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Batman vs Superman por Wolfram Von Bielefeld

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Notas del fanfic:

primero que nada aclaro todos los personajes aqui empleados o mencionados no soy de mi autoria, son de WB este fic no tiene ningun fin de lucro es solo recreamiento.

Notas del capitulo:

antes de que empiesen los tomatazos o cualquier otra cosa. ahi les van las aclaraciones.

1: se que este fic salio como propiedad de Ciel Phantom, no me lo estoy plagiando, le he pedido permiso al autor de volver a subirlo ya que el decidio retirarlo de su cuenta.

2: tiene muchas correcciones, MIAS. asi que no esperen que sea el mismo texto ni la misma trama.

3: les aclaro de una vez. TODO EL FIC ESTA BASADO EN "BATMAN"la serie antigua que se trasmitio en tv abierta y en JLA ILIMITADA. tambien de TV. asi que si que si no concuerdan los personajes con los de los comics por esa parte no se admiten reclamaciones porque ya lo estoy diciendo claro. solo estoy basandome en las animaciones y en todo caso peliculas.

creo que eso es todo, les agradesco que se tomen la gran molestia de leer y sobre todo el comentar, para quien lo haga.

 

 

 

 

La noche era fría y quieta, por la ventana se podía ver las estrellas que rodeaban a la Atalaya. Y sin embargo en el interior de aquella fortaleza una tormenta se desataba. Los gritos despertaron a los destacados personajes que presumiblemente dormían en su interior.  Inquietos por aquella disputa, algunos se asomaban tímidamente para ver quiénes a horas poco apropiadas hacían tanto ruido.

 

 

 

Fue toda una sorpresa ver al siempre calmado Batman ser partícipe de aquella trifulca.

 

 

 

—Si quieres pelea, entonces la tendrás. —Esa fue la frase que dio pie a que todos contuvieran la respiración.

 

 

 

Pero, ¿A quién le declaraba la guerra de forma tan fría? Otra voz refutaba de manera firme. No muy seguro de lo escuchado. Y los oyentes se quedaron paralizados. Ese era Superman.

 

 

 

Los ojos del Caballero de la Noche se entrecerraron con desprecio. Tenía muchas cosas que reclamarle, entre ellas su tan marcado control sobre todo, o tan solo el hecho de que parecía ser siempre el centro del mundo. Y no se quedaría callado. Le increpo todo lo que pensaba y su decisión de marcharse.

 

 

 

El hombre de acero abrió los ojos en respuesta, lo vio darle la espalda y caminar alejándose de él. No lo soporto. Tomo la mano del caballero oscuro para retenerlo.

 

 

 

De un fuerte golpe lo alejo. El kriptoniano se quedo sin palabras. El Guardián de Gotham lo observaba con desprecio. Retándolo.

 

 

 

Luego desapareció en la plataforma de tele trasportación. Superman se volvió furioso, apretó los puños controlándose, y regreso a su habitación.

 

 

 

Eso fue el preludio de una batalla memorable.  Porque los dos héroes más grande de la historia acaban de declararse la guerra.

 

 

 

En algún momento, los dos estuvieron uno contra el otro, la pelea no fue tan desigual, pues si Superman pudo ver que el hijo predilecto de Gotham City se escondía detrás de la máscara del Murciélago, muy fácilmente Batman pudo descubrir que él era Clark Ken, el periodista del Daily Planet.

 

 

 

Sería muy malo lo que vendría, después de haber estado tanto tiempo juntos cada uno conocía las debilidades del otro.

 

 

 

Wonder Woman toco un par de veces en la puerta del protector de Metrópolis sin ningún resultado. Y se preguntaba. ¿Qué fue lo que los llevo a ese desenlace? Es decir ella sabía que los dos son de verdad diferentes, tanto como sus costumbres. Uno de día y el otro de noche. Uno el sol y el otro la luna. Y si bien en un principio quedo deslumbrada por la brillantez de esos ojos tan azules como el cielo despejado en un día de verano, ahora se decantaba a más no poder por aquellos de un azul marino precioso que brillaban cual si en ellos estuvieran las estrellas del firmamento.

