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LUNE por Rikkathum

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

parejas

IRUKA X KAKASHI

SHUICHI X YUKI

CIEL X SEBASTIAN

NARUTO X SASUKE

ICHIgO X BYAKUYA

SHIKAMARU X AZUMA

HIRO X K

ITACHI X DEIDARA

UKITAKE X KYORAKU

sai x gaara

misaki x usagi

creo que son todas

Notas del capitulo:

hello

aqui estoy de nuevo jejeje

espero que les guste

no se dejen llevar por el titulo digamos que es para presentar a los "ukes" jejeje

los primero tres capis son para presentar a los personajes y darles un poco de introduccion a cada uno de ellos

1.- DONCELLAS?


Al fin comenzaba a amanecer, se podía ver claramente como el sol iba saliendo poco a poco, iluminando todo a su paso, un nuevo día comenzaba, pero la pregunta era de que clase, bueno, malo, intermedio, esa era la pregunta que se hacia un joven de piel morena que se encontraba acostado en una habitación de un motel, viendo como amanecía por una de las ventanas.


El joven se encontraba acostado boca abajo, con la cabeza ladeada hacia la ventana, se podía apreciar que estaba completamente desnudo, sus piernas estaban entre abiertas donde se podía ver hilitos de sangre y semen provenientes de su ano, su espalda tenia marcas de dientes y uno que otro rasguño aparte de chupetones, su rostro estaba inexpresivo el cual era caracterizado por una cicatriz que atravesaba su nariz de mejilla a mejilla, sus ojos perdidos en alguna parte de la vista eran de un color café claro.


Sintió como alguien se levantaba de la cama, al parecer esa persona por fin quedaba conforme, escucho unos ruidos, la persona se vestía para abandonar la habitación y con un “hasta el sábado en la noche” salió dejando al moreno solo con sus pensamientos, no pudo evitar reírse de lo idiota que se sentía, una persona como el fácilmente habría podido matar a ese sujeto que se hacía llamar Orochimaru, no sabía si ese era su nombre o no, pero lo único que sabía es que lo hubiera podido despedazar si no fuera porque el muy maldito supo cómo llegarle.


No es que lo hubiera conquistado ni mucho menos, el muy cabron sabía que estaba buscando a alguien con mucha desesperación y al parecer el sabia en donde se encontraba, creyó que era solo una treta para meterlo a su cama ya que desde hace mas de tres meses que ese sujeto se había obsesionado con él, pero cual va siendo su sorpresa que tenía una foto de la persona que buscaba, la reconoció de inmediato ya que la persona que buscaba había desaparecido cuando era un niño, como el anteriormente pertenecía a las fuerzas especiales de Japón tenía acceso a cierta tecnología la cual le ayudo para saber cómo iba a ser ese niño en unos años más, al ver la fotografía, habían llegado hasta la edad de unos diecisiete o dieciocho  años, la foto que le mostro era exactamente igual.


El nombre de la persona que buscaba era Naruto Namikaze, había desaparecido hace ya más de doce años, no tenia rastro alguno de él, era hijo de su hermano adoptivo Minato, el y su padre Jiraiya junto con su madre Tsunade se había hecho cargo de él y respetaron su nombre, Iruka Umino, lo encontraron una vez en la calle, el tenia diez año, hicieron todos los trámites legales para su adopción, cuando pudo se enlisto en el ejército para no causar más molestias, no duro mucho ya que lo pidieron para las fuerzas especiales pero entonces se entero de lo sucedido con su hermano, lo habían acecinado y habían secuestrado a su hijo Naruto.


El decidió ayudar a sus padres adoptivos a buscarlo y aunque no se lo hubieran pedido el o habría hecho ya que quería a Minato como si de verdad fuera su hermano, busco por todos lados pero no tenia señal del pequeño, incluso temía que estuviera muerto pero sorpresas que da la vida, después de doce años de búsqueda por fin se iba a dar por vencido cuando llega Orochimaru diciendo que el sabia donde debía buscar, al principio no le creyó y ya se estaba cansando del constante acoso sexual hacia su persona, iba a darle una paliza cuando le enseña la foto, no tuvo opción y el resultado es el que se ve ahora, solo esperaba que el maldito no se hiciera para atrás con el trato, el cual consistía en su cuerpo por información.


Se incorporo como pudo y se metió a la ducha, tenía que esperar hasta el sábado que era cuando lo iba a llevar a donde se encontraba el chico de ahora casi diecisiete años de edad, no le quedaba más que esperar, no había opción.


