Alemania siempre cae.
Siempre caía, sin importar su endereza, su voluntad y sobre todo su disciplina, Ludwig siempre caí ante él, ante ese endemoniado encanto y gran genialidad según su hermano mayor.
Dia, tarde y noche, sin importar el dia, la hora, el mes, el año o el clima siempre caí, no habia manera de resistirse menos ahora cuya relación con Gilbert se habia vuelto de esta manera.
-Weeest!- exclamo entrando el albino abriendo la puerta de la habitación del rubio de un solo golpe, haciendo que este solo suspirara, mientras cerraba sus ojos despues de terminar de hacer un ensayo para la clase de Historia.
Se dio la vuelta para ver a su hermano el cual sonreía de la única forma en que podía hacerlo.
-Bruder, te he dicho que esa no es forma de entrar a mi habitación-le dijo el alemán el se quedo callado al poco tiempo y ligeramente sorprendido al ver a Gilbert solo con una camisa manga larga, al parecer de pijama pero sin pantalones.
Largas y suaves piernas a su vista, ante eso no pudo reprimir un ligero sonrojo y eso no paso desapercibido ante el asombroso Gilbert, el cual solo sonrió de lado mientras sus ojos mostraban un brillo lleno de malicia.
-West, no puedo dormir asi que…-dijo Gilbert mientras caminaba lentamente hacia el rubio el cual no dejaba de ver las piernas que venían hacia el, hasta que levanto su profunda mirada azul la cual ahora poseía un brillo extraño.
Gilbert solo sonrió mas ante eso.
-dormiré aquí contigo- término de decir para solo despues sentir como un par de manos grandes lo tomaban por la cintura apretando ligeramente y atrayéndolo hacia Ludwig el cual lo veía ahora con una mirada mucho mas azul y penetrante haciendo que el albino sintiera escalofríos ante eso.
Después de eso solo se escucharon gemidos y jadeos, mientras dos cuerpos perlados en sudor se movían frenéticamente al ritmo de las embestidas que eran arremetidas por Alemania quien besaba sin freno a Gilbert el cual lo tenía tomado por el cuello y después lo abrazaba fuertemente por la espalda.
-Ahh…ahhh…Weeest…-gemía entre jadeos al sentir el orgasmo cerca, mientras tanto Ludwig solo podía sentir más placer al escuchar a su hermano gemir de esa manera, al verlo con sus ojos entrecerrados y nublados por el placer, mientras sus mejillas estaban sonrojadas.
-Gil…bert…- susurro al oído de este haciendo que finalmente llegaran ambos al clímax.
Y con ello se dispusieron a descansar, mientras sus respiraciones trataban de regularse, el albino solo pudo recostarse sobre el ancho y bien formado pecho del rubio, con una sonrisa suave pero la cual después se torno llena de satisfacción y genialidad mientras levantaba un poco su cabeza para ver a Ludwig el cual tenía sus ojos cerrados pero podía sentir esos penetrantes rubíes y claro podía hasta sentir esa sonrisa, esa sonrisa que solo significaba algo.
-Siempre caes, West- le dijo para después besar suavemente los labios del alemán y así dormir con una sonrisa plasmada en sus labios.
Ludwig solo suspiro, para después sonreír levemente.
Si Alemania siempre caí, pero debía reconocer que le gustaba.
Fin.