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Espejos por Noctis Caelum

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Notas del capitulo:

Hola!!

Le quito un poco el polvo a esta historia y seguimos con la intriga *w*

 

La casa se siente grande para Naruto quien tendra que soportar varios dias sin su novio Sasuke ya que este por motivos de trabajo ha tenido que viajar un poco lejos.

En estos capitulos descubriremos que fue lo que paso durante la ausencia de Sasuke y que es lo que significan los mensajes que este escucho en el capitulo anterior.

 

 

Espero la disfruten ^^

Primer Mensaje

Dos meses antes…

Era su primer día por su cuenta, Sasuke se había ido a lo que él llamaba “expedición” pero para Naruto esas eran simples excursiones de personas adultas, sabía como a Sasuke le molestaba que les llamara de esa forma así que solo lo dejo como broma personal y solo sonrió para sí. Se habían mudado a esa casa solo unas semanas atrás y aunque todavía seguía remodelando algunas áreas, ya se sentía como en casa. lo único que lo ponía un poco inquieto era el ático -¿A quién no?- la dueña de la casa les había hecho un buen precio solo por dejar las cosas de su difunto esposo en esa área, le parecía un poco creepy tener algo así, pero estaba consciente de que solo era por un tiempo.

Había hecho anotaciones del uso que le daría a ese espacio cuando quedara solo, todavía no decidia si pasar el estudio de Sasuke o hacer un cuarto de juegos ya que a ambos les gustaba jugar videojuegos y ver películas –Podría colocar hasta una mesa de pin pon- pensó mientras apuntaba la idea. Esto le hizo recordar que con su azabache tenían muchas cosas en común. La sangre acudió a sus mejillas al recordar el día en que se le había declarado.

Sasuke se veía un poco desesperado al parecer había intentado por varios medios el transmitirle sus sentimientos pero ninguno había funcionado –Suelo ser muy despistado- pensó. El azabache tenia mirada seria y fija en sus ojos, lo tenía acorralado contra una pared en uno de los patios de la universidad, no había nadie en ese momento. Su corazón comenzaba a latir fuerte en su pecho cuando el ojinegro le decía –Me gustas Naruto, quiero que lo comprendas de una vez- a él también le gustaba Sasuke, pero su timidez le había impedido el acercarse de esa manera. Una lagrima rodo por su mejilla derecha.

–No… no llores- la expresión de Sasuke cambio a la de dolor –Comprendo… he sido un idiota y no pensé en tus sentimientos.

-No… es eso- tartamudeo un poco tratando de armarse de valor.

-Lo siento Naruto, no volveré a traer este tema.

-Espera…

- Espero todavía podamos ser amigos…

-¡QUE ESPERES TEME!- grito exasperado al ver que Sasuke hacia sus propias conclusiones –Yo no he dicho nada, tu.. tú también me gustas ¡IDIOTA!- dijo viéndolo con sus ojos cristalinos.

La sonrisa de Sasuke no podía ser más amplia y sin perder el tiempo tomo al rubio por la quijada y unió sus labios suavemente –Me acabas de hacer el hombre más feliz dobe- susurro mientras se besaban nuevamente…

(Teléfono sonando)

El sonido del teléfono lo había sacado abruptamente de aquel lindo recuerdo –Justo cuando se iba poner bueno- pensó el rubio mientras iba a contestar el teléfono. Habían dos, uno en la cocina y otro en la sala, así que contesto en la cocina ya que andaba más cerca de esa área.

-Buenos días- espero unos segundos por alguna respuesta pero nada. Ni siquiera ruido, era como si no hubiera absolutamente nada al otro lado, luego de unos segundos en aquella situación y decir “Hola buenos días” como en 10 ocasiones, decidió colgar, aquello lo estaba poniendo un poco ansioso.

