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Verde Azulado por Seiren

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Notas del fanfic:

Muy bien... los pocos que me conocen me conocen por mi fic Ángel, ahorita esoty esperimentando algunas dificultades creativas y por eso no he podido actualizar en lugar de eso les traigo este fic que será muy corto. "Ángel" lo continuare en cuanto se me ocurra como demonios seguir la historia T-T... me quedé atascada ...

Notas del capitulo: De antemano pido disculpas por los errores ortograficos y gramaticales...

No conocía a  mi familia, ni siquiera sabía que tenía una, por eso el verano que cumplí 15 y mamá me dijo que me llevaría a conocer a los abuelos me sorprendí mucho, más aun así no dije nada, que quedé con la boca cerrada, escuchando la explicación de mi madre quién parecía algo inquieta y preocupada, tal vez temía que me tomara la noticia de mala manera. Y aunque me pareció mal que mi madre escondiera la existencia de mis abuelos no me atreví a decírselo, no quería entristecerla.

 

A los pocos minutos de recibir la noticia y apenas después de haber terminado de hacer maletas, salimos de nuestro pequeño apartamento y nos dirigimos a la estación de buses. Abordamos uno, no sabía a dónde me dirigía pero no me quedaba de otra más que obedecer a mi madre. Ninguno de los dos nos atrevimos a iniciar una conversación, saque mi mp3 del bolsillo, no soportaba ese incomodo silencio así que me pareció buena idea escuchar música.

 

"As if in a dream" era la canción que escuchaba, era de una de mis bandas favoritas, me fascinaba las voz del cantante, era potente, seductora y muy sensual, y fue por él que me di cuenta de que mi preferencia sexual no era exactamente normal, por lo menos no frente a los rigurosos estándares de la sociedad. Eso era algo que no le había dicho a mi madre, nunca encontraba el momento adecuado o por lo menos eso era lo que quería creer porque la verdad es que me daba mucho miedo. Cuando se lo dije a mi mejor amigo reaccionó de una manera que me destrozo el corazón y desde ese entonces no nos volvimos a hablar, sabía que con mamá sería diferente pero aun así no me atrevía a arriesgarme.

 

Las horas pasaban y aun no parecíamos llegar a nuestro destino, la impaciencia y la incertidumbre me carcomían por dentro mientras por la ventana del autobus veía el inspirador paisaje, todo frente a mis ojos era verde, pinos apilados unos después de otros adornaban el camino, el sol cada vez menos brillante jugaba con las hojas de los árboles formando sombras a lo largo del paisaje. El calor poco a poco fue sustituido por una temperatura mucha más agradable por no decir fría, no estaba acostumbrado a esas temperatura tan baja pero en ese momento no fue un problema en realidad.

 

Más o menos faltando un cuarto para las siete llegamos a la estación local, descendimos mi madre y yo del autobus, como no sabía que dirección tomar me quede atrás de ella todo el tiempo. Tenía todo el trasero adolorido por el largo viaje, así que la caminata me cayó de maravilla. En la oscuridad de la noche no pude apreciar muy claramente el lugar en donde nos encontrábamos pero supuse que ya tendría tiempo para eso.

 

Subimos por una colina muy inclinada, me arrepentí por haber llenado la maleta con tantas cosas pero como mamá no me dijo cuanto tiempo duraría la visita no me quedó de otra. Luego de unos minutos de camino pude divisar sobre la colina una pequeña casa de dos plantas con verjas en frente dos personas estaban en la entrada y parecían estar esperándonos. Me fije en el rostro de mi madre, lágrimas comenzaron a brotar de sus hermosos ojos color miel, tiró la maleta y salió corriendo en dirección a las personas en frente de nosotros, los abrazó y los lleno de besos, murmuró algunas palabras que no pude alcanzar a escuchar con claridad.

 

 

-Mamá, papá - dijo con voz llorosa mi madre - este es Christian, su nieto

-Hola -salude tímidamente, no sabía que esperar, ellos me abrazaron y me besaron, se comportaban conmigo como si me hubiesen conocido de por vida

 

 

Entramos a la casa, donde fui recibido por el agradable calor de una chimenea que se encontraba en la sala. La apariencia de la casa era muy humilde y a la vez muy acogedora.

Los dos ancianos no tardaron en darnos a mí mamá y a mí una tasa de chocolate caliente para hacer entrar el cuerpo en calor. Nos sentamos en la sala enfrente de la chimenea donde conversamos hasta que se hizo muy tarde.

