En la oscuridad de la noche, en un apacible cuarto, en una cómoda cama se encontraban dos cuerpos demostrándose todo su amor de las maneras que conocían, llegando a la punta del éxtasis, al borde del placer y a la cima la excitación. En ese lugar solo se escuchaban gemidos y de vez en cuando una que otra palabra:
Mu: te amo, hazme tuyo - se sujeta fuertemente de la espalda de su pareja dándole paso a este para que lo penetrara.
Siete años después...
De una confortable cama, se levanta un feliz peli morado, se moja un poco la cara y se dirige al cuarto de su hija, una pequeña de 7 años, pelo rubio, ojos azul cielo y que él adora al igual que su esposo:
Mu: Musa, despierta - la mueve un poco para no despertarla bruscamente - preciosa, ya es hora de ir al colegio.
Musa: no quiero ir - le dice con los ojos cerrados.
Mu: si no vas, vas a reprobar y papi se va a enojar mucho.
Musa: no, no voy a reprobar, por un día que falte no va a pasar nada.
Mu: Musa, ya me estoy enojando, levántate antes de que papi se de cuenta - la carga y la lleva hasta el baño - te voy a ayudar.
Después de ayudarla a bañar y cambiar va a preparar el desayuno, le pide que despierte a Shaka antes de que a el también se le haga tarde, va al cuarto, se sube en la cama muy cuidadosamente y le susurra:
Musa: papi, despierta, papi ya es hora de desayunar.
Se levanta y se acerca a su hija para abrazarla:
Shaka: buenos días princesa.
Musa: papi, ya baja a desayunar.
Shaka: ¿te mandó Mu?
Musa solo asiente con la cabeza y se va a desayunar después de haber cumplido con la tarea que su papito le encargó ¿a quién no le gustaría vivir en una familia así? Ahí todo es amor y uno que otro regaño pero sin importancia.
El rubio se metió a bañar, tenía que ir a trabajar y dejar a la niña en el colegio, si no lo hacía rápido no le iba a rendir el día, cuando salió del baño, su querido esposo le estaba sacando la ropa, se acerca para abrazarlo por la cintura y termina mojando su ropa y a su esposo, lo besa y casi en susurro le habla:
Shaka: ¿por qué no tenemos otro hijo? - le dice de manera cariñosa.
Mu: este no es el momento - le replica en forma de advertencia.
Shaka: ¿y por qué no?
Mu: hay unos ojitos curiosos observando - se ríe un poco señalando a la puerta.
Shaka suelta a Mu antes de hablar:
Shaka: Musa, sal de ahí - le dice, escuchándose en la voz algo de reproche.
Musa: lo siento, pero en mi defensa, no hubiera venido si ustedes no tardaran tanto en bajar por estar intercambiando bacterias bucales.
Shaka: (me sorprende que sea una niña de 7 años que diga esto - piensa para si, quiero aclarar que cuando vean un paréntesis es que el personaje está pensando)
Mu: creo que tienes razón - le sonríe - ahora vamos, adelántate.
Musa: y luego se pregunta que porqué siempre los descubro, dicen que me adelante y me puedo secar en lo que ustedes bajan porque se quedan aquí haciendo sabrá Dios que cosa - replica muy enojada y luego se va.
Shaka: te digo que dejes de consentirla tanto Mu.
Mu: es solo una niña.
Shaka: por eso ¿Cómo es que una niña sabe todo lo que ella sabe? Eso no se lo voy a permitir.
Mu: tranquilízate, no creo que eso le haga daño.
Shaka: quieres que me tranquilice, Mu por favor.
Se acerca y lo abraza en un intento de tranquilizarlo, le da un leve beso en los labios y le dice:
Mu: ya, recuerdas que tienes que irte a trabajar y yo también, discutimos eso después ¿te parece?
Shaka solo asiente con la cabeza y se sienta en la cama en lo que Mu busca otra ropa porque esa él ya la mojó, la verdad es que no se queja, tiene una familia maravillosa, un esposo que lo ama, una hija, que aunque sabe más de lo que debería, es muy buena, un buen trabajo, una gran casa y mucho amor. Se cambia y va a trabajar, Mu se encarga de dejar a Musa en el colegio y luego se va a trabajar también.
Cuando Shaka llega a su trabajo, Aldebarán se acerca para preguntarle cosas, que en mi consideración no deben de importarle:
Aldebarán: buenos días Shaka.
Shaka: buenos días Aldebarán - le dice muy sonriente, ese día estaba muy feliz - ¿Cómo te ha ido?
Aldebarán: no me quejo, pero dime ¿Cómo está Mu?
Shaka: muy bien, amo a Mu así como el me ama a mí, casi no puedo esperar a tener nuestro próximo bebé.
Aldebarán: ¿está embarazado de nuevo? - pregunta con un poco de celos que Shaka pasa desapercibíos.
Shaka: no, pero trabajamos en eso.
Aldebarán: ah, ya veo - se ríe para que Shaka no sospecha nada - entiendo.
Shaka: bueno, nos vemos después, ya estoy realmente retrasado, debo irme.
