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IDLE por sleeping god

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Notas del fanfic:

 

En este tendré que dar dos autores.

Tite Kubo, dueño de los personajes; y

Billy Idol amo y señor de la música que utilizaré.

Mi inglés está bastante oxidado así que si me equivoco no duden en decirlo.

Notas del capitulo:

Lo tenía preparado desde hace un tiempo, pero no había pensado el final. Ahora que lo sé comenzaré a subirlo.

Si preguntan "´¿Por qué escogí a Billy Idol?" sólo deben buscar una imagen de este hombre y verán el parecido de peinado con Grimmjow. No sé si es coincidencia o lo hicieron apropósito.

Obviamente tendrá música y el nombre de la canción será el titulo.

En este caso el titulo inicial me lo ahorrare para el cierre y pondré el segundo.

Sin más, vamos con la introducción.

Dancing with myself

El grito hizo eco en la oscura noche, retumbando hasta lo más alto de los edificios. La voz molesta se apagó poco a poco, para volver a decir lo mismo- ¡TE ODIO!- el pecho del muchacho subía y bajaba de la ira que contenía al otro hombre que no parecía sentir ninguna emoción-te… odio…- ninguno hizo movimiento, sólo se miraban fijamente. Por un momento se calmó más regresó la ira con más violencia- ¡di algo, perro!- espetó empujando a la otra persona del pecho.

Finamente respondieron-no quería…- fue más como un suspiro la oración, dicha en voz baja y muy tenue.

-¿Por qué lo hiciste si sabias lo que sentía? Confié en ti.

-no quise…

En la planta alta de un edificio suena música.

Aplausos,

Tambores,

Guitarra,

Bajo y

La voz.

-de verdad creí y confié en ti… de verdad que te quise, Grimmjow- terminó la conversación para ver que en los ojos azulados no había arrepentimiento…

-nunca quise tu cariño- crudamente responde el peliazul, como teniendo un nudo en la garganta, aclarándosela antes de hablar de nuevo mientras pasa un vagabundo a su lado, ignorándolos como ellos a él-nunca comprendiste nada.

-¿Qué quieres decir?-pregunta confundido Kurosaki.

Únicamente la canción da respuesta.

Well I wait so long

For my love vibration

And I'm dancing with myself

 

Oh oh dancing with myself

Oh oh dancing with myself

Well there's nothing to lose

And there's nothing to prove

I'll be dancing with myself

Porque Jaegerjaquez contestó besándolo rápidamente en la boca para después darle la espalda e irse.

Lady do or die

En la pantalla se leía en “enviar” y  “cancelar”, ya estando la flecha en el primero pero sin accionar la orden.

-enter- dijo la voz de una mujer por detrás de un hombre que miraba la computadora y con la mente en la luna-presiona enter, no lo has olvidado ya ¿verdad

-¿Qué?- reacciona al fin, mirando sobre su hombro a la joven de cabello negro hasta media espalda, delgada, de piel clara, no atractiva en exceso pero si bonita, más con ese traje de oficina rojo que resalta sus marcados labios.

- te lo expliqué la semana pasada ¿lo olvidaste?

-no, no lo he olvidado… rayos, Hana, sabes qué me pasa así que no te hagas la tonta- amonesta con una ira apaciguada por la desesperación, presionando por fin la tecla.

-me dijiste que no estarías nervioso- le comenta con voz conciliadora la chica, sentándose en la otra silla del escritorio aun no personalizado.

-¿si…? pues no es así. Estoy… ansioso… y a la vez no quiero ir…- los labios rojos se vuelven una sonrisa y acerca una mano a acariciar el cabello azulado de su compañero, que baja la cabeza y clava sus ojos en la falda de la muchacha, aunque sin ninguna perversión.

-lo harás bien, Grimm. Si sucede lo que sea ya te dije que pases a mi casa sin importar la hora.

