Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juego de cartas por Mariohn

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Declaimer: Harry Potter Pertenece a JK Rowling

Dedicado a Natzabel

 

Juego de cartas

 

 

 

Se paró frente a la puerta principal sin saber qué hacer. Si abría la puerta del aula de encantamientos terminarían sus dudas y al fin lo conocería... ¿pero si no era como él se lo imaginaba? Draco volvió a dudar paseándose sin dejar de pensar y sin atreverse a entrar.

 

Escuchó varias risas a través del aula que lo hizo volver a plantearse el abrir la puerta... parecían divertirse...

 

<Y una mierda... entro y ya> Dijo con decisión abriendo la puerta.

 

Hacía ya dos meses que llevaba conversando con alguien que supuestamente nunca había visto, y todo por culpa de Pansy y sus ideas locas.

 

–Venga Draco que es nuestro último año– Había dicho. Y después de una semana de insistencia ¿Quién podía decirle que no?

 

–¡Bueno, ya! ¡Pero deja de chillar mujer! –gritó ante la sonrisa satisfecha de la pelinegra, y la de comprensión de Blaise y Theo que ya se habían resignado hacia siglos.

 

Y había maldecido una y otra vez al idiota que tuvo la ocurrencia de poner ese letrero en su sala común... Draco aún podía recordarlo...

 

 

"¿Sientes que no has conocido a nadie aún? ¿Eres demasiado retraído como para hacer amigos... o quizás quieras ampliar tus horizontes?

 

¡Que las diferentes casas no sea un impedimento para estrechar enlaces!

 

¡Inscríbete Ya!!"

 

E increíblemente Draco pudo ver a mucha gente, quizás no obligados como él, llenando el famoso formulario que por supuesto, Pansy ya había llenado.

 

Y aunque fuera cierto, la experiencia no había sido del todo desagradable...

 

"Hola.

 

No estoy seguro que esto llegue a funcionar, pero me gustaría intentarlo. ¿Tú no? Soy un tipo bastante normal que odia ser sociable, sin embargo inevitablemente me veo rodeado de personas. A veces creo que no pueden ver como soy o lo que realmente quiero demostrar, frustrándome un poco.

Me gustan los chocolates y la cerveza de manteca, y la música suave.

¿Qué hay de ti? Espero envíes una lechuza.

 

Caballero sin armadura

Al principio Draco mostró cierta reticencia, y hasta se burló un poco. Sin embargo pasado unos días no pudo evitar mostrarse empático y quizás…¿conectado? Con las palabras del muchacho animándose a escribirle.

 

Quién diría que un puñado de palabras y unas cuantas cartas bastaría para sacudir un corazón que creía perdido…

 

Mi querido adonis:

Recibí con mucha alegría tu carta ¡pensé que me habías abandonado! Aunque es comprensible dada la semana de exámenes, que al menos espero, que ambos salgamos bien librados.

Como te contaba; no he tenido mucha tranquilidad para escribirte. A pesar de que mis amigos también estén pasando por la misma experiencia de nosotros, no dudan en intentar leer lo que me escribes, o al menos saber de qué hablamos lo que me molesta. ¡Estuve a punto de echarles un crusio!

Hoy tuve un día bastante estresante, por lo que tu carta me confortó mucho… Saber qué piensas en mí tanto como yo en ti no hace más que llenarme de felicidad… ¡No sabes cuánto has alegrado mis tristes días!

Me encantaría poder estrecharte en mis brazos en estos momentos y poder contemplarte bajo este cielo sin nubes… daría todo el pergamino del mundo porque fueras la luna que iluminara mi oscuridad en estos momentos ¡Te estás volviendo como el oxigeno para mí, joder!

Anhelo saber más y más de ti…

 

Caballero sin armadura

 

Que decir que Draco había alucinado todo el día… ¡Si ni siquiera quiso castigar a unos Griffindor de primer año por estar fuera en toque de queda!

Con el paso de las semanas se sentía más y más ilusionado y dudoso. ¿Quién sería el dueño de su corazón?

 

 

Necesito verte…Necesito estrecharte en mis brazos” Había escrito. Y Draco no fue capaz de negarse. Sobre todo después de todas las noches en las que por primera vez en mucho tiempo se había sentido querido.

 

–¡Draco! Habrá una junta este viernes! –Entró Pansy gritando y arrastrando a Blaise en el proceso.

–¿En serio? –Dijo con indiferencia. La pelinegra frunció el entrecejo.