Shaka se aleja y Aldebarán se queda parado en el pasillo observando como se aleja, está hirviendo en rabia, y para completar su rabia, se acerca Milo a decir sus babosadas de siempre:
Milo: hola buey ¿Qué haces aquí? - le dice con ironía.
Aldebarán: no estoy para tus bromas Milo.
Milo: ya deja de llorar por el rubio que no lo vas a conseguir.
Aldebarán: Mejor no hables sino sabes lo que dices.
Milo: se muy bien lo que digo, te estás muriendo por Shaka, pero te recomiendo que no pongas tus ojos en el, eso es territorio ajeno.
Aldebarán: si ya se que está casado, pero su esposo es el que me interesa.
Milo: estúpido toro, sino hablo por su esposo, hablo por mí.
Aldebarán: ¿estás enamorado de Shaka? - le pregunta muy sorprendido.
Milo: no diría que enamorado, mas bien obsesionado con ese indio de ojos azules, la verdad, solo lo quiero para divertirme un rato y ya.
Aldebarán: si todo lo que quieres es hacerle daño, mejor aléjate de él.
Milo: no seas estúpido Aldebarán, podríamos hacer un trato, tú quieres a Mu y yo quiero a Shaka, juntos podríamos conseguir nuestro objetivo.
Aldebarán: tú no lo quieres, solo lo quieres para divertirte, eso no es amor, yo si amo a Mu y se que sufriría mucho si pierde a Shaka.
Milo: lo se, pero ahí estarías tú para consolarlo.
Aldebarán: olvídalo, no me voy a meter en tus sucios planes - le da ala espalda a Milo y se va muy enojado, se va hacia su oficina y de enojo pasa a tristeza, sabía que no podía tener a Mu, pero tampoco lo iba a lastimar para conseguirlo.
Por su parte Shaka está muy feliz, saliendo del trabajo a la hora del almuerzo va a buscar a su hija y le dice a Mu que lo espera en el restaurante kelly, Mu sale de inmediato para allá y llega en cuestión de minutos, Musa y Shaka se le habían adelantado ya que el restaurante está muy cerca del colegio, desde que llega y los ve, va a besar a su hija y a Shaka, ordenaron y cuando se fue el camarero la primera en hablar fue Musa:
Musa: papito - con papito se refiere a Mu y con papi a Shaka - ¿Cuándo me van a dar mi hermanito?
Shaka: hacer un bebé es muy difícil.
Musa: pero tú le dijiste a papito que iban a tener otro hijo y no es tan difícil, solo tienen que quitarse la ropa y...
Shaka: ¡basta! ¿Dónde aprendiste todo eso?
Musa: lo aprendí de ustedes dos.
Shaka: te dije que nos estaba observando - le susurra Shaka al oído.
Mu: ¿crees que no me di cuenta?
Shaka: ¿Qué? ¿Te diste cuenta y no me lo dijiste? - le susurra muy enojado.
Mu: cálmate, no es el lugar más apropiado para discutir eso.
Shaka: está bien, pero esto queda como plática pendiente.
Musa: papitos ¿no me van a decir de lo que están hablando? - les pregunta con su "típica inocencia".
Mu: ahora no, princesa.
Musa: ¿pero me van a dar mi hermanito?
Shaka: ¿Qué te parece si ahora comemos y discutimos eso después?
Musa: está bien papi, como digas, pero ¿de verdad vendrán a cenar mi tía Saori e Hyoga? - le pregunta con una gran sonrisa.
Shaka: sí - le responde muy alegre al ver el entusiasmo que tiene Musa en ver a sus familiares.
Musa: rayos, odio que vengan - pone una cara de amargo que para qué les digo.
Shaka la iba a reprochar, pero en ese momento interviene nuestro querido pelimorado para preguntarle cariñosamente, como siempre, porqué lo odia.
Mu: ¿y eso por qué?
Musa: porque Hyoga siempre me despeina, me aprieta el buche y me dice: pequeña cuanto has crecido - le dice esta parte en tono imitador, prueba de su claro desagrado - y odio que me haga eso.
Shaka: ¡ya basta!, ¿ves lo que has logrado al consentir tanto a esta niña? ¿Cómo se pone a decir eso? ¡Ya no te lo voy a aguantar más Musa!, desde ahora dejas tu forma tan desdeñosa de dirigirte a las personas y vas a vigilar lo que dices como eso de intercambiar bacterias bucales, porque si no, vas a conocer mi lado malo - le grita muy enojado por la manera en que tiene de expresarse, solo se queda escuchando sin atreverse a decir nada, la verdad, estaba algo asustada, permaneció callada durante toda la comida, tenían que llevarla a la casa de Seiya y Shiryu, sus vecinos para que la cuidaran y muy asustada, pero sin demostrarlo demasiado le pregunta a Mu que si se puede ir con él, pero antes de que dijera algo, interviene Shaka y le deniega su petición, sabe que Mu no puede evitar consentirla y algo va a hacer que la haría que volviera a lo mismo y se encarga de llevarla. En el auto iba bastante callada y comportada, ni parecía ser Musa, Shaka la miraba cada 2 minutos, la verdad no le gustaba ver así a su niña pero ya había llegado al extremo, pero como resistirse a esos ojitos tristes, detiene el carro y la pasa hacia delante:
Shaka: escúchame amor, no me gusta hacerte esto pero es que no debes hacer lo que haces, no eres una niña malcriada sin embargo... tienes un vocabulario muy fuerte para una niña de 7 añitos ¿entiendes lo que te digo princesa?