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En un parque se podía apreciar que unos tipos estaban tratando de molestar a un joven que caminaba de regreso a casa, era de madrugada, apenas amanecía.


El joven se caracterizaba por su cabello que tenía un color rosa al parecer natural junto con sus ojos de color amatista lo hacían ver, porque no decirlo, hermoso, se maldecía una y otra vez por tomar el camino del parque, ya estaba cansado y quería ir a dormir, su trabajo en un bar de mesero y la universidad lo tenían ya cansado y ahora se topaba con tres tipos para ser exactos con el fin de abusar de el por las miradas lujuriosas que le mandaban, no tenía ganas de pelear antes de tiempo, miro para todos lados y no vio a ningún policía solo sintió una mirada que no pertenecía a ninguno de los sujetos que tenía enfrente, no le dio mucha importancia ya que en ese momento vio como un tipo se abalanzaba sobre él con una navaja, de un rápido movimiento tomo la mano de que portaba el arma y la giro lastimando la muñeca del portador y haciendo que soltara el arma, después jalo al tipo estampando su rodilla en la cara haciendo que callera al piso ensangrentado de la nariz y casi inconsciente por el fuerte golpe, otro de los sujetos le iba a golpear por detrás pero el chico giro sobre su propio eje levantando su pierna hasta llegar a la cara del hombre y darle una patada en la mandíbula y el tercer sujeto no se quiso arriesgar después de ver la mirada fría que le dedico el pelirrosa, así que salió corriendo.


El pelirrosa miro a los otros tipos que se quejaban en el  piso, metió sus manos en los bolsillos del pantalón corto que llevaba puesto color caqui y siguió su camino bajo una sorprendida mirada color dorada.


El pelirrosa llego hasta un pequeño complejo departamental que era para los estudiantes de la Universidad Central, se paro frente a las escaleras y miro hacia arriba – se supones que es una de las mejores universidades, no pudieron poner un maldito ascensor? – se preguntaba el pelirrosa con fastidio ya que el departamento se encontraba en el cuarto piso, subió poco a poco y con gran flojera, después de unos minutos entro al departamento miro hacia la pequeña sala y no vio a nadie, después volteo para la cocina y era el mismo resultado – espero que este bañándose o va a llegar tarde – se dijo a si miso mientras avanzaba hacia la habitación, entro en ella encontrándose con un pelirrojo de cabellera larga completamente dormido – eeeh!! Hirooo!!, vas a llegar tarde a clases si no te levantas!! – le grito mientras lo zarandeaba y le pegaba con un cojín.


-Demonios Shuuu!! – Le dijo mientras tomaba su almohada y se la estrellaba de lleno en la cara al pelirrosa – ya te escuche, anoche no dormí bien por estar viendo lo del proyecto de diseño – dijo mientras se levantaba de la cama y se dirigía al baño.


- si claro y es mi culpa – susurro el pelirrosa mientras se sobaba la nariz por el almohadazo, Shuichi Shindou y Hiroshi Nakano compartían el departamento ya que iban juntos a la misma universidad, carreras distintas pero que todas estaban en el mismo campus.


- y tú no tienes clases hoy? – le pregunto el pelirrojo después de que regresaba mas aseado del baño.


- sí, de canto pero es hasta las once por lo que tengo tiempo para dormir un rato – Shuichi estudiaba música, mientras que Hiro estudiaba sistemas computacionales encaminado al diseño de páginas webs, los dos tenían la de edad de veinte años.


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- Takahiro, tu amigo vendrá a comer hoy? – le preguntaba un pelicastaño de ojos esmeralda a su hermano mayor.


- así es Mizaki, invite a Akihiko hoy para que pueda conocerte – dijo el hermano mayor de Mizaki Takahashi, le dijo que era un gran amigo y que le encantaría que se conocieran, el pelicastaño tenía la edad de dieciocho años y apenas iba a entrar a la universidad Central de Japón en el área de literatura, Takahiro estaba orgulloso de su pequeño hermano por lo que quería presentárselo a su mejor amigo, Akihiko Usami.


Los dos hermanos han tenido una vida fácil, ellos habían perdido a sus padres a muy corta edad, Takahiro tenía la edad de dieciocho años y Mizaki de siete, todo había sido por causa de un accidente, el hermano mayor no podía hacerse cargo por completo de Mizaki por lo que decidió dejarlo a vivir con unos tíos mientras el encontraba trabajo y juntaba algo de dinero para poder vivir los dos, mientras ayudaba a la manutención de Mizaki y la escuela, ya por fin después de tanto esfuerzo Mizaki ya tiene una semana viviendo con su hermano, estuvieron separados cerca de once años, en los cuales para ambos pasaron muchas cosas, para uno cosas buenas para otro cosas que se podían catalogar en demasiado malas y crueles.


