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PLEASURES por chizuru okai

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Notas del fanfic:

hola , bueno este fic es de ruki y kiyoharu... por el famoso colante d conejo... se k solo es una mas d las miles d suposiciones u.u me gustaria k fuera verdad... pero s k no u.u *triste*
ojala les guste el fic ^^

Notas del capitulo: hola!!!!

como estan???

^^

eh... no se k poner ..

ojala les guste el fic !!
El atardecer era uno de sus momentos favoritos, para el tenia tanto de la noche como del amanecer. Levantando su rostro hacia el cielo, para disfrutar mejor de aquellos momentos, se dio cuenta que el cielo estaba de un desvaído color violáceo. Sonrio, y tomándose su tiempo para no perderse de la suave brisa del atardecer siguió caminando hasta que por fin llego a su departamento, cuando el cielo en vez de aquel color hermoso naranja, se convirtió en una noche despejada, apenas unas cuantas estrellas comenzaban a vislumbrarse.

El rubio bajista tal vez no acostumbraba mucho llegar caminando hasta su departamento, pero esta vez le había dicho a Aoi que lo dejara a unas cuantas calles , con el solo pretexto de caminar un poco, le encantaba su calle a esa hora de la tarde , así tan calmada, y con el aire suave y ligero.

Su departamento tintado de oscuridad le hizo encender las luces a su paso, primero en la estancia, después en la cocina...

- Llegaste.

Se escucho una voz en medio del pasillo que daba hacia el par de recamaras. El bajista se volvio, y se reprocho mentalmente por no haber encendido alguna luz en esa dirección. Había reconocido la voz de inmediato, pero no podía dar crédito a sus oídos, tal vez las ganas de que fuera cierto le estaban jugando una mala pasada. Forzó a sus cansados ojos para mirar a aquel que se escondía en la oscuridad y así responder correctamente.

- ¿Ruki?
Por fin una leve sonrisa se hizo oír por parte del rubio vocalista, saliendo de la oscuridad.

- Entre en tu casa sin permiso.

¿Enserio? Aquello era más que obvio…
Reita no esperaba una disculpa por parte del otro, pues esta no era la primera vez que esto sucedía, aunque en mas de una ocasión, por poco y le provoca un infarto, o por lo menos un grito poco macho por la impresión de un intruso en su casa.

- ¿te molesta mucho si me quedo aquí hoy? – sonrio.-

- Mira que listo… - Reita fingió una molestia que en verdad no sentía - solo porque tengo una recamara extra, te encanta hacer esto.

- Puedo pedirle alojo a uru. – dijo levantando el rostro con orgullo-

- No, no… esta bien. Quédate.

No se necesitaba ser un sabio para saber lo que había pasado con Ruki, seguramente había peleado por vigésima vez en ese mes con aquel a quien Reita detestara desde el primer instante que lo había conocido: Kiyoharu, Reita se hizo la misma pregunta que se hacia siempre que aquello pasaba: ¿Qué le podía ver Ruki a ese viejo?... mejor no entraba en detalles…

Abordar aquel tema ya era cosa de flojera, así que Reita le dedico a su amigo la más encantadora de sus sonrisas, y lo dirigió hasta la cocina.

- Saliste mucho antes que todos de la disquera.

- Si. Tenia que hacer algo importante.

“ir a ver a Kiyoharu”.


- ¿y eso importante no Salió tan bien?

- No, nada bien. – sonrio de lado, como intentando no hacerlo-

- ¿quieres que mate al culpable?

Ruki solo sonrio y suspiro, le encantaba sentirse protegido por su rubio amigo.

Mientras el bajista metía un par de charolas de comida congelada en el microondas por turnos, de reojo miraba la tristeza de Ruki, sus ojos saltaban de su triste mirada al colgante de conejo que prendía de su cuello desde el video de invisible Wall… regalo de Kiyoharu… como odiaba que Ruki admirara y a la vez amara tanto a ese tipo…
Kiyoharu tenia tantos años haciendo sufrir a Ruki, pero el pequeño se negaba a dejarlo, ¿Por qué? Además por si su amor no fuera poco Ruki tenia tanta admiración por el… incluso había aprendido a hacer joyería para apoyarlo en sus diseños… Reita sintió que el estomago se le contraía, al parecer sus intestinos también odiaban a Kiyoharu.