 

 

 

¡Y por Era! Que de verdad hipnotizaban. Pero dejando eso de lado y volviendo al problema principal. ¿Que era? ¡Ah! Si, el caballero oscuro acababa de abandonarlos. ¿Qué se suponía debía hacer?

 

 

 

 

 

 

 

Las cosas no podían estar más tensas, en el desayuno lo miraban con gran recelo. Y la verdad era que no entendía nada del comportamiento de sus compañeros. Aunque en ese momento todo fuera circunstancial, pues lo que ocupaba su mente era cierto hombre de actividades nocturnas.

 

 

 

Él muy a su pesar lo extrañaba a horrores. Sin embargo un reto era un reto y...

 

 

 

—Superman

 

Flash lo miraba con cara consternada. Todos los presentes lucían preocupados. Y el hombre más rápido del planeta se lo confirmo. Externando inmediatamente la incertidumbre por la pelea de ayer, después la pregunta que nunca pensó fue lanzada. “¿Por qué Batman renunciaría a la liga? Nuevamente la respuesta tuvo mucho que ver con la pelea de a noche. Rodo los ojos. Que acaso todos se habían enterado.

 

 

 

Suspiro. Contesto calmado. No quería levantar más especulaciones, pero sus palabras parecieron causar todo lo contrario. Sus mejillas tenían un leve tono carmesí que paso desapercibido para casi todos, a excepción de la amazona.

 

 

 

Les aseguro que la solución aunque lejana la encontrarían, y que él, refiriéndose a Batman; seguramente estaba en perfecta disposición de ayudarlos. Nadie se lo creyó.

 

 

 

 

 

 

 

Los días pasaban y Superman regreso a Metrópolis, debía comenzar con la búsqueda de Batman. Porque de él ni rastro.

 

 

 

 

 

Una semana después se anunciaba la presentación pública del millonario filántropo de Gotham City, por supuesto que como reportero del Daily Planet debía estar presente, además, eso le daría la oportunidad de ver y tal vez hablar con el Caballero Oscuro.

 

 

 

La gran inauguración del Museo de Ciencias Alternativas fue un gran evento, muchos periodistas zumbaban cerca del guapo y carismático Bruce, quien de manera cortes contestaba sus preguntas y sonreía cuando alguna cámara lo enfocaba para las fotos.

 

 

 

Todo un playboy, pensó Superman intentando acercarse. Cosa imposible.

 

 

 

La multitud que rodeaba al millonario era tal que no logro hacerse paso hasta él. Y sin mirarlo siquiera subió a la limusina dispuesta. El hombre de acero chasqueo la lengua en disgusto, ni una foto o comentario obtuvo. Sin embargo eso no era lo que le molestaba.

 

 

 

Espero a que la tarde callera para poder entrar a la suite de lujo del dueño de Empresas Wayne quien muy seguramente se molestaría por la intromisión, pero eso le venia importando muy poco al hombre de acero, tenían asuntos pendientes que tratar. Así que apenas vislumbro que la luz de la recamara se encendía alzo el vuelo para entrar por la terraza. La ventana se abrió silenciosa.

 

 

 

Lo llamo sin éxito. Intento localizar con su súper oído los latidos del corazón de ese hombre que era sinónimo de: Noche

 

 

 

—¡Ah! Superman.

 

 

 

El guardián de Metrópolis dio un salto, ese que estaba frente a él no era Bruce. El otro seguía con su alharaca, cosa que muy seguramente atraería la atención de muchos, debía salir.  No espero por más y voló fuera del departamento.

 

 

 

Parado sobre el gran mundo que es la insignia del Daily Planet miraba asía abajo. Encontrar a Batman seria mucho más difícil de lo que había pensado, si él no quería ser encontrado, así seria. No importaba que fuera una figura pública. El Caballero Oscuro que era su alter ego no permitiría que nadie se acercara.

