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Cubiertos por la lluvia por vico-san

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Notas del capitulo:

Luego de casi un año de estar registrada publico algo ¡que es mi primer yaoi con lemon!

¡Y que lemon! Es casi 80% de eso.

Este también es mi primer fic de Naruto, asi que perdonen su me quedo OOC o lo que fuese.

 

Sasuke caminaba con su paraguas bajo la lluvia. Podía tranquilamente llamar a alguien para que lo recogiera, pero estaba arto de estar solo en su departamento, aunque tampoco quería ver a alguien. Simplemente no quería llegar a un a su casa, la soledad podía llegar a ser aburrida si se tornaba rutina.

El centro de Tokio estaba en su hora pico y el diluvio hacia todo mas ajetreado, los trabajadores volvían a sus casas a paso apurado, todos corrían a los subtes o a sus autos para no mojarse, pero entre toda la gente vio a alguien que salía de su auto sin paraguas y sin apuro.

“Naruto”

Pensó Sasuke cuando vio al joven de cabellera rubia y piel acanelada que vestia de oficina.

Cuando salio del trabajo y decidió ir a su casa caminando había rogado mentalmente no encontrarse con nadie, pero este encuentre no entraba en ese pedido al cielo.

Vio como el rubio sin apurarse entro a un bar, y mientras estaba allí, estático por haberlo encontrado luego de dos años.

Se sacudió mentalmente para reaccionar y luego decidió entrar también en ese bar.

Entro con elegancia a la estancia, un bar común sin pena ni gloria, con pocos trabajadores sentados en las mesas y en la barra y una suave mormullo a voces y ruidos de bajillas que se mezclaba con el de la lluvia. Sin mucho esfuerzo logro encontrar a su excompañero de instituto. Estaba sentado en una mesa junto a la venta con la mirada perdida en el paisaje lluvioso del otro lado, completamente en las nubes.

Ya no llevaba el saco y ahora tenia la camisa remangada hasta los codos. Unas pocas gotas se le veían caer del cabello hasta el cuello, y al estar algo mojado se le transparentaba la camisa pegándosele en la piel.

Al Uchiha le recorrió un escalofríos del cuello hasta el estomago, perdiéndose en su parte baja. ¿Cómo podía ser que después de tanto tiempo aun le pasaran esas cosas? Tendría que haber sido solo cosa de la adolescencia. Como pudo trato de alejar esos pensamientos de su cabeza y se encamino hasta donde estaba el rubio, que hasta ahora ignoraba la presencia del azabache. Respiro profundo e hizo un poco mas audibles sus pasos cuando estuvo cerca del chico. Dejo su paraguas a un lado del asiento, que eran de esos empotrados a la pared que parecen sillones.

Estaba apunto de saludar, al ver que Naruto aun no lo notaba, cuando este lo vio.

-¡Sasuke!- le dijo abriendo sus azules ojos por demás, luego parpadeo sorprendido, como esperando que sea una ilusión.

-Dobe – dijo tranquilo el Uchiha sentándose. –Tanto tiempo…

-Y sigues siendo el mismo.- completo la frase Naruto, aparentando un puchero.

-Tu tambien.- le dijo el pelinegro, mirándolo evaluadoramente.

-¿Qué haces por aquí?- pregunto el rubio algo sorprendido, pero con una sonrisa encantada de mostrarse a su excompañero y mejor amigo de esos años de instituto.

-Me resguardo de la lluvia.-contesto con obviedad.

-¿Andabas a pie?- pregunto el Uzumaki incrédulo y con ganas de fastidiar a uno de sus blancos favoritos.

-Si, hay que cuidar el medio ambiente, ¿no?

-Si claro, tu preocupado por el medio ambiente…mejor hubieras dicho algo como: el combustible esta en las nubes.- dijo sarcástico el rubio.

-¿Y tu que hacías?- pregunto cortando con lo suyo.

-Perdiendo el tiempo, pensado…- dijo desviando la mirada para volver a ver la lluvia.

El Uchiha arqueo una ceja.

-Pareces deprimido.- comento en un tono especial para molestarlo.

-Vaya, no savia que se me notaba tanto.- contesto el ijo azul con su habitual sinceridad, pero esto solo descoloco al pelinegro.

