El colegio internacional de Artes y Ciencias de Atenas, es uno de los internados más prestigiosos a nivel mundial, su nivel académico es incomparable. Sólo las familias mas influyentes reciben una invitación para que sus hijos formen parte del selecto alumnado.
Un nuevo ciclo académico está por comenzar. El día de bienvenida es muy importante, representa la apertura oficial del año escolar. Los alumnos reciben sus horarios de clases y el numero de dormitorio que será su hogar durante todo un año. Los alumnos de nuevo ingreso son recibidos por los estudiantes de último año y les muestran las instalaciones y les hacen una que otra broma aprovechando lo nerviosos y asustados que la mayoría de las “pequeñas víctimas” están, y que por lo general pecan de inocentes e ingenuos.
El portón de hierro forjado de la entrada del campus, sobre el cual estaba forjado el nombre de la escuela:
Διεθνή Ακαδημία Τεχνa4;ν και Επιστημa4;ν στην Αθήνα
Colegio Internacional de Artes y Ciencias de Atenas.
Permanecerá abierta durante la mitad de la mañana, para dar libre paso a los cientos de autos de lujo que llegan para dejar a los jóvenes que estudian la secundaria y el bachillerato en este lugar.
Al dar justo las 8:00 AM una camioneta negra de cristales polarizados se encaminó a la bahía del edificio principal que había sido diseñado en el estilo arquitectónico de la Acrópolis de Atenas. Un joven de cabello corto, color gris-plata y piel bronceada, miraba por la ventanilla, a pesar de su juventud sus rasgos eran fuertes y varoniles; observaba con indiferencia lo que sería su hogar durante todo ese año. A su lado, sentado se encontraba otro joven, un par de años menor que el primero. De piel pálida, rasgos muy finos y largo cabello lila, que llevaba atado a la espalda, era todo un contraste con su hermano.
La camioneta se detuvo, el chofer se bajó rápidamente para abrir la puerta trasera del lado derecho…
-Signore Angelo, hemos llegado.
-Grazie Giorgio, yo ayudaré a mi hermano.
Angelo Rovelli, se bajó de la SUV, con un gesto distraído se sacudió el pantalón azul índigo que llevaba puesto, complementado el uniforme, llevaba una camisa blanca con corbata, chaleco y una casaca larga hasta las rodillas en color índigo, lo que le daba a los alumnos un aire de elegancia y sobriedad.
Se dirigió a la parte trasera de la camioneta y abriendo la portezuela de la cajuela, sacó una silla de ruedas, lo último en tecnología médica. La puerta trasera del lado izquierdo se abrió y el joven de cabello gris acercó la silla.
-Mu, déjame cargarte y colocarte en la silla. – El joven pelilla le sonrió con gran cariño, se veia tan frágil, su hermano mayor era terriblemente protector con él.
-Gracias DM, pero no es necesario, solo dame tus manos para que pueda apoyarme…
Ignorando la petición de su hermano menor, DM lo tomó en brazos y suavemente lo sentó en su silla.
-¡Angelo…Te dije que no! – dijo molesto
-Lo se hermanito, pero no quiero que te vayas a ensuciar tu uniforme, quiero que todo el mundo te vea perfecto como eres. Lo que no entiendo es porque insististe en usar el de color claro…
-Me gusta más, eso es todo.
En el colegio existían dos uniformes que los alumnos podían utilizar, el que Mu Rovelli llevaba era exactamente igual al de su hermano mayor, la única diferencia era el color, era marfil, lo que le daba un aire angelical al jovencito.