 

 

-La abuela me dijo que compartirías habitación conmigo - dijo un joven de más o menos mi edad que acababa de entrar a la habitación y ya se estaba guindando de mi brazo de la misma manera que lo haría un niño pequeño para que lo siguiera

-De acuerdo - asentí mirando a mi abuela

-Es tu primo Joseph, te quedaras con él, espero que no te moleste - dijo mi abuela

-Para nada- sonreí

 

 

El muchacho insistentemente me llevó hasta su habitación, estaba  muy limpia pero antes de  poder hacer el comentario él me dijo que estaba así porque sabia de mi visita y que por eso se había tomado su tiempo para limpiarlo. No me sorprendió para nada eso es lo que hubiese hecho en su lugar. Puse mis maletas a un lado de la cama, Joseph me miraba de manera muy infantil, parecía muy emocionado por mi presencia.

 

 

-¿Estás de vacaciones?

-Si, las escuela termino hace un par de días

-Por eso viniste de visita

-No, yo vivo aquí con los abuelos desde que mi madre o sea tu tía murió

-Lo siento - me disculpé sentía algo de culpa por no saber que su madre estaba muerta pero era lógico que yo no supiera nada si hasta ese mismo día me di cuenta de que tenía abuelos y hasta un primo

-No importa ni siquiera la conocí, murió unos minutos después de mi nacimiento

-Lo siento... - repetí

 

 

Joseph parecía un chico agradable a primera vista, se veía que estaba lleno de alegría y de mucha energía, a tal punto que era contagiosa, esa noche nos desvelamos platicando de lo que nos gustaba y disgustaba, haciendo gracia de los compañeros de la escuela hasta le hablé acerca de mi mejor amigo y de la pelea que habíamos tenido, claro que omití la parte donde yo le confesaba acerca de mi preferencia sexual, de igual manera mi primo pareció comprenderme.

 

 

-Se han peleado por una estupidez - dijo Joseph mientras se acercaba a mi cama y se hacía espacio bajo las sabanas para acostarse a mi lado - una amistad de tantos años no puede tirarse a la basura tan fácilmente

-Lo sé, pero él no quiso escucharme - me acerqué a mi primo buscando consuelo

-Pues que tonto - mi primo me abrazo - pelearse por una chica, si ahí afuera hay un montón hasta puedes escoger

-Si - reí, Joseph inocentemente había creído mi mentira

 

 

Esa primera noche, minutos después de habernos conocido, dormimos juntitos abrazados, sintiendo el calor corporal del otro, deseando que la mañana llegara y no llegara al mismo tiempo, quería seguir así, quería que él me siguiera abrazando por que se sentía muy bien, pero también quería que amaneciera había muchas cosas de las que quería hablar con mi primo.

 

A la mañana siguiente que desperté, Joseph ya  no se encontraba a mi lado, me puse mi abrigo, el frio era bastante intenso y baje a la cocina pues mi estomago me pedía a gritos algo de comer. El aroma a café me recibió y termino de despertarme, restregué mis ojos y bostece maleducadamente. Toda la familia estaba sentada a la mesa, los salude con una gran sonrisa, pero esa sonrisa se amplió más cuando mi primo me indicó que me sentara a su lado. Hice lo que me pidió, cuando alguien te pide algo con una sonrisa como esa pues no hay manera de que puedas negarte, Joseph me sirvió una taza de café y unas tostadas, le agradecí y procedí a devorar la comida que estaba frente a mí. Tomé la taza de café y descuidadamente tomé un sorbo, el líquido estaba tan caliente que tanto mi lengua como mis labios sufrieron las consecuencias.

 

Inmediatamente mi primo el ver mi gesto de dolor, corrió hasta el refrigerador y tomo un cubo de hielo para colocarlo sobre mis labios que estaban a mi suponer levemente enrojecidos por la quemadura, lo quedé viendo, el color de sus ojos era de un verde azulado, igual que los míos, no me había fijado, supuse que ese color de ojos era un rasgo familiar.

 

 

Hacia tanto frío que no se me antojaba hacer nada, estaba ahí acurrucadito, envuelto en una manta muy gruesa y por lo tanto cálida y frente a la chimenea. Joseph se acercó a mi con una taza de leche tibia.

