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Okama, amor a primera vista por Paz

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Notas del fanfic:

Este fic estaba pensado subirlo para San Valentín, pero como me inspire un par de días antes tuve que cambiar la trama. En un principio se llamaba Amor a primera vista, pero al surgirme la trama para el segundo capítulo, le añadí la primera palabra del título... espero que os guste.

Notas del capitulo:

El humor no va conmigo..., aún así espero que sea de vuestro agrado la situación por la que pasa nuestro querido amigo.

Okama, amor a primera vista

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 1: Un San Valentín inolvidable

 

-Quédate quieto... si te mueves será peor, voy a empezar por la derecha.

-Dijiste que no sentiría nada, ¿verdad? -Ante su silencio insistió- Lo dijiste.

-Si....

-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGG!!!! ¡¡¡¡MENTIROSO!!!.

Al otro lado de la habitación tres chicos se miraron con sobresalto, apretando los puños en sus respectivos muslos a la altura de sus rodillas porque el grito de su amigo fue espeluznante

-Aguanta..., baka. Ahora la otra

-¡¡¡Detente!!!

-No seas baka, no puedo dejarte así..., voy a terminar lo que he empezado.

-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGG!!!

-No seas quejica...., no eres el primero que pasa por esto, ni tampoco serás el último.

Todos escucharon la risilla que acompañó sus palabras.

-Me duele... me duele.... Estoy sangrando. -su voz se escuchaba aterrada.

-No seas tan quisquilloso..., apenas si esta lacerada, te pondré un poco de crema para que dejes de lloriquear.

-¡¡Mal amigo!!!

Noma, Takamiya y Ookus se miraban estremecidos, la voz llorosa de Hanamichi era capaz de ponerles los pelos de punta. No sabían lo que estaba pasando al otro lado de la puerta, pero lo que fuera era demasiado para sus oídos porque se imaginaban lo peor solo con escucharles.

-Nos vamos? -preguntó Noma inquieto, con el cuerpo en tensión dispuesto a levantarse para salir corriendo.

-Yohei dijo que no nos moviéramos de aquí -replicó Ookus dirigiendo miradas temerosas hacia la puerta cerrada.

Los jadeos y los sollozos eran tales que parecían que estuvieran torturándole.

-No quiero seguir... -oyeron una vez más la voz quejumbrosa de Hanamichi.

-Ahora solo queda la parte más sencilla.

-No te creo..., eso mismo me dijiste antes. Me aseguraste no será nada, lo haré tan rápido que no te enteraras. ¡¡Aaghh!! ¡¡Duele!!

-Recuerda que perdiste la apuesta. Lo que quiero que hagas es eso, pero si quieres ¿le pido a alguno de los chicos que ocupe mi lugar? A lo mejor ellos lo hacen mejor que yo.

Al escucharle, los tres se miraron atemorizados, para ellos fue un alivio oír la contestación de su amigo.

-No... continúa tú..., no quiero que me vean así. Es vergonzoso.

-Te ha quedado muy bien...., túmbate....

-¡¡Eso no!!!

-No puedes dejarlo a medias, vamos a terminar, no seas llorica que ya eres mayor de edad.

-Todo lo que quieras, pero es doloroso. Ahí no -le escucharon preguntándose mentalmente que estaba pasando tras la puerta del aseo- Nunca más apostaré contra ti, eres un rival peligroso. Podías haberme pedido algo más sencillo, pero esto... esto...

-Una sabia decisión... -fueron consciente que Yohei estaba ignorando sus protestas- ahora voy a quitártelo todo, iré hasta el fondo y lo dejaré tan suave que te sentirás a gusto. Seguro que te acostumbras y seguirás haciéndolo por propia voluntad.

-Por favor... pon suficiente crema -su voz sonaba tan plañidera que todos sintieron pena por él.

-Esta vez no te dolerá. Seré cuidadoso para no lastimarte.

Lo que fuera que estuvieran haciendo tras aquella puerta, mantenía a los tres chicos en tensión, cuando el silencio que se hizo opresivo, se miraban inquietos, haciéndose preguntas con las miradas, se encogían de hombros y seguían esperando. Llevaban allí metidos más de dos horas y parecía que no iba a acabar más. La imagina de los tres se desbocaba, más ninguno acertaba a expresar en alto sus pensamientos.

-No puedo ponerme eso.... Es vergonzoso...

-Si no te lo pones, no sirve de nada todo lo que hicimos.

Ookus miró a Noma quien se encogió de hombros.

-Chicos, ¿Qué crees que esta pasando ahí? -Inquirió Takamiya finalmente- ¿Qué estarán haciendo?

Nadie pudo contestarle porque en ese instante Hanamichi dio un grito y le oyeron decir.

-¡Estas mal de la cabeza! No puedo llevar esa altura, voy a caerme... no seré capaz de llevarlos...

-Con un poco de práctica lo harás bien.