Mu activó el sistema de su silla y esta se movió como si él pudiera cotrolarla con su mente. Angelo caminaba a su lado cargando sus mochilas tipo messenger. Otros estudiantes descendían de sus autos y otros tantos se encontraban en el enorme hall del edificio principal; los que ya llevaban por lo menos un año allí charlaban con sus amigos contándoles lo que habían hecho durante el verano, mientras lo nuevos se agrupaban en una esquina como si de una parvada de asustadas avecillas se tratara. En cuanto entraron los dos hermanos en el edificio, la gran mayoría volteó a verlos y comenzaron sin disimulo a hablar de ellos. Ese hecho molestó terriblemente al hermano mayor.
-¡¿Que, se les perdió algo?! ¡¿No tienen nada mejor que hacer que criticar a personas que no conocen?!- Angelo gritaba llamando aún mas la atención- ¡Ah, ya se! ¡¿Tengo monos en la cara, o restos de mi desayuno en los dientes?!
Caminaba rápidamente de un grupo de estudiantes a otro, su actitud desafiante y agresiva hizo que algunos guardaran silencio inmediatamente y miraran para otro lado, y algunos otros lo miraban con desagrado y sonrisitas burlonas.
Mu se acercó con rapidez a su hermano y lo tomo por el brazo. Lo acercó a él y en un susurro avergonzado le habló.
-¡Por favor Angelo! Prometiste que todo sería diferente aquí…- Su voz se escuchaba molesta y decepcionada.
Angelo se tragó su enfado y aunque no estaba de acuerdo se tranquilizó, no quería avergonzar mas a su hermano, quien era lo único que le importaba en su vida.
-Lo siento Mu, no volverá a suceder… - Apenado y enfadado con él mismo se colocó atrás de la silla de su hermano y comenzó a empujarlo hacia el auditorio, en donde la ceremonia de bienvenida se llevaría a cabo, no sin antes lanzarle una mirada amenazadora a aquellos a su alrededor.
-No les hagan caso… - Un joven de cabello castaño se les acercó mientras caminaban - A la mayoría aquí les encanta criticar.
-Es verdad, son un montón de arpías, pero en realidad son inofensivos, jeje – Otro joven unos tres años menor que el anterior y con cabello castaño claro fue el que habló. Sin duda eran hermanos pues el parecido físico era notorio.
Las puertas de cristal del auditorio se abrieron automáticamente cuando se pararon frente a ellas. Adentro el staff organizador de la bienvenida, condujo a los 4 jóvenes hasta la primera fila de butacas, en donde quitaron un par para que Mu pudiera acomodarse con su silla de ruedas.
-Por cierto, soy Aioros Petropulos – dijo el joven de cabello castaño extendiéndole la mano a Angelo para saludarlo- Soy de 4º grado, mi último año aquí, cualquier duda o lo que necesiten con confianza no duden en decirme.
-Gracias – Angelo, no era muy sociable que digamos, pero estos dos jóvenes eran lo únicos que habían mostrado un poco de educación, así que correspondió el saludo con un fuerte apretón de manos y un ligero movimiento de cabeza.
-Y mi nombre es Aioria, mismo apellido, por obvias razones, ja. Soy de primer grado de bachillerato, y tu? –Dijo el más joven de los hermanos Petropulos, dándole la mano a Mu.
Mu sonreía, estos chicos le agradaban.
-Soy Mu Rovelli también de primer grado y él es Angelo, pero le gusta que le digan Death Mask o Mask o simplemente DM. Mismo apellido, aunque no lo parezca, jajaja. Y cursará el tercer año.
Aioria rió también por la bromita, sentándose en la butaca al lado de Mu, de inmediato se pusieron a platicar animadamente de lo que esperaban de su primer año en bachillerato y de otras muchas cosas; Mask y Aioros sonrieron pero permanecieron de pié y se apartaron un poco de sus hermanos menores.
-¿Que, los chicos de este lugar nunca habían visto a una persona en silla de ruedas? No me molesta que me critiquen y se me queden mirando a mí, ya estoy acostumbrado hm decoloré mi cabello por esa razón para darle a la gente más de que hablar. Pero no soporto que vean a mi hermano como si fuera un fenómeno de circo. – DM aún seguía molesto por la actitud de los otros alumnos.