 

 

 

—Bruce. ¿Dónde estás? —dijo mientras se erguía y salía volando a revisar la ciudad, ningún avión había despegado, eso quería decir que el dueño de Empresas Wayne aun estaba en Metrópolis. Lo encontraría así tuviera que revisar toda la ciudad con sus visión de rayos x. El juego apenas está comenzando. Se dijo mentalmente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alfred miro a Batman quien con su traje puesto estaba por salir a su territorio. Las calles oscuras. El Murciélago de Gotham respondió sin emoción alguna.

 

 

 

El hecho de que Clark Kent fuera al departamento de Bruce Wayne. Fue algo que el mayordomo reporto con una sonrisa. Porque más que necesitar, deseaba saber los asuntos que concernían al que en algún momento fue el pequeño niño que él cuido como aun hijo. Intento que su cuestionamiento no sonara entrometido.  

 

 

 

Su pregunta era simple. ¿De verdad era necesario todo ese circo? Sus amigos estaban inquietos, lo llamaban cada cierto tiempo esperando una respuesta por parte del Caballero Oscuro. 

 

 

 

Pero el creía que mientras cumpliera con su trabajo todo lo demás sería marginal. Por tanto solo contestaría a los de emergencia. El mayordomo sentía que algo se le escapaba. Y ese algo tenía que ver con Superman. Bruce desvió su vista. No soportaba cuando Alfred lo escudriñaba de esa forma. Y lo único que pudo contestar fue: es complicado.

 

 

 

Eso fue lo último que dijo antes de salir. Aun no estaba listo para hablar de su relación con Clark, aunque no es que tuvieran una. Eran. Como decirlo. Pues algo así como amigos con derecho a rocé. Rocé que termino cuando al kriptoniano se le ocurrió ir mas haya de un simple...

 

 

 

Que tonterías estaba pensando. Todo ese lió solo por…

 

 

 

La batseñal se veía en el cielo obscuro. Llamándolo con urgencia.

 

 

 

Muy bien, las cosas no podían estar mejor, ni siquiera podía pensar con detenimiento su situación sin que un villano se le ocurriera interrumpirlo. Ya estaba en camino. El pobre delincuente lamentaría el día en que se le ocurrió importunar a Batman en un discernimiento tan complejo como era...

 

 

 

Y ahí va la mula al trigo. Se dijo mentalmente, mas molesto, si era posible.

 

 

 

En Gotham City los crímenes no faltaban,  estaba más que satisfecho con haberse marchado de la gran Metrópolis apenas terminara la inauguración del museo. Nadie se esperaría que regresara en coche hasta su ciudad. Porque hasta el mismo Superman cometió el error de ir a buscarlo en su suite.

 

 

 

El ganaría ese tonto reto, le demostraría a ese alienígena que con o sin poderes él era Batman, el Señor de la Noche, El Caballero Oscuro, y nadie ni nada se colocaría sobre él.

 

 

 

Regreso a la mansión Wayne a eso de las tres de la mañana. Para ese entonces estaba seguro que Clark ya se había cansado de recorrer la ciudad del sol y se encontraba; uno molesto por no haberlo hallado, y dos muy seguro de que él no se hallaba en Metrópolis.

 

 

 

No sabía cuánto más tardaría el kriptonano en volar hasta Gotham.

 

 

 

Solo unos minutos, se dijo a sí mismo cuando la alarma contra intrusos se encendió; pero si quería ganarle al hombre de acero debía salir de ahí en el acto.

 

 

 

—Bruce. —Llamo. —Bruce, ya es suficiente. Se que estas aquí, escuche todo el jaleo que armaste hace solo unos minutos en el centro. —Decía mientras caminaba hacia la gran pantalla de alta tecnología que era el módulo principal de la Batcueva.

