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Sólo una Oportunidad por Kmmy Lee

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Notas del fanfic:

Bueno >) Digamos que, viéndose desde el punto que se vea… ¡Este será el fic más raro y dramático que pueden imaginar que haga. Por lo tanto, si el género no te llama la atención o, simplemente, no te la quieres pasar sufriendo la mayor parte de la historia… Te recomiendo que no entres.

Se me ocurrió escuchando la canción “Open your eyes”, de 'Your favorite enemies'.

Lo que más implica es drama/romance, mezclado con un poquito de intriga. Y creo que está demás decir que es en base a “universo alterno.

Aclarado esto, podemos comenzar…

Ni Death Note, ni sus personajes me pertenecen. Mi papel recae sólo en hacerlos partícipes en esta historia, que sí es de mi absoluta propiedad, sin ningún fin de lucro. Sin embargo, Emily y Keith, son personajes creados por mí.

Notas del capitulo:

¡Hola!

Sean todos bienvenidos a una nueva y poco interesante (¿) idea de esta loca e inverosímil autora ;) Y sé que (algunas) se estarán preguntando; ¿qué hace esta irresponsable aquí, publicando otro fic, si ni siquiera ha terminado los otros que tiene en proceso? Bueno… yo les respondo que, efectivamente, soy una irresponsable D: u.u. Ando con los exámenes hasta el cuello y, aún así, se me ocurre complicarme más la vida con otra historia e.e

Y bueno, ¿qué les puedo contar? Es una idea total y completamente dramática. Como ya lo habrán visto en el resumen y en las notas del fic (si es que las leyeron xD) se vendrá con sufrimiento desde el inicio, pasando por largos períodos de angustia y muy cortos de felicidad buajajaja *w*… Ehm… en serio, quise retomar mi plan de dramaturga (xD), así que aquí me tienen con mi renovado intento ;D

Y sí, esta vez es MelloxMatt *-*, porque decidí poner a mi Matty peshosho de uke >w<

Disclaimer: Death Note no es mío (si lo fuera ya habría segunda temporada con un Light sexymente sometido por L o BB y con puro amor sensual y ardiente entre Mello y Matt) es propiedad de sus respectivos autores. Lo único mío aquí es la historia que leerán a continuación.

Sin más que añadir... ¡A leer!

Capítulo 1: Y Llegaste Tú.

Se abrió paso con pesadez, a través de los desiertos pasillos de aquel silencioso y, a su parecer, escalofriante lugar, sintiendo aún revotar en su cuerpo, la desagradable sensación de ser genéticamente un fenómeno de la naturaleza.

Cada átomo de su ser reclamaba punzante aunque fuese sólo un exiguo lapso de descanso, resintiendo con tenacidad las secuelas de lo acontecido horas antes. Su cabeza palpitaba intensamente, y todavía era capaz de percibir la perturvadora sensación de creer poder llegar a partirse en dos, ante el insoportable dolor que había acudido a su cuerpo con tanta fuerza.

Pues, por más que tratara, seguía sin asumir lo que le  estaba sucediendo.

Era algo demasiado ficticio, como para concebirlo posible así de fácil. Más aún, en sus condiciones y con la cantidad de vertiginosos atentados contra la fragilidad de su psicología emocional.

Dobló a la derecha en una esquina, notando nacer en su interior ansias renovadas de desvanecerse de allí para no volver jamás, con el temor inundando sus acciones y sus propios demonios internos nublándole por completo la razón. Tenía pavor de enfrentarse a una situación que, se viese por donde se viese, era total y absolutamente absurda, ilógica e inaceptable.

Suspiró largamente, apoyándose agotado en la blanca pared, justo frente a la cristalizada puerta que le mostraría de plano y sin censura, la inverosímil consecuencia de haber sido tan invécil e ingenuo de creer en las promesas de alguien carente de corazón.

¿Cómo fue que pasó esto? Era inevitable que su mente originase mil veces seguidas aquella pregunta, teniendo en cuenta que él aún no era capaz de comprender la magnitud de su realidad actual. Ni, mucho menos, lo mucho que cambiaría su vida desde aquel instante en adelante.

No obstante, ¿cómo pedirle a un chico de quince años que lo haga, sin reprimirle el creer que todo se trata de una horrorosa pesadilla de la que no le dejan despertar?, ¿cómo intentar hacerle entender que, sin imaginarlo ni quererlo, sus ilusiones se largaron con rumbo a un abismo oscuro y sin fondo, el día en que el mayor responsable de su presente se marchó de su lado, sin voltear atrás y dignarse a darle alguna explicación?