Las palabras continuaban llegándoles con toda nitidez, solo que ninguno de ellos eran capaces de darse cuenta que estaban haciendo esos dos, por la actitud de Hanamichi no debía ser de su agrado.

En ese mismo instante la puerta se abrió y apareció un sonriente Yohei. La expresión de su rostro les hizo saber que se sentía muy satisfecho con lo que hubiera hecho.

Detrás de él asomó un sonrojado Hanamichi, cuando Yohei se apartó para que pudieran verle bien, no se cayeron de espaldas porque estaban sentados, pero sus miradas desorbitadas y sus desencajados semblantes lo decía todo.

-¡¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAAA!!!!! -exclamaron a un tiempo.

La transformación de Hanamichi era increíble, si no supieran que allí solo estaban ellos se hubieran dejado engañar por su nuevo aspecto.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Era un día especial y había caído en viernes, sin embargo, para él era como cualquier otro, se levantó a su hora, tras un desayuno abundante salió a correr durante una hora, al regreso se dio una ducha rápida para quitarse la transpiración de encima.

Mientras se secaba, estaba parado en mitad de su dormitorio, intentando decidir que hacer para saber que ropa iba a ponerse.

En ese instante  escuchó la melodía de una canción con la que se sentía identificado cuando decía "Quiero llorar, pero voy a sonreír; quiero tu amor",  porque da a entender como alguien finge sus verdaderos sentimientos a otros para no enseñar su inseguridad. Estaba sonando su móvil.

-Moshi...moshi... -contestó.

-¡Ey Kaede-kun! ¿Quieres un uno a uno? -preguntó una alegre voz.

-¿Dónde siempre? -preguntó a su vez.

-Si..., luego podemos ir a comer por ahí.

-¿Te ha dejado suelto tu novio? -preguntó risueño.

-Está ocupado y se encontrará con nosotros más tarde. Me han hablado de un nuevo local, al parecer los que van pueden subir al escenario y cantar, o mostrar otras habilidades, podemos pasar un rato entretenido...

-¿A qué se debe tu invitación? -preguntó extrañado.

-No vamos a dejarte solo en este día tan señalado.

-¿Qué tiene de especial? -preguntó girándose hacia su mesa de estudio para mirar el calendario que tenía pegado en la pared.

-San Valentín... ¿no me digas que no lo recordaste?

-Pues..., no te lo diré -una sonrisa asomó en sus labios, no iba a reconocer ante él que tenía marcado el día con un corazón atravesado con una flecha, no es porque fuera a celebrarlo, sino más bien como un sentimiento masoquista de lo que no puede ser.

 -Te estás volviendo muy sarcástico.... -dijo Akira soltando una carcajada- Nos vemos en media hora.

-No... -se miró a sí mismo, hablando con Akira había olvidado vestirse- Que sea una hora.

-Por qué tanto? -preguntó extrañado.

-Porque me has llamado en el momento más inoportuno -dijo.

-¿Estabas en la ducha? -preguntó riendo.

-Casi... -admitió- Salía...

-¿Quieres que vaya a ayudarte a secarte?

-Ya estoy seco, hentai. -cuando la risa divertida de Akira le llegó cortó la llamada como si se sintiera ofendido.

Dejó el móvil sobre la mesa y cruzó el espacio libre de su dormitorio hacia su armario para buscar y sacar que ropa ponerse. Mientras se vestía pensaba que Akira aprovechaba al vuelo todas las oportunidades para provocarle.  En ningún momento se sintió molesto por su comentario, él le había ayudado en el pasado a superar su aislamiento, había comenzado a relacionarse con él debido a su ansia para superarle al básquet, no lo consiguió, en cambio se fraguó en ellos una sólida amistad, aderezada con ocasionales encuentros íntimos al descubrir ambos que sus apetencias sexuales estaban encaminadas hacia su mismo sexo al sentirse atraídos el uno del otro. Lo que hubo entre ellos fue hermoso y les ayudó a adaptarse a esa desconcertante realidad. Cuando Akira le dijo que estaba enamorado de Koshino, le ayudó a conquistarlo, dándole celos al dejarse sorprender por él en actitudes sospechosas. Cuando Akira formalizó su relación con su enamorado, le confesó que ellos ocasionalmente habían sido amantes, pero que llevaban más de seis meses sin tener un encuentro sexual, justo cuando Akira le confesó lo que sentía por su amigo. Para hacerle saber que tenía que estar tranquilo respecto a él, le comentó que él también estaba enamorado, solo que no tenía ninguna posibilidad de conquistar al chico que le gustaba.

Dejo escapar un hondo suspiro, otro San Valentín, solo deseaba que el plan de Akira no fuera buscarle pareja porque estaba desanimado y sin ganas para escuchar el parloteo de un desconocido.

Recogió su bolso con lo necesario para practicar y salió de casa rápidamente porque se había retrasado al distraerse con sus pensamientos.