No quiso darle muchas vueltas a esa llamada, probablemente era numero equivocado. Vio su reloj de mano, eran las 10 am –Tengo que ir a comprar la pintura para el baño- se recordó al momento que salía de la cocina. Tenía que ir a su cuarto por su chaqueta negra, vio a su izquierda en el momento que pasaba por el ático, esas gradas le daban un poco de miedo aunque por el otro lado le daba mucha curiosidad saber que podría encontrar al otro lado de esa puerta de madera –Espero no entres al ático cuando no este, Naruto- el recuerdo de las palabras de su novio le llegaban como tormentoso regaño –Hasta en mi cabeza suenas gruñón teme- se dijo un poco con gracia.

Vivian un poco en las afueras de Tokio, así que para ir a una buena tienda de pinturas o ferreterías tenía que manejar por lo menos unos 30 minutos. El dueño de la ferretería ya era incluso amigo del rubio, de todas las tiendas a las que había ido esta era la más completa y como diseñador de interiores siempre le gustaba comprar todo en un solo lugar.

-Buenos días Naruto- le dijo el dependiente con una amplia sonrisa –En que podemos servirte este día.

-Hola Kiba- dijo el rubio respondiéndole con una amplia sonrisa –Necesito pintura azul que sea resistente al agua.

-Oh ¿Esta vez decoraras el baño?

-Sí, quiero que esté listo para cuando mi novio regrese de su excu… digo expedición. Me dijo que lo quería en tonos azules, es su color favorito.

-Oh, perfecto y ¿Que tonos necesitas?- dijo el castaño amablemente.

-Mmmm déjame ver- dijo ojeando unos folleto con miles de tonalidades en pequeños cuadros –Quiero en aguamarina, classic blue y dame un poco de Lucite Green por favor.

-Perfecto, un segundo.

Unos minutos más tarde, Naruto salía con unas bolsas de la tienda despidiéndose amablemente de Kiba. Mientras caminada hasta su carro unas señoras pasaron frente a él, al parecer también iban a la ferretería.

-Buenos días- dijo amablemente el rubio.

-Sí.. Él es- le decía una señora a la otra en forma de secreto.

-Espero no le pase lo mismo- le respondió dándole una pequeña mirada a Naruto.

-Viejas locas- pensó mientras guardaba rápido sus bolsas y subía al auto.

Al llegar a la casa no pasaban más de las 12:25, su estómago le avisaba que era tiempo de comer. Vio con nostalgia su amplia cocina, sin Sasuke no era lo mismo –No llores por mí en mi ausencia- las últimas palabras de su novio antes de partir le llegaban para molestarlo. Pero no podía engañarse, extrañaba a su teme.

Preparo la comida, nada pesado ni elaborado ya que solo cocinaba para él. Vio la pantalla de su celular, presiono una tecla para que la pantalla se iluminara y así ver si tenía algún mensaje y nada. Sasuke le había dicho que se mantendría en contacto como siempre lo hacía, eso lo reconfortaba un poco, pero ni siquiera un mensaje.

Pasó la tarde muy ocupado remodelando el baño, quería que estuviera perfecto para cuando Sasuke regresara. Cuando vio nuevamente su reloj marcaba las 5:40 de la tarde –Sí que vuela el tiempo cuando disfrutas lo que haces-ttebayo- dijo secando un poco de sudor en su frente con la manga de su camisa.

-Ahora un baño para terminar una tarde productiva- dijo quitándose la ropa, de todas formas ya estaba dentro.

Lleno la tina con agua y coloco un poco del jabón líquido de Sasuke, le encantaba el olor de pepino con melón, de esa forma lo sentiría más cerca de él. Entro lentamente al agua, estaba de la temperatura que le gustaba, así podría relajarse, el cuerpo le dolía un poco luego de pintar dos paredes, ya mañana terminaría con la otra. Se colocó sus audífonos y al son de Dark Moore con su cover de Vivaldis Winter, cerro sus ojos y se relajó en la cálida agua.

