“Te voy a contar una historia, es acerca de la navidad, cada año el 24 de Diciembre a la media noche en su trineo manejado por renos aparece Toushiro, este personaje parece un niño pero jamás se lo digas o no tendrás regalos, sus renos son los que llevan su trineo con el cual reparte los regalos a todos los niños del mundo, si tu quieres dejarle algo, lo mejor es que le dejes pasta de judías dulces fermentadas en una mesita o un poco de sandía si quieres, y jamás, jamás le dejes caqui seco, y para acompañar té, o leche por que necesita crecer, pero ten cuidado de ofenderlo, siempre tienes que hacerle creer que es muy alto, a no ser que no quieras juguetes, o que quieras amanecer congelado.
El vive junto con su hermana, Rukia, en un lugar llamado Seireitei. Ahí junto con las lindas duendes Yuzu, Karin, Nell y Yachiru y algunos elfos como Ukitake, Byakuya, Renji y Hisagi trabajan para crear los juguetes de los niños.
Rukia es de cabello negro y un poco más alta que él y aparte de ayudar a crear los juguetes también cuida a los renos, puede que no lo parezca a veces pero es muy cariñosa, juguetona y responsable.
Claro, no siempre todo marcha bien para Toushiro, a veces tiene que trabajar con mucho viento y es ahí donde entran sus renos: su reno Matsumoto, es muy floja casi siempre y no quiere ayudar, pero siempre lo protege, además de que se encarga de la lista de niños el resto del año, su reno Momo es una de sus favoritas y es a la que más engríe, ya que la conoce desde que era pequeña, su reno Hyourinmaru es también muy protector, y es quien más lo cuida, también esta la reno Sode no Shirayuki, bueno, de hecho es la reno de Rukia, pero ella siempre se lo presta, y su reno más importante, Ichigo, el reno de cabello naranja, y es que gracias al brillo de su cabello naranja puede guiar a Toushiro a través de la oscuridad y las tormentas, y claro, también es uno de los renos favoritos de Rukia.
La labor de Toushiro es muy pesada, ya que tiene que viajar por todo el mundo en una noche, además de que el resto del año tiene que asegurarse de que la producción de juguetes marche bien.
Este día de navidad, sin embargo, tiene que tener mucho más cuidado, ya que han oído rumores de que los Grinch Ichimaru y Aizen planean atacarles para robar la navidad.
— Parece que por ahora todo va bien — dijo Toushiro bajando de nuevo de su trineo para dejar los regalos, solo le faltaba la ciudad de Karakura y terminaba — veamos — dice, viendo su lista — Grimmjow Jeaguerjaques, niño malo, trozo de carbón — la verdad le molestaba esto, ¿Por qué tenia que detenerse a dejar carbón? — Rayos, no hay de otra —
Agarró el trozo de carbón y entró por la chimenea, una vez adentro busco por todos lados la media para dejar su trozo de carbón cuando vio que la luz se encendía.
— ¿Que haces aquí enano? — dijo algo molesto, el no-tan-pequeño, Grimmjow.
¿Enano? ¿Quién rayos se creía?...Un momento, ¡Era un adolescente! Rayos, iba a matar a Matsumoto, ¿hace cuanto que no actualizaba la lista?
— No es asunto tuyo — le contestó — solo vengo a dejar este trozo de carbón —
— Así de que encima que entras a mi casa sin mi permiso, es solo para dejarme carbón, rayos, solo lárgate, ya ni siquiera creo en ti —
Que grosero, pero no tuvo que decirlo dos veces, después de todo si no creía en él no tenía por que quedarse, así que se fue dejando a Grimmjow solo.
— Snif, — dijo Grimmjow una vez Toushiro se hubo ido — yo solo quería una mascará de hockey y una patineta —
Después de Grimmjow, no tuvo más problemas por un buen rato, hasta que se detuvo en la siguiente chimenea, Sarugaki Hiyori, al parecer había sido traviesa hasta hace poco, pero se había enmendado por estos días, rayos, tenía que arreglar aún ese tema de los niños que son buenos solo al final, total, si querían regalos, deben ser buenos todo el año, en fin, por ahora aún estaba permitido así que tomo sus regalos y entró a la chimenea.