Estaba seguro que el chico tenia algo raro, pero había dicho aquello solo para molestarlo, copas veces había visto al Uzumaki deprimido, y casi siempre era por su melodramática forma de tomarse las cosas. Hubiera seguido con sus cavilaciones de no ser por la mesera, que se dignaba a aparecer.

-¿Les sirvo algo caballeros?- dijo con tono coqueto.

La mesera había tardado por estar peleando por quien iba a ser la que se encargara de esos dos, según sus propias palabras, súper guapos, ricos, exitosos y sementales hombres. No era muy probable que les dieran su numero, pero de seguro dejaban buena propina.

-Lo mas fuerte que tengas para mi.- dijo Naruto apoyando su cabeza en una de sus manos con pesadez.

-Un café doble.- ordeno el moreno, sin mirar a la mujer, estaba realmente consternado por el estado del chico.

-¿Pero que fue lo que sucedió?- decidió preguntar. Ya no podía con esa incógnita.

-Unos cuando tragos mas tarde-

-¡Me dejo!- dijo por undécima vez el rubio, con la cara contra la mesa, alcoholizado hasta los pies.

-Ya supéralo, esa mujer siempre fue una…idiota- termino por decir Sasuke, también por incontable vez.

-¿¡Pero no entiendo!? Se que no soy el mejor hombre del mundo, tal vez el tercero… ¿pero tenia que decirme que soy un bueno para nada inmaduro?- lloriqueo Naruto. Sasuke le palmeo la cabeza.

-Claro que no eres nada de eso… tal vez inmaduro y para algunas cosas inútil, pero seguro que lo dijo por estupida bocona.

-¿Tu crees?- dijo el rubio un los ojos llorosos y algo inseguro.

-Además es mejor que hayan terminado. Nunca me pareció buena para ti.

-Pero Sakura-chan realmente me gustaba.- dijo recordando esos días de escuela, cuando Sasuke se oponía a que Naruto saliera con la pelirosa, sin  saber que lo hacia por despecho al pelinegro.

-Pero hay muchas personas en el mundo, deja de llorar como un bebe que apenas te reconozco.- dijo evadiendo la mirada.

-Bueno… tienes razón, tal vez es solo cuestión de tiempo hasta encontrar a la chica indicada.- y aunque Sasuke no cambio su rostro, lo que había dicho el rubio el pico en el pecho. Sabia que Naruto nunca se fijaría en otro hombre, pero confirmarlo indirectamente lo dolía.

Si hubiera sabido que tenia la minima oportunidad por lo menos lo hubiera intentado.

-Pero por ahora la soltería es lo mejor ¿no?- dijo recargando su cabeza en una de sus manos y cerrando los azules ojos.

El pelinegro tenso la boca, ver al chico de esa forma lo así querer tirársele encima. ¡Malditas hormonas! Estar a dos metros de Naruto lo hacia sentir de 16 de nuevo

-Claro, podrías experimentar cosas nuevas.- dijo el azabache jugueteando en su mente con ideas irrealizables.

-Si, pero ahora tengo mucho sueño como para eso. Me pase toda la noche sin dormir y encima el trabajo estuvo demasiado pesado… ¿no extrañas esos tiempos Sasuke?- dijo todo eso sin abrir los ojos.

-Claro.- contesto el Uchiha, aunque no los extrañaba por lo arduo que resultaba ser un adulto en comparación a eso, sino por todas las horas que pasaba con el rubio.

-Ahh- suspiro Naruto, dejando su cabeza acostada entre sus brazos, parecía dormirse en cualquier momento.- que bueno tiempos… sonamos como unos viejos.

-Tu suenas como un viejo.- dijo el azabache pero el rubio no contesto. Sasuke le pico con el dedo la cabeza unas cuantas veces, pero siguió sin hacer ningún movimiento.

“No puedo creer que se haya quedado dormido en un bar”

-Oye, Naruto.- dijo más fuerte, sacudiendo su brazo.

-Hmmm, Sasuke.- dijo apenas abriendo los ojos.- me llevarías a casa o a un hotel.- “¿Es que acaso esta probando mi determinación a no vilolarlo?”- o por lo menos al auto, para que duerma allí.

-De acuerdo, te llevare a tu casa.- dijo resignado y con tono molesto, pura treta, levantándose para tomar al rubio.