La guitarra eléctrica sonaba en sus oídos cuando algo salió de lo común, entre los acordes de la canción y como si fuera parte de la canción logro escuchar su nombre como un siseo –Na  ru  to- quito rápidamente los audífonos de sus oídos y se quedó viendo hacia la puerta del baño, había tenido un día pesado y probablemente solo estuviera cansado. Tomo el reloj que había dejado a un lado de la bañera 6:25 pm –Ok! Ya es hora de salir o me hare pasita- dijo mientras se paraba y tomaba la toalla de la barra de metal en una de las paredes, sin darse cuenta había pasado más de 20 minutos dentro del agua.

Salió del baño y se dirigió a su cuarto para buscar su pijama. Mientras revolvía la ropa en sus cajones, vio su celular, presiono una tecla y la pantalla se ilumino pero nada. No había ni un solo mensaje de Sasuke –Infeliz- pensó para sí.

Tomo su celular decidido y marco el número de su novio -Si la montaña no viene a ti, tú vas a la montaña- pensaba mientras el teléfono sonaba.

*Por el momento su llamada no puede ser conectada, deje su mensaje de voz luego del tono*

*Beeeep*

-Infeliz y todavía tengo que dejarte mensajes de voz- pensó el rubio al escuchar ese sonido.

No creas que te estoy llamando porque te extraño o algo así- comenzó el mensaje -Lo que pasa es que no tenía nada mejor que hacer que molestarte un poco…… pero de seguro estas desenterrando alguna señora momificada…. Tú y tus gustos teme…..jajajaja.

*Beeeep*

Me las vas a pagar cuando regreses teme. Dejo el celular sobre la mesita de noche y se dirigió a la cocina para preparar la cena. Se llevó su laptop para revisar algunos lugares donde vendieran espejos, necesitaba uno para la remodelación del baño.

 

Segundo mensaje

Titirito un poco  y se dio cuenta que no estaba cubierto, probablemente en algún momento de la noche se había quitado la sabana, aunque eso no le había pasado antes. Si no fuera porque tenia puesta su pijama, se hubiera despertado con la nariz congestionada. Vio el reloj sobre su mesita de noche 7:30 am. Se había dormido un poco tarde buscando una buena tienda de espejos. Tenía una idea de lo que necesitaba y al parecer solo una tienda podía ofrecérselo. Les había mandado un correo pidiéndoles una cotización –Tengo que revisar mi laptop- se dijo de forma desenfadada mientras se estiraba un poco sobre la cama.

Se froto los brazos al sentir un pequeño escalofrió recorrerle la piel -Si no hubiera sido por este frio todavía seguiría durmiendo-ttebayo- dijo lamentándose y frotando su ojo derecho. Por otro lado estaba ansioso por continuar la remodelación del baño, así que se dio unas palmaditas en las mejillas y se dirigió a la cocina.

Entro y se dirigió a la cafetera, coloco unas dos tazas de agua y cambio el filtro por uno nuevo. Saco una ramita de canela de una bolsita plástica que tenia guardada en una gaveta y la coloco junto con los granos triturados de café. Solo pasaron unos segundos cuando la cocina comenzó a oler a canela y café –Se que debes de estar sufriendo teme - dijo un poco divertido recordando la primera vez que le había hecho café a Sasuke y a este le había fascinado a tal punto que no lo tomaba de otra forma. Dejo la cafetera haciendo su trabajo y paso a otra parte de la alacena para buscar la caja de los pancakes.

Saco lo necesario: un bol, huevo, la mezcla de harina, unas bananas, vainilla y leche. Cuando se disponía a cocinar, al rubio le gustaba tener todo sobre la mesa así tenia todo a su alcance, mas ahora que estaba solo. Corto y trituro las bananas con el tenedor dentro del bol, agrego la harina, el huevo y la leche y comenzó a mezclarlo todo con el tenedor, así lograba mezclar bien las bananas. Ya cuando estuvo todo incorporado agrego un poco de vainilla y estaba listo para comenzar a poner la mezcla sobre la mantequilla caliente.