- Voy al baño. - Anuncio el bajista- .

Mientras Reita se encontraba en el baño, pensaba en aquellas veces donde había visto a Ruki y Kiyoharu juntos, besándose, abrazándose, y cosas por el estilo, cosas no muy gratas de recordar, todo eso le producía una especie de vértigo interno, como si el suelo que pisara se moviera bajo sus pies.

Aquella noche como muchas otras Ruki estaba ahí, en su propia casa, en la recamara que estaba tan solo a unos pasos, cruzando el pasillo, y el bajista una vez mas se sentía como un cobarde… por no poder metérsele en la cama y hacerle saber a base de dolor que había mas hombres a parte de Kiyoharu. El por ejemplo.

A la mañana siguiente Reita pensaba invitar a desayunar a Ruki a algún sitio calmado, o si lo prefería sentarse a desayunar los dos un desayuno mal preparado o algo así. Para ser un día normal de práctica Reita se había arreglado más de lo normal, tal vez aquello se debía a su pequeño, rubio, y hermoso acompañante. Mas sin embargo las cosas no parecieron salir tan bien.

- Gracias por todo rei.

Ruki parecía apurado, mientras intentaba que su rubio cabello desaliñado luciera un tanto decente, pero el almohadazo de su nuca estaba bastante “visual”, y comenzaba a sacar de quicio al vocalista.

- ¿Qué pasa?

- Te lo diré aunque se que te molestaras conmigo.

- Bien. – dijo, pero en su interior parecía ya conocer las palabras que a continuación seguían. se puso visiblemente triste aguardando a las palabras –

- Llame a Kiyoharu hoy por la mañana – estaba tan feliz , que no noto la casi desolación del bajista - nos veremos para desayunar en unos minutos. Soy un buscón…lo se.

- Nada de eso.

- Gracias por dejarme quedar Aki chan, nos vemos al rato.

Y una palmada amistosa en su hombro. Ruki salió tan rápido del departamento que no alcanzo a escuchar las suaves palabras de Reita.

- No hay de que.

Y una vez mas el silencio se apodero del departamento del bajista con el dentro…
Kiyoharu… nunca habría creído que se podía llegar a odiar tanto a alguien sin haberlo conocido del todo, pero mas sin embargo para el bajista así era, Kiyoharu hacia sufrir todos los días a Ruki, haciéndole pesar sus días. Hacia tiempo que Reita se encontraba con este sentimiento opresivo dentro de su pecho… hacia tanto que amaba a Ruki, pero no era correspondido, al principio había creído que podía competir con quien fuera que estuviera con el pequeño vocal, pero al encontrarse con la noticia de que aquel con quien estaba Ruki era el legendario bajista de Kuroyume, supo que no tenia oportunidad. Desde entonces se había conformado con tan solo mirar y mantenerse al margen de la situación, aunque ahora ya no sabia con certeza hasta cuando aguantaría ver sufrir a su chibi.

Se encontró a si mismo de pie en medio de su sala, como un zombi, pensando. Miro su reloj de pared, ya había pasado poco mas de diez minutos desde que Ruki saliera, y el seguía ahí de pie pensando, inmóvil... Moviendo la cabeza reprobatoriamente ante su propia actitud, decidió desayunar y así forzarse a despejar su mente.



*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


La hora indicada para el ensayo de esa tarde había llegado bastante rápido, el bajista había llegado sorprendentemente casi media hora antes de la hora indicada , pero mas sorprendente era que kai ya estuviera ahí , practicando, como si estuviera ansioso por tocar… Reita pareció pensar mejor, tal vez su sonriente líder no estaba ansioso por tocar, tal vez solo estaba ansioso por perder el tiempo en algo , ya que Nao y obviamente Alice nine estaban de gira… podía imaginarse lo solo que se sentía kai ahora.

Al perceptivo baterista le tomo tan solo unos minutos de platica con su único amigo presente, para darse cuenta de el porque de la ausencia mental de este.

