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Historias de Danzón y de Arrabal por Alejandra Zoldyeck

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Notas del fanfic:

Saben, comencé a escribir esto el lunes 06 de Septiembre del 2010 a eso de las 10pm y lo fui terminando hasta el miércoles 12 de Enero de 2011 a eso de la 1am jajajajaja tarde mucho, es el trabajo que mas se ha tardado en salir a la luz y también uno que me fascino. 

 

Historias de Danzón y de Arrabal

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Mi nombre es Andrea tengo 26 años, una hermosa casa con un hijo y un buen marido. A pesar de haber estudiado la universidad nunca ejercí mi profesión, me he convertido en ama de casa muy a pesar de mi espíritu aventurero pero eso es lo que todos esperaban de mí desde un principio ¿no? Una chica nace, crece, se casa, se reproduce y mure.

Pero algo en algún momento rompió esa barrera que mi sociedad y mi familia inculcó muy adentro mió

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Hay historias que son de danzon y de arrabal,

hay placeres que embriagan y saben a traición,

En los tugurios todos los amantes, Bailan en la oscuridad.

Y en los rincones son las seducciones,

Y una danza de exquisita debilidad.

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-… ¿segura que este es el bar que te recomendaron?- pregunto a la morena a lado mió

 

-que raro, mi amiga dijo que era espectacular, un excelente ambiente y buenas bebidas- dice la chica rascándose la cabeza

 

-…Karen… ¿no me habías dicho que tu amiga era lesbiana?- la chica con la que me encuentro fue y sigue siendo mi mejor amiga desde la universidad. Es una chica inteligente y relajada, vive la vida como llega y rara vez se queja de algo que le sucede. Es soltera y planea seguir así por el resto de su vida.

 

-si lo es, ¿por que lo mencionas?- me pregunta mientras me jala mas al interior de aquel bar

 

-¿Por qué?... no lo se, tal vez porque es un maldito ¡¡BAR GAY!!!- chicas besándose en la barra, hombres bailando tan pegadito y sexy que no sabrías si entraste a un bar o a una película porno, era morboso pero como siempre Karen parecía ni notarlo

 

-y eso ¿Qué? No me vendrás ahora con que eres homofobica – me dice mientras nos dirigimos hacia la barra, no me separo de ella, esa morena es tan segura de si misma que puede entrar en un bar gay sin sentirse extraña o fuera de lugar

 

-no es eso… es que yo… -siento la sangre subir de mi corazón a mis mejillas

 

-mujer al menos espérate a beber un poco antes de ponerte colorada jajaja

 

-¡¡tonta!!- le digo y golpeo su antebrazo, ella pide unas cervezas para que pasemos el rato

 

-oye mira, creo que le gustas- me susurra al oído, volteo a ver de quien habla y resulta ser una rubia de ojos verdes, su pelo dorado cae sutilmente sobre sus hombros, trae un top rojo vino y unos vaqueros negros, al notar que la miro me sonríe y guiña el ojo yo giro la vista y me sonrojo- jajaja pareces una jovencita de secundaria

 

- cállate y tomate esa cerveza que después de eso nos largamos- corto rápidamente, no quiero seguir ahí

 

-¡¡oye!!- empieza su berrinche- pero si nos la estamos pasando bien, mi amiga tenia razón hay un buen ambiente y yo todavía quiero probar  las demás bebidas

 

-no me importa, después de esta cerveza me largo

 

-hmm… creo que conozco a la chica que pone la música, voy a saludarla- y se larga, dejándome sola en la barra

 

-Karen regresa… idiota- bufo y regreso a mi bebida, Karen es la que tiene carro y mi casa queda muy lejos. Ahora que lo pienso no tengo ninguna razón para volver a casa, mi marido esta de comisión por algún lugar del país y mi hijo con su abuela. La casa es tan fría y sola que me da miedo… tal vez por eso acepte salir con Karen, para no estar sola.

 

-hola – la rubia que me guiñara el ojo hace un momento se ha sentado en el lugar de Karen

 

-… hola…- me avergüenzo de mi misma, si parezco una colegiala

 

-¿tu novia tardara mucho en regresar?- me pregunta con una sonrisa

 

-ella no es mi novia, es solo una tonta despistada- estoy enojada con ella, como se atreve a dejarme ahí sola

 

-¡¡genial!!- suelta mientras llama al barman- eso significa que te puedo invitar un trago

 

-¿Qué? No espera…

 

-no seas tímida solo es un trago- dice acomodándose mejor en el asiento, esa frase, me recuerda mucho a lo que siempre dice Karen “oye no te exasperes, es solo parte de la vida, vívela y disfruta mientras puedas”

 

-de acuerdo…- me quedo en silencio por un rato, ella me mira y parece que disfruta de mis reacciones

 

-y dime… ¿como te llamas?