 

 

 

—Señor Clark ¿a que debemos el honor de su visita? —el mayordomo de la familia Wayne lo miraba con solemne frialdad

 

 

 

—Alfred. Estoy buscando a Bruce, ¿tu sabes en donde puedo encontrarlo?

 

 

 

—No lo se señor, hace unas horas salió de patrullaje y aun no regresa.  Aunque me sorprende que haya vuelto tan rápido ya que hoy a las nueve tiene reunión con el señor Luthor.

 

 

 

—¿Con Lex? Y ¿qué asunto tiene que tratar con esa sabandija? —su tono aunque calmado y sereno no engañaba al sirviente

 

 

 

—Señor Clark, le recuerdo que el señor Wayne tiene algunos contratos con LexCorp así que...

 

 

 

—Ya entendí. —Le dio la espalda. Debía controlarse y no demostrar lo ofuscado que estaba, todos sus sentidos y neuronas parecían solo interesadas en una sola cosa, mas bien persona, además tenia que admitirlo, no era bueno con eso de las deducciones. Y pues el hecho de saber a Bruce con Lex ya le era lo suficientemente incomodo para...

 

 

 

—Después de esa reunión dijo que pasaría por la escuela preparatoria de Fawcett City

 

 

 

—¿Por qué aria algo así? — muy a su pesar la pregunta se escucho algo desesperada.  

 

 

 

Si  su memoria no le mentía, y sabía que no era así, esa era la ciudad de cierto adolescente con hormonas desatadas que masque buscar la atención del guardián de Gotham City parecía desear tocar cierta zona del cuerpo del murciélago. No estaba ciego. Aunque muchos lo tacharan de inocente y despistado, solo lo era cuando le convenía, porque con referente a Batman notaba hasta cuando se cortaba el cabello y eso es mucho decir tomando en cuenta que siempre llevaba esa mascara. Y pues ese joven que él sabía era el Capitán Marvel no le agradaba en lo mas mínimo. Solo tenia que recordar el día que se conocieron, como con un solo halago por parte del Caballero Oscuro ese chico enrojeció hasta las orejas (1). Y  todo el mundo lo noto. Luego cuando se suponía que dejaría a JLA por problemas de ideales le encuentra hablando por teléfono con SU murciélago. Pero el acabose fue el saber que estaba mas al pendiente de Gotham que de su propia ciudad. Ahí si que deseaba matarlo. Como se diría coloquialmente. Le estaban comiendo el paquete en sus propias narices.

 

 

 

—Señor Kent, Señor Kent. —Lo sacudió un poco. El hombre de acero estaba tan metido en sus pensamientos que no sabía de nada a su alrededor.

 

 

 

—¡Oh! Perdón Alfred ¿decías? —le estaba comunicando que la alerta desde el Atalaya esta sonando desde hace cinco minutos. — ¡cinco minutos! Eso si que era ser despistado. Y sin pensárselo mas salió volando de ahí, no fuera a llegar tarde. —Gracias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Pensé que nunca se iría. —Bruce Wayne salió de un compartimiento especialmente adaptado, revestido de plomo y sonar. — Un poco mas y me asfixio ahí, debo recordar ponerle respiradero, aunque si hiciera eso mi calor corporal sería detectado, ya pensare en lago para evitar eso… —hacía notas mentales. —Aunque  ¿Alfred, quien te dio permiso de darle mi agenda a ese boy scout?

 

 

 

—Nadie señor, solo quería comprobar algo

 

 

 

—¿Comprobar que? —su ceja levantada a lo mas Batman casi hacia reír a su mayordomo

 

 

 

—Nada importante, solo que el señor Clark esta interesado en usted

 

 

 

Esa aseveración no se la esperaba. Y ahora debía parecer un tonto con la cara roja e intentando cubridse con su capa. Batman cohibido, lo que hay que ver.

 

 

 

Su señor era tan transparente que casi se podía aventurar a asegurar que entre los dos mejores superhéroes de la historia existía más que compañerismo.

