En mis sueños yo le dije muchas veces te amo, mientras el me embestía yo movía mis caderas para el, sus ojos color miel me miraron con ternura y deseo.
-que estupidez…- dijo un pelinegro mientras suspiraba, se encontraba en el parque de Ikeburo sentado en la orilla de una fuente con la mirada perdida en la banqueta, viendo las piernas de las personas al pasar.
-IZAYA!!!- gritaba un rubio mientras corría rápidamente por la calle, haciéndose camino entre la gente, se detuvo frente al chico sentado en la fuente.
-Shizu…- el pelinegro levanto la vista para verlo y acto seguido recibió un puñetazo que lo hizo volar y chocar contra un árbol.
-TE DIJE QUE NO VINIERAS NUNCA POR AQUÍ, CABRON!!!- dijo enojado el chico rubio gritando a todo pulmón mientras levantaba por el cuello de la camisa al pelinegro.
-chan…- fue lo ultimo que pudo decir luego de desmayarse.
No entendía porque, aquel sueño lo había analizado muchas veces desde la primera vez que lo tuvo, pero siempre llegaba a la misma conclusión, Heiwajima Shizuo le gustaba locamente, tanto que le dolía incluso el mirarlo.
-Esta vez te pasaste Shizuo- dijo Shinra mientras acomodaba el cuerpo del pelinegro sobre la cama –aunque me sorprende que no se defendiera- decía mientras curaba la herida.
-y yo que se- bufo el rubio –tenia que golpearlo, no imagine que iba a desmayarse- se quejo.
-me parece que estaba algo distraído- escribió Celty en su PDA.
-ya cure la herida en su cabeza lo único que queda es esperar a que despierte y…- se quedo pensativo el medico.
-que sucede Shinra?- escribió rápidamente Celty en su PDA.
-uhm… espero que no pierda la memoria, el golpe que recibió fue demasiado fuerte- el chico rasco su cabello como tratando de entender la situación –lo entiendes verdad Shizuo?- miro con seriedad al chico que lo había golpeado.
-que cosa?- dijo el rubio algo confundido.
-si Izaya pierde la memoria tu te encargaras de cuidarlo- dijo por ultimo mientras empujaba a Celty fuera de la habitación cerrando la puerta detrás de ellos.
-dudo que este idiota pierda la memoria- murmuro el rubio para el mismo mientras se acomodaba en una silla cerca de la cama esperando que el pelinegro despertara.
Porque será que los humanos se enamoran?, pensaba constantemente Orihara Izaya siempre que despertaba de sus sueños con Shizuo, se preguntaba diariamente que diría el rubio si el le dijera que le gustaba, sentado en la silla de su oficina, miraba el cielo y se imaginaba la vida al lado de Shizuo, por un momento fugaz pensó en ser un humano normal y corriente.
-Vaya hasta que despiertas- dijo el rubio de mala gana, aventando la colilla de su cigarro por la ventana –y bien…- se acerco al pelinegro.
-uhm…- el pelinegro lo miro fijamente como embelesado, tan pronto como el rubio estuvo cerca, se lanzo sobre el, cayéndose los dos al suelo.
-que demonios te pasa?- le dijo el rubio mientras lo empujaba –no estés jugando, sabes que me molesta tu- Heiwajima se quedo callado al ver al pelinegro sentado sobre el llorando – n… no llores!!!- dijo nervioso y limpio sus lagrimas con la manga de su camisa.
-te quiero- el pelinegro se aferro a el con todas sus fuerzas, se escondió en su pecho y susurro en su oído muchas veces –te quiero… te quiero… te quiero-