Una rebelde, gruesa y cristalina lágrima resbaló rauda desde su apagada mirada color esmeralda. Sin embargo, ni siquiera se dio la mínima molestia de reprimirla. Después de todo… Sabía que no vendrían más, puesto que sus ojos parecían ya haberse vaciado de tanto llorar.

Con pasos lentos comenzó a mermar los metros que le separaban de ese lugar, respirando con dificultad, ante el insufrible nudo que apreciaba apremiándole el pecho. Y aún cuando no deseaba hacerlo, algo dentro de él le obligaba a desertar en su idea de hacerse el desentendido. Algo en su interior le instaba a abrir esa puerta de cristal, adentrarse en la salita y enfrentar su más grande turbación.

El ambiente en aquella unidad de la clínica, era cálido y quieto. Ni un mínimo ademán de brisa profanaba la entrada. Todo envuelto en completo silencio.

Entonces algo llamó su atención.              

La atlética silueta de un apuesto castaño, apostada frente a una pequeña cuna de barrotes blancos, de espaldas a él, no logrando percibir su presencia.

- ¿Light?- Le llamó con voz entrecortada, acercándosele a paso cauteloso y lento.

De inmediato, éste volteó, delineando en su expresión una total mueca de sorpresa. Indudablemente el verlo allí, era lo que menos esperaba en ese momento.

- Matt…- Espetó aún sorprendido, aproximándose hasta él, con una pequeña sonrisa trazada en sus labios.- Te animaste a venir.

El aludido suspiró, bajando la mirada. Dándole, así, a entender enseguida, lo complicado que se le hacía, tras todo lo que le había tocado enfrentar, después de aquel fatal día en que, sin más, la persona que amaba se fuera sin motivos, sin siquiera saber lo que, con su partida, había causado en su corta vida.

- ¿Quieres verlo?- Indagó con suavidad, posando su diestra sobre el hombro del pelirrojo y analizándole persistentemente con sus ojos color miel.

El ojiesmeralda asintió dubitativo, con la mirada sombreada de obvia indecisión.

Light le sonrió afable, sujetándole de la mano y dirigiéndole con suavidad hacia donde, hace sólo unos segundos, se encontraba absorto. Y nada más diez pasos fueron necesarios, para hallarse delante de la cuna, logrando que al pelirrojo se le paralizara la respiración.

Ante sus ojos la endeble visión de su pequeño hijo, envuelto en un algodonado pijamita celeste pálido, dormidito apaciblemente entre mantas blancas, con una preciosa expresión, que no hacía más que transmitir inocencia, respirando suavecito y emitiendo enternecedores ruiditos entre sueños.

- ¿Lo quieres cargar?- Inquirió tentativo el oji-miel, viendo la oportunidad perfecta para que Matt empezase a establecer, de a poco, lazos afectivos con el bebé.

- Está dormido.- Puntualizó enseguida el menor, sobresaltado ante la apresurada petición.

Sin embargo, con una notoria sonrisa de complicidad consigo mismo, Light se acercó más a la cuna, alzando, con sumo cuidado, al recién nacido en sus brazos.

- Eso no significa que no lo puedas cargar.- Aseguró en tono afable y suave, posándose junto a él y enseñándole la dulzura que irradiaba la criaturita.- Anda… Verás que no pesa nada.

Matt suspiró vacilante. No sabía, a ciencia cierta, que tan buena era aquella idea. Aún así, su lapso de duda se vio profanado de golpe, al descubrir entre sus brazos, que por auto-reflejo dispuso para recibirlo, al pequeño culpable de esa variedad de emociones naciendo en su corazón. Fue como si toda su voluntad se le escapara en cuestión de milisegundos; como si una fuerza originada en lo más hondo de su ser, le despojara de todo pensamiento y sentimiento más allá, forjándole a centrarse únicamente en lo maravilloso que se sentía el tener a su bebé junto a él, apegado a su pecho, en un acto que, a su edad, era incapaz de comprender del todo.

Ahora que lo observaba con más detención, se percataba de sus rasgos con mayor claridad. A penas tenía algunas pelusitas de cabello, pero ya era visible el tono rubiecito oscuro y, casi imperceptiblemente, los leves destellos cobrizos, en un contraste perfecto con lo blanco leche de su piel. Y cuando creyó que no lograría verlo despierto, comenzó a abrir sus ojitos de a poco, moviendo con ligereza su cabecita y haciendo leves ademanes de querer llorar. Sin embargo, Matt, motivado por un impulso inexplicable, lo acercó despacito a su rostro, logrando que sus miradas se conectaran y el chiquito se calmase al instante.

Fue allí que notó la calcada similitud; sus ojos eran de un azul impresionante, en cierto modo oscuros, pero repletos de transparencia. Tenía la mirada tan penetrante como él, aún a pesar de ser tan pequeño.