-Pues en los 4 años que llevo aquí, no había habido un alumno con capacidades motrices diferentes, supongo que por eso llamó un tanto la atención, aunque no lo justifico… -Dijo Aioros, haciendo énfasis en su última frase con un tono de indignación. El joven de cabello gris-plata miró a Aioros con agrado y respeto se podría decir.
-Gracias por no decir la palabra invalido – Angelo bajó la voz casi a un susurro al pronunciar la dichosa palabra - Si Mu llega escuchar que alguien lo llama así se deprime y es muy difícil sacarlo de ese estado…
-Y que lo digas, es una total falta de respeto usar ese termino, solo un idiota lo diría…Disculpa mi atrevimiento Death Mask pero ¿siempre ha tenido esa condición?
-No, hace 2 años sufrimos un accidente…y no quiero ser grosero contigo, pero no preguntes más , por favor…
Un silencio incomodo surgió entre ellos, Aioros estaba apenado de haber preguntado y Mask solo miraba hacia otro lado con el rostro impávido para evitar que el otro joven se diera cuenta de lo mucho que le afecta la mera mención del tema.
Por fortuna, un tumulto en las puertas del auditorio salvó la situación, chicos y chicas de secundaria y algunos del bachillerato se arremolinaban en la entrada, todos los que estaban ya dentro del lugar voltearon a ver que estaba pasando.
-Vaya ya se había tardado en hacer su aparición… -Aioros tenía una media sonrisa en sus labios y meneaba su cabeza.
-¿De quien hablas? – preguntó Mask sin mucho ánimo.
-Del chico más popular del colegio, desde el primer año que entro aquí, siempre es lo mismo cuando regresamos de vacaciones.
En la entrada del auditorio, un joven alto y delgado, con largo y perfecto cabello celeste, trataba de abrirse paso, a través del mundo de jovencitos que se agolpaban para saludarlo.
-¡Hola, gusto en verlos! – El joven saludaba con su mano; le preguntaban sobre sus vacaciones, a donde había ido, a quien había conocido, sobre su nuevo guardaropa - …Por supuesto, ya les contaré todo en los recesos…
Miembros del staff del colegio llegaron para dispersar a los jóvenes que habían hecho un tapón en las puertas y nadie podía entrar y salir. Molestos y desilusionados por la intromisión, se fueron a sentar en diversos lugares del auditorio. Solo el joven causante de tal alboroto se quedó parado en el mismo lugar. Sacudió y acomodó su uniforme, llevaba una combinación de ambos colores oficiales, pantalones marfil, camisa blanca y corbata, chaleco y casaca índigo. También llevaba una boina marfil que acomodó con un gesto distraido.
-Afrodita Lindström, como siempre llamando la atención…
Dita se giró para mirar a quien le estaba hablando, conocía perfectamente esa voz. Se trataba de Shura Capdevila, un joven muy varonil, de cabello obscuro y corto, bastante alto, que portaba el uniforme índigo; y uno de los mejores amigos de Afrodita.
-¡Amigo que gusto verte! – Al lado de Shura, se encontraba otro estudiante, serio y elegante, con largo cabello aguamarina y unos ojos azules, con una mirada un tanto “fría”, era el otro mejor amigo de Dita – Camus Billebaut, te vez estupendo con el uniforme marfil amigo mío, te queda perfecto siempre lo he dicho…
Camus, sonrió ante las palabras del joven pelicleste. Los tres amigos se saludaron con un cálido abrazo.
-Afro, en dos años que te vayas del colegio será una tragedia para muchos, es increíble lo que provocas… – Camus siempre había encontrado fascinante el efecto que su amigo tenía en el resto de los estudiantes, no entendía como podían emocionarse y mostrar tanto interés por alguien que apeas conocían o que a lo sumo les había hablado una vez en todo el año.