–¡No te hagas el duro! ¡Si sabemos que estás coladito por el chico de las cartas! –Dijo con voz soñadora, lo que Draco respondió con un gruñido.

–Confórmate Draco, ya se le pasará –Agregó el novio de esta dándole palmaditas en la espalda.

 

Por supuesto que la información no había pasado desapercibida para el rubio, así que lo primero que hizo fue escribirle a su destinatario para organizar una junta.

había pensado con una extraña ilusión.

 

 

Abrió la puerta con el corazón en el pecho. Sacó un colgante con una moneda de plata dejándola fuera de su túnica, y paseándose por el aula. Pudo observar a Pansy hablando animadamente con Hermione, y a la comadreja con Blaise ¿Quién lo diría? Incluso pilló a Theo besándose con Longbottom, cosa que lo pilló de sorpresa.

 

–Malfoy…–Sintió su respiración agitarse y se llevó una mano al pecho. Se volteó lentamente para levantar una ceja confundido.

–¡¿Smith?! –Preguntó ocultando su decepción. El muchacho hizo una sonrisa acercándose a él. Draco se sintió incómodo dando unos pasos atrás.

 

–¡Sabía que eras tú! –Gritó con felicidad– ¡Mi príncipe plateado! –

–No… espera… ese no soy yo –Murmuró chocando con alguien– Lo sien…–

 

Miró una rosa blanca en la mano sin creerlo. No se atrevió a alzar la mirada, pero los brazos del chico alrededor lo obligaron a hacerlo.

 

Draco abrió los ojos como platos saliendo de su máscara de orgullo.

–¡¿Tú?! –Preguntaron los dos al unísono.

 

Aquello debía ser una pesadilla.

 

+++

 

 

Miró el aula notando como le sudaban las manos. Fue uno de los primeros en entrar, sentándose al fondo para poder observar las mesas. ¿Y si no aparecía? Sabía que era muy tímido y tampoco le gustaba ser el centro de atención, pero le había prometido que iría.

 

Harry miró la rosa blanca en sus manos sintiéndose algo avergonzado pero feliz… feliz de saber que existía alguien para él…

 

Recordaba perfectamente cuando después de una agotadora clase de pociones doble entraban a la sala común y había un cartel justo al lado de la chimenea. Por supuesto, Hermione fue la única en acercarse y leerlo, puesto que Harry y Ron estaban lo bastante hastiados como para no leer un papel en lo que les restaba de noche.

 

–¡Miren! Se ve interesante! –Había chillado.

–Ve tú, es tu novia –Le había dicho Harry. Ron haciendo una mueca se levantó y caminó hacia ella.

–¡No me digas que es una sesión de estudios más! –Gimió desesperado. Hermione negó con la cabeza empujándolo hacia el papel.

 

"¿Sientes que no has conocido a nadie aún? ¿Eres demasiado retraído como para hacer amigos... o quizás quieras ampliar tus horizontes?

 

¡Que las diferentes casas no sea un impedimento para estrechar enlaces!

 

¡Inscríbete Ya!!"

 

Ron lo leyó en voz alta para hacer una mueca –¿Y? –Hermione lo miró ceñuda.

–¡¿Cómo que “¿y?”Ron es una excelente oportunidad?! ¡Inscribámonos! –

–Paso– Dijo Harry rápidamente. Ron asintió con la cabeza.

–¡Pero chicos! ¡Es la oportunidad perfecta para limar asperezas entre las casas! ¡Ahora nadie es enemigo de nadie y…–

–Nos diste un discurso parecido cuando nos obligaste a unirnos a la pedo Hermione –Replicó Ron sentándose en un taburete– ¿Qué de fantástico tiene escribirse con alguien que no conoces?–

–Es la P.E.D.O Ron, y puede ser una experiencia diferente ¿No lo creen? ¡Vamos chicos!–

–Que no Hermione–

–¡Ron! –Imploró esta.

–¡Ni de broma! –

 

Y por supuesto, después de unos cuantos alegatos más, a ambos no les quedó otra que aceptar de mala gana la “experiencia diferente” en la que Hermione quería entrometerlos.

 

Por supuesto que ella se encargó de todo, por lo que Harry sólo tuvo que escribir una corta carta hablando algo de él

<“Adonis de las pociones” ¿y quién con un poco de sentido común podría haberse puesto así?> Había pensado. Y no es como si su pseudónimo “Caballero sin armadura” que Hermione había ideado estuviera más original o mejor que eso.

 

Y cuando esperó que la otra persona hubiera encontrado el famoso taller igual de estúpido que él había llegado su primera contestación.

