Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A.P.O.S.T.O.L por cho-chan

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Holaaaa!!! Jeje aquí ando con una nueva historia (lol) ando muy creativa y no quería desaprovechar mi rancha xD. Si, sé que tengo más fanfics pendientes, pero, no me pude resistir a esta idea al leer un manga.

 

 

 

En fin, espero lo disfruten y no me maten por esto xD

 

 

Notas del capitulo:

 


 


D gray man no me pertenece por más que me duela aceptarlo...

-“muy pronto estará listo”- se acerco a una especie de contenedor donde una persona parecía descansar –“será una nueva vida”- exclamo con una sonrisa –“por favor acércate”- giro la cabeza pudiendo observar a un hombre detrás de el

 

 

 

El hombre se acerco, llevaba puesto un abrigo con capucha que le tapaba, pero a pesar de eso se podían apreciar algunos mechones negros de cabello. Observo a la persona dentro del contenedor.

 

 

 

-“¿no es asombroso? Esta criatura ha sido traída al mundo con el único fin de estar a tu lado”- el hombre de gafas que se encontraba a su lado amplio su sonrisa –“en este mundo no habrá persona a la que querrá más que a ti ¿no es lindo?”- le observo –“será tu apóstol”-

 

 

 

Observo la sonrisa que tenía en esos momentos el hombre, chasqueo la lengua y se dio media vuelta para marcharse, hacia demasiado frio en ese lugar como para seguir más tiempo ahí. Se giro echando un último vistazo a la criatura dentro del contenedor. Sonrió de lado y se retiro del lugar siendo seguido por el hombre de gafas.

 

 

 

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

 

 

 

La oficina donde se encontraban era algo grande pero se reducía en espacio debido al gran desorden que en ella había.

 

 

 

-“por favor toma asiento donde puedas”- comento el hombre de gafas, quien tomo asiento en una silla que se encontraba en lo que parecía un escritorio lleno de documentos –“solo necesito que firmes algunos documentos y será toda tuya”- busco por sobre el escritorio, removió algunas hojas –“aquí están”- se los extendió y el hombre frente a él los tomo casi arrebatándoselos

 

 

 

Reviso los documentos uno por uno bajo la atenta mirada del otro hombre. Termino de hacerlo y suspiro, tomo un bolígrafo y firmo en los espacios correspondientes. Le extendió las hojas al otro y se cruzo de brazos  mientras chasqueaba la lengua.

 

 

 

-“bien, todo parece en orden”- sonrió el otro al revisar que hubiese firmado adecuadamente –“oficialmente es toda tuya, puedes llevarla a casa si así lo deseas”- comento sonriente, pero su sonrisa se borro de inmediato –“¿Qué sucede? ¿Te encuentra bien?”- se acerco colocando su mano en la espalda del otro.

 

 

 

El pelinegro había comenzado a toser de repente. Mas sin embargo, alejo la mano del otro-“estoy bien…”- contesto cuando la tos hubo pasado y observo en sus manos un poco de sangre, saco un pañuelo y lo limpio como si no fuera nada

 

 

 

Komui le observo, mas no dijo nada, sabia de la enfermedad que padecía y lo necio que se encontraba sobre ese tema –“mandare por ella”- se dio vuelta y marco en el teléfono ordenando que la llevaran hasta ahí.

 

 

 

El japonés se quedo sobre el pequeño sofá de la oficina, un poco cabizbajo. Se pregunto si estaba bien lo que estaba haciendo.

 

 

 

Colgó el teléfono y se dio vuelta observándole de nuevo –“mucha gente recorre a nosotros en situaciones como la tuya”- se acerco a él –“todos queremos a alguien al lado en una situación como esta”- el japonés alzo la mirada –“cuídala bien y espero que seas feliz el resto de tu vida”- le sonrió y el japonés estaba a punto de decir algo cuando llamaron a la puerta –“adelante”-

 

 

 

La puerta de abrió y ambos se giraron para ver quien entraría. El japonés fue quien le observo principalmente, era una figura delgada, de piel blanca, sus ojos eran de una tonalidad gris y sus cabellos eran de un extraño color blanco y de un largo hasta la cintura.

 

 

 

Se levanto y se acerco a la persona sin dejar de observarle; ésta parpadeo confusa al verle. Kanda acerco su mano a su rostro; le tomo del mentón acercándose más al rostro de la persona recién llegado pudiendo así apreciar su rostro; sus facciones eran delicadas. En conjunto, cualquiera que lo viese podría pensar que se trataba de una niña inocente.