Tuvo que correr los últimos cincuenta metros para alcanzar el tren, subió las escaleras de tres en tres y cuando se detuvo dentro del vagón, el corazón le latía con fuerza en el pecho, recuperó el aliento en pocos minutos.

-¿Quieres precalentar? -le preguntó cuando le vio llegar.

-No lo necesito... -parte del trayecto lo hizo corriendo.

-Empecemos.... -y le lanzó el balón dándole preferencia para marcar el primero.

Y el juego comenzó.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Sendoh sabía ser muy persuasivo y finalmente se dejo llevar a aquel local, aún sabiendo que al día siguiente tenía clases.

Su expresión aburrida cambió cuando la vió, era llamativa y vestía de un modo seductor, él mismo estaba sorprendido, porque normalmente una mujer no solía llamar su atención, pero aquella tenía algo indefinido que le atraía.

No podía verla de frente pues estaba de pie a espaldas de él, les separaba apenas una distancia de medio metro, era muy alta y lucía unas piernas largas embutidas en unas medias finas, su falda estrecha negra le llegaba a la mitad de los muslos que se veían firmes, pensó que de llegar a inclinarse iba a sentirse como esos buruseros que disfrutaban viendo sus braguitas, le faltó poco para dejar caer algo al suelo e inclinarse a recogerlo y echarle un vistazo para ver de qué color eran.

Ante este pensamiento y dio un largo sorbo a su bebida para ocultar su sonrojo, sin embargo, su mirada no pudo apartarse de ella, llevaba una chaqueta de cuero negro ajustada a la cintura, conjuntada con la falda, su traje de cuero parecía adherirse a su cuerpo, marcaba sus hombros anchos, su cintura estrecha y sus caderas apenas remarcadas de manera que su trasero respingón resultaba atrayente. Tenía el cabello largo y lo que más le impactó fue distinguir su color, una llamarada de fuego sobre su cabeza que descendía en ondas por debajo de sus hombros.

Seguro que es una bakku-shan se dijo mentalmente, quería verla de frente para confirmar que no solo era guapa de espaldas. Quiso apartar sus pensamientos de ella, después de todo él era gay, no era posible que un cuerpo de mujer por precioso que fuese pudiera causarle tal emoción.  Necesitaba verla de frente, saber cómo era, para desengañarse, para hacerle ver que un cuerpo escultural podía tener un rostro poco agraciado.

Como si fuera consciente que la observaba, medio se volvió, permitiéndole ver un perfil atrayente, una piel de un tono mate, libre de imperfecciones, junto al ojo destacaba un lunar, desde allí no podía distinguir si era natural o pintado, su mejilla tenía un rubor como rosado y traslúcido, pensó que debía ser consecuencia del maquillaje.

Se quedo impactado cuando la vió de frente, era sorprendente, toda ella era una maravillosa obra no solo de la naturaleza, sino también del maquillaje. Sus ojos estaban muy marcados, delineando todo el parpado superior y las cejas, iluminando su mirada que durante unos segundos quedo fija de la suya.

Sus labios pintados de un rojo cereza parecían tener una textura cremosa, no tenían brillo, pero aún así se preguntó cómo se sentiría besándolos. Toda ella era perfecta, la mujer de sus sueños pensó, y al instante, todo se derrumbó al ser consciente que ella podía ser el sueño perfecto de cualquier hombre normal, pero no para él y como si su cuerpo quisiera desmentir sus pensamientos, cuando la mirada de la muchacha se posó una vez más en la suya, sintió un tirón en la entrepierna que le cortó el aliento cuando esos labios rojos se curvaron en una tímida sonrisa que iba dirigida a él.

-Da lo mejor de ti o pensaré que no tienes interés en cumplir con tu compromiso -escuchó que le decían.

Solo entonces se fijo en los acompañantes de la muchacha y quedo bastante sorprendido al reconocer sus rostros, eran los amigos de Sakuragi, su mirada desbocada se dirigió hacia la joven que caminaba insegura hacia el escenario, sus zapatos de tacón realzaban aún más su figura, se la veía misteriosa, femenina y elegante, pero sobre todo muy seductora.

-Es hermosa... -comentó Sendoh al seguir su mirada.

-Espero que no estés detrás de esta actuación. -dijo mirándole con frialdad para ocultarle como realmente se sentía pues se había dejado seducir por la apariencia de la chica.

-¿Actuación? -preguntó mirándole con estupor, con una expresión de inocencia que no convenció a Rukawa y como si no le interesara su respuesta, fijó su atención en su pareja.

Kaede volvió su mirada hacia la muchacha que se había ubicado en el escenario y estaba hablando con uno de los músicos que esa noche tocaban allí. Se advertía que se sentía nerviosa.

Enseguida recogió el micrófono que le entregaron y se volvió de cara al público sobre todo el masculino que no apartaban las miradas de ella ante las evidentes molestias de sus acompañantes.

Cuando su voz se dejo oír melodiosa, hasta las mujeres quedaron prendadas de ella, quien en todo momento su mirada estaba fija en él mientras cantaba, las conversaciones cesaron con sus primeras palabras y ni siquiera se escuchaba el zumbido de una mosca.