 

-Andrea- contestó sin mas, casi como si escupiera mi nombre, estoy tan nerviosa, realmente la presencia de la rubia impone

 

-bonito nombre- me sonríe- el mió no es tan genial, mi madre me puso Fernanda

 

-Fernanda no es un mal nombre- le digo con una ligera sonrisa, ella parece satisfecha de haber roto un poco el hielo

 

Y es así que comenzó, en algún momento después del sexto o séptimo trago me llevo a la pista a bailar, las luces se hicieron mas tenues y la música mas lenta, al voltear a ver donde ponían la música encontré a Karen moviendo los controles y haciéndome la señal de la victoria… tonta.

 

Fernanda lleva el paso y me lleva a mi, con cada vaivén sus caderas chocan con las mías produciendo una extraña y placentera sensación, mis senos también chocan con los suyos y así puedo sentir su calor. En una balada dejo caer mi cabeza en su hombro, ella es muy alta, me pregunto si será extranjera. Pierdo la noción del tiempo y la noción del mundo entero, no fue sino hasta que llego Karen a interrumpir que salí de esa pequeña burbuja que creo Fernanda para nosotras

 

-disculpa chica alta y sexy pero me temo que tengo  que regresar a cenicienta a su castillo- dice interrumpiendo nuestro baile

 

-es una lastima, solo deja y me despido- Karen asiente y dice algo sobre esperarme en el carro

 

-bueno… pues…- corta de golpe mis balbuceos con un beso, son solo nuestros labios juntos que lentamente entreabro para que su lengua entre en mi boca. Ella busca en su bolso un bolígrafo y me anota su numero telefónico en mi brazo

 

-llámame.- susurra en mi oído y luego se va, dejándome impactada.

 

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Hay historias de barrios y bailes de salón,

Hay pecados que dejan marcado el corazón,

De rodillas mordiendo los tacones,

Y en la boca lleva el alcohol.

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Un mes ha pasado desde aquel día, he estado tentada ha marcarle pero algo me lo impide, como un nudo en la garganta que simplemente evita que salga mi voz.

 

-y ¿Qué es lo que te impide llamarla?- hoy le pregunte a Karen si podíamos ir a tomar un café y conversar, le he contado mi problema pero parece no darle mucha importancia

 

-¿Cómo que qué me lo impide? No es obvio

 

-pues… no- dice dándole un trago a su leche, ella odia el café. Contrario a lo que todo el mundo piensa de ella, no se malvive ni se malviaja ella solo vive lo que tiene que vivir.

 

-que tengo un marido y un hijo esperándome en la casa tal vez- ella ríe ante mi respuesta

 

-¿te detiene el mono con el que te casaste? jajajaja

 

-no es gracioso…- bufo y giro la mirada hacia el ventanal, me gusta ver hacia fuera cuando Karen deja de reírse y parece que por fin toma enserio las cosas

 

-Andrea recuerdas lo que te pregunte cuando me contaste que te ibas a casar

 

-hmm creo que si- de entre todas las personas a las que les comente sobre mis planes de casarme ella fue la única que se opuso, y vaya que se opuso. Ese día cuando el padre pregunto si alguien conocía una razón para evitar la boda ella alzo la mano y dijo “yo tengo una y muy buena pero conociendo a la novia me va a mandar por un tubo”  luego de eso se sentó, no le importo que todo el mundo comenzara hablar de ella o que mi madre tratara de acecinarla con la mirada.

 

-te pregunte ¿Por qué te vas a casar? Y tu respuesta fue “por que es lo mas lógico”

 

- y aun lo creo así- digo sorbiendo mi café

 

-¡¡es la respuesta mas entupida que he escuchado!!- me grita y yo me espanto, es la segunda vez en la vida que veo a Karen enojarse- una persona no debería casarse solo por que sus padre lo dicen

 

-y esa es la razón por la cual tu relación con tus padres es tan mala

 

-esa noche no estabas bailando por que fuera lo mas lógico o lo normal, bailabas por que así lo querías

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Son las tres de la madrugada, no puedo dormir, mi marido esta de comisión otra vez y mi hijo en los brazos de Morfeo. El hablar con Karen me hizo pensar sobre mi vida y como la he vivido, siempre buscando la aprobación de mis padres y de la sociedad en general.

