y para siempre, ni se te ocurra huir de mi – el hombre gema con cada embestida.

- Aaah! – Alex llev ambas manos a su boca, la cubri, ese era el nico lugar de su cuerpo que permaneca virgen, intacto, todava no saba por qu el hombre jams lo haba obligado a que le chupara el pene o que lo besara… por eso a toda costa tena que proteger ese lugar – la nica parte de mi cuerpo que sigue limpia –pens Alex.

Trece aos y todo segua igual, sus sentimientos, sus miedos el desprecio que senta por su cuerpo, nada haba cambiado.

Antes era tan feliz, le pareca increble que en unos cuantos meses su vida se haba convertido en un infierno. Con el paso de los das se le dificultaba acertar si estaba vivo o muerto. – y si estoy muerto entonces fui a parar al infierno -.

De pronto un pensamiento invadi su cabeza, no le gustaba pensar en las cosas que ese hombre le haca pero haba algo que se le haba pasado desapercibido. Gritos, Alex siempre gritaba, aunque infructfero siempre se defenda y gritaba, cuando el hombre lo penetraba gritaba, las nicas veces que no lo haca era cuando le tapaba la boca. Poda ser que durante ese tiempo nadie lo haba escuchado –no es posible – afirm. Alex saba que alguien tena que haberlo escuchado. Un nuevo miedo se apoder de l, eso significaba que todos ya lo saban, pero, y si ya lo saban por que no hacan nada.

Su odio creci, ya no odiaba slo a la bestia que lo forzaba todas las noches, odiaba a todos los que vivan en esa mansin. Los repudiaba, los despreciaba, no eran diferentes a ese hombre. Ahora Alex desconfiaba de todos, se rean con l, se portaban amables con l, pero Alex estaba seguro de que hablaban a su espalda, que se entretenan con su sufrimiento.

Alex desayunaba siempre slo, Ami era quin estaba a cargo de servirle, antes le agradaba mucho incluso cuando recin llegaba a la mansin sinti que se haba enamorado de ella. Ahora era diferente, despus de todo lo ms probable es que ella lo supiera todo. Se senta traicionado por una de las personas que ms quera.

- Sabes Ami… creo que en esta casa asustan –

- Joven Alex, no diga eso por favor mire que soy una cobarde – dijo Ami mientras serva el desayuno y le regalaba un sonrisa

- Pero no son mentiras, estoy seguro que t tambin los has escuchado –

- Qu cosa es la que he escuchado? – pregunt sarcsticamente

- Gritos … -

- Eh? – Ami se hel, derram el juego de naranja mientras trataba de servrselo a Alex, - eso no es cierto, no he escuchado nada – dijo con voz temblorosa

- Men-ti-ro-sa – sonri Alex, - estoy seguro que todos los han escuchado y eso te incluye a ti –

- No es cierto - se apresur a negar

- Vamos, vas a decir que no has escuchado… pobre criatura… quien quiera que sea, sus gritos se escuchan tan dolorosos, desgarradores, algunas veces hasta se escucha como pide ayuda… triste no te parece? –

- De verdad Alex, no he escuchado nada – su nerviosismo era claro

- Bueno si t lo dices… pero sabes Ami creo que son iguales…

- Quines? – segua muy nerviosa

- Las persona que lstima a esa pobre criatura y la persona que escucha como est pide ayuda y aun as no hace nada… son iguales – suspir – pero bueno cmo t dices que no has escuchado nada entonces no tienes por que sentir culpa, verdad? – le sonri – bueno Ami me voy a la escuela – se despidi

- Nos vemos – se despidi Ami y luego agreg, - joven Alex, creo que tambin debera preguntarle a su madre –

- … - Alex se sorprendi

- Acerca de los gritos, tal vez ella si los ha escuchado –

No poda concentrarse, ya le haba llamado la atencin varias veces. Ese pensamiento no abandonaba su cabeza. Acaso era posible, que su madre tambin lo supiera. – No, no, no… – sacudi su cabeza silenciosamente, no poda ser posible. Estaba seguro que su madre no permitira tal abuso, - siempre se ha esforzado mucho por mi bien – se record a s mismo – ella me ama, jams lo permitira -.