Si estás conmigo puedo seguir caminando
Sin importar lo triste que sea la noche,
Aunque las lágrimas rueden por mis mejillas.

Si estás conmigo puedo ser fuerte,
Siento que estoy hablando guardándome los sentimientos
Y con palabras corrientes.

Me pregunto por qué será que cuando puedo entrelazar tu meñique con el mío
Siento la calidez en mi pecho.

Todo el mundo siente la felicidad
Y el dolor al nacer en este mundo
Mientras buscan respuestas.
Aunque no pueda poner los pies
En un camino sin huellas
Estoy yendo paso a paso hacia el futuro.

Si estás conmigo creo que
Si no abandono
Mis sueños continuarán vivos.

Aunque ocurra algo inesperado
Seguro, seguro que no pasará nada.

No hay nada completamente cierto,
Pero estoy segura de que existe el calor.
Superaré el tiempo con tus sentimientos,
Este deseo aún no tiene forma,
Este amor aún no tiene voz,
Estamos mirando el futuro y todo ocurre poco a poco.

Todo el mundo siente la felicidad
Y el dolor al nacer en este mundo
Mientras buscan respuestas.
El sol está cayendo
En un camino sin huellas,
Estoy yendo paso a paso hacia el futuro
.

Ya no tuvo ninguna duda esas palabras, esa mirada estaba dirigida a él y mientras los aplausos se dejaban oír atronadores, los más entusiastas se levantaban, más de uno alabó la pericia de la joven con silbidos de admiración, no la dio tiempo a dejar el escenario, se levantó y avanzó hacia ella, con una leve sonrisa en sus labios, sin dejar de mirarla

También él se dirigió primero hacia los músicos y enseguida se le acercó alargando la mano para recibir de ella el micrófono, no era muy bueno cantando, pero le daría su respuesta.

Cuando no me miras, me siento frío; Ah, ¿de verdad? Es un profundo misterio.
Como si para creer siempre tuvieras que ver,
Me haces sufrir; ah, créeme.
¿Dónde se encuentra la verdad?

Llenaste este maravilloso y triste mundo de mentiras.
Sin que supiera escapar a ellas.
Sí, yo te amo; Si me amas,
Muéstrame tu corazón.

Protegeré este amor que siento como si me fuera la vida en ello.
Da igual que esto sea un sueño o una simple ilusión.
Si pudiéramos estar siempre así, sé, que al final,
¡me confesarías tus verdaderos sentimientos!

Los sentimientos son el reflejo de las emociones.
Una espiral de depresión y alegría.
Con deseos de fundar falsas sonrisas.
¿Será lo correcto?

El estar perdido también forma parte de estar enamorado.
Y si tiene que ser así, me opongo a ser desprestigiado.
Aunque sea un asqueroso, tal vez
Sea capaz de conseguir tu corazón.

Protegeré este amor que siento como si me fuera la vida en ello.
Da igual que esto sea un sueño o una simple ilusión.
Si pudiéramos estar siempre así, sé, que al final,
¡me confesarías tus verdaderos sentimientos!

Creer en la realidad nos lleva a ser lastimados, por eso buscaremos de nuevo nuestra luz.
Resplandece un cuerpo desnudo.

Protegeré este amor que siento como si me fuera la vida en ello.
Da igual que esto sea un sueño o una simple ilusión.
Si pudiéramos estar siempre así, sé, que al final,
¡me confesarías tus verdaderos sentimientos!

Al terminar, sus miradas no se separaban, la tenía agarrada de la mano, la acercó hasta que la distancia entre ellos fue mínima y bajando el micrófono le susurró al oído sus primeras palabras de amor.

-Te amo, Hanamichi. -Cuando se apartó vió un brillo húmedo en sus ojos- Si lloras estropearas el maquillaje -dijo risueño.

Los gritos de entusiasmo de sus amigos y los aplausos les estaban convirtiendo en el foco de atención de todos.

-Salgamos de aquí... -y sin dar tiempo a nadie para que se les acercara abandonaron el local, sus amigos se coloraron a ambos lados de un estrecho pasillo que les fueron abriendo para evitar que los detuvieran.

Las ovaciones dejaron de escucharse cuando estuvieron en la calle.

-¿Como supiste? -preguntó cuando se encontraron solos caminando estrechamente juntos, sintiendo el calor de su brazo cruzando su espalda y su mano apoyada en su cintura.

-Si hubieras venido sola me hubieras podido engañar, pero tus amigos... -dijo con una sonrisa, con la mirada fija en su rostro- Por un instante me hiciste dudar de mi ¿Cómo se te ocurrió vestirte así?

-Perdí una apuesta....

La carcajada de Kaede le turbó más aún, porque nunca antes le había oído reírse con esas ganas y que fuera a costa suya era deprimente.

-No te rías de mi, baka. -refunfuñó.