Ahora que lo pienso casi nada lo he hecho por placer propio, estudie la universidad por que mis padre lo creían lo mas correcto, me case por que mi padre dijo que lo necesitaba, tuve un hijo por que mi madre dijo que ya era hora de que le diera un nieto, no me hice ese tatuaje que tanto me gustaba por que mis padres dijeron que era lo mas sano… todo lo que he hecho y lo que no es por mis padres y por que yo así lo he dejado.

 

Esa chica, Fernanda… de solo pensar en ella mi corazón late fuertemente. Toco mis labios y aun puedo sentir la presión de los suyos. Tal vez sea el alcohol ingerido en toda la noche o las palabras de Karen, incluso diría que simplemente hago lo que sinceramente quiero. Tomo el teléfono y marco el numero que borrara hace tanto de mi brazo pero que secretamente memorice, aun siento que esta mal pero es algo que realmente quiero hacer… algo que realmente deseo hacer.

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La lujuria y la alucinación

Me hacen perder el control

 

 

Estoy aquí de nuevo, en este bar que en un principio no quería ni entrar. Vengo algo arregladaza, no mucho para no mostrarme ansiosa pero tampoco quiero parecer una desordenada.

 

-yo creí que no me ibas a hablar- dice la rubia sentándose a mi lado

 

-yo también lo creía…

 

Una noche de pasión se desato, Fernanda siempre parece saber que besar y cuando tocar, sus manos recorriendo mi cuerpo como si lo conociera de años, me saca gemidos y gritos que nunca había experimentado, me hace sentir feliz de solo haber nacido y yo espero poder provocarle la misma sensación.

 

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Cuando el diablo me quiera llevar,

Y la muerte este rondando cerca,

Cuando mi alma tenga que entregar

Historias de danzón y de arrabal.

 

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Ya llevamos un año saliendo a escondidas de todos, la única persona que conoce sobre esta relación prohibida es Karen quien la ha apoyado desde antes que iniciase.

 

- cariño que te parece esta blusa- me pregunta Fernanda, hoy como tantas veces estamos en una plaza comprando ropa y pasando un rato agradable

 

-el rojo te queda de maravilla- le digo sonriendo

 

-si tu lo dices…- ella camina hacia mi y me abraza- después de todo lo único que me interesa es que te guste a ti

 

Se que esta prohibido por la sociedad, que lo que hago no es lo que mis padres quieren. Desde que salgo con Fernanda mi relación con mi esposo decayó y no entiendo porque. Resulta que ahora que alguien me aprecia y me trata como persona mi esposo me resulta fastidioso y ahora entiendo el porque Karen siempre le llama mono.

 

Tengo tantas cosas en la cabeza que simplemente quisiera llorar y lo he hecho, en las noches que tengo que “cumplir” con mi rol de esposa lloro amargamente toda la noche y en la mañana me baño como si de eso dependiera mi vida. A veces quisiera morir.

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Cuando el diablo me quiera llevar,

Condenada por las tentaciones,

Cuando ya no tenga a quien amar

Historias de danzón y de arrabal.

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Hoy es mi aniversario de bodas, mi esposo esta de comisión como siempre. Fernanda me llamo y me pido que saliéramos, yo acepte como siempre… como siempre….

 

-vamos solo uno…

 

-no

 

-uno chiquitito nada mas un besito

 

-no- Fernanda siempre quiere ser el centro de atención, ella lleva ya dos años tratando de que le de un beso en plena calle, algo que nunca he dejado

 

-uno rapidito y chiquito, ándale di que si…- pone esos ojos de perrito a medio morir, es tan linda cuando me pide algo, a de mas ¿que no es normal besarse para las parejas?

 

-pero será solo de labios… no quiero tu lengua dentro de mi boca en medio de la calle- digo con fingida resignación

 

-¡¡gracias!! –grita de alegría

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Hay pasiones que viven en luces de burdel,

Hay amores que dejan heridas en la piel,

En los suburbios todas las parejas

Tienen algo que ocultar,

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-¿Dónde te habías metido?- al parecer mi esposo llego antes de lo planeado. Cuando llegue a la casa en la noche el estaba esperándome con cara de pocos amigos

 

-estuve con una amiga

 

-últimamente sales mucho con tus “amigas”… no has atendido para nada tus obligaciones

 

-eso debería decírtelo yo, nuestro aniversario y andas por Dios sepa….- no tuve tiempo de terminar la frase, la hebilla del pantalón de mi marido, esa que le regalara el año antepasado se ha impactado en mi mejilla izquierda.


(Desde este momento la historia la deja de contar Andrea)

 

Cae al suelo, siente que todo le da vueltas, un remolino de golpes, la evilla golpea su espalda, su cabeza, sus brazos con los que inútilmente trata de protegerse.