Una vez adentro busco el árbol para poner los regalos, hasta que fue sorprendido por un bate de beisbol que estuvo a punto de impactar en su cabeza.
— ¡Quien eres enano! — le grito una niña de pelo rubio atado en dos coletas — si vienes a robar escogiste un mal lugar —
Tenía que admitirlo en todo el tiempo que venía trabajando no había tenido una noche tan mala, ¡sorprendido dos veces en una noche!, y ni siquiera por niños amables, sino del tipo agresivo, no, espera, si había sido peor, se acordó del año en que había entrado a un internado de chicas y estas se le lanzaron encima cuando lo descubrieron, jalándole las mejillas y diciendo cosas como: “que niño tan lindo”, “mira que tierno” o “que dulzura, dan ganas de comérselo” eso si que había sido una pesadilla.
— Cálmate, ¿quieres? No vine a robarte, solo te dejaba estos obsequios —
— ¿Tú eres quien deja los obsequios? ¿No eres un poco enano para eso? — le miró extrañada
— ¡¿A quien le dices enano?! ¡mocosa, tú eres más pequeña que yo! — y sin darle una oportunidad a contestar se metió en la chimenea y regresó a su trineo, dejando los regalos tirados.
Después de eso la noche estuvo tranquila, casi todos los demás fueron niños buenos, a Inoue Orihime le regaló un libro de cocina, si que lo necesitaba, le había dejado una cosa extraña en la mesa que ni siquiera se atrevió a tocar, a Arisawa Tatsuki le regaló un equipo de lucha, a Honshou Chizuru unas fotos de Orihime en traje de baño, que niña para rara, pero se había portado algo bien, así que estaba en su derecho, luego a Ulquiorra, Shinji y así a muchos otros niños más.
Una vez llegó arriba después de visitar al niño Ishida Uryuu, el último niño de la noche, se sorprendió al ver a sus renos atados y amordazados, y se sorprendió aún más al ver a los Grinch Ichimaru y Aizen en su trineo, sin embargo, esta vez no había mucho que pudieran hacer, ya había entregado todos y cada uno de los regalos, habían perdido esta vez.
— Llegan tarde — les dijo con una sonrisa de superioridad — ya entregué todos los regalos, no pueden arruinar la navidad este año —
— ¿Tú creías que veníamos a quitarte los regalos? — le pregunto divertido Ichimaru — claro que no, no somos tan simples, tenemos que asegurarnos de que de verdad no haya una navidad nunca más — le dijo al tiempo que se abalanzaba sobre él, sujetándole con un solo brazo ambos brazos arrinconándole contra la chimenea — y que mejor forma que llevándote con nosotros Shiro-chan —
De acuerdo, esto si no se lo había esperado.
— Bueno, no solo a ti — dijo Aizen — también tenemos que encargarnos de que no puedan manejar en una tormenta, así que me llevaré al reno Ichigo —
— ¿Uh? — a pesar de la mordaza Ichigo había logrado hacer algo de ruido, de verdad estaba sorprendido ¿Qué clase de tipos eran?
— Idiotas, ni crean que nos van a llevar con ustedes — gruño molesto Toushiro
— No te pongas así Shiro-chan — le dijo Ichimaru mientras acariciaba su rostro — vas a ver que nos vamos a divertir, voy a ser muy gentil contigo — le dijo para luego besarlo suavemente en los labios.
— ¡Suéltame, pervertido!- le gritó Toushiro.
— No quiero — le dijo algo meloso mientras lo abrazaba como si fuera un oso de peluche.
Y es así como los Grinch Ichimaru y Aizen robaron la navidad”
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— Y ese es el fin ¿te gustó Shiro-chan? — le preguntó Ichimaru cerrando el libro.
— ¡No! — le contesto Toushiro escondiéndose entre las sábanas.
— Bueno, entonces te contaré otro cuento — le dijo abriendo otro libro.
— ¡Oye!, ¡¿que rayos le estas contando?! — gritó Ichigo, entrando de pronto a la habitación
— Nada, solo un cuento de navidad — le contesto Ichimaru con una sonrisa.
¿Fin?
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