Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Consecuencias de una traición premeditada por Paz

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Desde que he llegado de mis vacaciones me he tomado con calma esto de escribir, ya que traía mucho material para actualizar, sin embargo, esta situación no puede seguir así, y me he propuesto, obligarme a dejar de hacer otras cosas para escribir en serio, por ello os subiré este fic que tengo los primeros seis capítulos terminados y dos más sobre el final porque me parece una historia muy interesante y no quería dejarla por ahí olvidada, por lo que, después de todo este preámbulo ahí os va...

Notas del capitulo:

Esta idea me surgió leyendo un libro, que por cierto no he terminado, llamado La formula de Dios, el autor es José Rodrigues dos Santos, por si os interesa echarle una mirada, y esta basado en los últimos y más avanzados descubrimientos científicos en el campo de la cosmología, la matemática y la física... diréis ¡¡toma ya!!! Si, llega un punto que se hace pesado. La novela, es ficción, menciona entre muchas otras la teoría del caos y fue esta la que me inspiró este fic. En palabras sencillas la tal teoría dice que a pequeños actos, grandes cambios o algo así, ej: Kaede quiere un hijo, y sin saberlo por conseguirlo, afecta la vida de otras personas, que de no hacer lo que hizo, sus vidas hubieran seguido por otros cauces, su acción provocó el mismo efecto que una bola de nieve rodando montaña abajo, cada vez es más grande.

Y así es como comienza esta nueva historia.

Consecuencias de una traición premeditada

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 1: Volvamos a casa

Hanamichi y Kaede regresan a casa después de llevar viviendo por más de ocho años en América, en los que uno y otro se ha dedicado en exclusiva a sus respectivas ocupaciones.

Al principio, los dos fueron contratados para jugar con un equipo universitario, en California pues un ojeador americano vió jugar a Rukawa, le gustó su estilo, su forma de jugar y le contrató, solo que Rukawa puso una condición, Sakuragi tenía que ir con él, por entonces ya vivían juntos.

Durante los primeros años en America causaron una buena impresión entre los aficionados, consiguiendo los dos tener un público fiel e entusiasta que les seguía juego tras juego, inesperadamente Hanamichi volvió a resentirse de su antigua lesión y tuvo que dejar el basquetball, la suerte le acompañó porque su figura y su atractivo, le habían ayudado a ganar el favor femenino, por lo que una importante agencia de modelos se entrevistó con él y le propusieron una tentadora oferta. No muy seguro de si mismo, acabo siendo convencido por Kaede para que lo intentara. Un contrato de cinco años le mantuvo en la cima del éxito, su primera temporada cuando lo ignoraba todo de modelar arrasó entre el público femenino, la "Agencia Némesis" explotó ese filón, presentándole en todas las exposiciones donde resaltaba su cuerpo, por eso, grandes carteles con él en ropa interior adornaban calles y fachadas, llegando incluso a aparecer en grandes cartelones en las autopistas y carreteras más importantes del país, la publicidad en la televisión le llevó a ser conocido en todos los hogares y cuando su figura fue bien conocida comenzaron los pases de modelos que le llevaron a recorrer casi todo el país de costa a costa. Hanamichi había triunfado en America.

Por su parte, Kaede fue nombrado mejor jugador por tres años consecutivos, batiendo su propio record de encestes durante cinco temporadas, en el transcurso del tiempo su juego iba haciendo más técnico, confiando en sus propios compañeros y apoyándose en ellos para seguir perfeccionando sus jugadas, sin darse cuenta que no solamente era el mejor, sino que el equipo confiaba en él lo que le llevaba a sentirse más satisfecho con los logros, no solo propios sino de todo el resto de sus compañeros.

Estaba en el cenit de su carrera cuando una inesperada propuesta de trabajo se le presento para volver a Japón, no lo dudo, porque sabía que Hanamichi estaba buscando la oportunidad para volver a casa y conseguir una estabilidad emocional que había perdido con su trabajo, porque prácticamente vivía de vuelo en vuelo, parando en hoteles más tiempo que en el piso que compartían en San Bernardino, una tranquila ciudad donde intentaban llevar una existencia relajada y pacífica, lo que no consiguieron apenas Hanamichi comenzó a trabajar como modelo, Entre viaje y viaje Hanamichi, todas las noches le llamaba por teléfono desde donde estuviera, algunas de esas noches, el cansancio le vencía y se quedaba dormido en mitad de una conversación.

Fue entonces cuando Hanamichi empezó a decir que deseaba montar su propia agencia de publicidad con todo lo que había aprendido para así dejar el modelaje, cuando un compatriota le pidió una entrevista y le explicó los motivos que le habían llevado allí, Rukawa se sintió contento, porque estaba a punto de vencer su contrato y por una increíble casualidad también el de Hanamichi.

Esa noche, apenas Hanamichi le llamó desde Florida, se apresuró a ponerle al tanto de la noticia.

Hanamichi escucha el exaltado tono de su koi, saber que pueden volver le produce la misma satisfacción que a Kaede.

-Hemos conseguido lo que nos propusimos -dijo Kaede- Ahora es el momento de pensar en formar una familia. Somos jóvenes no tendremos problemas para adoptar todos los niños que queramos. -mientras expresaba lo que sentía recordaba la desilusión que recibieron cuando tras formar parte de un estudio genético durante tres años para poder ser padres, recibieron la noticia que solo Kaede había conseguido ser fértil, no así Hanamichi cuyos espermatozoides no poseían la capacidad reproductora necesaria para embarazarle. De común acuerdo decidieron que la adopción era el paso siguiente para tener la familia que ambos deseaban. En aquella ocasión, cuando les dieron la noticia les ofrecieron las características principales, ya fueran físicas, como psíquicas de una serie de sujetos que eran compatibles con él y que podían ayudarles a alcanzar su sueño. Su reacción fue firme: una rotunda negativa. Si Hanamichi no podía ser el padre de su hijo, no lo deseaba tener con nadie más, por ello comenzaron a plantearse la adopción.