- ya veo, entonces deja te ayudo a cocinar – le dijo el pelicastaño con una gran sonrisa a su hermano, el cual gustosamente acepto la oferta ya que él no era muy bueno en la cocina, mientras Mizaki era excelente.


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También se podía ver un gran ambiente familiar en la casa Kurosaki, aunque todos estaban con cara de sueño, estaban felices ya que recibieron una visita que venía lleno de pastelitos para desayunar.


- Kisuke los consientes demasiado – le dijo un moreno a un pelirrubio mientras lo abrazaba por la espalda.


- oh vamos Ishin!, hace cuanto que no les traigo pasteles, mira a Karin y a Yuzuru, están felices y aunque Ichigo es mas callado mira como se atraganta con el de chocolate – Karin era la hija de en medio de Kurosaki Ishin, su cabello era como el de Ishin castaño obscuro, mientras que Yuzuru era la hija menor que a diferencia de su hermana tenía el cabello castaño claro tirándole a rubio, ambas hijas eran muy parecidas al padre pero Ichigo era completamente parecido a la madre, él era el hijo mayor, su cabello era de un extraño color naranja heredado por su mama, tenía la edad de diecisiete años, se encontraba en el último año de preparatoria.


 La madre de los tres y esposa de Ishin había muerto por un accidente automovilístico, después de unos años Kisuke Urahara había entrado a sus vidas de una manera algo extraña, Ishin lo había encontrado desangrándose por una herida de arma blanca cerca de uno de sus pulmones, Ishin era doctor por lo que lo llevo a casa que era donde hacia las consultas y le salvo la vida, el rubio por agradecerle aparte de pagar por los servicios le invitaba a salir y entonces una cosa llevo a la otra por lo que dio como resultado que los dos se hicieran amantes, ninguno de los hijos se quejo, les agradaba el tipo y su padre volvía a sonreír, así que lo aceptaron sin pensarlo mucho.


- eh! Urahara gracias por los pasteles – decía Ichigo después de que por fin pudo pasar el pastel, si era verdad era callado pero era una muy buena persona, siempre le sonreía a sus hermanas y apoyaba a su papa en lo que podía, por su protección y la de su familia se metió a varias cosas relacionadas con la defensa personal por lo que era bueno peleando por que nadie se metía con él o con su familia.


- jeje, de nada Ichigo, oh! Pero oye no se te hace tarde para la escuela?


- … - con un pedazo de pastel en la boca vio hacia el reloj y si, era verdad faltaba no más de media hora para que entrara y el aun estaba en pijama, salió corriendo a arreglarse seguido de sus hermanas las cuales también ya iban tarde.


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- ya estás listo Naruto? – preguntaba un pelicastaño de cabellera larga sostenido por una coleta, siempre tenía un semblante fastidiado y daba pinta de ser un vago.


- si – respondió un rubio de ojos de color azul cielo, en cada mejilla tenía tres marquitas que lo caracterizaban y lo hacían parecer un zorrito, traía puesto el uniforme de la escuela preparatoria, al igual que el moreno – vamos Shikamaru.


Los dos se habían encontrado a dos cuadras de la escuela, regularmente siempre se encontraban en el mismo lugar para llegar juntos, no era que fueran los mejores amigos, era que simplemente compartían mucho más que un simple instituto.


Shikamaru antes de avanza miro hacia su izquierda, en una pequeña calle, para ser exactos un pequeño bar, frente a ese bar hay un poste, él desde que vio a un sujeto poner una botella con una rosa todos los días no pudo dejar de mirar hacia esa dirección, siempre desde que lo vio por primera vez siempre volteaba para verlo, le llamaba la atención, pero al parecer ese día no iba a poder ser, al parecer aquel sujeto cambio la hora o simplemente ya no iba a poner más rosas en ese lugar, ya que siempre lo hacia todos los días y a la misma hora.


- Shikamaru? – el rubio lo saco de sus pensamientos “tsk, problemático”, no sabía porque pero lo decepcionaba no poder ver al sujeto.