 

 

 

Arrugo el entrecejo al notar un detalle “extra” –“che, ¿Qué se supone que es esto?”- pregunto con molestia al de gafas mientras le mostraba el rostro de la persona

 

 

 

-“yo no veo nada raro en su rostro”- se acerco y lo analizo

 

 

 

-“¿Por qué tiene esa marca?”-

 

 

 

-“¿marca?”- le observo –“oh, te refieres a la de su rostro”- continuo observando a la persona albina–“no la había visto antes, mandare a que le revisen”- se alejo y llamo a los encargados para que se llevaran a analizar a la persona recién llegada.

 

 

 

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

 

 

 

El reloj marcaba las 4:00 p.m. y Kanda ya había perdido la poca paciencia que poseía, tenía el tiempo contado y  se había pasado la mayor parte del día esperando en esa sala de espera.

 

 

 

Escucho pasos acercándose y de inmediato observo a la persona que se acercaba. Se trataba de una joven de cabello corto y con tintes verdosos -“Kanda”- llamo al hombre –“hemos terminado por favor sígueme”- le brindo una sonrisa

 

 

 

El japonés se puso de pie y le siguió en completo silencio. Tan solo esperaba que ya todo estuviera bien para poder marcharse.

 

 

 

La china se detuvo frente a una habitación llamando a la puerta. Detrás de esta se escucho un “adelante”. Abrió la puerta y entro junto con el japonés.

 

 

 

El lugar parecía una especie de habitación de hospital, poseía una decoración bastante sencilla, en medio de la habitación se encontraba una cama y parecía que alguien se encontraba descansando sobre esta. Se acerco y noto que se trataba de la persona de hace un rato.

 

 

 

-“le hemos revisado y al parecer no existe problema alguno con esa marca”- entro de repente el hombre de gafas

 

 

 

Kanda observo al que dormía sobre la cama, no estaba muy convencido de esas palabras.

 

 

 

Observaron al japonés esperando su respuesta, sería un problema si este no quisiera aceptarle y tuvieran que buscar algo más  que hacer con ella.

 

 

 

-“¿Kanda?”- le llamo la chica ante el silencio por parte de su amigo de la infancia

 

 

 

El japonés no dejaba de observarle, era cierto que esa marca lucia extraña, pero fuera de eso y del color de cabello no veía nada de malo –“che ¿ya puedo llevármela?”- pregunto mientras delineaba su rostro delicadamente con sus dedos, pasándolos por esa extraña marca.

 

 

 

-“claro que puedes”- ambos hermanos sonrieron –“pero antes de llevarle contigo debes saber que…”- llamaron a la puerta antes de que terminara de hablar

 

 

 

-“Komui-san tiene una llamada”- dijo una mujer de cabellos castaños y un poco ondulados –“Lenalee-san hay alguien que quiere verla”-

 

 

 

-“gracias Miranda, iré en seguida”- contesto la chica –“nos vemos después Kanda”- se despidió y salió de la habitación junto con la castaña

 

 

 

En la habitación tan solo quedaron el japonés, la persona durmiendo y Komui –“no debe tardar en despertar, en cuanto lo haga puedes llevarle contigo”- se despidió antes de salir de la habitación.

 

 

 

La habitación se quedo en completo silencio. El asiático tomo una silla cercana y se sentó al lado de la cama suspirando cansadamente. Ya había perdido prácticamente casi todo el día en ese lugar, esperar un poco más ya daba igual.

 

 

 

Comenzó a sentirse mal, llevo sus manos a su pecho sujetándolo y tratando de resistir el dolor que su propia enfermedad le causaba. Debía soportarlo, no iba a permitir que la enfermedad fuera más fuerte que el.

 

 

 

Instintivamente inclino su cuerpo hacia el frente aun con las manos sobre su pecho. El dolor era cada día más y más insoportable.

 

 

 

De repente sintió una mano tocarle, levanto la vista encontrándose con un par de ojos platinados que le miraba atentamente.

 

 

 

Por unos segundos sus miradas se cruzaron, el dolor de Kanda se fue calmando poco a poco. La mano que se había acercado a tocarle, ahora le acariciaba la mejilla de una manera algo tosca. Llevo su propia mano a su rostro, colocándola sobre la otra.

 

 

 

La persona de cabellera albina le brindo una cálida sonrisa y él tan solo esbozo algo parecido a una sonrisa de lado.

 

 

 

-“baka moyashi”-

Notas finales:

Bueno ¿Qué les pareció? ¿Creen que tenga futuro? ¿Debería continuarlo? Ustedes tienen la última palabra. Si les pareció que es algo decente y quieren saber que pasa, no olviden dejar un review, es fácil, sencillo y rápido xD


 


Recuerden, entre más dejen más pronto hare la conti


 


¿review?


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).