Todos sus amigos esperaban en las puertas de la aldea al equipo siete desde hacia un par de horas que uno de los pájaros de tinta se Sai, había llegado con la noticia de que la batalla había terminado y llevaban a ambos amigos de vuelta a la aldea.
Se suponía que dada la ubicación de donde mandarón el telegrama no deberían haber tardado más de dos horas en regresar. Así que la incertidumbre les carcomía y por desgracia tenían ordenes estrictas de no dejar la aldea que aún no terminaba de reconstruirse, además seguían con la alerta de posible ataque de alguna otra aldea.
Después de mucho rato de hacer guardia, mientras el cielo se encontraba ennegrecido por la noche y una posible tormenta, hicieron su aparición, Kakasi, Sakura, Sai, y Gai, trayendo a cuestas a Naruto y Sasuke. Rápidamente les llevaron al hospital donde Tsunade ya les esperaba. Sin sorpresa alguna Naruto que iba consiente le pidió a Sakura y a Tsunade que atendieran a Sasuke primero.
Ambos estuvieron bajo tratamiento, y dos semanas después el rubio despertó en una de las habitaciones del hospital. Sus fuerzas estaban por los suelos, pero aún así pudo preguntarles a Sai y Kakashi que se encontraban ahí el estado de su amigo.
“Sigue dormido” era la escueta respuesta que le daban cada vez que preguntaba.
Los días fueron pasando, sus fuerzas apenas y se recuperaban, sabía que iba mal su estado, el mismo zorro lo intuía.
--------------------------------------------------***********---------------------------------------------------------
-¿En qué cuarto se encuentra el biju del kyubi?.-
-En la habitación 229 del cuarto piso.- contesto una de las enfermeras al extraño hombre que le había preguntado.
Cuentan que una vez,
quise contar lo que pasó,
en el rincón sin nombre donde dormité,
de numero 229.
Naruto fue informado de la decisión que se había tomado en la ultima reunión de Kages, a pesar de los esfuerzos de Tsunade y de Gaara por protegerlo, la decisión fue tomada y él informado por el subordinado de uno del kague de la aldea escondida de la lluvia.
“Por favor Tsunade bachan, déjame verlo, por favor una última vez.Ayudame” le pidió entre la desesperación y la frustración.
“Es imposible, no solo hay guardias nuestros vigilándolo, no puedo hacer nada, ya después le veras, cuando hayamos salvado la vida de ambos.” le contestaba la rubia tratando de calmarlo
“Por favor, déjame verle, sabes que no importa que suceda, voy a morir, voy a morir sin poder verle, no dejes que eso suceda. No quiero morir sin despedirme de él.” le suplicó mientras las lagrimas desbordaban por sus ojos ya cansados.
Cuentan que tomé,
lo que aguanté, que supliqué,
volverte a ver,
contando a todo el mundo como iba a morir,
sin verte amor.
Artó de pedirles a cada persona que le ayudara a visitar a Sasuke sin ninguna respuesta afirmativa, en una de las tantas visitas que Iruka sensei le hacia le pidió de favor le diera una hoja y alguna pluma con la cual escribir.
El maestro no pregunto nada, simplemente se levanto de la silla para salir de la habitación y minutos después llegar con lo que el rubio le había solicitado, además de incluir un sobre.
Cuando Iruka se despidió, él tomo la hoja y lápiz y comenzó a escribir.
Teme:
Otra vez me equivoque al no encontrar la forma de decirte que por mas lejos que estemos, que no importan los silencios, las lagrimas o las peleas, seguirás siendo la persona más importante para mí. Sin tener permiso de encontrarnos nuevamente, que te sirvan estas lineas para que sepas que te quiero. En esta situación sin nombre, no te burles si te dicen que arme jaleo al querer ir a verte. Me toco perder otra vez. Por favor recuerda sin importar que no vuelva, te quiero, te quiero... Por más lejos que estemos. Y que lamento no haber encontrado las palabras adecuadas mientras peleábamos para decirte de frente que te quiero. No lo olvides Sasuke, por favor, no olvides que te quiero.
Otra puta vez,
me equivoqué
y no encontré, como la otra vez,
la forma de decirte:
Que por más lejos que estemos,
más trincheras que cavemos,
más disparos, mas silencios,
y más lagrimas de enero.
