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su rostro dormido por himeko-san

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Notas del capitulo:

aqui un mini one-shot....pues digamos que me puse muy romantica >///<

Su rostro dormido.

 

Los pétalos de rosa roja adornar, las sabanas blancas, entre ellas, arropado hasta los hombros, durmiendo tranquilamente, aquel rostro dormido, es el mismo que ve al despertar cada mañana.

 

Hoy se cumplen otras 365 mañanas… en que las peores pesadillas terminaban solo con abrir sus ojos, solo con verlo, cualquier mal recuerdo, se desvanecía al ver el rostro dormido, ese a quien llamo amante y ahora llama esposo.

 

Una década, despertando con ese rostro dormido, hoy la mañana era única, el sol iluminaba con una luz especial, tal vez solo el pensaba que ese día era único, tal vez el solo sentía que el sol  iluminaba con otra luz….tal vez

 

Si solo el…piensa que el tiempo va lentamente, solo hoy, que el día tiene un sabor distinto a los otros,  que el sol ilumina con sus mejores rayo y que el mundo solo hoy paro las desgracias…

 

Es por el amor que aun se mantiene vivo.

 

A pesar de los años, como el vino…. su amor solo mejoro,  su sonrisa da vida a una flor manchita, su risa alegra un corazón lleno de tinieblas y sus ojos….ese color amatistas, ese bellos diamantes amatista...

 

Fue esa mirada…la que conquisto su corazón.

 

Esa mirada lo trajo hasta hoy, por esa mirada, hoy esta sentado  en la orilla de la cama, por esa mirada, es que hoy acaricia el rostro dormido de quien llama esposo, y es por esa mirada que su hogar esta ordenado de rosas.

 

Este día se cumple otros 365 días de estar a su lado, de despertar con el acurrucado en su pecho, de besar sus labios y de hacer el amor en las noches en que las estrellas fueron testigos de una  pasión.

 

 En sus labios se curva una sonrisa sincera,  sus ojos miraban y vigilaban el sueño de aquel que ama,  amándolo como el primer momento o más si era posible,  el día le regalaba más momentos a su lado.

 

Pero…este día era mas que único, pues hoy, era el recordatorio de algo inolvidable,  en que las campanas de las iglesia sonaban solo por ellos dos, en que los anillos que ahora portan en sus dedos, fueron entregados con los mas puros sentimientos.

 

Ese día aunque fue hace ya una década, aun lo recuerda como si fuera ayer, reviviendo cada detalle, solo con cerrar los ojos, podía ver con claridad la imagen de su amado caminar hacia el.

 

Vestido completamente de blanco,  con sus cabellos tricolores recogidos por una coleta alta,  mirándolo con esa mirada que simplemente lo enloquece, jamás podrá olvidar esa mirada.

 

Tan llena de ilusión, rebosante de felicidad, esa mirada…lo enamoro más de que ya estaba, suelta una risa ligera, aun recuerda los nerviosos de ese día,  temblaba y casi muere cuando su amante se retraso un minuto.

 

No podía evitarlo….tuvo miedo, miedo de no ver más esa mirada, esa sonrisa y forma de reír, moriría sino viera su rostro al despertar, ¿Cuánto tiempo le tomo confesar sus sentimientos?...siempre fue alguien muy tímido.

 

Cada día puso una rosa roja en su casillero,  y un poema, pero jamás tuvo el valor de colocar su nombre en los poemas, a él solo le bastaba   ver el sonroje de sus mejillas al leerlos.

 

Por 2 años hizo lo mismo, el primer día de clases, cuando ya entraba a 3ero de secundaría, ese día hizo su eterna rutina, coloco la misma  rosa roja y un poema, cuando lo observaba para ver su reacción, unos de sus libros cayo al suelo.

 

Quedo inmóvil, ya lo descubrieron, aquel dueño de la rosa (y  de su corazón) se le acerco, recuerda haber bajado la mirada, muy apenado y sonrojado,  no sabe cuanto tiempo hubo silencio hasta que su amado le pregunto:

 

“¿Tu eres quien me da la roza y el poema, día tras día?...”

 

Un tartamudo si, salió de sus labios y lo siguiente que recuerda es que era besado por su amado justo en sus labios, sorprendido y sonrojado, correspondió aquel dulce beso y al momento de separarse, escucho dos palabras que nunca en su vida olvidara

 

 “Yo te amo yami”

 

Nunca olvidara ese momento,  fue el mas hermoso de su vida,  junto con el de su boda, percibe que su amado comienza a moverse, el dulcemente, acaricia sus cabellos y lo arropa mejor.

 

Aun debía dormir otro rato, quería que estuviera muy descansado, ayer fue muy  duro, estuvo hasta tarde en el trabajo y  cuando lego casi se desmaya en sus brazos, merece descansar, hoy más que ningún otro día.