Más, cuando sintió que las fuerzas para soportar el momento se le iban, notó como su mano era aferrada con ímpetu por su hijo, quien ceñía fuertemente sus pequeños deditos en torno a los suyos, en un acto que le encogió de apego por dentro.

- Keith…- Susurró abstraído, observando al bebé totalmente conmovido.- Así te llamarás…

Light, quien se había apartado de la íntima escena, sonrió sincero. Sabía lo difícil que le resultaba a Matt, lograr dejar de lado los rencores y el peso de los traumas que, aún sin ser su culpa, el recién nacido había hecho en su vida. Era por completo consciente del esfuerzo que éste ponía en empezar a aceptarlo, especialmente después de todo lo sucedido.

- Es un bonito nombre.- Le apoyó aún sonriendo, aproximándose al pelirrojo, quedándo posicionado justo a su lado, al tiempo que acariciaba de manera paternal la rubia cabecita del pequeño angelical.

Y Matt, por primera vez, desde hacía mucho, sonrió también.

- Gracias, Light.- Expresó con timidez, mirándole con los ojos ahondados en inmensa gratitud.

- ¿Por qué?- Se sorprendió el oji-miel.

- Por todo…- No sabía bien que decir, más el sentimiento de protección que, desde niños, el castaño influía en él, era suficiente para sincerarse y demostrarle la verdad de lo que sucedía, sin pretextos ni reproches.- Gracias por estar conmigo, cuando nadie lo hizo… Por darme tu apoyo incondicional, en momentos tan difíciles… Por…

Pero Light le calló, posando el índice sobre sus labios.

- No hay nada que agradecer, Matt.- Afirmó con ternura y extremada sinceridad.- Todo lo que he hecho, ha sido porque te amo… Porque eres el ser más maravilloso y perfecto de esta tierra… Y porque, gracias a ti, descubrí lo que significa ser feliz, tan sólo con una sonrisa por tu parte… No me agradezcas nada, porque, en ese caso, sería yo el que quedara en deuda contigo.

ante sus palabras, el menor se ruborizó innegablemente, sintiéndose aún más agradecido con él. Pues, sin lugar a dudas, Light era la persona que más le había apoyado, tras lo ocurrido con su ex novio y luego con lo delicado y complejo de su embarazo.

- Matt…- Le llamó de pronto Yagami, dándose valor para pedirle lo que tanto anhelaba.- Por favor, permíteme ser quien vele por ti y tu hijo.

- ¿Qué…?- No cabía en su asombro; en definitiva, eso no se lo veía venir.

- Quiero ser el padre de Keith.- La seguridad en sus palabras era tal, que al menor le dio la acertada impresión de que ya lo había meditado desde hace mucho.

- Light, yo…

- Matt, por favor, permíteme  asumir la responsabilidad que el infeliz de Keehl rehuyó.

El corazón del pelirrojo pareció quebrarse por milésima vez, tras oír mencionar al único causal de su presente, obligándole a entrecerrar los ojos con tristeza, intentando reprimir unas cuantas lágrimas rebeldes.

Entonces advirtió el agarre más fuerte de la manito de su hijo, sujetándole con vehemencia, como tratando de captar su atención. Y al mirarlo, se dio cuenta que el bebé le miraba también. Le observaba fijo, con aquellos ojitos azules llenos de expresión, tan iguales a los de Mello…Como instándole a acceder a la petición de Light.

Y lo hizo… Aceptó.

Sin saber que, tiempo después, la vida le jugaría una de sus pasadas más difíciles, en un reencuentro cara a cara con su ayer.

Notas finales:

¡Conste que les avisé que sería bizarro, eh! xD

En fin, espero que, aunque fuese un poquito, les halla gustado :$

Toda crítica (siempre y cuando sea constructiva y sin ánimos de ofender D:) es bien recibida por esta autora que anda media tocadita de la cabeza xDDD

Oh… ¡Por cierto! Este capi va dedicado a KazumiYagami (que no sé si llegue a leerlo, la verdad e.e) quien es una excelente autora de esta página y estuvo de cumple, pero no pude saludarla el mismo día ;u; Espero lo aceptes y te guste, nena; sabes que me caes demasiado bien y que me perviertes y eso me encanta muajajaja (?) Ojalá algún día llegue a escribir tan bien como tú, especialmente el lemon *w* Porque, de verdad, eres la maestra en eso. Te quiero mucho, no lo olvides ♥

Y ahora si, ya me dejo de latearlos con mis súper monólogos que a nadie le interesan xD

Veremos si esta nueva idea recibe algún review :$

De antemano mil gracias por leer :')


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