Sin saber si volveremos,
si el permiso será eterno,
que te sirvan éstas líneas,
"pa" que sepas, que te quiero.
En esta situación sin nombre.
Termino de escribir y se levantó dejando la carta dentro del buro al lado de su cama, a los pocos minutos entraron varios ambus a escoltarlo. No pudo ver a ninguno de sus amigos, no pudo despedirse de nadie.
Salió de la aldea siendo ayudado por uno de los ambus pues apenas podía sostenerse de pie, el sol se estaba poniendo cuando su figura comenzó a desaparecer.
Cuentan que se fue,
que no volvió al atardecer,
y yo encontré la carta que,
no te envió, de titulo:
"amarte es para siempre".
Pasaron varios meses más, Sasuke apenas y había despertado, se encontraba bien ya de salud, aunque había perdido casi por completo la vista de uno de sus ojos y en el otro tenia una graduación bastante alta a causa del uso del sharingan. Su mente estaba en un estado bastante delicado, por lo que fue tratado con mucho cuidado y sin decirle nada más que lo necesario.
Sakura entro una tarde con un sobre en las manos, el azabache estaba sentado en un sillón junto a la ventana con los ojos cerrados sintiendo la brisa de la tarde. Al sentir a Sakura su cuerpo se tenso un poco más, mostrando un rostro más serio y molesto.
“Encontré esta carta dentro de las pertenencias que tenía Naruto” le dijo la pelirosada entregándole la carta. Cuando éste la tomo Sakura salió en silencio de la habitación bajo la mirada penetrante y desconcertada del azabache.
La cara de Sasuke fue tomando cada ves un tono menos de color, su gesto molesto y serio de siempre ahora era uno desolado.
Otra puta vez,
tocó perder,
y no volver,
como la otra vez,
que no supo decirte.
Que por más lejos que estemos,
más trincheras que cavemos,
más disparos, mas silencios,
y más lagrimas de enero.
Leyó la carta una y otra vez, leyó con desesperación y una opresión en el pecho. Quería preguntarles a alguna de las enfermeras que iban a revisarlo pero las palabras se perdían dentro de su cabeza, mientras el miedo le hacia presa.
Cuando menos lo espero vio entrar a su cuarto al ambu que intento matarlo cuando se encontró con Naruto después de poco mas de tres años de haberse marchado con Orochimaru. No necesito preguntar.
“El se marcho y no ha vuelto, Tsunade sama y Gaara no pudieron hacer nada, él se sacrifico para sellar al zorro como su padre el cuarto hokague lo hizo una vez utilizando al dios de la muerte. Él estuvo de acuerdo, finalmente no podría haber vivido más de seis meses debido a las heridas que tenia. Pero hasta el final el quiso verte, hizo hasta lo imposible por verte”. Le dijo Sai mirando de frente a Sasuke.
“Incluso si hubiera tenido la posibilidad de sobrevivir, en el consejo ya había decidió que era contraproducente mantener a un Bijuu con vida”. Finalizo antes de dar media vuelta y salir de la habitación dándole una mirada a la hoja que aún sostenía Sasuke.
Sin saber si volveremos,
si el permiso será eterno,
que te sirvan éstas líneas,
"pa" que sepas, que te quiero.
En esta situación sin nombre.
Sasuke delineo con sus dedos cada trozo del papel sintiendo algunas partes una textura diferente. Quizás provocada por agua, ¿lagrimas? Se preguntó y sin poderlo resistir comenzó a llorar. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?. Y entonces, sin poder evitarlo sus lagrimas también se desbordaron mojando la hoja donde Naruto también lo había hecho.
“Yo también me equivoque y no encontré la forma de decirte que por más lejos que estemos, los silencios, o las lagrimas, y sin saber si volveremos a vernos, quiero que sepas que te quiero”. Repitió mientras lloraba en la soledad del cuarto que una vez ocupo quien le amaba, quien él también amaba.
Otra puta vez,
me equivoqué
y no encontré, como la otra vez,
la forma de decirte:
Que por más lejos que estemos,
más trincheras que cavemos,
más disparos, mas silencios,
y más lagrimas de enero.
Sin saber si volveremos,
si el permiso será eterno,
que te sirvan éstas líneas,
"pa" que sepas, que te quiero.
En esta situación sin nombre.