 

 

-Pronto te acostumbraras ya veras - dijo mientras me ofrecía la taza

-Eso dices, pero tú has vivido aquí toda tu vida, es la primera vez que visitó un lugar tan frío - hice el comentario mientras notaba que mi primo vestía ropa muy ligera, de verdad ya estaba acostumbrado a ese tipo de clima - ayer estaba agradable pero hoy... no lo soporto

-Es cierto, pero te puedo garantizar que no se va a poner más frío de lo que ya esta - sonrió sentándose a mi lado

-Eso espero si no lo que va a ir en el bus de regreso va a ser un cubo de hielo - bromeé, él dejó escapar una pequeña carcajada

-¿Cómo sique la quemada?

-Pues la de los labios mucho mejor, pero la lengua la siento bien extraña

-¿Ah sí?... Déjame ver - se acercó y mi y procedió a examinarme, saqué la lengua como mi primo me había pedido - pues no es nada grave, hasta ahí te puedo asegurar, pero si la molestia persiste deberíamos llevarte al médico

-Ni lo digas que no pienso ir a ninguna parte con este frio

-Anoche no te quejaste del frio

-Ya te dije, anoche no hacía tanto frio como hoy

-Seguro te sentiste calentito porque yo dormí a tú lado

-Bueno, eso también puede ser - acepté sonrojándome - el punto es que hoy siento mucho frio y no pienso ir a ningún lado

-Está bien, está bien entonces me quedaré aquí contigo - dijo mientras me abrazaba - haré que todo el frio que sientas desaparezca

-No soy un niño - le dije, el rubor de mis mejillas no había desaparecido - tengo 15 años sabes

-Yo también, ves, tenemos la misma edad así que no hay problema

-No tenemos la misma edad, seguro que soy mayor que tú por lo menos por un par de meses... vamos a ver mi cumpleaños es en marzo

-EL mío también

-El 8 de marzo

-El 26 de marzo

-¡Aja! - grité - lo sabía soy mayor que tú

-Pero solo por unos días así que no cuenta... primo que infantil que eres - rió

 

 

Nos quedamos juntos hasta la hora de la cena, mi mamá nos tuvo que despertar por que sin darnos cuenta nos habíamos quedado dormidos.

 

 

Los días pasaban sin pena ni gloría, y cada día que pasaba me agradaba mas Joseph, de verdad que el chico era de lo más simpático, tanto me agradaba que si no existiera el pequeño detalle de que éramos familia desde el primer día me lo hubiera tirado, o por lo menos ya hubiera intentado algo con él, porque de verdad me gustaba, si nos hubiésemos conocido en otras circunstancias, me preguntó que tan diferente hubiesen sido las cosas.

 

Ese día el clima estaba más soportable, me deshice de mi abrigo y sólo  me puse un suéter, Joseph me había dicho desde muy de mañana que me llevaría a su lugar especial, así que como lo imaginaran estaba muy emocionado. Salimos aproximadamente a eso de las dos de la tarde, el cielo estaba despejado, sentí los rayos del sol sobre mi rostro y me sentí vivo no sólo porque mi cuerpo ya no se sentía frio como un cadáver si no porque Joseph estaba a mi lado y me sonreía de esa manera que me había encantado desde el primer día.

 

Subimos una colina algo inclinada por lo que fue necesario que paráramos en varias ocasiones para descansar, no estaba acostumbrado a tanta actividad física. Al fin llegamos a lo que parecía ser una cueva, Joseph apartó un pedazo de tronco seco que cubría la entrada y me pidió que pasara. Al entrar me sorprendí de lo cálido que estaba dentro.

 

 

-Es mi lugar secreto - susurró Joseph alegremente

-Es muy acogedor, totalmente diferente a como luce por fuera

-Me ha tomado un tiempo dejarlo como está, he tomado objetos que la gente tira para decorarlo, está bonito ¿verdad?

-Muy bonito, has hecho un excelente trabajo

-Vamos, te muestro todo

 

 

Joseph me mostró cada espacio dentro del lugar y aprovechó para contarme como había encontrado cada una de las cosas que adornaban el lugar.

 

 

-Está es uno de mis intentos fallidos- dijo mostrándome una pequeña escultura de madera que se encontraba sobre una mesa improvisada, en realidad era un enorme tronco - el abuelo quiso enseñarme a tallar la madera pero soy un caso perdido

-No digas eso - le dije tomando el objeto de sus manos, la escultura parecía ser de un elfo como esos de las películas épicas - ¿Por qué un elfo?