Afrodita solo rió como respuesta, y los tres se encaminaron hacia las primeras filas de butacas. Se sentaron en la primera fila cerca del pasillo a petición de Afrodita y justo al otro extremo de done se encontraban Angelo y compañía. Chicos y chicas alrededor de ellos murmuraban y sonreían.
Mientras tanto cierto joven de cabello gris había seguido todo el recorrido hecho por el trío de amigos. Estaba como hipnotizado por la belleza del muchacho de cabello celeste. Su piel blanca como nieve, la armonía de su cuerpo y su elegante caminar. Su rostro era irreal, era imposible tanta perfección, enormes ojos de un azul tan claro que casi parecían transparentes y unas pestañas largas y rizadas las cuales eran el marco perfecto para esos ojos; los labios rosas, bellísimos, como los suaves pétalos de una rosa. Y como toque final esa naricita respingada. Simplemente era la encarnación de la belleza universal.
Aioros miraba fijamente a Death Mask, un tanto divertido por la cara de asombro de este.
-Su nombre es Afrodita ¿muy adecuado no lo crees? Es alumno de tercer año de bachillerato y presidente del comité estudiantil. – Sintiendo la mirada fija del joven castaño, Angelo salió de su embelezo y volteó para mirarlo, una sonrisa sarcástica apareció en su rostro
- Hmmm se luce demasiado… - Fue lo único que Mask respondió y se dirigió a la butaca que estaba al lado izquierdo de Aioria, que estaba sentado junto a Mu. Aioros tomo asiento junto a DM.
En el foro del auditorio, los coordinadores de cada área y grado escolar tomaban sus lugares en el estrado. Uno de ellos se acercó al atril y hablo por el micrófono.
-Bien jóvenes, buenos días. Vamos a dar inicio a la ceremonia de bienvenida. Tomen sus lugares y guarden silencio.
Los últimos alumnos que estaban dispersos por los pasillos del lugar corrieron a sentarse.
Por uno de los pasillos llegó caminando con pasos largos y ágiles un hombre joven, de cabello largo verde claro, perfectamente peinado. Alto y delgado, llevaba un fino traje con chaleco color negro, con camisa blanca y corbata color vino. Subió rápidamente los escalones que conducían al estrado y se colocó frente al micrófono, comprobó que estuviera encendido y saco una tarjetas donde tenía algunas anotaciones.
-Buenos días jóvenes estudiantes, la mayoría de ustedes ya me conoce, pero me presento de todas formas para aquellos alumnos de nuevo ingreso. Soy Shion Dainzin, director de este colegio, la puerta de mi oficina siempre está abierta para cualquier cosa que necesiten. Hoy iniciamos un año más, como siempre tengo grandes expectativas sobre ustedes. El Colego Internacional de Artes y Ciencias de Atenas es uno de los más prestigiosos y con uno de los mas altos niveles académicos del mundo y como tal debemos responder, tanto el plantel docente, como el alumnado.
Hoy será un día para conocer o reconocer las instalaciones del colegio, se les entregarán sus horarios y el numero de grupo al que pertenecerán este año, también se les asignarán sus respectivos dormitorios.
Mucha atención jóvenes, aquellos que en el sobre con sus documentos escolares encuentren un rosetón dorado con el emblema “Gold Elite”, deben presentarse a las 12:00 PM en punto en el hall de este edificio.
Y ahora queridos estudiantes entonemos el himno de nuestra venerada institución.
Todos se pusieron de pié, alumnos y maestros, por los altavoces del auditorio la música que acompaña la letra del himno escolar comenzó a escucharse. Los de nuevo ingreso guardaban silencio pues no tenían ni idea de lo que se estaba cantando y de vez en cuando se escuchaban risillas aquí y allá cuando algún ocurrente alumno alteraba las palabras de tan solemne cántico. Al terminar todos volvieron a sentarse. Shion, el director volvió a tomar la palabra.