Musa: sí, entiendo, pero papito nunca me dijo nada al respecto.
Shaka: (se que parte de la culpa la tiene Mu - piensa muy enojado) papito no te dijo nada pero te lo digo yo - le responde muy cariñoso - ¿me prometes que no lo volverás a hacer?
Musa: bueno, de prometer, no te puedo prometer nada, pero haré lo que pueda.
Shaka: Musa - le dice en tono de reproche.
Musa: está bien papi, te lo prometo.
Shaka prende el carro y lo pone en marcha antes de que se les haga tarde, llegan por fin a la casa de Shiryu y Seiya y la deja, se va a trabajar confiando en su promesa y en que no se le va a soltar la boca.
Sale de su trabajo a las 6:30, cuando llega a su casa ya Mu había recogido a la niña y la había cambiado para la cena, por lo que ve no dijo nada indebido a los vecinos, la vio sentada frente al televisor y se fue a bañar y cambiar en lo que Mu preparaba la cena, salió del baño semi desnudo, Mu entra en la habitación y no pueden resistirse a probar un poco de placer, cierran la puerta y comienzan a besarse y acariciarse, se olvidaron completamente de la cena y Shaka le volvió a pedir un hijo a Mu, este le respondió que si de verdad quería otra Musa, Shaka asintió con la cabeza y dijo que la aguantaría, comenzó a besarlo y de ahí a crearse nueva vida, por así decirlo, en ese instante llegaron Saori y su prometido, Afrodita, Musa corrió a abrirles la puerta:
Musa: ¡tía, por fin llegaste!
Afrodita: con que tú eres Musa, me han hablado mucho de ti, no parece ser lo que tú dices Saori.
Saori: deja que pases un rato más con ella.
Musa: ¿de qué hablan ustedes dos?
Saori: no importa, dime donde están tus papás.
Musa: están en su cuarto, no se bien que están haciendo pero me van a dar un nuevo hermanito.
En el cuarto...
Con verdaderas ansias, el rubio desnudó en un abrir y cerrar de ojos a su amado ángel, dejándolo totalmente expuesto ante su profunda y amorosa mirada.
Su fascinación y concentración por aquella idílica visión de aquel peli morado fue tan intensa que todo movimiento de su cuerpo cesó, sorprendiendo un poco al peli chico, que no dejaba de llamarle:
Mu: Shaka, Shaka, ¿estás bien?
Shaka: sí, es que me sorprende que por más que te veo me sigues fascinando.
Shaka sonrió ampliamente envolviendo en sus brazos a su pareja con esas penetrantes y misteriosas miradas que le cortaban la respiración.
Un nuevo beso dio comienzo, en el que ambas bocas se unían con urgencia para degustar y recrearse en el sabor del otro. La única prenda del rubio fue al fin quitada, dejando al descubierto toda su anatomía, ambos cuerpos se unieron de nuevo dando comienzo a un fogoso beso que fue interrumpido por la necesidad de respirar:
Shaka: me vuelves loco.
Mu solo procedió a besarle el cuello, Shaka lo unía más a su cuerpo para poder sentir así la piel que lo sacaba de razón.
Mu continuo besándole el cuello, luego el pecho para continuar con su muy firme miembro, ambas virilidades ya palpitaban de excitación, el peli morado siguió besando los alrededores de tan exquisito lugar para seguir con su verdadero objetivo, acarició la virilidad de su amado para luego tomar la punta y besar, chupar y succionar todo lo que pudiera, cuando Shaka siente eso, alzó más sus caderas y su pelvis para que su hombría terminara de entrar en la boca de Mu. Se limita a lamer el miembro del rubio, desde la base hasta la punta, como si estuviera degustando una paleta causando en el rubio grandes estremecimientos.
El pile morado se relame los labios degustando ese fantástico líquido que emana de su querido Shaka mientras continúa una amena discusión en la sala:
Afrodita: no te entiendo ¿Cómo eso de que están compartiendo saliva?
Saori: no, Afrodita, no lo averiguas (con esta niña, Afrodita va a pensar que se está uniendo a una familia de pervertidos).
Musa: ¿pero por qué no? yo se lo puedo explicar - dice con gran inocencia.
Saori: bueno, bueno, yo iré a buscarlos y los traeré, tú quédate aquí a cuidar a Musa.
Saori sube las escaleras, esperando encontrar a su hermano Y a Shaka besándose, lleva al cuarto, entreabre la puerta y enciende la luz, ve esa comprometedora pose, que deja de ser tan comprometedora tomando en cuenta que están casados, en le que se encuentran esos dos, no reacciona ni de mala manera ni sorprendida, solo se limita a decirles:
Saori: ... no voy a opinar nada, solo cámbiense y bajen para la cena antes de que suba alguien más.