El aroma de banana, vainilla y canela rondaban por la cocina, pero aquello solo le daba un poco de nostalgia. Le gustaría que Sasuke estuviera junto a el para desayunar juntos. Sacudió su cabeza de un lado al otro, el ya sabia que su novio estaba haciendo algo bueno y que volvería pronto, así que mejor se sentó para comer. Coloco un poco de syrup sobre los pancakes y se sirvió una taza grande de café. Encendió su laptop.

Al parecer todavía no le respondían de la tienda de espejos –Igual es muy temprano- se dijo a si mismo mientras cortaba un trozo de pancake –Ni siquiera se que hago yo despierto-ttebayo. Al terminar de desayunar, dejo los platos sobre el lavabo y se dirigió a su patio, tenia que regar sus girasoles.

Salió al patio frontal y era un día hermoso, el sol brillaba y sus rayos lo refrescaban. Recordó que a su novio no le gustaba mucho el sol, siempre estornudaba –Pareces alérgico al sol teme- le había dicho una vez.

-Um que raro- dijo al ver uno de sus girasoles algo marchito. Busco en otras de sus flores y algunas también estaban de un color oscuro y sin vida. El día anterior les había dado agua y abono, no se explicaba como había pasado –Tengo que tener mas cuidado- se dijo mientras cortaba con una tijera de podar las partes dañadas de las plantas.

(Sonido de teléfono sonando)

Rápidamente Naruto dejo las tijeras y corrió dentro de la casa, su corazón albergaba la idea de que fuera su novio para disculparse por no haberlo llamado antes –Ni creas que te perdonare tan fácil teme- se decía mientras llegaba a contestar su celular. Al ver la pantalla decía –Unknown- decepcionándolo más el hecho de que no era Sasuke.

-Si, diga.

-Buenos días joven Uchiha- dijo la voz de una señora mayor.

-¿Uchiha?- creo que se ha equivo…

-Oh disculpe, ¿No es usted el esposo del joven Sasuke Uchiha?- aquello había hecho que sus mejillas se pudieran rojas como tomates.

-N…no- tartamudeo recuperando sus ideas –Todavía no somos esposos- respondió el rubio sintiendo que su corazón se saldría de su pecho de solo pensar en esa idea –Pero si soy su novio.

-Oh se me hacían una linda pareja por eso me hice mis ideas, discúlpeme.

-No hay problema señora, pero gracias- dijo rascando su cabeza un poco nervioso.

-Oh, todavía no me presento que olvidadiza soy. Soy la señora Marisa Kirisame.

Naruto lo pensó por un momento y luego recordó –Ahh usted es la señora que nos vendió esta casa- Naruto podía ser muy despistado cuando se lo proponía –En que puedo ayudarle Señora Kirisame.

-Dime Marisa- pidió amablemente la señora –Tengo que buscar una cosa en el ático de mi difunto esposo, así que quería saber si podía llegar este día.

-Ah claro Señ..Marisa- tengo que salir a buscar algo pero por la mañana estoy libre- dijo amablemente.

-Perfecto, llegaría dentro de unas dos horas y media. Disculpa la molestia.

-No se preocupe, acá la espero.

-Gracias.

-¡Au!- al terminar la llamada un fuerte sonido hizo que Naruto separara el celular de su oreja automáticamente –Estúpido teléfono- refunfuño dejándolo sobre la mesa nuevamente –Bien, son las 9:20, tengo tiempo para bañarme.

Estaba terminando de cambiarse, cuando escucho que tocaban la puerta –Wow las dos horas y media más cortas de mi vida- se dijo de forma divertida.

Se vio en el espejo, no le gustaba usar muchos productos para el cabello así que solo paso sus dedos tratando de peinar su rebelde cabello, acomodándolo un poco y listo.