- ¿otra vez Ruki se fue a meter a tu casa?

- Si… pero se fue temprano con … - hizo una pausa mordiéndose la lengua para evitar decir ese nombre que se escribía con fuego en sus entrañas –

- ¿Kiyoharu?


Reita giro rápido la mirada hasta encontrarse con la de kai, lo miro tan feo como si este hubiera dicho la peor de las groserías en su contra.

El baterista se limito a sonreír.

- Perdón, perdón… se me olvido otra vez que tu eterno y secreto amor por Ruki tiene ese pequeño problemita.

Kai sonrio, ya antes Reita le había comentado de este asunto, con el era el único con quien se había atrevido a hablarlo, y por lo regular cuando Reita estaba especialmente deprimido kai se encargaba de sacarlo del hoyo.

- Ruki se dará cuenta pronto de que Kiyoharu lo trata mal… todos tenemos un limite, estoy seguro que a el le llegara pronto.

El baterista siempre empezaba por eso cuando intentaba animar al su amigo, pero esta ves estas palabras no lo arreglaron todo.

- Quiero un descanso, unas vacaciones… o almenos no estar cerca de Ruki por un tiempo.

- Y yo quiero la luna…- La marcada ironía con la que hablo kai le hizo saber al otro que lo que pedía era demasiado. -


Suspirando, Reita se tiro en el sillón boca arriba, y se tapo los oídos con un suave cojín, intentando acallar su confusa voz interior. Como le habría gustado que Ruki jamás se le hubiera metido hasta lo más profundo de su alma.



Kai permaneció largo rato en silencio… ¿de que manera podía reanimar a su amigo?... tal vez realmente no había forma de hacerlo, quería ser optimista pero la verdad es que el mismo no creía que Ruki fuera a dejar muy pronto a Kiyoharu… estaba bien por el vocal, pero Reita… ¿en donde quedaba Reita ante todo esto?, suspiro, tal vez Reita no ocupaba ningún lugar en esta historia… como dolía aceptarlo.

Un rato después los demás llegaron, todos menos Ruki, el cual llego casi una hora tarde.

- Perdón – sonreía – no me di cuenta de la hora hasta que ya era muy tarde.

Su piel olía fresca de una ducha reciente, eso podía asegurarlo el bajista, en el momento que Ruki paso a su lado por el templete, además de que su húmedo cabello era cubierto por un gorro negro. Un gorro negro que a simple vista se podía saber, no le pertenecía…

- ¡tuu! ¡pequeño monstruo!

La voz ronca ajena a cualquiera que se hallara en esa sala hizo resonar tal vez toda la disquera . Los acordes que comenzaban a salir fueron cortados de tajo, realizando una cacofonía no agradable para los oídos.

- ¡jajajaja! - el rubio vocalista de un brinco ya estaba fuera del templete, mientras un muy despeinado Kiyoharu lo señalaba acusadoramente con el dedo - no puedo creer que apenas hayas dado con la sala.

- ¡Regrésame mi gorro! – alzo la voz la leyenda viviente –

- Oh…- Ruki hizo puchero tierno – préstamelo solo un rato.

Los presentes comenzaron a admirar una carrera maratónica por parte de esos dos, obviamente Kiyoharu había llevado a Ruki a la disquera, y el pequeño había hecho su ultima fechoría de la tarde arrebatando el gorro de su amante. También era obvio que Kiyoharu no se había peinado cuando salieron de casa , pues su cabello lucia listo para fregar pisos y le daba vergüenza regresar así.

“Ruki no mira a nadie mas que a el “…

Reita parecía calmado, bastante estable a los ojos de sus amigos, pero en realidad estaba temblando de la cabeza alos pies. Kai fue el único que capto esto, no sabia que decir para calmar al bajista. Las risas y recurrentes gritos de Ruki y Kiyoharu se escuchaban bastante audibles desde el pasillo, almenos habían tenido la decencia de salir a juguetear fuera de la sala de ensayos.

- Rei chan ¿estas bien?

La pregunta que había formulado el baterista era casi estúpida, el bajista no estaba bien… definitivamente no estaba bien.