 

 

 

Debía marcharse a Metrópolis, le dio indicaciones de no interrumpirlo, tratar con Lex Luthor no era juego. El hombre mayor solo asintió con su siempre impoluta cara, y sin embargo debajo de eso se reía a carcajadas. Bruce Wayne estaba temblando ligeramente. Y no era debido a su junta de negocios, sino por la aseveración que él le acababa de hacer. Ya no le quedaba duda, aunque ahora la pregunta era. ¿A que estaban jugando esos dos? Y ¿porque Batman le rehuía a Superman?

 

 

 

 

 

La verdad la emergencia no era para salir volando como loco de la mansión Wayne, pero por sobre todo, para dejar de lado su búsqueda, casi juraría que estuvo a punto de atraparlo. Pero ahora siendo las diez de la mañana debía estar con Luthor y no podía hacer nada. Claro siempre estaba la gran opción de entrar sin permiso a LexCorp derribando cuanta cosa se pusiera en frente. Y eso no le ayudaría en lo más mínimo a conseguir que el murciélago le regalara una mirada. Sino es que hasta salía huyendo de ahí. Cosa bastante segura. En todo caso era mejor dejar para después eso. Lo interceptaría cuando fuera a Fawcett City.

 

 

 

Intento concentrarse en la columna que escribirá, no quería tener problemas con su editor. Pero cada dos párrafos terminaba borrando tres. Jajaja eso era ilógico. Tal vez, pero también lo era el hecho de que se estuviera rompiendo el cerebro intentando no pensar en que ese idiota de Lex Luthor quiere algo más que presupuesto y apoyo de Industrias Wayne.

 

 

 

Si, los podía ver. Seguramente Bruce llevaría puesto uno de esos trajes a medida que le quedan fabulosos, su hermoso cuerpo, con todas  esa musculatura se dejaría ver coquetamente entre las telas, dibujando su figura de estatua romana.  Sumándole su sexy compas al caminar. Eso le quitaría el aire a cualquiera.

 

 

 

Y Lex Luthor no era un santo. Sabía bien que ese pervertido podía darle a todo aquello que considerara bello y Bruce Wayne sí que lo era.

 

 

 

—Es perfecto. —Susurro casi en un suspiro.

 

 

 

Lo que sin duda ese tarado de Lex no sabía era que ese asombroso hombre es también Batman.  ¡Oh! Y no es que eso lo hiciera retractarse, no, muy por el contrario si lo llegara a saber seguramente lo apresaría para no dejarlo salir jamás.  Encontraría la forma de retenerlo para que nadie más osara posar sus manos o incluso su vista sobre él.

 

 

 

Tal vez debería considerar que eso no era tan mala idea, después de todo Batman no era muy sociable y si lo dejaba ver de vez en cuando a Alfred, a Dick, a Jason y a Tim no tenía porque poner peros. 

 

 

 

—¡¡¡¡Qué diantres me dio ese murciélago!!!! —se dijo al tiempo que pasaba la mano izquierda por su cabello.

 

 

 

—¡He! Smallville ¿qué te pasa? Si te ha mordido algún animal sería bueno que fueras al médico. —Lois Lane lo miraba con burla casi aguantando la risa, si bien su gesto no fue muy llamativo, ella lo conocía lo bastante como para saber que ese simple ademan ya era demostrar demasiado descontrol.

 

 

 

—Si, tienes razón. —Se levanto de la silla dispuesto a marcharse. —Dile a Perry que tuve que ir al hospital por una vacuna—nuevamente volvía su calma.

 

 

 

Ella se exalto por ver que la situación iba muy en serio. Le propuso acompañarlo pero el rehusó de forma cortes, asegurándole que solo necesitaba descansar. Lois vio la incertidumbre que su amigo parecía tener, le ofreció su ayuda si lo que necesitaba era hablar. El se negó con una linda sonrisa que al mismo tiempo a la reportera le pareció triste. Después de todo ella no sabría cómo lidiar con un roedor tan escurridizo como lo era el murciélago.