-Vaya al menos es reconocible - bromeó - me gustan los elfos, algún día espero ver un de carne y hueso, con las orejas puntiagudas y el cabello largo, la piel blanca como la porcelana y los ojos del verde azulado más intenso que jamás haya visto

-Jajaja pareciera que te estás describiendo a ti mismo

-No te rías lo digo en serio

-Es en serio - le dije acercándome a él - lo del cabello es fácil sólo tienes que dejarlo crecer, creo que el mayor problema sería lo de las orejas puntiagudas - le dije tomando con cada una de mis manos sus orejas

-No bromees

-Lo demás tú ya lo posees... una piel de porcelana - acaricié sus mejillas - y unos ojos verde azulado... lo más lindo que he visto en mi vida

-¿De verdad?

-Si... sé qué te alegra mucho que seamos primos a  mi también... pero...

-¿pero...?

-Hay ocasiones que deseo que no seamos familia... está es una de ellas

-¿Y eso por qué? - preguntó sonriendo

- Por esto... - lo besé delicadamente, sólo fue un pequeño roce entre sus labios y los míos    pero eso fue suficiente para que los latidos de mi corazón se descontrolaran, después del efímero beso lo mire y le dije - no te preocupes que no lo volveré a hacer

-Eres... de esos - dijo con tono algo despectivo lo cual me lastimó  mucho

-Si - le conteste sonriendo, tratando de evitar que viera mi rostro pues sentía que lloraría en cualquier momento

-El abuelo se enfadará si se entera, ya sabes que esta enchapado a la antigua

-No se lo digas por favor

-No lo haré

-Siento haber hecho... lo que hice

-Descuida ya está olvidado

 

 

Sabía que no funcionaría, primero, porque estaba el hecho de que compartimos la misma sangre y segundo porque ambos somos hombres. Aun así me dolió, me lastimó mucho incluso más  que la reacción de John quien era mi mejor amigo, la forma en que había dicho "eres de esos", su rostro cuando dijo que todo ya estaba olvidado, aun los tengo muy presente.

 

Después del pequeño accidente regresamos a casa, cenamos, todos nos reunimos en la sala frente a la chimenea a platicar un poco, ya adentrada la noche cada quién se fue a su respectiva habitación, Joseph no dijo palabra alguna.

 

"No tendría porque haber actuado así, por qué demonios nadie me detuvo, lo arruine todo, él se va a alejar cada vez más de mi y yo no podré hacer nada para evitarlo. Si tan sólo no lo hubiera besado, todo seguiría como antes, él estaría ahorita a mi lado abrazándome y velando porque yo no sintiera frio"

 

Todos esos pensamientos de arrepentimiento cruzaron por mi cabeza, lo había estropeado todo y ni siquiera tenía la menor idea de cómo remediarlo.

 

 

A la mañana siguiente, apenas unas horas después del fatídico beso todo parecía normal. Joseph me había saludado como de costumbre y hasta me había invitado a conocer el pueblo, a pesar de llevar varios días ahí nunca había ido al pueblo, usaba como excusa las bajas temperaturas, pero la verdad era que no me interesaba en lo absoluto visitar el lugar. Al final no me quedó de otra más que acompañarlo, pues mi madre insistió en que así fuera.

 

Ya en el pueblo Joseph me mostraba cada uno de los establecimientos con la misma energía de siempre, de verdad parecía haber olvidado todo lo que había pasado, la había hecho en tan corto tiempo que de alguna manera eso hirió mi orgullo, había impregnado ese beso con todos mis sentimientos y para él no había significado nada. SU serenidad me había molestado hasta tal punto que me dije a mi mismo que ya no pensaría en el asunto y que seguiría adelante, rezaba porque el momento de mi partida llegara pronto.

 

 

-Había un chico en el pueblo igual que tú - comentó Joseph mientras regresábamos a casa, ambos con varias bolsas en las manos

-¿Igual a mi?, te refieres a que era gay, puedes decirlo abiertamente que no me molesta - le dije muy molesto

-Como sea

-¿Qué pasa contigo?