Ambos salieron del bar, Naruto con uno de sus brazos por el cuello del moreno, y iba casi arrastrándose. Mientras Sasuke se repetía “Lo llevo a su caso, lo acuesto y me voy. Lo llevo a su caso, lo acuesto y me voy. Lo llevo a su caso, lo acuesto y me voy…” aunque eso no era suficiente para desarmar su mente de malsanas ideas.

Abrió la puerta con la llave que le había dado antes el rubio y luego lo ubico en el asiento del acompañante, arranco el auto y se dirigió hacia la casa del Uzumaki. Cada vez que se encontraba con un semáforo en rojo, se la pasaba viendo la cara de ángel bobalicon que tenía el rubio al dormir, hasta que algunas bocinas de conductores algo más apurados lo hacían reaccionar.

La lluvia no había parado, y como no tenia ni idea de donde estacionaba normalmente su auto Naruto, decidió dejarlo enfrente de donde vivía. Una torre de mas de treinta piso en la zona céntrica.

Tuvo que cargar al oji azul en su espalda hasta la entrada, donde el portero los dejo pasar al recocer al Sr.Uzumaki.

-¿Qué le ocurrió?- pregunto con notable preocupación.

-Se descompenso en el trabajo.- mintió el moreno.-Lo llevare a su departamento, soy un amigo.-dijo mientras dejaba al chico atrás.

-¿Quiere que lo ayude?- pregunto algo dudoso el portero.

-No hace falta.- dijo Sasuke acercándose al elevador y llamando.

Por suerte este estaba en ese piso y se abrió de inmediato, dejando entrar al moreno que oprimió el numero nueve. Mientras esperaba llegar al piso indicado, sintió como Naruto ajustaba el agarre en sus brazos y refregaba su cara contra su cuello.

-Deja de hacer eso, Dobe.- dijo tratando de mantener la voz tranquila, aunque ya tenia toda la piel erizaba por el contacto.

Naruto parecía seguir dormido, porque no dijo nada. Y luego de unos segundo la puerta se abrió en el noveno piso, y caminando lentamente, por varias razones que iban desde no despertar al rubio hasta hacer durar mas ese momento, llego a la puerta del departamento, que tenia una clara letra “E” como identificación. Con el manojo de llaves del oji azul la abrió haciendo malabares con el cuerpo en su espalda y al entrar la cerro de nuevo. Camino por la sala decorada de forma minimalista hasta la habitación que seguía con el patrón algo alterado por el habitual desorden. No había luces encendidas, pero las que entraban de la calle dejaban ver a Sasuke el perfil inconciente de Naruto, lo tapo con una frazada que estaba a los pies de la cama y luego se encamino hacia la puerta. Eso era todo, quien sabe cuanto tiempo pasaría hasta que se volvieran a ver, una parte de el esperaba que fuese nunca mientras que otra no se quería ir de ese lugar impregnado de la esencia del rubio. Se giro para cerrar la puerta y vio que el Uzumaki estaba sentado con la cabeza gacha y tomándosela con una mano.

-¿Qué ocurre?- pregunto demorándose, Naruto no levanto la cabeza al contestar:

-Mi cabeza me esta matando…

-Sigues siendo tan inútil con el alcohol.

-Mejore un poco, ahora no vomito…tanto.- el azache apenas pudo contener una risita.

-¿Quieres algo?

-¿Haras de enfermera?- pregunto sarcástico.

-Solo porque no tenga nada mejor que hacer.

-¿En ese caso, me traes algo para la resaca?- pregunto el rubio volviéndose a acostar dejándose caer sin delicadeza.- Debe haber algo en la cocina.- el pelinegro salio sin decir nada.

Rebusco en las alacenas hasta encontrar una lata con una cruz roja llena de varios fármacos. Tomo el que mejor le pareció y con un baso de agua volvió a la habitación del dueño de casa. Cuando volvió a entrar al cuarto se encontró con Naruto tratando de ponerse la parte inferir de un pijama, un pantalón holgado y de color oscuro.

-Luego toma esto- dijo acercándose para dejar el vaso y la pastilla en la mesita de noche y devorando con la mirada la espalda desnuda del rubio.

Se toco los labios imaginando el tacto de estos contra la piel acanelada de su excompañero, cada minuto su control era menor.