Al llegar a la puerta vio a la señora, quien la escuchara por teléfono no tenía ni siquiera una mínima idea de cómo ella era en realidad. Aparentaba como 20 años menos de los que tenía en realidad.

-Buenos días- dijo entrando a la casa.

-Buenos días- correspondió Naruto amablemente.

-Espero al señor Uchiha no le moleste mi visita.

-Tranquila, él no se encuentra. Salió por motivos de trabajo.

-Se debe sentir muy solo joven Uzumaki.

-Dígame Naruto- corrigió.

Mientras platicaban había llegado a las gradas que daban al ático. Por un momento Naruto tuvo la intención de seguir a la señora, pero luego le pareció de mal gusto ya que debía ser muy duro para ella ver las cosas de su difunto esposo. Sintió una punzada en su pecho al pensar en que a Sasuke le podía pasar algo malo algún día. Luego de unos pocos minutos, la señora cerraba la puerta y bajaba. Naruto no veía nada en sus manos, así que le dio mucha curiosidad del objeto que habría sacado ¿Quizá una foto o dinero?

-Muchas gracias Naruto.

-Sé que debe de ser difícil para usted señora Kirisame

-Dime Marisa por favor y sí es un poco difícil, pero debo de afrontarlo- dijo dándole una cálida sonrisa –Conozco la salida, no tienes que acompañarme- coloco una mano sobre el hombro del rubio y se despidió.

Cuando Naruto escucho que la puerta se cerraba, vio de reojo la puerta del ático –No vayas a entrar al ático dobe- la voz de Sasuke regresaba para regañarlo. En eso recordó que el infeliz no le había llamado –Espero tengas una buena explicación teme- pensó mientras buscaba su celular. Recordar a Sasuke le había dado un poco de nostalgia y ganas de molestarlo un poco, así que marco su número, pero no recibió respuesta alguna.

*Por el momento su llamada no puede ser conectada, deje su mensaje de voz luego del tono*

*Beeeep*

“Teme como va tu excursión… (risa) debes de sentirte solo sin mi… ya verás cómo pronto me llamas diciendo que me extrañas- silencio -sabes, la señora que nos vendió la casa vino ahora a llevarse unas cosas del ático… no vi que se llevó… me están dando ganas de entrar ahí teme (risa)…”

*Beeeep*

Una sonrisa marco su rostro al terminar de grabar el mensaje, con aquello por lo menos lo llamaría para regañarlo. Vio la hora en su celular 11:40 –Bien, iré a comprar el espejo y de paso comprare algo de comer-ttebayo- tomo las llaves del carro y se dirigió a la puerta.

 

Tercer Mensaje

El fin de semana llegaba y con el seis días sin saber de su novio. Estaba recostado sobre la cama con los brazos extendidos viendo el techo con sus pensamientos perdidos en la nada. No comprendía como Sasuke no había podido llamarle en toda la semana, la casa se sentía enorme sin él y su corazón sentía un vacio sin escuchar por lo menos su voz. Era un testarudo y lo mas seguro era que Sasuke estuviera poniéndolo a prueba para ver quien cedía primero.

Ese día se había levantado sin ganas de hacer nada, sabia que necesitaba regar sus plantas pero no quería salir de la cama. Con eso recordó que tenía que buscar algún tipo de insecticida o un buen abono. Hasta el momento sus plantas caían una a una y no sabia la razón. Solamente algunos girasoles se mantenían en pie, eso lo ponía más triste, ni sus flores le estaban haciendo compañía. Incluso su entusiasmo por remodelar el baño había decaído un poco. El día anterior le habían llevado el espejo que tanto había estado esperando pero ni siquiera lo había visto.