 

Recuerda un secreto bien guardado, algo que ni su amado sabe, su primer encuentro no fue cuando estaban en secundaría, fue mas atrás, el no lo recuerda pero el si, fue una tarde de verano aquel primer encuentro.

 

El lloraba abrazado a sus piernas, ese día le habían dicho que sus padres se divorciaban, no quería ser separado ni de su madre y ni de su padre, le daba pavor pensar a donde terminaría, no quería que su familia se separara.

 

Sollozaba en un rincón muy alejado del parque,  sentía una gran tristeza, de repente pudo sentir una mano sobre su cabeza, levanto la cabeza sorprendido y lo miro.

 

Ahí estaba, con su mirada amatista y esa gran sonrisa tierna, era un bello niño más pequeño que el, de pelo tricolor y ojos amatistas que lo miraba con cierta preocupación.

 

“¿Qué pasa, por que lloras?...”

 

“Por que mis padres se separan”…

 

“Lo lamento…”

 

El niño busca en el  suelo algo, parece encontrarlo, lo toma y se pone de rodillas frente a el, le entrega una flor mientras le sonríe.

 

“por favor, toma esta flor y deja de llorar…”

 

El niño toma la flor, se levanta y se limpia las lágrimas, le regala una pequeña sonrisa y lo abraza suavemente.

 

“Gracias…”  

 

El niño, le corresponde el abrazo y así duro varios minutos, luego se separaron y el chico de ojos amatistas le regala un beso en la mejilla.

 

“Me voy,  ¿nos veremos de nuevo?”

 

Extiende su meñique, el entiende enseguida extiende también su meñique y entrelazan

 

“Si, te lo prometo”

 

Luego de pactar esa promesa, ambos niños tomaron caminos diferentes, el niño de ojos amatistas tuvo que mudarse a otra ciudad, por eso no pudo ir más a aquel parque, pero el lo busco hasta dar con el.

 

Se inscribió en al misma escuela y se puso en el mismo salón,  pero el niño de ojos amatista no lo recordaba y así que le hizo de todo para verlo otra vez, saben lo que paso después.

 

El destino quiso ponerlo juntos una vez más, en ese momento ya nada lo haría parar, amaba con locura a ese ser, que ahora se encontraba dormido.

 

No más dolor y amargura, no mas tristeza, en sui corazón solo esta la dicha de decir que tiene un dueño,  estaba grabado en fuego en su alma y pecho el nombre de su eterno amado.

 

Se acercaba la hora, ese día tenía que ser perfecto, por eso muy a su pesar,  tuvo que levantarse de su lugar, miro por última vez a su eterno amado y salió de la habitación que compartían.

 

Salió hacia el jardín y observo todo lo preparado, bajo el roble del patio su hogar estaba una mesa redonda, cubierta con mantel blanco, paltos de plata, copas de cristal fino todo adornado con pétalos color rojo.

 

Acomodo los últimos toques, lleno las copas de vinotinto, se fue hacia la cocina y saco la comida preparada por el, la coloco en la mesa,  dándole un toque elegante, coloco al lados de los platos un pequeño dulce de menta

 

Alrededor de la mesa, Había miles de globos, rojo y blanco, a cada lado de la mesa están dos tubos que sostenían una enorme pancarta. Que decía en grandes letras  rojas:

 

“Feliz  10mo aniversario”

 

Todo estaba como el quería, salió del jardín conforme con su esfuerzo y entro nuevamente a su habitación, se acerco a la cama adornada de pétalos rojo y se sienta justo al lado de su amado.             

 

Acaricia su mejilla, quitando de ellas unos traviesos mechones rubios, aquel rostro tan hermoso, era lo mas maravilloso que dios le había otorgado, se acerco a sus labios y deposito un suave y tierno beso.

 

Beso por largo rato aquellos labios suaves, hasta que pudo sentir como estos le correspondían, se separo lentamente y observo a su amado con los ojos abiertos y una tierna sonrisa infantil.

 

El le regresa la sonrisa y le acaricia la mejilla, el menor hace lo mismo, se le acerca y vuelven a unir sus labios, esta vez fue un beso apasionado, demostrando todo el amor y el deseo mutuo.

 

Como el aire era vital para ambos se pararon una vez más, pero aun así. Se abrazaron, sintiendo como la calidez del otro los apodera de sus cuerpos, aun si que ninguno hablara, ambos…sabían las palabras mudas de sus pensamientos.

 

En un suave murmullo, ambos, en apenas un suspiro,  pronuncian en voz baja.

 

Feliz aniversario, mi amor.

 

Fin

Notas finales:

muchas gracias por leer, en verdad!!!

dejen comen...plis...

bye >w<


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