-Definitivamente eres un do'aho... pero te amo.

-Estos zapatos me están matando -se quejó, en ese instante era en lo único que podía pensar- además no son mi número.

-Eso tiene fácil solución, quítatelos.

-No puedo ir descalzo.

Le tomó de los hombros y le dió la vuelta para que viera donde se habían detenido.  Estaban delante de un hotel del amor.

Algunos minutos después la puerta de la habitación se cerró tras ellos.

Hanamichi se quitó con un hondo suspiro los zapatos lanzándoles lejos de él, cayendo en el otro extremo de la habitación, Kaede sonrió al ver la expresión de alivio en su rostro.

Hizo ademán de quitarse la chaquetilla, cuando Kaede se lo impidió abrazándole.

-Déjame hacerlo a mí, quiero ir descubriendo cada centímetro de tu piel. -dijo susurrándole al oído al tiempo que mordisqueaba su lóbulo. Su gemido fue como música para él, deslizó la palma de su mano hasta sentir la calidez de su piel, bajo la mirada hacia su pecho, al sentir la presión contra su torso. Al mirarle al rostro vió un delicioso rubor en sus mejillas, su mano se alzó hasta sentir la tela donde se ajustaban dos bultos uniformes- Has tenido en cuenta eso... -murmuró posando ligeramente sus labios en los suyos- eres como una caja de sorpresas, creo que no va a ser la única que encontraré. -al decirlo deslizó su mano hacia su muslo acariciándole a través de la fina malla que le cubría- Hum... -dejo escapar un gruñido de satisfacción al sentir que también llevaba un liguero para mantener firme sus medias, tan finas que se adherían a él como una segunda piel- Estoy ansioso por ver que más te has puesto, no voy a apresurarme -musitó sobre sus labios antes de posarse con firmeza en los suyos.

Fue delineando su contorno con la punta de su lengua, presionando con dulzura su labio inferior entre los suyos y dándole un suave mordisco, un gemido entreabrió su boca aprovechando para entrar en ella, para bucear en su interior, hundiéndose en cada uno de sus recovecos, saboreando esa lengua húmeda y cálida que iba a su encuentro, se embriagó con el dulzor que su lindo okama exhalaba, absorbía de su lengua y bebía sus jugos como si fueran el más embriagador néctar, solo se apartó de ella cuando sus respiraciones jadeantes le hizo saber que estaban quedándose sin aire.

Sus manos abarcaron su rostro, mirándole amoroso, sus pulgares acariciaron las comisuras de sus labios cuya pintura había sido desplazaba de ellos, formando un cerco rojizo alrededor de su boca, le lamió hasta dejarle limpio, sintiendo como sus caricias les excitaban a los dos, deslizó sus manos por su cuello, pasando por debajo de su chaqueta que deslizó fuera de sus hombros, dejándola caer a los pies de ambos, debajo llevaba un top que dejaba al descubierto sus hombros, sus manos se movieron hacia su espalda y soltando el cierre del corpiño, mientras sus labios se posaban en sus hombros y cuello dejándole suaves y húmedos besos, tratándole como si de una mujer se tratara, la mujer que se había presentado delante de él, declarándole su amor, la mujer escultural que le atrajo de un modo definitivo, su cuerpo le reconoció mucho antes que su mente, amaba a Hanamichi, pero también le atraía esa parte de su personalidad, sus manos se movieron a lo largo de su espalda, posándolas en sus nalgas y apretándole contra sus caderas, haciéndole sentir como le excitaba, como se sentía a su lado, su mano derecha descendió por su costado, llegando al borde de la falda, sus dedos rozaron la media, sintiendo enseguida el tacto de su piel y el tirante del liguero.

Hanamichi gimió perturbado con sus caricias, sus dedos acariciantes ascendían hacia su entrepierna, su boca y sus dientes estaban dándose un festín con sus tetillas, todo su cuerpo se estremecía a su contacto, no fue consciente en que instante le recostó sobre el lecho, pero allí estaba tumbado con él medio encima de él, con su falda enrollada alrededor de su cintura, avergonzado porque llevaba un protector pélvico para evitar que su masculinidad se revelara bajo la estrecha y corta falda que Yohei le hizo ponerse, además el suspensorio realzaba su trasero de un modo escandaloso.

Inesperadamente, Kaede se detuvo en su exploración, cuando sintió bajo la yema de sus dedos la suavidad de su piel, medio se incorporó bajando la mirada hacia la zona en cuestión, expuesto por completo a su mirada, tuvo que soltar los tirantes del liguero, luego le quitó el suspensorio hasta dejarle abierto para él.

-Te has depilado... -susurró y quedo extasiado con el delicioso rubor que cubrió sus mejillas- Me gusta.