-Nada

-Tu decidiste iniciar la conversación con ese tema, no entiendo porque ahora eres tu quien se pone a la defensiva

-No estoy a la defensiva

-Es el colmo, mejor hubiese sido que no te hubiera dicho nada, pero me pareciste tan agradable no sabía que eres homofóbico

-Y no lo soy - me dijo secamente deteniéndose y dejando caer las bolsas que llevaba en sus manos sobre el suelo - el chico de quien te hablaba... lo mataron

-¿lo dices en serio?

-Si, este es un pueblo muy pequeño, los rumores viajan a la velocidad de la luz... ese tipo de personas simplemente no son aceptadas así por así

-Eso ya lo sé recuerda que soy de "ese tipo de personas"

-Me preocupo, tengo miedo de que te pasé algo

-No me pasará nada -traté de calmarlo - en mi colegio nadie sabe que soy gay a excepción de la persona que te comenté, ni siquiera mi madre lo sabe... Joseph yo ya sé que la mayoría de las personas nos detestan y no nos soportan, pero por lo menos quiero que tú me entiendas y si no es posible... entonces por favor evita hacer ese tipo de comentarios tan despectivos, me haces daño.

 

 

Joseph me quedó viendo con cara de cachorrito abandonado nunca lo había visto de esa manera pero igual lo ignoré, seguí mi camino dejándolo atrás. Cuando llegué a casa mamá me regañó por haber dejado sólo a Joseph, no le dije nada. Pasada la hora de la cena parecía que nos reuniríamos en la sala frente a la chimenea como ya se había hecho costumbre, pero como no tenía ganas de hacer eso me excusé diciendo que la larga caminata hasta el pueblo me había dejado extenuado y me retiré a mi habitación. Me cambié de ropa y me metí en la cama deseando conciliar el sueño lo más pronto que fuera posible.

Cerraba los ojos cuando escuché la puerta de la habitación abrirse.

 

 

-¿Te sientes mal? - preguntó Joseph mientras encendía la luz - ¿necesitas algo?

-Que apagues la luz - gruñí - estoy tratando de dormir

-¿Estás molesto conmigo por lo de hoy?

-¿Sabes qué?, mejor dejemos ese tema atrás, olvídalo y si tanto te incomoda pues dímelo y mañana mismo me regreso a mi casa

-No me incomoda... es sólo que...

-¿Qué?

-No puedo hacerle esto a los abuelos, ellos siempre han cuidado de mí... no puedo hacerles esto - sus últimas palabras fueron entrecortadas por sollozos

-¿A qué te refieres?

-Yo... - se dejo caer de rodillas unos centímetros de distancia de donde yo me encontraba y comenzó a llorar - no puedo hacerles esto...

-Esta bien, si no puedes guardar el secreto entonces díselos, te prometo que no me voy a molestar contigo

-No es eso -dijo llorando

-¿Entonces qué es? - pregunté acercándome a él para estrecharlo entre mis brazos, no soportaba verlo así - sabes que puedes decirme lo que sea

-No es nada

-No confías en mi

-No es eso... sólo, discúlpame, te he tratado muy mal y ha sido por una completa estupidez, no me molesta para nada que seas así... discúlpame...

-Tranquilo ya todo está olvidado, no te preocupes... vamos mejor metete a la cama conmigo que me estoy muriendo del frío, prometo que no te hare nada

-Esta bien-aceptó dulcemente

 

 

Ambos nos metimos en la cama y nos arropamos hasta los hombros, Joseph quien yacía a mi lado me miraba con mucha ternura, tomo mi mano por debajo de las sabanas y la llevo hasta sus labios para besarla, no sabía que era exactamente lo que ese gesto significaba pero ciertamente no me iba a quebrar la cabeza tratando de descubrirlo, lo mejor era preguntar de una sola vez para así evitar que en mi cabeza se formaran ideas raras.

 

-¿Qué sucede?

-Nada... pensé que tenías las manos frías - sostuvo mi mano con mucha más fuerza - pero veo que están bien

-Claro, eso es porque tú las sostienes... se siente muy cálido ahora

-En serio... Christian... lo siento

-Descuida

Notas finales:

Muy bien!... si sienten que la historia avanza demasiado rápido es porque pienso hacerla corta, maximo unos 5 capitulos, es una hostoria secundaría mientras se me ocurre que escribir en mi otro fic... mi mente está seca jeje.

Comentarios... nunca estan de más.

 Cuidense y gracias por leer.

Por cierto... a ver quién me puede decir de qué banda es la canción que mencioné en el fic "As if in a dream"... a ver a ver alguien sabe?... jeje


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