 

Buenas.

Tampoco creí que esto fuera a resultar, sin embargo después de meditarlo decidí darte una oportunidad “caballero sin armadura”. Tampoco soy muy sociable, y muchas veces suele confundirse eso con hostilidad pero honestamente dejó de importarme hace mucho.

Concordé mucho con tu carta, puesto que creo que también paso por el mismo problema que tú, aunque terminé resignándome a la imagen que los demás tenían de mí.

Me gusta el champagne y las frutillas.

Usualmente no escucho música, aunque no me niego a escuchar algo nuevo.

Escríbeme más de ti.

 

Adonis de las pociones

 

Y motivado por la curiosidad característica de él, Harry decidió seguir escribiendo. ¿Cuándo pensaría que terminaría descubriendo a un alma gemela?

 

En su vida había pensado que alguien  a quien nunca le había visto el rostro ocuparía sus pensamientos todo el día. ¡Ni siquiera sabía que podía ser un maldito poeta! Esperaba cada carta con aún más ansias, y se desesperaba al pensar que quizás le había aburrido o no correspondía sus sentimientos cuando la carta demoraba demasiado.

Sin embargo cada vez que una lechuza del castillo se posaba en su ventana sabía que sus inseguridades eran infundadas, y se veía rodeado de una calidez que nunca había experimentado.

 

Mi soñado caballero:

Me desesperaba el pensar que podías pensar que estaba hastiado de ti o alguna idea errónea parecida, pero a juzgar por tu carta ambos tuvimos una semana ajetreada.

Con respecto a tus amigos, después que los míos estuvieran a punto de abrir la caja donde celosamente guardo tu correo terminé hechizándolo con una especie de Fidelio (es en serio) para que nadie más que yo pudiera ver su contenido. Si quieres puedo recomendarte el libro del hechizo para que lo averigües por ti mismo.

Merlín sabe cuánto he aguantado por no averiguar quién eres y saltar a tus brazos sin importarme nada. ¡No sabes cuánto he necesitado tenerte cerca!

Mis padres parecen no entender que no quiero seguir el “negocio familiar” lo que me agobia más y más. Estuve tentado muchas veces a huir de casa, pero la cordura y tu propia letra hacen declinar mi decisión.

 

¡Cuánto me gustaría tener tu consuelo de primera mano y no en una carta!

 

Tu adonis de las pociones

 

Harry había suspirado sintiéndose en las nubes. Sonreía como idiota y ni siquiera el caldero de Ron que amenazó con explotarle cerca aguó el buen humor de ese día.

 

Según rumores habrá una junta para los de la actividad. No me gustan las reuniones pero podríamos juntarnos. Llevaré el colgante de mi niñez… podrías llevar una rosa blanca. Nunca me han dado flores” Si Harry hubiera sido un chico con una hiperactiva personalidad, habría saltado de un lado a otro por la sala común chillando como una adolecente enamorada. Pero sonrió como idiota, guardando su carta dentro de una caja que había conseguido.

 

–¿Y, que te dijo tu enamorado? –Preguntó Hermione sonriente. Ron hizo una mueca.

–¡Por favor Hermione! ¡Si Harry ni siquiera sabe quién es! –Harry frunció el entrecejo, pero respondió.

–Irá a la junta de este viernes –Sonrió. Hermione hizo una risa risueña a cambio. Sabía lo muy solo que Harry se había sentido y le alegraba que ya no fuera así.

 

 

Harry había visto a mucha gente pasar, y con cierto desconcierto cuando vio a Neville Longbottom prácticamente lanzarse a los brazos de Theodore Nott, quien parecía gratamente complacido. Incluso vio a Hermione acercarse a Pansy Parkinson quienes hablaban animadas, y a Ron hablarle a Blaise, compartiendo la misma camaradería. Observó a muchas personas de casas distintas que hablaban entre ellas, o buscaban a alguien más, pero nada parecido a lo que buscaba él.

 

–¿Se habrá arrepentido? –Susurró para sí sintiéndose decepcionado. Y se iba a levantar cuando alguien lo tocó en el brazo.

 

–¿Harry? –

–¿Cho? –Preguntó sorprendido. ¿No podía ser ella no? A la chica parecía que le brillaban los ojos de la felicidad, cosa que incomodó a Harry.

–¿Eres tú verdad? ¿Tú eres el “héroe de tus sueños”? –

–No Cho, lo siento –Negó con la cabeza alejándose de la chica. Cho Chang lo seguía negándose a creerle.

