-¿Mello, que te sucede?- pregunto un pequeño pelirrojo de unos 13 años al encontrarse con su mejor amigo en la sala común del orfanato- has dejado esa barra de chocolate a medio comer...
-No tengo ganas de terminarla, a veces me aburre.
-Pero eso es imposible, tu amas el chocolate- hizo una pequeña pausa acercándose a su compañero para sentarse a su lado- ¿O sera que has encontrado algo mas dulce que el chocolate?
-Seguro- respondió el rubio con una sonrisa en el rostro- ¿quieres saber como es probarlo?
-Claro cuenta...!!!
-Es mas dulce que el chocolate- dijo mientras mil imágenes se acumulaban en su mente, ese pequeño alvino que le robaba el sueño, ambos fundiéndose en un beso desesperado, sus manos viajando por su cuerpo, arrancando la ropa que lo cubría- Solo imaginalo Matt, mientras le quitas la envoltura lentamente puedes observar lo perfecto y cremoso que es. Poco a poco se te hace agua la boca.
-Mmmm- Matt escuchaba atentamente cada palabra y un leve sonrojo se apoderaba de su rostro... nunca había visto a Mello hablar tan apasionadamente sobre un dulce.
-Su textura el suave y delicada, solo te provoca hundirte en el, sentir el placer sublime de tenerlo en tus manos antes de devorarlo- Un escalofrío recorrió el cuerpo del pequeño pelirrojo al escuchar esas palabras y tapo su nariz con una mano, a Mello realmente debía gustarle ese dulce- Pero hay que tener auto control para no comerlo de un bocado, hay que disfrutar cada instante, saborearlo despacio para prolongar el éxtasis del momento en que toca por fin tu boca.
Era Matt o la sala común se estaba volviendo un sauna, un calor insoportable se había apoderado de su cuerpo y sus mejillas competían con el color de sus rojizos cabellos
-Es casi morbosa la sensación que produce al rozar tu lengua, un deleite único e incomparable es el sentir el sabor de su dulzura invadiendo tu paladar, regodearse en lo placentero del momento
-...es tan suculento y apetitoso- casi se relamía los labios con solo pensarlo, Near pidiéndole a gritos por mas. "Me-me...llo...Ah!..Mas...Rappido!" su respiración acelerada mientras sus manos se aferraban a su espalda con cada movimiento de caderas, el calor de sus cuerpos envolviéndolos- Es tan caliente...
-¡¿Caliente?!
-Si, la manera en la que se derrite lenta y tortuosamente en tu boca es tan exquisito, un deleite digno de dioses- lamiendo cada pedacito de piel, bajando cada vez mas con su lengua acariciando su blanca tez, sintiendo como su hermoso alvino arquea la espalda con una mirada ardiente, "Por favor...Mello" solo escuchar ese susurro escapar de sus labios, es suficiente para que el haga todo lo que el pequeño desea.
-Y su rost... ¿Quien se podría resistir?
-¿Mello estamos hablamos de caramelos? ¿Verdad?- pregunto el chico clavando sus ojos verdes en el rubio, con una sonrisa picara en su rostro.
-Por supuesto que si- dijo Mello, sin poder desplazar la imagen de Near de su mente.
-¿Y de cual dulce hablas?
-Cho...Chocolate Blanco- dijo el rubio desviando la mirada completamente sonrojado.
-¿Chocolate blanco?- Matt se encontraba claramente decepcionado, había probado ese chocolate antes y no le parecía nada diferente al chocolate normal.
-Matt, nos vemos después- dijo Mello al divisar a alguien que entraba a la sala, pero el pelirrojo seguía sumido en sus pensamientos
"Es muy extraño" pensaba mientras a sus espalda Mello y Near hablaban en susurros "Nunca he visto a Mello comer chocolate blanco" El rubio aprovecho que no había nadie mas que ellos tres en la sala común y que Matt estaba muy concentrado en sus pensamientos y beso fugazmente los labios de la pequeña motita de algodón que le dirigió una sonrisa radiante antes de salir juntos hacia la habitación del segundo.
-Quizás sea un misterio que nunca resolveré- dijo finalmente Matt antes de dirigirse a su cuarto