 

 

 

Jimmy Olsen se había acercado preocupado por el comportamiento de su compañero y amigo preguntándose. ¿Desde cuándo Clark tenia de mascota uno de esos repugnantes seres?

 

 

 

Ella le hizo ver que dudaba que Clark se estuviera refiriendo a una mascota. Más bien creía que estaba tras una buena historia de Batman y no quería decirle. Se acaricío la barbilla pensativa, debería seguirlo como su sombra.

 

 

 

Salió a toda prisa pensando en alcanzarlo antes de que tomara un taxi o el autobús. Pero ahí no había nadie.

 

 

 

Clark intuyó que la periodista intentaría seguirlo aun sin su consentimiento, pero también estaba consciente de que no podía permitirle eso. Su reloj daba las tres en punto debía apresurarse si quería llegar antes que  Bruce a Fawcett City.

 

 

 

El camino no tuvo muchos contratiempos, un incendio y dos asaltos, que no lo demoraron más de diez minutos.  La escuela preparatoria de Fawcett City era sin duda la viva imagen de todas las demás, los adolecentes iban y venían con sus mochilas y útiles, platicando, riendo y charlando de sus clases sin preocupaciones. Por un momento creyó regresar a su época de instituto. Sonrió. Hacia tanto que no pensaba en eso.  Movió la cabeza de forma enérgica debía concentrarse, con su supervista busco a  Billy Batson.  No lo encontró

 

 

 

Bajo rápidamente, con su pinta de reportero pregunto por el chico. Uno de sus compañeros le comunico que una limosina muy grande había pasado por él hacía solo unos minutos.

 

 

 

Superman chasqueo la lengua. Llegó tarde. Salió rápido y se cambio de ropa. Volando los alcanzaría más rápido. Iban en la limosina de Bruce, eso le garantizaba encontrarlo. Esos autos no eran nada discretos.

 

 

 

No tardo ni tres minutos en encontrarlos. Esta vez  no se le escaparía.

 

 

 

Te gane Bruce. Se dijo sintiendo su sonrisa triunfante aflorar en su rostro.

 

 

 

Aterrizo justo frente al auto. El conductor bajo. Ese no era Alfred. El hombre lo miro con admiración. Superman camino hacia el auto abriendo delicadamente la puerta.

 

 

 

—Esto se termina aquí.  Yo gane. —miro al interior, para su sorpresa estaba vacío. —Bruce… —arrastro cada una de las silabas con gran coraje. —Te voy a encontrar así sea lo último que haga. —sus ojos azules como el cielo se tornaron rojos. —¿Donde está Bruce Wayne? —su tono asustaría al mismo diablo

 

 

 

El hombre negó saberlo y tembló en su lugar. Era imposible que no lo supiera. Sus ojos se entrecerraron. Era mejor que hablara.

 

 

 

El chofer estaba aterrado, verdad no lo sabía, le conto como lo llevo a la preparatoria, que se encontró con un joven con quien se marcho.

 

 

 

Pregunto de forma enérgica, debía saber en donde estaban. La respuesta fue la misma. No lo sabía pero lo único que le pareció extraño fue el hecho de que el señor llevaba ropa de calle.  

 

 

 

—¿Ropa de calle? —no lo podía creer, su Bruce tenia ropa de calle y él no estaba ahí para memorizar esa estampa. Se mordió el labio conteniendo las ganas que tenia de derrumbar unos cuantos edificios o si fuera posible al mismo Capitán Marvel.

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

saben hay cosa que si bien deje como estaban, si tome en cuenta mucho las observabaciones que nuestra gran amiga del ricon del fan fic, en radio otaku le hizo a este fic. bien nos leemos y gracias por su atiempo.

1: se refiere al capitulo de "CHOQUE" en la serie de liga de la justicia ilimitada.


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