–¡Claro que eres tú Harry! ¡Yo lo sé! ¿Quién más podría ser? ¡Anda, no seas timi…–

–No Cho, no soy yo… yo soy…–Había chocado con algo. La persona parecía tambalearse, así que atinó a sujetarla con un brazo, cuidando que la rosa blanca no se estropease. Harry bajó la mirada notando un curioso colgante de plata con una moneda.

 

Sintió que la respiración se le aceleraba y la sangre se le calentaba sin razón aparente. Estaba a un paso… a un paso de…

 

Harry abrió los ojos como platos.

 –¡¿Tú?! –Preguntaron los dos al unísono.

 

Aquello era un mal sueño, ¿no?

 

+++

 

Harry y Draco se observaron en silencio con la mente en cualquier otro lado que en ese momento. Parecían analizar cada carta negándose a admitir la realidad. Fue Draco el que salió del transe dando un gran suspiro.

 

–Así que “caballero sin armadura” ¿eh, Potter? Que original  –Dijo con ironía. Harry frunció el entrecejo.

–Lo mismo digo “adonis de las pociones” ¿A quién más con dos dedos de frente podría haber inventando un pseudónimo así? –Draco gruñó en respuesta.

 

Ambos se sentían heridos por la actitud del otro. <¿Acaso había mentido?> pensaban al unísono.

–Anda, ríete ahora poeta de pacotilla ¿Eso era lo que querías no? –Habló el rubio ocultando su herida. Harry hizo lo propio indignándose.

 

–¿Y qué me dices de ti reina del drama? Seguro sabías que era yo y sólo querías burlarte de “San Potter” –Dijo con ironía. Observó las mejillas del ojigris volverse rosa por el enojo encontrándolo tier… <No puedes estar pensando eso Harry James Potter… ¡El te engañó! ¡No importa lo tierno que se vea!> pensó ofuscado.

 

–¿Yo? Te tienes demasiada importancia “cara rajada” el mundo no gira alrededor tuyo ¿sabes? –Se cruzó de brazos frunciendo el seño.

 

–¡Eres un…!–

 

–¡¿Podrían callarse?! –Gritó una alumna de Ravenclaw poco agradable que Harry había visto en algunas clases de Aritmancia de Hermione.

 

–¡Cállate tú! –Gritaron al unísono indignados. La chica frunció el seño apartándose de un chico Hufflepuff al que abrazaba.

 

–Vamos Draco… Deja a Potter y vamos a otro lado… ¿quieres? –Preguntó Zacharias Smith tomándolo del brazo. Draco lo miró encolerizado.

–Que mier…–Alcanzó a susurrar, antes que un muy resuelto Harry se acercase y los separase de un sonoro manotazo, acercando al Malfoy sobreprotectoramente hacia su pecho de la cintura.

 

–¡Hey suéltalo! –Le gruñó. Draco lo miró descolocado para avergonzarse de sobremanera y removerse de su posición hasta alejarse del niño que vivió como si quemara.

 

–¿¡Quien te crees que eres Potter?! –Gritó más avergonzado que enfadado. Harry abrió la boca pero no dijo nada. Draco observó a una chica de origen asiático tocando el brazo de Harry haciendo que este se sobresaltara y voltease hacia ella.

 

–Harry…–Alcanzó a susurrar antes que Draco tomara del brazo a Harry y lo arrastraba del aula mascullando por lo bajo dando un portazo que hizo que todos quedaran en un incómodo silencio.

 

–Bueno…–Susurró Hermione después de unos segundos tomando una cerveza de manteca–¿Cómo es que se llamaba tu tía Pansy?–

 

Pansy sonrió volviendo al tema, mientras que ambos hombres se dirigieron una mirada silenciosa, antes de tomar otras dos botellas y beber un trago haciendo que el bullicio volviera a emerger <ni modo> pensaron.

 

Draco arrastraba a Harry hacia la entrada del castillo aún enfurruñado. Harry no se atrevía a decir nada, observando la nuca del chico.

 

<¿A simple vista?...> pensó descuidadamente con temor a terminar la frase. Entraron en los jardines del castillo caminando en la oscuridad. Harry volvió a mirar a Draco, divisando al frente de él el lago negro. Se preguntó qué era lo que el rubio pretendía en ese lugar, sin embargo no dijo nada limitándose a seguirlo contemplando a su alrededor. A raíz de sus largas capaz negras se fundían fácilmente con el entorno como si se hubieran echado la capa invisible encima.