- Claro que estoy bien – su voz le pareció extraña , tensa y artificial, como si se pudiera romper – estoy muy bien…

Kai dando un suspiro al aire decidió que por ese día todos podían ir a casa, de todas formas el vocalista se había encargado de deshacer la atmosfera de trabajo que pocas veces lograban, uruha fue el mas agradecido por esto, estirándose como si acabara de despertar tomo sus cosas y salió , seguido de cerca por Aoi.

Poco después de quince minutos un muy sonriente Ruki aun con el gorro negro sobre su cabeza entraba a la sala de ensayos , encontrándola pese al baterista que se encontraba en su banquillo de su instrumento, vacía.

- ¿y los demás?

- Se han ido.

- ¿si? - se estiro los brazos mientras caminaba para subir al templete - ¿y por que?

- Tal vez se deba a tu falta de interés.

Ruki detuvo sus pasos, y a cierta distancia miro a kai. Este daba ligeros golpes a su tarola , estaba molesto.

- Eh… - Ruki sintió miedo – pues dado el caso… nos vemos mañana.

- Ru chan… no debes hacer eso, y lo sabes.

Ruki pensaba salir fácilmente de aquel problema, pero la voz ronca de mando de kai, le hizo índico que este había cambiado de modalidad a la de líder responsable. Al instante quiso arreglar el asunto.

- Perdón Uke chan – “Uke chan” aquellas palabras habían sido selectas, kai sabia que cuando se dirigían a el por su nombre, en especial Ruki, las cosas iban enserio.- hoy… hoy fue una situación un tanto especial, Kiyoharu estaba molesto con migo… sabes que odio discutir con el.

- Discutes con el todo el tiempo, ya deberías estar acostumbrado.

Ruki suspiro como si tuviera alguna especie de dolor físico. Al parecer quitarle el enojo a kai esta vez seria un poco más difícil. Siguió intentando.

- Sabes lo mucho que amo a Kiyoharu… odio estar molesto con el.

- ¿Qué paso esta vez?

Por fin kai demostraba algo de interés en los sentimientos de Ruki, esto le pareció un buen escape al pequeño, aunque la plática se dirigiera hasta algo que definitivamente no le era grato de contar:… digamos que su amor Kiyoharu gustaba de que varias chicas, y recurrentes chicos lo abrigaran en su cama de vez en cuando…
El silencio pareció decirle esto ultimo al baterista.

- ¿Nunca has pensado en romper con el?

- No - Esto Ruki lo dijo tan naturalmente, que kai no pudo más que reír. - ¿Cómo romper con alguien que amo? – continuo Ruki con la misma mirada confusa – queremos estar juntos, y aunque no lo parezca el también me ama.

“que manera de mentirte”

- Escucha ruu chan… la gente no cambia por amor… bueno tal vez cuando el amor es verdadero si, pero, la verdad es que creo que…

- ¡no escucha tú! – Ruki había enrojecido de rabia, ¿que estaba tratando de decirle kai? , ¿Qué Kiyoharu no lo amaba? - Kiyoharu y yo nos amamos, el me ama, se que a veces discutimos mucho, pero eso es normal.

- Su distancia de edades es mucha – kai intentaba mantener la calma, pues si los dos comenzaban a gritarse, quien sabe donde terminaría todo ese asunto – el es mucho mayor que tu, y busca otras cosas.


- El no busca nada mas, le doy todo lo que necesita.
Ruki le lanzo una mirada asesina a kai, se palmeo los bolsillos para asegurarse que llevaba su billetera, y salió del lugar.

De regreso a la casa de Kiyoharu Ruki sentía un dolor en el estomago, producto de las muchas otras cosas que había querido decir a kai , y que se había preferido tragar. ¿Quién se creía el para meterse en su vida amorosa?...
El vocal había tenido que tomar un taxi, las imágenes fugaces que se colaban por la ventanilla le hicieron adormilarse un poco, decidió descansar. Kiyoharu… recordaba haber escuchado miles de veces su música cuando era apenas un niño, casi un adolescente , aquellos acordes en ese entonces tan nuevos para el… antes de tener el conocimiento científico de la música, cuando Kiyoharu sin conocerlo, le había enseñado a no llevar el pulso en un metrónomo, si no en el mismo latir del corazón…

Mientras su música le impulsaba a dar los primeros pasos, comenzó a idolatrarlo de una manera que podía llegar a ser enfermiza, pero que en realidad no importaba, pues en ese entonces Ruki no podía siquiera a llegar a aspirar a conocer a su mas grande ídolo… fue por eso que cuando en aquella reunión alguien los presento, Ruki se sentía fuera de si.