Las clases concluyeron, al final no supo que haban dicho en la mayora de ellas o si le haban dejado algn deber. Lo nico que saba era que no quera ir a casa, por lo menos no por ahora. Pero estaba seguro que el chofer ya lo estaba esperando. Tena que encontrar una ruta de escape, no le importaba ni siquiera haba pensado a donde quera ir, lo nico que no quera era ir a casa.

Se escondi dentro de la escuela, esper a que todos se fueran supuso que el chofer se ira si el no apareca y as fue. Todo estaba despejado, de repente sinti que su telfono mvil vibraba dentro del bolsillo trasero de su pantaln. Lo tom, lo apago y lo tiro a un cesto de basura que se encontraba a unos pasos de distancia. – Gente estpida, se preocupan por que no he llegado a casa y no por lo que ese hombre me hace todas las noches – murmur y repentinamente comenz a rer a carcajadas. Le tom varios minutos calmarse, cuando al fin lo logr comenz a caminar lentamente, no haba prisa.

Con cada paso que daba senta que se hunda cada vez ms y ms, ni siquiera tena cuidado cuando cruzaba una calle, - que gran favor me haran atropellndome – bromeo consigo mismo, aunque por dentro saba que no era una broma. Se detuvo en una esquina, si viraba haca la derecha llegara hasta el parque, si tomaba la ruta izquierda llegara a su casa. – Kei – el rostro del joven apareci en su mente, que tan probable sera encontrrselo.

Vir a la derecha, camino unos metros hasta que divis el parque, se detuvo nuevamente, estaba muy nervioso y su corazn lata fuertemente. Saba que s vea a su ngel, aunque momentneamente, su dolor desaparecera. Mir al cielo, -por favor, quiero verlo -.

Retom su paso, cada vez que se acercaba, ms creca su deseo por verlo.

Y all estaba, Kei, su ngel, por fin lo vea. Era tanta su emocin que no se percat que haba alguien a lado de Kei. Una chica, - su novia? – su corazn se desmoronaba. Senta, saba que era su novia, pero pronto lo confirmara, vio como Kei abrazaba a la chica, Alex se entristeci, de esa manera lo haba abrazado a l tambin, - no es cierto, porque a ella la quiere y yo slo soy un desconocido -. Pens que las cosas no podan empeorar, pero para su desdicha presenci como Kei la besaba.

Alex senta como que si corazn se detendra en cualquier momento, el oxigeno le faltaba y sus piernas se debilitaban. Cay al suelo, llev ambas manos hasta su rostro, tena que ocultarlo, no poda permitir que nadie lo viera llorando. – tonto, por qu lloras?, eso es algo que ya deberas haber sabido, el merece estar con una hermosa chica, no con alguien como t, si te le acercas slo conseguirs ensuciarlo, date cuenta estas sucio, nunca nadie se interesara en ti, estas sucio, sucio, sucio… - se reprendi a s mismo. Tena que dejar de pensar en Kei, saba que nada sucedera, en primer lugar ni siquiera el mismo entenda por que se haba aferrado tanto a un desconocido.

Alex se repiti las mismas palabras innumerables veces, trataba de convencerse a s mismo que era intil, que lo nico que ganara si se quedaba con esos sentimientos, era ms dolor. Pero aun reprochndoselo constantemente, en su interior quera creer que todo lo que haba visto esa tarde no haba sido ms que una traicionera ilusin.

Notas finales:

¿les gustó, les gustó?

OK. aquí yo esforzandome cada día más para que la historia me quede bien.

Así que diganme: ¿lo estoy haciendo bien?

 

Comentarios por favor.

Recuerden que los comentarios lo motivan a uno a seguir escribiendo.

A todos los que leen mis fics, los quiero mucho.

 

Cuidense.


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