 

Draco se detuvo en la orilla levantando la mirada y observando al cielo, al parecer incapaz de observar otra cosa. Harry tragó saliva.

–Malfoy…–

 

–¿Tú no estabas mintiendo no? –Se volteó hacia el moreno quedando cara a cara. Harry observó su blanca piel, reparando en esos ojos grises que lo miraban interrogante.

 

–No creo que si te hubiera estado engañando hubiera estado tan enfadado Malfoy –Susurró al final. Apretó los puños haciéndose daño debido a la rosa que aún traía en la mano. La levantó hacia el rubio –Toma.

 

Draco alzó la mano para recibir la rosa, rosando la piel morena con la yema de los dedos, haciéndolo estremecer. Draco tomó la rosa y la acercó a la nariz inspirando profundamente –Huele bien –Dijo al final.

 

Comenzaba a correr el viento y Harry se sintió entumecido, pero se quedó en su puesto aguardando por algo, aunque no sabía qué.

 

–Yo tampoco estaba bromeando…–Susurró. Harry sintió como si un gran peso salía de él sintiéndose gratamente aliviado, aún así el nerviosismo no se le iba. Draco volvió a quedarse en silencio mirándolo a los ojos. El Griffindor contempló los ojos del otro durante lo que le parecieron horas, aún así no se sintió aburrido ni molesto. Tenía la ligera certeza de que pasase el tiempo que pasase jamás se cansaría de mirarlo. –¿No vas a cumplir tu promesa? –dijo Draco bajito. Harry sonrió, acercándose a paso firme a Draco para rodearlo con sus brazos lo más suave que pudo buscando no incomodar. Fue Draco el que apretó al ojiverde contra sí, dándole a Harry una señal para adosarlo más a sí.

 

Harry quería ser capaz de decir algo tierno, quizás inteligente, sin embargo no fue capaz. Se dedicó a aspirar el aroma del otro, y subir una mano hacia su cabello ahora un poco más largo y sin gomina, acariciándolo suavemente.

 

Draco cerró los ojos e inspiró el suave aroma a canela y miel, sonriendo complacido. ¿Cuántas semanas no había estado deseando estar de esa manera? Sintió como Harry le daba pequeñas caricias a su espalda estremeciéndose un poco, lo que causó que el moreno se alejara un poco.

 

–¿Lo siento… incomodé? –Preguntó nervioso. Draco sonrió de lado.

–Llevas 7 años incomodándome ¿y ahora vienes a preguntar? –Y antes que Harry pudiera fruncir el seño o responder, el rubio se alzó en puntillas para rozar los labios del moreno –Eres un tonto.

–Tú lo eres más –Respondió adosándolo en otro abraso –¿No crees que hace frío? –Comentó distraído. Draco se dejó mimar silencioso –Nos vamos a resfriar– Alegó.

 

–¿Prefieres estar allá con todos ellos? –Preguntó frunciendo el seño y mirando hacia el castillo. Vio a Harry negar con la cabeza –¿Entonces? Pensé que te gustaría estar aquí… después de todo tú mismo dijiste que querías contemplarme bajo el cielo sin nubes… aunque hay nubes –Frunció el seño con un poco de ironía. Harry hizo una risita.

 

–Tenemos tiempo para eso –Sonrió, al tiempo que depositaba sus labios sobre los de Draco con una muda promesa que gustoso aceptó.

 

+++

 

Draco despertó con el sonido de las lechuzas volar. Se sentía un poco molesto por la interrupción. Había tenido un hermoso sueño que no podía recordar. Suspiró un poco antes de poner sus pies en el suelo.

 

Una lechuza golpeó el marco de la ventana haciéndolo sobresaltar. Observó a Blaise que perezoso se destapó hablando por lo bajo y abriendo la ventana.

 

–¿Quien mierda manda correo tan temprano? –Medio gritó. Draco observó a la lechuza llegar donde él posándose en su cama. Acarició al animal sacando el paquete y abriéndolo.

 

Draco experimentó una felicidad que no sentía en años, sacando una rosa blanca y depositándolo en un esmerado florero en su mesita de noche, vistiéndose a toda prisa.

 

Draco.

¿Te apetece desayunar conmigo?

Es más divertido escucharte hablar de ti mismo, que limitarme solamente a leerte.

 

Harry

 

Aquel sería un día muy pero muy bueno.

 

 

Owari.

 

Notas finales:

Que decir. No quedé muy satisfecha, sin embargo era una sorpresa, y como sorpresa no hubo revición xD! espero te haya gustado weli (Y)!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).