Apenas lo liberó de su encierro, saltó con vigor fuera de la protección, hundió su rostro en su entrepierna, suave y cálida, restregando su nariz y lamiendo con ansia, hasta dejarle estremecido, tembloroso, solo entonces prestó atención a su miembro erguido, cuyo pre-semen ya goteaba lo metió en su boca, hasta el fondo, era delicioso, Hanamichi se agitó, un gemido profundo escapó de su garganta, alzó la mirada, tenía los ojos cerrados y respiraba con fuerza, a través de su boca entreabierta, sus puños se cerraban en torno a la tela de la cama, alzó sus manos tomando las suyas y entrecruzando sus dedos, todo ello sin dejar de saborearle, de lamer y mordisquear ese rico tronco que le llenaba por entero, llevando su boca hasta su base, sintiendo en sus labios la suavidad de su carne,  sintió como su cuerpo se estremecía, sus caderas se alzaban y alcanzaba el goce derramando su esencia dentro de su boca que él tomó sin saciarse de ella, quería tanto como él pudiera darle.

-Delicioso -dijo alzándose hasta alcanzar sus labios y besándole con ardor, se apartó cuando ambos se quedaron sin aire, luego con aire pícaro se puso de pie en la cama con los pies a los costados de Hanamichi, y despacio comenzó a quitarse la ropa despacio, llevando a cabo para él un streptease de lo más erótico, consiguiendo dejarle una vez más excitado y regalándole las más hermosas sonrisas que plegaron sus labios e iluminaron su rostro dándole un nuevo brillo a su mirada que amorosa se posaba en su lindo okama.

Hanamichi no perdía detalle de toda su actuación, quedándose extasiado, no solo por sus movimientos, sino por el cambio que ofrecía ante él, nada quedaba de aquel chico frío que había conocido, el calor que emanaba de él era tal que sentía que se abrasaba con sus miradas ardientes y que le impedían apartar sus ojos de él porque no deseaba dejar de ver su hermoso rostro, enseguida supo que deseaba ver algo más que su cara y su mirada descendió hacia su torso de músculos firmes, fijándose en sus pectorales, en su cintura estrecha, en sus manos que lentamente iban descubriendo un poquito más de piel, en el triangulo de vello que se ensanchaba, y luego en aquella maravilla que fue asomando, primero la cabeza, luego el tronco y finalmente quedo fuera de su encierro.

Se incorporó quedándose sentado, su rostro junto a su erecto miembro, apoyó sus manos en la cinturilla del pantalón ayudándole a quitárselo, todo ello sin desviar su mirada de la suya, vió como se inclinaba hasta su altura, sus labios se posaron en los suyos y sus manos apoyadas en sus hombros le ayudaron a alzarse, sin dejar de besarle le fue quitando como buenamente pudo toda la ropa que llevaba enredada de mala manera alrededor de su cintura al mismo tiempo que sus labios se llevaban su risa al sentir las dificultades que iba teniendo.

Fue muy erótico verle quitarle las medias despacio, mientras sus labios húmedos iban dejando suaves besos en sus muslos y piernas.

-Ten cuidado con ellas que no son mías -dijo ruborizado como una colegiada pillada in fraganti haciendo algo indebido.

Kaede asintió sin dejar de besarle, acabo de quitarles las medias y recordando su recomendación, las dejo colgadas sobre el cabecero de la cama. Reanudo su camino de besos y caricias esta vez en sentido inverso, hasta alcanzar el interior de sus muslos. Alzó una de sus manos para acariciar su rostro, llevando luego sus dedos hacia su boca, Hanamichi comenzó a chuparlos dejándolos impregnados con su saliva, al tiempo que sus dedos jugueteaban dentro de su boca, como si al tocarle pudiera conocerle más profundamente. Se levantó hasta quedar a su altura, su mirada azulina se posó en él, quería ver la expresión de su rostro, ya turbado por lo que le hacia sentir, se sintió recompensando cuando un gesto de dolor asomó en sus pupilas, cuando sus dedos le penetraron, primero uno, luego a medida que se iba acostumbrando los demás, supo al fijarse en su rostro que nadie antes había entrado  allí, se inclinó para besarle, se apoderó de sus labios con ansia, con deseo contenido, buceo dentro de su boca como un naufrago necesitado de agua, bebió de él, hasta que su falta de aliento les separó.

-Seré suave... -murmuró junto a su oído mientras le mordisqueaba, al tiempo que separaba sus piernas acomodándolas sobre sus hombros, su miembro erecto se posesionó en su abertura y despacio como si temiera lastimarlo, fue hollando aquel paso virgen. Se sentía delicioso, cálido, llenándolo por completo, ajustado a su cuerpo, viendo su rostro ruborizado, los ojos semicerrados y su boca entreabierta, de donde salían lentos jadeos entrecortados. Se mantuvo quieto, dándole tiempo a acostumbrarse a su intrusión.

-Sigue... -y sus caderas se movieron incitándole a continuar.