 

-para por favor para- suplica en lagrimas y sangre

 

-¿Qué pare? Una perra sucia como tu no merece que pare- cuando la hebilla se soltó del cinturón y salio volando por la ventana siguió con patadas- ¿creíste que no me iba a dar cuenta? De que te besuqueas por las calles con otra mujer ¿crees que soy idiota?

 

-no es lo que tu piensas- se ha puesto en posición fetal, buscando protegerse lo mas que pueda

 

-¡eres una perra sucia! ¿Qué van a pensar de mi si se enteran que eres una desviada?

 

La lluvia de golpes siguió y siguió, Andrea no supo a que hora el mono borracho sacio su sed de ira y la dejo sangrando en el piso para largarse con su amante.

Los días y las noches dejaron de tener sentido, el hombre que una vez juro amarla y protegerla para el resto de sus vidas la había encerrado en el closet todos los días, la sacaba en las noches para golpearla e insultarla y luego la volvía a meter como una muñeca de trapo.

 

En medio de su encierro ve la imagen de su hijo, del niño al cual diera vida y comienza a creer que no vivirá para verlo adulto.

Los golpes siguen, hace muchas lunas que dejo de sentir el dolor y hace muchos soles que su cuerpo se seco… ya no tiene lagrimas para llorar.

 

A ratos esta conciente de lo que sucede, escucha a su esposo azotando los muebles, gritando improperios a la mujer que le robo su “honor”, el como la insulta… el como la viola noche tras noche después de la golpiza.

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Cuando el diablo me quiera llevar

Y la muerte este rondando cerca

Cuando el alma tenga que entregar

Historias de danzón y de arrabal.

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“quiero morir… quiero morir… QUIERO MORIR, MORIR, MORIR, MORIR” es lo único que piensa… lo único que desea. En un momento de resignación su deseo de muerte aumenta, trata de entrever por la unión de las puertas, su única fuente de luz… ¿hace cuando que dejo de tener la esperanza de salir? ¿Hace cuanto que desea morir?

 

-… siempre deseé morir…- METIRA grita su mente, su mirada cambia de lugar, ve hacia el frente, hacia la oscuridad donde se ve reflejada- siempre deseé morir- repite- nunca me gusto mi vida… me odio… - a cada palabra siente como su corazón va latiendo mas despacio, como su vida se va apagando.

 

“MENTIRA” vuelve a escuchar “HUBO UN TIEMPO QUE QUISISTE VIVIR UNO EN QUE FUISTE FELIZ” la voz retumba en su cabeza, por mucho opaca los lamentos que la llevan hacia la muerte y es tanto el bullicio que la obliga a contestarle

 

-no recuerdo haber deseado vivir… ahora solo quiero… solo quiero que todo esto acabe…- ya no quiere sufrir, ya no quiere tener dolor, aunque hace mucho que sus lagrimas dejaron sus ojos secos sigue fluyendo el mar de lagrimas rojas de su corazón.

 

“Y ACABARA…” la voz se aquieta, solo vuelven a quedar los tristes gimoteos de una vida frustrada y Andrea cierra lo ojos, haciendo lo que mejor sabe hacer… esperar a que las cosas sucedan.

Pero ella sabe que esta mal, sabe que nada sucede ni nada cambia simplemente dejando al tiempo pasar. En un chispazo de lucidez descubre que su vida fue un asco y un total fracaso… “PORQUE DEJASTE LAS COSAS PASAR” la voz le arrebata la respuesta, su propia voz, su propio ser, la verdadera Andrea que paso años encerrada y olvidada en un rincón de su mente es quien le reprocha y funge del peor juez. “SI TU VIDA ACABA MAL ES POR TU CULPA” fueron las ultimas palabras que se dedico, la voz se acallo… ya nada se escucho, ni los quejidos ni los reclamos… sola y en la nada se quedo.

Ya en el vació una ultima lagrima salio y con ella el ultimo suspiro firmado por su alma con todo lo bueno y malo… que provoco en su vida.

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Cuando el diablo me quiera llevar

Condenada por las tentaciones,

Cuando ya no tengo a quien amar

Historia de danzón y de arrabal.

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El diablo entra echando humo por la boca, sus pisadas son fofas y pesadas, tan pesadas que Andrea las escucha desde lejos subir las escaleras. Ya esta preparada… resignada y dispuesta a recibir la condena.