-Sin mas por el momento jóvenes, le cedo la palabra al Presidente del Comité Estudiantil, Afrodita Lindström. – dicho esto, Shion se dirigió a su lugar justo en el centro del estrado y se sentó junto a los coordinadores.
Afrodita se levantó de su butaca y subió con pasos gráciles al estrado, de la multitud congregada surgieron fuertes aplausos y uno que otro grito ovacionando al presidente del alumnado. Dita sonreía y saludaba como si fuera una celebridad.
En su lugar Death Mask meneaba sus cabeza e hizo un sonido de fastidio, sus nuevos amigos y su hermano voltearon a verlo extrañados.
Tomando el micrófono Afrodita se dirige a la parte frontal del foro.
-Compañeros y compañeras del muy prestigioso Colegio Internacional de Artes y Ciencias de Atenas, es con orgullo y gran placer que les doy la bienvenida a nombre del Comité Estudiantil. Este año tenemos planeadas grandes cosas. Toda una serie de actividades académicas, deportivas, culturales y sociales nos aguardan en este ciclo que iniciamos el día de hoy. Para los alumnos de 4º de bachillerato, este será un año difícil de olvidar, haremos cosas grandiosas para hacer de su último año entre nosotros el más especial. Tanto el baile de invierno, como el baile de graduación serán únicos y magníficos. Y nuestro ya famoso concurso de talento, dirigido y coordinado por los maestros de Teatro, Música y Danza, será sin duda el más competitivo de los últimos años. Espero una activa y animada participación por parte de ustedes…
Y bueno para los alumnos de nuevo ingreso deben saber que tienen en mi a un amigo y confidente, cualquier cosa que necesiten no duden en acudir a mi que con gusto los ayudaré, así de noble es mi corazón…
Afrodita seguía hablando y hablando desde el estrado, mientras Angelo, estaba a punto de salir corriendo de ahí.
-Dioses, si sigue hablando ese niño mimado creo que voy a vomitar ¿siempre es así de “entusiasta”? – Aioros y Aioria rieron por lo bajo ante el tonito y los gestos burlones que DM hacía y Mu solo se limitó a negar con la cabeza y mirar a su hermano reprochándole su actitud.
-…en fin bienvenidos una vez mas y ¡muchas gracias por su atención! – Dita terminó con su discurso y nuevamente aplausos y gritos de apoyo y admiración se elevaron de los alumnos congregados en el auditorio. El joven de cabello celeste antes de bajar del foro, hizo un par de reverencias agradeciendo los aplausos y el cariño de su “público”
Uno de los coordinadores tomo la palabra, llamándolos al orden.
-Atención jóvenes, guarden silencio, ¡ya!…Escuchen, ya pueden salir al jardín que se encuentra en la parte de atrás de este edificio, allí están los distintos módulos correspondientes a cada grado, proporcionen su nombre completo a la persona que los está atendiendo y les entregará un sobre con todos sus documentos. ¿Entendido?
Todos los alumnos salieron como estampida del auditorio, solo Mu, Angelo, Aioria y Aioros se quedaron al final para poder salir con tranquilidad y sin que Mu fuera molestado.
Empujando la silla de su hermano, Mask caminaba con paso tranquilo, sus recién conocidos amigos iban a su lado charlando entre ellos.
-¿Estás listo hermanito para un nuevo año escolar?
-Si Mask ¿pero verdad que te vas a portar bien? Sobre todo con ese chico, el presidente del comité. Por tu cara y tus comentarios mientras él hablaba, se que no te cayó nada bien…
Death Mask respiró hondo y dejó salir lentamente el aire por su nariz.
-Esta bien Mu, me portaré muuuuy bien – Lo que Mu no podía ver pues miraba al frente fue la sonrisa sarcástica y el destello perverso que brilló en lo ojos de su hermano mayor.
Continuará...