Se movió como si fuera a salir, más su cabeza quedo dentro de él para hundirse profundamente en sus entrañas, repitió el movimiento varias veces, arrancando grititos de su garganta, luego sus embestidas arrancaban ardientes gemidos, sus manos se movían por su espalda y su rostro arrebatado por lo que estaba sintiendo le exaltaba, sus movimientos se volvieron más frenéticos, más ardientes, hasta que sintió como su cuerpo se estremecía, sus músculos interiores se comprimían alrededor de él produciéndole un doloroso placer, su espalda se arqueo al tiempo que comenzaba a expeler ráfagas cortas de semen que les embadurnó a ambos, le embistió un par de veces antes de venirse también, excitado ante la maravillosa vista que se presentaba ante sus ojos, Hanamichi con la boca abierta en un grito silencioso, los ojos muy abiertos, fijos en él y sus brazos rodeándole los hombros y manteniéndole el rostro muy cerca del suyo.

Se derrumbó a su lado, sus corazones bombeando con fuerza en sus pechos, los jadeos entrecortado de ambos, sus rostros próximos, mirándose a los ojos mientras dejaban pasar los segundos, luego los minutos, hasta que sus respiraciones se normalizaron.

-Vamos a lavarnos... -propuso tomándole de la mano para animarle a bajar del lecho.

Se entretuvieron un largo rato lavándose uno al otro y disfrutando con la mutua compañía, luego se tendieron abrazados.

-Nuestro primer San Valentín...

-Tendremos muchos más -susurró medio adormilado.

-Sí, toda una vida junto a ti será una celebración -dijo dándole un beso en la punta de la cabeza.

Hanamichi se reacomodo contra su costado, una sonrisa feliz adornó su rostro y en pocos minutos se respiración acompasada le indico que dormía, acarició su mejilla y sus cabellos revueltos, y también él se rindió al sueño.

A las siete la alarma de su reloj le aviso que era el momento de levantarse. A las ocho tenían que dejar libre la habitación.

Aunque solo había dormido un par de horas, abrió los ojos, se sentía despejado por completo, en cambio, su lindo koi dormía arrebujado contra su cuerpo, enredado sus piernas con las suyas y uno de sus brazos cruzaba su pecho, sentía el calor de su mano sobre su hombro. Su rostro angelical estaba vuelto hacia el suyo, sus labios se veían muy tentadores, estaban entreabiertos, su respiración era suave dejando salir una leve brisa que alcanzaba su cuello.

-Hanamichi, despierta..., tenemos que marchar.

-¿Qué hora es? -pregunto sin abrir los ojos.

-Siete y cinco...

-Despiértame más tarde... -gimió estremecido al oírle.

-¿Recuerdas que estamos en un hotel del amor? -dijo apartándose de su lado para levantarse- Voy a ducharme.

Hanamichi se espabiló por completo al escucharle y prácticamente se tiro de la cama detrás de él. Al ducharse juntos se entretuvieron más de lo debido, más consiguieron dejar con puntualidad la habitación.

A pesar de ir vestido, Hanamichi se sentía como desnudo, su rostro estaba libre de maquillaje,  y nuevamente los zapatos le estaban molestando, en la estación de tren tomaron el primero que llegó, a esa hora los vagones ya se llenaban, Kaede consiguió ubicarle al fondo de la plataforma, protegiéndole con su cuerpo para evitar que algún pervertido se tomara libertades con él porque se había fijado en las miradas lujuriosas que se posaron en su precioso okama.

-Puedes quitarte los zapatos -le susurró al oído.

Los pies de Hanamichi se sintieron agradecidos cuando se liberó de esos zapatos, cuyos tacos se le hacían insoportables de llevar, los arrinconó tras él para impedir que le desaparecieran.

Alzó sus manos llevándolas por detrás de su cuello, hundiendo su rostro en el hueco de su hombro y cuello, estremecido porque Kaede estaba explorando debajo de su falda, sus dedos se cerraban alrededor de su miembro que reaccionaba a su contacto.

Un gemido escapó de sus labios, se ruborizó al ver que un hombre le miraba curioso, ocultó su rostro en el hombro de su koi, apretando los labios para no dejar escapar ni un sonido, Kaede le estaba masturbando hasta recoger en un pañuelo de papel la respuesta a sus afanes, al momento sintió sus labios en su cuello, junto a su palpitante vena. Le dio un pequeño mordisco.

-Sabes muy rico -le susurró al oído- Me gustaría poder comerte

-Soy tuyo... te pertenezco -respondió- Cómeme.

Entonces fue Kaede quien gimió al escucharle y más aún al sentir como su cuerpo se adhería al suyo, como deslizaba su mano por su entrepierna y luego como sus dedos se entretenían abriendo la bragueta y liberando su miembro, estaba tan duro que no estaba seguro de cuando podría resistirse a su roce sin derramarse, el espacio entre ellos era mínimo, aún así Hanamichi se esmeró en darle placer y algunos minutos después él también se derramaba en el hueco de su palma abierta, sintió que volvió a excitarse cuando le vió lamer su mano con delectación y mirarle con deseo.