-No creo que sea tan fácil como lo plateas, Kaede. -Dijo alegrándose con la primicia- Pero tienes razón, es maravilloso saber que podemos volver a casa, empezaba a cansarme con todo este trajín. Si pudiera montar mi propio negocio estaría más descansado.

-Si admites un socio capitalista, puedes contar conmigo.

-¿Lo harías? -No se había atrevido a proponérselo y que Kaede se ofreciera le sacaría de más de un apuro.

-Por supuesto...

-Gracias, Kaede..., entonces este será mi último trabajo.

-No lo digas tan pronto, aún te quedan tres semanas, pueden pasar muchas cosas. Lo principal es que nadie sepa que no tienes intención de renovar tu contrato.

-No sé qué haría sin ti, durante este tiempo me has apoyado y en este mes apenas si nos hemos visto dos días seguidos.

-Ya buscaré el modo de que me des todo lo que me debes -dijo con una sonrisa.

Hanamichi supo que estaba sonriendo por su tono de voz.

-Me sentiré complacido pagándote esa deuda...

-¿Qué estás haciendo ahora? -preguntó Kaede bajando su tono de voz.

-Estoy tumbado en la cama, ¿y tú? -preguntó.

-Sentado en nuestro sofá, ahora me acabo de recostar. ¿Qué llevas puesto?

-Un albornoz... acabo de salir de la ducha.

-¿Tienes el cabello mojado?

-Apenas húmedo...

-Quítatelo... -pidió, a través del hilo telefónico le llegó el sonido que Hanamichi hacía para quitarse el albornoz sin soltar el aparato, había comprendido su deseo- ¿Tienes un espejo delante?

-No...

-¿Hay alguno a tu alcance?

-En el vestidor.

-Ponte delante...

-Ya estoy... ¿Qué quieres ahora? -sabía lo que deseaba pero deseaba escuchárselo decir.

-Comienza a tocarte... -su respiración se volvió más pesada- No apartes la mirada del espejo, imagina que soy yo. Te estoy pellizcando los pezones, los siento duros entre mis dedos -se tocaba a si mismo, imaginando estar haciéndoselo a Hanamichi que gemía a través de la línea telefónica.

-Se siente bueno..., sigue... más fuerte...

-Deslizó mi mano por tu pecho, desciendo acariciándote despacio, muy despacio haciéndote desear que quieres que me apresure, pero no lo hago, sigo yendo muy lento, mis dedos rozan tu triangulo pelirrojo, se entretienen dándote pequeños tirones. Me pides que vaya más aprisa.

-Si...si...más rápido por favor...-su voz gemía suplicante.

-Mi mano se desliza hacia tu pene, lo siento duro, sus venillas azules se hinchan, mis dedos se cierran alrededor y se mueven rápidos, como si te estuviera penetrando. -se masturbaba a si mismo, diciéndole lo que deseaba hacerle, junto a su oído, su respiración era fatigosa- chupo mi dedo índice, lo embadurno con mi saliva y lo llevo a tu hoyito, lo meto hasta el fondo, traspasando tus esfínteres, te siento estrecho y lo muevo alrededor te sientes caliente, tu cuerpo arde de deseo, gimes y dices mi nombre.

-Kaaeedeeee...

-Tus rodillas no te sostienen y te tumbó en el suelo, sin dejar de mirarte, ¿me ves? -pregunta estremecido, tu cuerpo tiembla imaginándole mientras sigue sus indicaciones.

-Si, me sonríes, te siento profundamente dentro de mí..., es delicioso tu toque. Dame más. -me pides.

-Si, acarició tu rostro, te acostumbras a mi intrusión, y te obedezco, te meto otro dedo, gimes, tu cuerpo se estremece, me miras, sientes mi amor, siento que te tengo abandonado, y mientras te meto un tercer dedo, comienzo a masturbarte, a lo largo y ancho, mis dedos te aprisionan y tu respiración se acelera, -la suya sigue el mismo ritmo, ha tenido que soltar el teléfono para poder usar sus dos manos-, eres tan receptivo  que puedo meterte otro dedo y los mueve dentro de ti, con lentos giros, finjo hacer ademán de quitártelos, pero tus esfínteres se cierran, me aprietan, es delicioso sentir tu apretón, siento que me vengo dentro de ti, mi mano se mueve veloz alrededor de tu miembro deseo que lo hagamos juntos. Te estremeces, tu cuerpo se sacude espasmódicamente, se sacude en mi mano, y comienza a....

-¡¡¡Kaeeeedeeeee!!! -su voz se apaga.

Le llega su respiración pesada de un modo lejano y supone que se le ha caído el teléfono.

-Lo has conseguido? -pregunta cuando le siente manotear en busca del aparato.

-Si.

-Yo también... -dice mirando el estropicio que ha dejado en su sillón favorito- Ve a dormir Hanamichi. Te has acostado? -pregunta al cabo de unos minutos.

-Si.

-Sueña conmigo. -dice con una sonrisa.

-Oyasumi nasai, Kaede.

-Oyasumi nasai, Hanamichi.

Continúa en el próximo capítulo...

Paz

Notas finales:

Con este primer capítulo me he tirado al ruedo... ahí teneís el primer lemon...

Además de Rukawa y Sakuragí, aparece Mito entre los principales protagonistas, también Maki y los hermanos Kawata, esos por de pronto... a medida que siga escribiendo iré viendo que sale...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).