Hizo un puchero al recordar que quisiera o no tenia que levantarse. Marisa le había llamado el día anterior, al parecer comenzaría a mover las cosas del ático. Busco con su mano a su alrededor, en algún lugar tendría que estar su celular. Cuando lo encontró lo puso frente a él y presiono una pequeña tecla y su pantalla se ilumino -9:00 am- ella había dicho que llegaría a las 9:30 así que tenia media hora para levantarse y tomar por lo menos un vaso de jugo.

Desbloqueo el celular y fue hacia su galería de imágenes, sintió como su corazón era estrujado al ver a la persona que lo estaba haciendo sentir tan débil –Idiota- reflexiono al verlo en una fotografía donde leía muy concentrado uno de sus libros antiguos. A Naruto le encantaba tomarle fotos a su novio y más cuando este no se daba cuenta. En otra fotografía estaba con una toalla sobre el rostro mientras se había perdido en la comodidad de las burbujas de la bañera. Siguió pasando las fotografías y cada vez se sentía mas deprimido –Soy patético- bufo decidiendo dejar aquello. Tomo un poco de aire y marco el número de su novio.

(Sonido de llamada)

*Por el momento su llamada no puede ser conectada, deje su mensaje de voz luego del tono*

*Beeeep*

“No sé porque no me llamas… no es que quiera que lo hagas… de todas formas no es como si te extrañara… pero es tu deber como novio teme… llámame…. Es tu obligación…” al fondo se escuchaba como si tocaban la puerta “Ah... Debe de ser la señora nuevamente… dice que comenzara a mover las cosas de su esposo, yo la veo muy rara… no le gusta que vea lo que lleva… ni que le fuera a robar sus cosas…”

*Beeeep*

Vio la hora en su celular, esta señora era demasiado puntual o simplemente no se había liberado completamente de su casa y la extrañaba. Tomo un pequeño impulso y se sentó sobre la cama, revolvió un poco su cabello. Cuando iba a tomar su celular algo llamo su atención. Su pantalla estaba en negro, presiono una tecla y la pantalla parpadeo –Mmm que raro- presiono nuevamente y la pantalla se encendió y nuevamente un fondo negro apareció. Paso su dedo por la pantalla y esta se movió dejando ver una fotografía de su novio mientras leía un libro. Al parecer aquella imagen completamente negra era una fotografía –Quizá accione la cámara sin darme cuenta-ttebayo- pensó mientras la borraba.

Dejo de perder el tiempo y fue hacia la puerta principal.

-Buenos días joven Uzumaki- dijo con una sonrisa.

-Buenos días Marisa.

Naruto sintió sobre el la mirada intensa de una persona y no era la señora. Un joven como de 1.80, cabello negro, piel nívea y unos ojos que le recordaron un poco a los de su novio, pero solo por el tono azabache. Naruto un poco intimidado le pudo sostener la mirada por pocos segundos, no sabia porque aquellos ojos lo ponían un poco inquieto.

-Ah disculpa- dijo Marisa al ver que algo pasaba –Olvide presentarlo, él es la persona que me ayudara a mover las cosas, mi nieto Sai.

-Un placer- en su rostro se podía distinguir una amplia sonrisa, pero aun así a Naruto le transmitía un poco de incomodidad.

-Mucho gusto- se hizo a un lado y los dejo pasar –Están en su casa- dijo tratando de ser amable aunque solo querían que sacaran todo y se fueran. No estaba de mucho humor para visitas.

Los dos pasaron directos al ático. Naruto decidió ir a la cocina, de todas formas no era como si la señora lo fuera a dejar entrar a ese lugar –Quizá guarda una cabeza- se dijo a modo de broma privada mientras se servía un poco de jugo. Saco su celular de la bolsa del pantalón y comenzó a jugar con el, estaba de lo mas aburrido. Solo podía escuchar los sonidos de que movían cosas haciendo que su curiosidad aumentara un poco más.