-Sabes delicioso... -su lengua blanquecina por lo que estaba lamiendo la veía muy erótica, por ello poso sus dedos bajo su barbilla para alzar aún más su rostro, le beso y lamió su propia esencia hasta dejarle tembloroso en sus brazos.

-No voy a dejarte marchar, me perteneces, eres mío... -jadeo junto a su oído- Estos dos días juntos voy a dejarte marcado, para que todos sepan que solo yo puede tenerte, voy a tomarte una y otra vez, te daré tanto placer que conocerás mi cuerpo como yo el tuyo, a cambio, te vestirás como un lindo okama. ¿Te pondrías la ropa que yo te compre? -preguntó.

-Si no me haces salir con ella a la calle. Es vergonzoso -respondió ruborizado solo con pensar que tenía que volver a vestirse así.

-Solo para mi..., tú y yo en casa. Te vestiré de sedas y de encajes... -susurró- y te amaré siempre, mi lindo okama.

-Yo también te amaré toda mi vida, la que quiero pasar a tu lado.

Continúa en el próximo capítulo...

Paz

Notas finales:

Glosario:

Bakku-shan: es una chica que parece guapa cuando se la mira por detrás, pero que no lo es al verla de frente.

Okama: Según el traductor AULEX textual: okama「お釜」vlg marica, maricón (homosexual) ◆ travesti, transexual (hombre disfrazado de mujer)

Estos son los lyrics

Kimi ga Ireba
(Si estás conmigo)
Romaji:
Kimi ga ireba arukidaseru yo
donna kanashii yoru mo
hoo tsutau namida afureru mama ni

Kimi ga ireba tsuyoku nareru yo
kakushite kita omoi mo
kazaranai kotoba de hanaseru ki ga suru

Doushite darou tsunagu yubi ga areba mune wa itsumo atatakai

Kono yo ni umareta ureshisa wo
kono yo wo ikiru tsurasa wo
dare mo ga kanji nagara kotae sagashiteiru kedo
ashiato no tsuitenai michi wo
mada fumidasezu ni ite mo
bokutachi wa mirai ni mukai ippo zutsu aruiteiru

Kimi ga ireba shinjirareru yo
akirame sae shinakereba
kibou ga itsudatte karenai koto wo

Moshi omoigakenai koto ga okite mo kitto, kitto daijoubu

Tashika na mono nante nai kedo
nukumori wa tashika ni aru
kimi wo omou kimochi de toki wo koete ikeru kara
mada katachi ni naranai negai
mada koe ni naranai ai
bokutachi wa mirai ni mukai hitotsu zutsu kanaete yuku

Kono yo ni umareta ureshisa wo
kono yo wo ikiru tsurasa wo
dare mo ga kanji nagara kotae sagashiteiru kedo
ashiato no tsuitenai michi ni
ima hizashi ga furisosogu
bokutachi wa mirai ni mukai ippo zutsu aruite yuku
Cantada por Buono!

Créditos:
Romaji + Traducción al inglés: projecthello
Traducción al español: Irethina

 

 Answer (Respuesta).

NOTA: Esta canción se utilizó como opening para el dorama Tantei Gakuen Q (Academia de Detectives Q), inspirado en un manga del mismo nombre.

 

Romaji:

Shisen hazusezu freezing are? Makafushigi
Subete misukasu you na
Kireigoto wa bleeding shinjite believe me
Shinjitsu wa doko?

Shikakerareta wana Hai no wandaarando
Nukedasu sube mo shirazu ni
Sou aishiteru kara Aishiteru nara
Kokoro misete

Kowaresou na hodo sutemi de ai wo dakishimeru yo
Tatoe sore ga yumemaboroshi demo kamawanai!
Owarenai Kono mama ja Nee Saigo wa kimi no
Furueru honne wo ore ni sarashite kure!

Kanjou ga reflection tayorinai emotion
Yuuutsu to etsu no rasen
Yokubou no foundation warau imitation
Honmono wa dore?

Samayou no mo saga Ai no mandara
Naraba mamirete yukeba ii
Yogoshiaeta nara Kokoro no mama
Tokeau kara

Kowaresou na hodo sutemi de ai wo dakishimeru yo
Tatoe sore ga yumemaboroshi demo kamawanai!
Owarenai Kono mama ja Nee Saigo wa kimi no
Furueru honne wo ore ni sarashite kure!

Genjitsu wo shinjite wa Kizutsuite Mata hikari motome

focus on a naked blaze

Kowaresou na hodo sutemi de ai wo dakishimeru yo
Tatoe sore ga yumemaboroshi demo kamawanai!
Owarenai Kono mama ja Nee Saigo wa kimi no
Furueru honne wo ore ni sarashite kure!


Cantada por FLOW
Créditos: jpopasia
Romaji y traducción al inglés: jpopasia.
Traducción al español: Sheena.

 

Me  pedisteis un lemon en otro fic... vaís a tener que conformaros con este.... un saludo lindas.

 

 


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