Todo había empezado como un juego, ¿Te acuerdas de ayer? susurre, mi mano estaba aferrada al teléfono, eran las 2 de la mañana, esa frase termino por encenderlo todo ¿Te acuerdas de ayer? repetí, sentí como mis palabras recorrían todo mi cuerpo, las imágenes parecian concentrarse debajo de mi vientre.
El día anterior había irrumpido en las instalaciones de la SPK, dije que quería hablar a solas con el, así que fuimos a su habitación ya que era el único lugar que no tenia cámaras, ni micrófonos, pero aun así el comandante Lester y Giovani estaban cerca, habíamos tenido sexo, fue tan brutal y silencioso, mis manos se aferraban a su boca para acallarlo mientras susurraba a su oído: Cállate o podrán oírnos.
-Si- respondió finalmente.
-¿Te gusto?
-Sabes que si, Mello- mi nombre escapo de sus labios como un susurro, con solo escuchar su voz, ya estaba caliente, odio que ese pequeño enano logre ponerme así tan fácilmente, mi único consuelo es saber que a el le sucede lo mismo- Desearía que estuvieras aquí- dijo de repente- Quiero que entres en mi cuarto
Y comenzó el juego.
-Si eso deseas- dije maliciosamente- Esta noche todo esta muy calmado, entre sigilosamente en tu alcoba, observándola nuevamente, no he estado mucho en ella pero siento que la conozco tan bien, estas dormido, retire suavemente las sabanas de tu cuerpo para observarte, te ves tan intocable, tan casto y puro, inalcanzable, no sabes cuanto detesto eso, odio el aura de santidad e inocencia que tienes, quiero hacerlo desaparecer, me precipite de una manera muy brusca a la cama, para quedar sobre ti, abres los ojos, tu mirada se fija en mi.
-Tapas mi boca con una mano, sabes que no gritare, pero igual sigues aferrando con dureza tu mano sobre mis labios, no dices nada, y desvías la mirada para poner toda tu atención en mi cuello, lames y muerdes mi piel- la respiración de Near estaba agitada y de ves en cuando soltaba unos leves gemidos.
-Quiero marcar tu piel, dejar en claro que eres únicamente mio y de nadie mas, hoy no estoy para sutilezas, no quiero perder tiempo desabotonando tu camisa, saco una pequeña navaja de mi bolsillo y desgarro la blanca prenda, aun sin liberar tus labios, me parece divertido hacerte sufrir un rato, "Podría matarte si lo deseara" susurro frotando mis labios contra tu oído mientras clavo firmemente el hierro de la navaja sobre tu cuello- un audible gemido se escucho desde el otro lado del teléfono- Eres tan indecente, siento como tu miembros se endurese al sentir el filo del metal amenazando con cortarte, tu respiración chocando contra mi mano, humedeciendola y voy cediendo lentamente, dejando poco a poco tus labios en libertar para acariciar con mi dedo indice, suavemente, tu lengua se apodera de mis dedos, lamiendo habidamente.
-Siento como la navaja viaje lentamente por mi cuerpo, se que me odias Mello, pero nunca serias capaz de matarme, lo se muy bien, pero eso no significa que no puedas hacerme daño, sentí el frió metal hundiéndose un poco justo al lado de mi pezón derecho, haciendo que un hilo de sangre corriera rápidamente por mi pecho hasta mi ombligo, siento tu lengua succionar cada gota, ahh...!
-Quien diría que el pequeño Near seria un depravado masoquista, ¿quieres que te maltrate cariño?- dije en un tono burlon mientras escuchaba como Near intentaba silenciar sus gemidos, al parecer el pequeño se estaba divirtiendo, no espere su respuesta- lamí y succione cada gota sintiendo el metálico sabor de tu sangre, mis instintos mas salvajes comenzaban a aflorar, te despoje de lo que te quedaba de ropa, deseando contemplar tu cuerpo esbelto, quieres que te toque Near
-Si...Ahhh!! porfavor Mello
Baje la cremallera de mi pantalón el dolor se estaba volviendo insoportable, y frote fuertemente, ahhh...Near, ¿como logras ponerme así?.