 Estaba por decirle a Naruto que se iría de una vez, cuando este perdió el equilibrio delante de él. Estaba cayendo hacia atrás –donde estaba Sasuke – pero fue detenido por el moreno, que no pude evitar caer sentado en la cama a su espalda con el rubio en su regazo. Las monas que estaban en los hombros del mas bajo bajaron por su espalda hasta aforrarse a su cintura, y dándose un lujo, el de ojos negros enterró su rostro entre el cuello y el hombro de Naruto, sorprendiéndose cuando noto que olía a perfume caro. Sin darse cuenta de lo que realmente estaba haciendo empezó a acariciar su abdomen y a besar su cuello.

Por su parte Naruto no sabia si eso realmente estaba pasando, ¿su amigo lo estaba besando? Repasemos, ¿Sasuke lo estaba acariciando y besando cuando apenas soporta que la gente lo mire?. Luego de nos segundo llego a la conclusión de que eso era demasiado real como para ser un sueño.

-¿Sasuke?- dijo temeroso, mientras trataba de ver la cara del azabache.

-Solo déjame hacerlo una vez, solo una vez.- decía desinhibido en su oído

-Sasuke…- Naruto intento levantarse, pero el pelinegro lo detuvo y a demás lo acostó en la cama en una rápido movimiento dejándolo debajo de el.

-Prometo no hacerte daño.- le dijo mientras recorría su clavícula con sus labios y tocaba posesivamente la el resto del torso

-Para- se quejo el de ojos azules.

Naruto estaba tratando que quitarse de encima a Sasuke, pero no lograba nada, en parte porque su cuerpo estaba exhausto por las horas sin sueño y la jornada de trabajo, además de que no se podía mover como quería por el alcohol que aun había en su cuerpo. El pelinegro noto la resistencia pero también noto como la excitación se hacia palpable en su entre pierna, ya era muy tarde como para detenerse ¿lo odiaría menos si se detenía ahora que luego acabado todo?... tal vez, pero ya su objetivo estaba claro y no podía parar hasta alcanzarlo, además que el rechazo luego seria casi el mismo, la amistad ya estaba resquebrajada hacia mucho.

El rubio siguió revolviéndose bajo el Uchiha que ahora estaba besando sus pezones haciendo que se endurecieran, los quejidos/gemidos de Naruto no hacían más que excitarlo todavía más, y mientras degustaba la piel suave y calidad metió una de sus manos en el interior del pantalón del oji-azul, este trato de separarse con mas fuerza del azabache, pero fue decayendo a medida que la mano de Sasuke iba acariciando cada vez mas su hombría.

El pelinegro se alejo un poco de su excompañero cuando noto que casi ya no luchaba contra el. Le quito los pantalones y la ropa interior mientras se deshacía también de las suyas lo más rápido que fue capas. Mientras tanto, el rubio empezó a alejarse del que antes tenía encima medio arrastrándose por la ancha cama. Sasuke volvió su atención al rubio y lo detuvo tomándolo de los hombros para luego con una sola mano aprisionar sus muñecas sobre la rubia caballera.

-Basta ya, deja de jugar…- dijo el Uzumaki mientras trataba de alejar a Sasuke con sus piernas, aunque eso solo sirvió para que el de ojos negros se ubicara mejor entre ellas.

-No estoy jugando, Naruto- contesto con voz ronca y excitada, terminando con la distancia entre sus rostros.

El rubio iba a volver a protestar cuando el azabache aprovecho los entre abiertos labios de este para besarlo. La lengua del pelinegro invadió la cavidad que mas había deseado, degustando el sabor a alcohol y la calidez de esta. Naruto empezó a removerse debajo de la piel pálida de Sasuke, y este con su mano libre volvió a atrapar el miembro ya erecto del que sometía empezando a masturbarlo al ritmo que el beso se hacía mas violento, por no decir pasional.

Mientras el rubio tratada de echar la lengua extranjera, Sasuke disfrutaba el rose de todo su cuerpo contra el de Naruto desinhibidamente. El Uzumaki cada vez era menos consiente de que eso estaba mal y que debía terminarlo de alguna manera, su concentración era entrecortada por las sensaciones agudas y placenteras que sentía en su entre pierna, sabía que no iba a aguantarlo mucho mas.