Termino con 5 niveles de Zombie Smasher y se dejo caer sobre la mesa de la cocina, puso en altavoz su playlist y comenzó a sonar Lullaby de Nickelback –Genial- pensó mientras la cambiaba, era demasiado nostálgica para este momento. Dio a la siguiente canción: Hole in my Soul de Aerosmith – ¿Están bromeando verdad?- le encantaban esas canciones, pero en este momento no eran las mejores. Probó suerte nuevamente, In too Deep de Sum41 –Perfecto- por lo menos la guitarra eléctrica y la batería le despejarían la mente. Coloco su frente sobre su brazo y cerro sus ojos, aquello era demasiado aburrido.

(Sonido carrasposo distorsionado)

Naruto estaba perdido en su sueño y no se daba cuenta de lo que a su alrededor pasaba. La música comenzó a sonar de forma extraña. En esos momentos la letra de Royals cada vez sonaba más lenta. La voz de Lorde cada vez más baja y gutural mientras sus palabras se alentaban al paso de cada segundo de la canción. El sonido que provenía del celular le helaría la piel a cualquiera. Aquella ya no era ni siquiera la voz de una mujer, era profunda y penetrante. El sonido comenzó a distorsionarse aun más cuando la letra comenzó a sonar a lo inverso. Las palabras enredadas comenzaron a llenar cada rincón de la cocina, cada vez a un volumen más alto.

Oro ed setneid,

Sesirg osvap,

La letra cada vez sonaba más rápida.

Oñab lene sadiac Ergnas ed sahcnam,

Atseif ed sejartletohlednoicatibahalodnazortsed.

Una respiración al fondo de la canción.

mmmi… mmio… mmmio… mmm…

-Mío- el susurro de esa palabra hizo que Naruto se despertara de golpe dando un salto sobre la silla.

You can call me queen bee

And baby, I’ll rule

Let me live that fantasy

Naruto escuchaba el final de la canción dando un gran bostezo mientras se estiraba un poco –Ni siquiera se en que momento me dormi-ttebayo- dijo para si.

-Oh, disculpa creo que te desperté- Naruto dio otro pequeño salto y giro rápidamente hacia su espalda.

Un pelinegro lavaba sus manos.

-En que momento- pensó Naruto todavía un poco adormitado y le respondió –No te escuche.

-Ya terminamos de sacar la mayoría de cosas- comenzó mientras secaba sus manos con una servilleta de cocina –Supongo mi abuela supongo se pondrá en contacto contigo para el resto de las cosas.

-Em si- aquella ansiedad nuevamente lo atacaba. Estaba solo con aquel chico y la cocina se sentía demasiado pequeña en aquel momento –Te acompañare a la salida.

-No se preocupe- lo miro fijamente con aquellas pupilas azabaches. Sus ojos eran del mismo color pero para nada iguales a los de su novio, los de este chico le transmitían frialdad –Ya conozco la salida. Espero nos volvamos a encontrar- dijo pasando al lado del rubio mientras sonreía.

Al escuchar que la puerta de la entrada se cerraba por fin el corazón de Naruto tuvo un poco de descanso. Su cuerpo completo había estado de lo más estresado. Fue hacia la puerta de la entrada y reviso que tuviera el seguro.

Dio un pequeño estirón de brazos mientras regresaba a la cocina, su mirada fue atraída por las gradas del ático. Desde que habían llegado a la casa la curiosidad lo mataba y hoy por haberse quedado dormido no había podido ver que era lo que tanto movían y sobre todo lo que habían sacado.

La voz molesta de su novio lo regañaba en su interior y le recordaba que no debía entrar –Tu tienes la culpa por no llamarme teme- dijo de forma caprichosa mientras dirigía sus pasos hacia las gradas.

Notas finales:

Y pues, eso ha sido todo por el momento

En serio espero sus comentarios ya que es un genero nuevo para mi y que me gusta mucho *w*

Gracias por leerlo ^^

Un abrazo!

Noctis.


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