Sabia por su rostro que Kiyoharu no se estaba divirtiendo para nada, aquellas reuniones tan elegantes para hacer que artistas nuevos se mezclaran con los experimentados, al parecer no eran de su agrado.

Antes de pedirle a alguien de confianza que los presentara, Ruki había caminado por frente a los ojos de su ídolo por repetidas ocasiones, como si de una pasarela se tratara pero este ni siquiera se molestaba en alzar la mirada… aquello era mas que normal, pensaba Ruki, ¿Cómo alguien como el gran Kiyoharu, podría siquiera voltear a mirar a un novato como el? …

Fue entonces que con ayuda del manager Ruki consiguió que lo presentaran, no sin antes acudir mínimo cinco veces al baño para retocarse la ropa , y sutil maquillaje. Aunque sabia que todo eso lo hacia por nervios ,no podía evitar sentirse como señorita insegura.

Cuando se había acercado lo suficiente como para estrecharle la mano a su ídolo, su delicado aroma a colonia le había invadido, provocándole no solo escalofríos, también emoción, y hasta un poco de miedo. Descubrió que su mano estaba sudando cuando estrecho la otra… seguramente su rostro ahora también se veía húmedo… y así se fueron cinco visitas al baño para retoque…

“fue como tocar un ángel, un ángel que baja para mostrarme el camino, el camino que seguiré toda mi vida”

Un nudo en el estomago se le formo rápidamente cuando Kiyoharu decidió hablar un rato con el, el joven vocalista sabia que Kiyoharu solo lo hacia para pasar el rato aun así, se había sentido mas allá de las nubes, se sintió mas lejos todavía cuando su mas grande ídolo, aquel que había cambiado su vida en dirección en donde estaba, se mostraba interesado en el, en su música, en su trabajo.

- ¿Por qué decidiste hacer música?, ¿Por qué no arquitecto, o abogado?

Ruki enrojeció aun más ante la pregunta de Kiyoharu, y simplemente respondió con la verdad.

- Por… por ti… - respiro nervioso – tu música me inspiro…

Y por fin en esos diez minutos de Cortez charla, Kiyoharu rio escandalosamente.

- ¡¿enserio?! –seguía riendo – pues… gracias…

- ¿no me crees?

Ruki ya había fruncido el ceño, su rostro mucho más infantil que el de ahora, no sabia si sentirse avergonzado u ofendido.

- Pues es verdad –prosiguió Ruki- cuando te escuche a ti y a tu banda… entre algunas otras claro – intento defenderse de la risa de su ídolo - supe que la buena música existía, y que se podía dejar el alma en ella…

Kiyoharu dejo de reír limpiándose unas cuantas lagrimitas de sus ojos, para poner atención a lo que su nuevo amiguito decía.

- Cuando escuche tu primer álbum completo casi llore. Y cuando intente tocar el bajo como tú hacías, te admire mas, pues lo hacías parecer tan fácil… creí entonces que eras una especie de súper héroe, algo así como un hombre con súper poderes para hacer música.

El bajista sonrio, al instante se irguió con orgullo como si le hubiera salido de entre el traje algún tipo de capa roja, pero al mismo tiempo el corazón se le enterneció, la reciente declaración de Ruki le hacían saber y asegurar que estaba manteniendo una platica con un verdadero niño… pero un niño de buen corazón… esta vez el intimidado fue otro.

Ruki brinco de gusto cuando Kiyoharu le había pedido su número de móvil, pero había brincado aun mas alto cuando sin falta, como había dicho, lo había llamado al siguiente día para concretar una cita para comer. Aquella tarde después de colgar Ruki se había puesto tan feliz que por la emoción se golpeo el pie con una silla, aunque el dolor lo hizo ir a dar al suelo quejándose tal cual alma en pena, seguía sonriendo.