- ya – el rubio lo espero hasta que se aparejo con él y siguieron su camino, a ninguno de los dos les fascinaba la idea de tener que ir al instituto mucho menos por lo bien que se llevaban con sus compañeros, sobre todo el rubio, al cual siempre le decían cosas por sus marcas en el rostro o porque no hablaba mucho en clases, o simplemente por ir a clases, al parecer a nadie de esa escuela le agradaba, no es como si se fuera a cortar las venas por eso, su vida ya era demasiado complicada como para importarle las demás personas.


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En una pequeña casita a las afueras de Japón Vivian una pareja de hombres de hace más de 15 años, los dos tenían casi la misma edad, uno rondaba los 32 años de edad mientras el otro tenía 29.


El de 29 años de edad se encontraba en la cama dándole la espalda a la puerta, su salud no era nada buena y se podía ver por la fuerte tos que tenía en ese momento, su cabello a pesar de la edad era blanco completamente, su piel era pálida que al pasar los años se hizo cada vez más, su nombre era Ukitake Jushiro  y su pareja era Kyoraku Shunsui.


Kyoraku miraba a su pareja desde el marco de la puerta, su mirada era triste y preocupada, sabía que las cosas para su pareja se estaban complicando, su enfermedad lo ponía en desventaja ante todo lo que ellos vivían cada sábado, no sabía qué hacer para ayudarlo sin ponerse en peligro los dos y arriesgar a la muerte a su Koi, no le queda más que rezar por él y por el mismo.


Ukitake sabía que su pareja lo miraba desde la puerta, no quería enfrentar esa mirada de preocupación por lo que decidió no voltear a verle, sabía que su condición no era de lo mejor pero no tenia más opción que resistir tanto por el mismo como por su pareja, ya que conociéndolo si caía el otro caería con él y eso era algo que no estaba dispuesto a permitir, Kyoraku era una persona insensata que amaba a la vida, pero lo amaba a él y se lo había dicho, que si moría el moriría con él, si tan solo pudiesen ser libres, esos eran los pensamientos de Ukitake mientras se reponía de un ataque de tos.


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No había mucha luz donde se encontraba un pelirrojo de ojos agua marina, no se podía ver nada, solo un poco de luz que entraba por una ventana que estaba muy cerca del techo, no sabía muy bien donde estaba pero sabia a la perfección que no saldría de ese lugar hasta que fuera sábado.


Pero cuando seria ese día, ha estado encerrado por mucho tiempo y no tiene noción del tiempo, sentía que se encontraba completamente amarrado de las manos por unas cadenas al igual que sus pies, no recordaba el motivo por el que estaba en ese lugar… no mentira ahora que lo pensaba si sabía, era porque no había querido matar a su rival en peleas y decidieron castigarlo, pero como matar al chico que era tu hermano, con el cual compartías el dolor de no saber quien eras en realidad, ya que desde que tenía memoria, matar y no permitir que te maten era su vida, había logrado no convertirse en un monstruo gracias al hermano que quieran que matara.


Kankuro siempre  había estado a su lado, diciéndole que esto era temporal, que pronto saldrían de esa vida y recobrarían la que les había sido arrebatada de la noche a la mañana, el le hablaba de sus padres ya el era unos años mayor que él, por lo que los recordaba, pero un día, el tipo que se hacía llamar su dueño puso como exhibición principal que pelearan entre los dos, el pelirrojo peleo al igual que su hermano pero el pelirrojo aunque costara  creerlo era el que más experiencias en peleas que el mayor y gano, entonces el “dueño” dijo que no necesitaba a personas débiles y que era momento de cortar personal, ordenándole que lo matara, el se negó y solo vio como ese sujeto saco un arma matando a su hermano enfrente de sus ojos con un disparo en la cabeza.


Después de eso solo recuerda como fue arrastrado hasta una bodega propiedad de su “dueño” y fue castigado con varios golpes y abuso sexual, podía sentir su desnudes a cusa del frio, no sabía cuánto tiempo llevaba en ese lugar, solo quería salir.


De repente ve como una puerta se abre dejando entrar demasiada luz, tuvo que cerrar sus ojos y empezar a acostumbrarse a ella, vio como un rubio de cabellera larga se acercaba hasta él y le ponía una manta sobre él para cubrir su cuerpo desnudo.


- hola Gaara, lamento no haber venido antes lo que sucede es que no me dejaban venir hasta ahora – le dijo regalándole una pequeña sonrisa – vine a darte de desayunar y a vestirte después de eso voy a ir a la escuela.