-¡Basta!- logro decir cuando corto con el beso que lo callaba.

-¿Realmente quieres que pare? – le dijo sarcástico al oído.

-¡Si bas…- pero el rubio no pudo terminar la frase porque Sasuke aumento el ritmo de las caricias y empezó a morder su lóbulo para luego marcar su cuello, en una zona mas que evidente.- Nmm.- Naruto se mordió le labio para ahogar un gemido cuando se vio culminado y termino en la mano de azabache.

Respiro sonoramente mientras miraba encolerizado a los ojos negros frente a el, simplemente no podía creer que su amigo estuviera haciendo eso, el efecto del alcohol le daba un aire mas irreal aun.

-Eres increíblemente erótico, casi me vengo de tan solo verte poner esas caras.- dijo el pelinegro pasando la semilla del rubio como ungüento por sus manos.-Tranquilo.- le dijo volviéndose a acercar.- O sino dolerá.

Luego de eso busco el entrada inferior del rubio y metió uno de sus pálidos dedos, haciendo que Naruto se tensara y empezara a revolverse violentamente debajo del azabache. Tratando de calmarlo, atrapo una de sus manos a un lado y le beso callando los quejidos, mientras empezaba a meter y sacar su dedo mayor del interior del chico. Luego de unos segundos, aun cuando el chico se resistía, metió otro dedo haciendo movimientos circulares. Empezaba a sentir como el miembro de Naruto volvía a erguirse, aprovechando eso, el pelinegro empezó a mover sus caderas asiendo que ambas erecciones se rozara, provocando que el beso se rompiera para que ambos pudieran soltar sus gemidos de placer.

El brazo que antes intentaba alejar a Sasuke se enrollo en su cuello y escondió su rostro en su pecho. Simplemente no podía dejar que el pelinegro le viera en ese estado, ya rendido a un placer equivocado. Sasuke libero la otra mano del rubio y mientras seguía penetrando ahora con tres dedos trato de hacer mostrar su rostro a Naruto.

-Basta… Teme.- dijo quedo y entre suspiros.

-No, es imposible que pare ahora.-le contesto en voz baja.

El azabache se alejo un poco de Naruto y así logro verle el rostro, saco sus dedos del interior de este para tomarlo de las caderas y con lentitud comenzar a meter su hombría que palpitaba de la excitación. El rubio se removió y sus manos apretaron las colchas tratando de aguantar el dolor que sentía, no había comparación con la penetración de antes.

-¡No!, ¡para…- se quejo mientras cerraba sus ojos para que no se escaparan lagrimas y trataba de alejarlo moviendo sus piernas.

-Aguanta, solo será un momento- le decía Sasuke haciendo uso de toda su fuerza de voluntad para no empezar a embestirlo como maniaco.

Su interior era tan estrecho, calido y estaba tan húmedo que se sentía succionar. Ambos se quedaron callados, respirando sonoramente un par de segundos y evitando los ojos del otro. Las luces de los autos y de las calles daban relampagazos de claridad en la habitación donde los dos hombres no se movían. Por incomodidad Naruto acomodo sus caderas haciendo el primer movimiento rompiendo esa pausa helada y dolorosa para ambos. El azabache tomo una de las tostadas piernas y la alzo hasta cerca de su hombro, provocando un quejido en el rubio que se desquito apretando uno de los brazos pálidos.

-Y… ¿ya puedo?.- pregunto con una media sonrisa algo forzada pero aun así perfecta.

-Muérete.- le contesto el rubio clavándole los azules ojos que pretendían parecer resentidos.

El moreno se acerco hasta poder besar de nuevo los labios de Naruto al tiempo que daba las primeras embestidas, lentas y profundas, sintiendo las estreches y calor del interior del rubio, que buscando pelea le mordió los labios al Uchiha regalándole una sonrisa cuando este se alejo. Sasuke no se iba a quedar atrás y su amabilidad quedo enterrada entre unas mordeduras al cuello del oji azul y embestidas más aceleradas.

El rubio se quejo, gemio y pataleo haciendo de todo una pelea entre el sexo que el mas pálido devolvió gustoso. Siempre que se había imaginado el hacerlo con Naruto no era todo color de rosas, sino entre mordisco y golpes e insultos en vez de palabras pastelosas.