-Mis manos resbalan por tu cuerpo, llegando a tu virilidad, siento esa deliciosa hinchazón entre mis manos, estas caliente,
-Ahh....Mee...llo
-Creo que estas disfrutando demasiado de esto, conejito. Ha decir verdad, continuar sera cumplir tus deseos y eso es algo que no soportaría, creo que te dejare con las ganas.
-Ahh....Mello es tan cruel- jadeo- Pero no lo permitiré, quieres que me humille Mello, que te ruegue, pues tendrás que esperar sentado, por que no pienso hacerlo, ademas creo que puedo lograr que te exites al punto de no poder cumplir tus amenazas.
-Es un reto lo que escucho, adelante pequeño Near, ataca con todo lo que tienes.
-Al instante en que tus manos se apartaron de mi, te observe, me dedicabas una sonrisa arrogante, "Si quieres placer, procuratelo tu mismo" dijiste aun riendo, si quieres guerra querido Mello, eso tendrás, te ofreceré un espectáculo que nunca olvidaras, quedare grabado a fuego por siempre en tu memoria.
Me acosté nuevamente en la cama posando la punta de mis pies en tus hombros para darte una visión completa de mi cuerpo, entrelace mis manos en mi cabello acariciándolo, las baje lentamente, comencé a lamer una de ellas al llegar a mi boca, mientras que con la otra seguía acariciando mi cuerpo, tocando mi cuello, pellizcando mis pezones, bajando mas....Ahh!!! mucho mas- La visión de sus palabras estaba causando estragos en mi cuerpo, parecía como si me hubiera clavado un pararrayos en el pene y cada palabra mandara placenteras descargas eléctricas a mi miembro, pero no me tocaría, así el dolor fuera insoportable no le daría el gusto, apreté fuertemente el teléfono.
-Me encanta tu mirada fija en mi, concentrada en cada uno de mis movimientos, tus ojos azules me penetran hasta lo mas profundo- Maldito, como se le ocurre decir algo así, mordí mis labios- No puedo negar que tu mirada me excita, me llena de una morbosa voluptuosidad, tomo con una mano mi virilidad y comienzo a acariciarme lentamente, mi otra mano ya se uniría pronto, estaba completamente húmeda, saque suave, lenta, tortuosamente mis dedos de mi boca, los cuales quedaron unidos momentáneamente por un pequeño hilo de saliva que pronto se desvaneció al llevar mi mano a mi entrepierna humedeciendo la punta, Ahhhh!!!.... Mello, ¿te gusta lo que ves?
Joder, joder, joder, Mello calma, ten algo de auto-control.
-Se que lo disfrutas, lo se por tu mirada, tus pupilas dilatadas observando el vaivén de mis manos, sentí como unas cuantas gotitas de sudor corrían por mis piernas, perdiéndose entre mis muslos, arquee mi espalda a medida que el placer aumentaba. Acaricie tu pecho con la punta de mi pie derecho, bajando hasta llegar a tu virilidad, oh Mello estas tan duro, tiemblo ligeramente, y sigo moviendo mi pierna para sentir un poco mas de tu dureza, quiero gritar, mi respiración cada ves esta mas acelerada, ¿quieres oírme gemir, Mello, quieres que grite tu nombre?
-Ahh...Si- dije inconscientemente, verdaderamente soy patético.
-Ohh....Mello- Se escuchaba por los auriculares del teléfono, jadeo tras jadeos, gemidos enloquecidos, mi nombre pronunciado una y otra vez- Mee...ee..l..llooooo, ahhh!!l y...yyoo voy.
Un grito, no puedo mas, no soy de piedra...
-Oh Mello- jadea, intentando calmar su respiración- el orgasmo llego, manchando las sabanas y mi vientre, no quiero ser en único, en correrse esta noche, me coloque en cuatro en la cama, dándote la espalda, imaginame Mello, quiero que escuches muy bien lo que voy a decir y te toques para mi, complaceme una vez en tu vida, mi espalda ligeramente arqueada, mis manos estrujando las sabanas de la cama, mis piernas ligeramente abiertas y te miro por encima de mi hombro, con los ojos vidriosos, completamente ruborizado, "¿Acaso no me deseas Mello?" jadeo sintiendo como mi miembro comienza a despertar nuevamente.
-Nee...arr...Muy bien, tu ganas- dije rindiendo me al fin- estaré en 10 minutos en la SPK.