- Deidara -  susurro el nombre de la persona que en ese momento lo atendía – cuando saldré de aquí? – pregunto mientras se dejaba vestir.


- hasta el sábado – contesto el rubio con un deje de tristeza.


- cuanto falta? – pregunto de nueva cuenta el pelirrojo.


- dos días con hoy, estamos en jueves Gaara – contesto de nuevo el rubio, ahora cortando algo de fruta para darle al pelirrojo.


-y…mi hermano?


La pregunta tenso al rubio – ayer lo enterraron – mintió, habían tirado su cuerpo en una de las fosas que tenían para deshacerse de los cuerpos de aquellos que eliminaban y no debían ser encontrado, pero como decirle eso al pelirrojo.


- podre ir a verle? – pregunto con su mirada de lo más opaca, el rubio no estaba sorprendido por lo bien que lo estaba tomando el pelirrojo ya que Kankuro siempre lo preparo para si eso llegara a pasar, aparte de que la vida que llevaban no era para gente que lloraba perdidas familiares.


- lo siento pero él no desea que lo agás – dijo mirándole a los ojos, el pelirrojo solo asintió y dejo que lo alimentara, después de media hora el rubio miro su reloj – será mejor que me retire, en este momento tengo que ir a clases nos vemos Gaara, vendré en la tarde para darte de comer y ver si puedo asearte un poco.


- gracias – el rubio era uno de sus compañeros en esa vida que le toco, sabía que él era un estudiante de la Universidad Central, estudiaba arte, le encantaba la esculpir, el también tomaba clases pero era en la preparatoria aunque regularmente era castigado y no podía ir a la escuela en un tiempo.


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Un muchacho se encontraba en una caja de carga la cual era trasladada de Londres a Japón, sabía que recibía oxigeno por uno de los pequeños orificios que tenia la caja, era muy pequeña apenas si cavia en ella, su única prenda era un camisón largo que muy apenas tapaba sus muslos que si no fuera por la ropa interior se podía ver gran parte de ellos.


No quería pensar en nada pero a la vez pensaba en todo, recordaba lo sucedido apenas unos cuantos días atrás, el ver cómo era sacado de su cama por un pelinegro de pálida piel y ojos rojos lo hacían cerrar los ojos fuertemente, recordó como lo había encontrado con la guardia baja propinándole un fuerte golpe en el estomago, lo saco de su casa a rastras y mientras eso pasaba pudo ver como esta ardía en llamas, pasaron por el salón donde pudo ver como de el salían dos sujetos uno parecido al que lo llevaba en ese momento y un muchacho de su edad  solo que rubio, con un arma y una sonrisa completamente sádica.


Miro hacia el salón y en él se encontraba su madre y su padre tirados en el piso, con las llamas ya sobre ellos, grito desgarradoramente ante tal escena, después de eso recuerda cómo veía al muchacho disfrutar desde afuera de la casa en llamas el acto cometido, quería levantarse del piso e ir a golpearlo pero no podía, al parecer los dos sujetos que lo acompañaban eran sus mayordomos y uno de ellos lo tenía fuertemente agarrado de los cabellos, era el mismo que lo saco de la casa a rastras, recordaba que respondía bajo el nombre de Sebastian ya que el rubio le pidió que lo pusiera delante de él, este obedeció, después solo sintió un fuerte golpe en su ojo derecho propinado por el bastón que traía el rubio, después de eso, nada.


Despertó al siguiente día descubriendo que con uno de sus ojos no veía y que todo había sido por venganza, el rubio se llamaba Alois Trancy, al parecer su familia había sido condenada a muerte por traición, traición descubierta por su padre, ahora el venia y se vengaba matándolo y haciendo del chico su esclavo, causándole dolor y denigrándolo de las maneras que se le ocurran en su retorcida cabeza.


El nombre del otro mayordomo lo supo después, su nombre era Claude, se veía que era igual o más sádico que el rubio, aparte de que su mirada parecía contener un grado de lujuria que lo atemorizaba, el otro mayordomo parecía no expresar nada, sus ojos rojos cuando se topaban con los azules no transmitían la misma vibra que los  miel de ese tal Claude.


Al siguiente día ya estaba en ese caja con destino a un lugar que no conocía, había tomado una decisión, no se dejaría atormentar por esos sujetos, seria valiente, aguantaría y los aria pagar por sus crimines, era lo único que podía hacer por sus padres.


 

Notas finales:

listoooo!!!! jajaja que les parecio

dejen reviewsss porfiiisss!!!

sip??

saluditos!!


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