Ninguno abría la boca, solo salían sonidos que morían en la garganta, era otra competencia y como buenos rivales iban a ser todo los que este en sus manos para ganar. Sasuke empezó a masturbar el miembro del rubio que se mordió los labios y mando al infierno con una mirada al Uchiha mientras alzaba una de sus manos y pellizcaba fuertemente uno de los pezones del pálido pecho. El azabache se desquito con el miembro del menor apretándolo. Emitían gemidos que nadie escucharía, y seguramente querrían olvidar toda su vida.

Eran personas importantes. Naruto estaba como secretario del consiglerie de Japón y teniendo en cuenta su edad, dentro de unos veinte o treinta años podría aspirar a primer ministro. Sasuke había llevado la empresa de su familia al exterior haciéndola una renombrada multinacional, sin perder el puesto de socio mayoritario, sobre pasando las expectativas que habían previsto su familia. En otras palabras, tenían vidas muy importantes en una sociedad ortodoxamente heterosexual, y este era un acto entupidamente arriesgado para cualquiera que quisiese mantener su carrera en lo alto.

Aun así las embestidas se aceleraban, al igual que las respiraciones y la lluvia que caía afuera. Nadie del exterior se entero cuando ambos jóvenes llegaron al orgasmo. Uno que dejo una marca indeleble en ellos.

Sasuke miro una vez más a Naruto antes de salir de su interior. Se veía hermoso.

Sudado, gateando, con los ojos vidriosos y rojizos, llenos de sentimientos que chocaban en su mente. Salio y se recostó a un lado, dejando recomponer su respiración a la normalidad con la mente en blanco. Estaba muy lleno de todo, y era muy pronto para repasar lo ocurrido.

Sintió que el rubio se giro, quedándose de costado y dándole la espalda, lo miro y se pregunto en que momento le había arañado allí.

Suspiro y se incorporo primero sentadote y luego parándose a buscar su ropa, gracias a dios encontró todo sin dificultad y se vistió con tranquilidad. Naruto no se había movido de nuevo, solo se veía el subir y bajar de su espalda por la respiración.

Ante los ojos penumbrosos de Uchiha se veía tan macerado el rubio que su sadismo estaba asqueado.

Empezó a caminar hacia la salida apenas haciendo ruido con sus pasos sin volver la vista. Estaba en el umbral de la habitación cuando la voz, sorprendentemente, sin alteraciones de Naruto le sorprendió crispándole el cuerpo.

-Soñé esto una vez.- dijo canción, con una tranquilidad que no podía ser buena viniendo de él.

-¿A si?- contesto absorto, pero ocultándolo el azabache.

Compuso su rostro como mejor pudo y enfrento al rubio que tenia los ordes en un punto muerto.

-Si. Poco después de que termináramos las secundaria y dejáramos de vernos.- Sasuke se rió quedo y con ironía.

-Deje de verte porque no paraba de tener sueños como esos, ¿y tú los tuviste después?

-Hasta en eso diferimos.

-¿Por que dices todo esto?.- pregunto serio, antes de que su mente se hiciera cualquier minima falsa ilusión.

-Porque no te odio.- contesto el rubio, fregándose la cara, como si racione se hubiese levantado.

-¿No?.- pregunto sacando su tono de cinismo y suficiencia.- Entonces me quedare.- probo terreno con su comentario-…el cielo se esta cayendo allá fuera.- y como si la tormenta le diera la razón, la luz de un relámpago azoto la habitación.

-¿Desde cuando das excusas? Si que te importe ¿he?- saco su tono socarrón y molesto el rubio.- Y ya que estas levantado, ve a hacer ramen, muero de hambre.

-Mi horario de “enfermero”  hace rato ya término.

-¿Sabes? Que no te odio no quiere decir que no este molesto.- le amedrento con la mirada azulada, a lo que el Uchiha solo chisto la lengua y salio a hacer el bendito ramen.

Seguramente, en un par de horas cuando saliera del shock y comprendiera que “su gran sueño” se había hecho realidad se tararía encima de Naruto de nuevo.

 

Notas finales:

Realmente salio largo. Pocas veces he escrito algo mas de 2000 palabras, pero es que me tomo su buen tiempo hacerlo.

Me encantaría saber que opinan (no sean muy malos, ¿si?)

Y obviamente gracias por leer.

 


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