Era una tarde como cualquier otra en el santuario, cuando el caballero de la sexta casa concluyo que ese era realmente un día demasiado aburrido, y es que desde que las batallas habían terminado, los caballeros de Atena realmente no tenían muchas ocupaciones. Una de ellas eran los entrenamientos que realizaban cada mañana, que continuaban realizando para no perder la costumbre, aun cuando reinara definitivamente la paz.
Shaka había terminado de realizar sus acostumbradas meditaciones, de arreglar su casa (aunque realmente en este aspecto no había mucho que hacer ya que era muy ordenado) y hasta había leído un libro; pero eran poco más de las 5 de la tarde y ya no tenía nada que hacer.
- Tal vez debería dar un paseo por el pueblo.- Dijo un solitario Shaka después de un suspiro.
En su camino hacia la entrada, se detuvo en la quinta casa al ver a un pensativo Aioria sentado en las escaleras de su templo. Iba a pasar de largo, pero opto por saludarlo.
- Hola Aioria.- Dijo Shaka recordando que casi nunca platicaba con el a pesar de ser vecinos.
- ¿Qué pasa?.- (Dijo sobresaltado Aioria, pues se encontraba casi dormido cuando oyó a Shaka). Ah, hola Shaka, ¿pasa algo?.- Dijo después de notar quien había sido.
- Lo siento, no quise despertarte.- Dijo Shaka al ver a Aioria levantarse de un salto cuando lo saludo.
- No te preocupes, es solo que estaba un poco aburrido y me senté mientras pensaba en algo que hacer y… creo que me quede dormido…
Después de esa pequeña conversación hubo un momento de silencio que ambos les pareció muy largo, hasta que al fin Aioria decidió hablar.
- Y, ¿qué te trae por aquí?,.. puedo ayudarte en algo?
- Oh no,… yo también estaba un poco aburrido y tenia pensado bajar al pueblo a dar una vuelta…- Respondió Shaka.
- Ah, vaya…
- ¿Te gustaría acompañarme?.- Dijo tímidamente Shaka, no estaba seguro de por qué lo había hecho, pero recordó que casi nunca hablaba con él, además de que también parecía muy aburrido.
Aioria se sorprendió por la invitación de Shaka, ya que este casi nunca le hablaba, más que los saludos de rigor, por lo cual se olvido de responder.
- Es que parece que también estas un poco aburrido…- Dijo Shaka, después de esperar una nula respuesta de su compañero y casi arrepintiéndose al ver la cara que este había puesto. – Pero si estas ocupado, no importa… (pero no termino su frase al ser interrumpido por Aioria).
- No estoy ocupado, me gustaría acompañarte.- Dijo Aioria recuperándose de la sorpresa.
Aioria decidió no perder la oportunidad de estar durante un tiempo a solas con el caballero de virgo, sobra decir, que al le parecía además de una persona muy interesante, sumamente guapo, inteligente, amable, simpático, etc., etc.; además de que podría distraerse por un momento. Así es que no podría ser una mala idea.
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