 

De repente otro azote de la puerta principal, una discusión, ruidos de pelea y las voces… las dos las conoce, la mas grabe es la del mono que la tiene presa y la otra…

 

-Fernanda…- siente desesperación, no por ella si no por la mujer que esta en su casa y por la bestia contra la que se enfrenta. Nuevos bríos  recorren todo su cuerpo, se incorpora temblando y empuja las puertas, estas apenas y se mueven- Fernanda…- no se puede rendir. Sigue azotando la puerta, sus manos no le responden y ahora enviste con su cabeza, con toda su humanidad- ¡FERNANDA!- grita y chilla, araña la puerta, le clava las uñas. Su desesperación se convierte en furia y contra todo pronóstico… la puerta cede.

 

Andrea cae de bruces contra la alfombra, con todas sus fuerzas trata de levantarse pero algo truena, de tanto tiempo sin moverse y los golpes se han roto sus piernas. No le importa, si no puede caminar entonces se ira arrastrando y con las manos ensangrentadas ya sin uñas avanza para salir de la habitación… un disparo… su corazón dio un vuelco, lo peor paso por su mente y estuvo tentada en quedarse ahí.

 

-Fernanda…- era lo único que podía decir y cual mantra le ayudo a seguir adelante. Con los ojos cerrados se siguió arrastrando aun cuando escucho pasos ir hacia su dirección-…Fernanda…

 

-…no…- la voz le estremecerse- soy Karen- sintió la calida mano de su amiga tomar la suya- ya llame una ambulancia, te vamos a sacar de aquí pronto

 

Andrea como pudo levanto la vista y trato de enfocar al rostro de la mujer que tomaba su mano, lo ve salpicado de sangre, luego miro su otra mano… una pistola y cuando trato de hablar simplemente se desvaneció.

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Cuatro días mas tarde Andrea por fin recobra el conocimiento, se mira entre vendas, yesos, jeringas, tubos y sueros. A su lado izquierdo esta su mejor amiga sentada y con un libro tapándole la cara… roncando… se le salio una pequeña sonrisa, la primera en mucho tiempo.

 

-si fuerzas a tu cuello con esas poses raras te dará algo- dijo fuerte para despertar a su amiga

 

-no molestes- gruño removiéndose en su asiento, unos segundos mas y termino aventando el libro hasta el otro lado de la habitación- ¡ya despertaste! –grito eufórica- ¡Andrea despertaste!

 

-si lo hice…- trato de sonreír pero esta vez no lo pudo lograr

 

- no pensaste que lo volverías hacer ¿verdad?- no le podía ocultar nada  a su amiga

 

-pensé que mi condena era la muerte… por todo lo que hice- lagrimas salieron de sus ojos- por lo que nunca logre

 

-de verdad que eres idiota Andrea- otra voz femenina hizo acto de presencia en la habitación, rubios mechones se mecen al compás de su caminar y al estar frente a su amada le da una sonora bofetada- la muerte nunca es condena –para la rubia la muerte es paz, es el fin del juego.

 

-…- las otras dos quedaron estáticas, la rubia llora y se muerde los labios, ella también tiene vendajes y moretones pero sus ojos anegados de lagrimas están encendidos

 

-tu condena… tu condena- sus rodillas fallan y queda de rodillas a lado de la otra- tu condena es seguir con vida Andrea… conmigo- la tomo de la mano, su llanto mojaba la maltrecha mano de la chica.

 

-pero…- es que tenia tantos “peros” para dar.

 

-¡Carajo Andrea!- Karen alzo la voz, ella igualmente estaba llorando- no me deshice de ese mono para que vengas a decirme que no quieres tu condena… solo… vive

 

Al ver a esas dos mujeres llorando por ella, las dos mujeres mas fuertes que ella hubiera conocido nunca, le vino a la mente las palabras que se dijera ella misma “ MENTIRA HUBO UN TIEMPO EN QUE QUICISTE VIVIR, UNO EN QUE ERAS FELIZ” y ahí estaban a su lado las únicas que la obligaron a vivir. Suspiro y se maldijo por ser tan ciega y tan idiota, apretó fuertemente la mano que sostenía la suya y le dedico la mirada mas cargada de sentimientos que tenia.

 

-gracias- le dijo, volteo hacia su amiga y repitió el gesto y la frase

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Si el castigo por tantos años malgastados es cargar con el peso del remordimiento y las consecuencias de mis actos es este, lo acepto… yo viviré.

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Notas finales:

A los personajes no los detalle físicamente en lo posible porque quería que sus facciones las decidiera quien lo lea… es una historia tan común… tan corriente… que no vi caso el ponerle un rostro cuando se perfectamente que tiene millones. 

 

Y claro la canción es de Alex Syntek "Historias de Danzon y de Arrabal"

 

 

 


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