Mientras comían ya sin la presión social que impartía estar en una reunión prácticamente de trabajo, descubrieron que tenían muchas cosas en común, sin preverlo al termino de esa tarde ya estaban concretando una cita mas, y después de esa, otra, y otra…

Hasta que Kiyoharu se encontraba a si mismo pensando en su pequeño amigo mas de la cuenta, así que a la quinta cita propuso no salir a alguna cafetería o restaurante, si no mas bien a su casa, ubicada en los limites de Tokio donde los pobladores, en vez de un departamento , podían darse el lujo de una casa con jardín… tan solo al ver a Ruki llegar y quedar maravillado con su casa, lo supo… supo enseguida que Ruki no seria tan solo un amigo mas, en el poco tiempo que habían convivido, se encontró babeando ante la corrompida inocencia de Ruki.
Habían cenado, lanzándose indirectas todo el tiempo, hasta que Kiyoharu ya no había aguantado ni un segundo más, y había besado a Ruki con toda esa desesperación acumulada… después lo había conducido hasta la habitación, donde le había enseñado la pasión de un hombre.



Para el joven y muy poco experimentado Ruki, estar con Kiyoharu era una experiencia nueva todos los días. El sueño de Ruki era lograr que su música se llegara a escuchar por todos lados, llegar a lograr algo tan grande como lo habían hecho esas bandas de las cuales se había inspirado. Se sentía tan bien cuando Kiyoharu le decía que todo eso se haría realidad…

Las semanas fueron pasando y aquello fue lo mas maravillosos que hubiera podido pasarle al vocal, Kiyoharu su mas grande ídolo, comenzó a ayudarlo en todo lo que podía, Ruki gozaba de muchas dudas en ese entonces, así que su ahora amante lo ayudaba, cuando Ruki se trababa en alguna composición, o simplemente para entrenar mas su voz, se podría decir que Kiyoharu se había convertido en su asesor, entrenador, psicólogo, amigo y amante.

Con paso cansino Ruki bajo del taxi, la semi pelea que había tenido hace rato con kai, prácticamente ya no la recordaba, pues llegar con Kiyoharu siempre le levantaba el animo… aquella casa se parecía tanto a aquella donde había vivido de pequeño con sus padres, le encantaba… ese jardín lleno de todo ese color verde… la casa de estilo cien por ciento oriental, ocultaba algunas cosas occidentales en el interior.

Suspirando Ruki entro sigilosamente a la casa, ¿Kiyoharu ya habría llegado? … esperaba que si, pues deseaba contarle lo que había sucedido hace poco en la sala de ensayos con kai. Al pasar por la sala miro la cartera de Kiyoharu, al lado de su móvil y llaves… sonrio, así era Kiyoharu siempre desde hace ya varios años, apenas llegar a casa siempre se deshacía de todo lo que llevara en los bolsillos. Con cuidado tomo la billetera y la puso sobre la mesa de sala al igual que el móvil, después tomo las llaves y camino unos pasos hasta el perchero de la pared, para así colocarlas en su lugar… fue entonces que miro algo extraño… al inicio de las escaleras algo rojo cubría un escalón, el primero para ser exactos, camino y levanto aquel delicado trozo de tela, era una blusa, una blusa femenina… comprendiendo de inmediato lo que estaba sucediendo, miro con ojos cristalinos hacia arriba de las escaleras… Kiyoharu no estaba solo, se había traído a alguien a casa, seguro con la certeza de que Ruki estaría ocupado por varias horas en la disquera…

“¿tan aburrido estas de mi? “

Gracias a su experiencia en estas cosas , pues Kiyoharu no era la primera vez que hacia esto, Ruki igual de sigiloso como había entrado, había salido dejando el gorro negro sobre el sillón, que, este siendo de color blanco destacaba lo suficiente, como para decirle a Kiyoharu cuando acabara que había estado ahí…
Notas finales: por favor reviws!!!!!!!!!!!!

saben k si no recibo reviws
me pongo triste alucino, me tiro en el piso, ya no como...

^^ por fa .

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