-no me llames Grimm- le espeta haciendo que quite la mano,  bebiendo un poco del café que se enfriaba en la mesa, una taza de decorado de maneki neko- igual te llamo para decirte que pasó- le sonríe, esta le da un beso en la mejilla y vuelve a su propio escritorio, aun lado, pasando un pasillo.

El hombre se limpia la cara con la mano para borrar la marca roja y se queda mirando los puños de su camisa blanca que sobresalen por el saco negro, preguntándose si debería llevar eso tan elegante, quizá sacarse la corbata negra o sólo desapretarla y abrir el saco.

-hey, hey…- nuevamente la mujer le habla, pero desde su lugar y en voz baja. Mueve la cabeza para hacerle entender que la oye-… te vez muy guapo- le alaba a la vez que un leve rubor inunda la cara pálida de esta. Piensa que es muy bonita con ese tono, el rojo siempre se le ha visto precioso.

-gracias, bebé- mencionó lo ultima en voz un poco más alta, ya sabiendo que eso la molesta y la hace quedar en un tono escarlata.

-¡Grimm!

-ambos, a trabajar- les corrigue un hombre joven, interponiéndose. Los dos continúan en las computadoras aunque el peliazul ya advierte que tendrá que repetir los escritos cuando su cabeza este en la tierra y en esas oficinas editoriales.

Pasa la tarde y cuando el sol comienza a bajar, dejando la ciudad en tono naranja. Salé la pareja a la calle.

-bien, Grimm, únicamente debes ser firme en lo que quieres, pero no muy firme porque…

-ya sé, porque lo voy a asustar…- el joven pasa su mano por los cabellos azules en señal de frustración- vivir o morir por la señorita. Ese el plan.

-no te rechazará- la chica le da unos golpes en el pecho, justo a la altura que le llega al gigante.

-bueno, aquí vamos. Nos vemos mañana- se despide para subir en una moto negra con flamas azules y marcharse a las zonas residenciales.

 

Abre la puerta de una casa de dos pisos, siendo saludado en la puerta, yendo de salida, un muchacho poco más joven que él.

-¿Qué onda, pantera?

-¿a la escuela apenas, wey?

-se me hizo tarde. Preparas la cena- le dicen al último y se va el chico corriendo.

Suspira y entra, encontrando un desastre en la sala, la que pasa por alto para subir hasta la segunda puerta del pasillo; un baño donde se moja la cara, mirándose unos segundos en el espejo.

-debo relajarme antes de entrar en acción- baja otra vez a la sala, a un estéreo, donde pone un disco al azar y gira la rueda hasta su límite. Las ventajas de vivir rodeado de adolecentes es que su modo de vida es música al máximo volumen, sea de día o de noche.

Al subir el sonido de una guitarra con ritmo inunda el lugar y posiblemente afuera y la casa de los vecinos, que asegura pondrán algo de su música hippy para compensar y hacer su competencia por ver quién puede destrozar la ventanas antes, pronto una voz dura acompaña el sonido.

Entra en una habitación pequeña, con una cama destendida, con varias botellas de cerveza en el suelo, una ventana abierta sin cortina dando a la calle, un armario abierto con poca ropa mal acomodada, un escritorio lleno de papeles, mas botellas, un cepillo, pulseras, collares, entre otras cosas; y en una sillón entono rojo demasiado vistoso a un costado, donde arroja su corbata y saco, acompañando a la montaña de prendas. Patea las botellas para llegar al escritorio, tirando varias cosas para sacar un lápiz delineador azul. Da la vuelta y ve la habitación, preguntándose por un momento si debería limpiarla, pues en esta ocasión no tiene planeado traer a alguien, arrojar las cosas que hay en la cama al suelo y hacerle el amor para que se vaya en la mañana, no, ahora quiere mostrarse diferente. En el cajón que tiene abierto comienza a meter pulseras y collares, los primeros del lado derecho y los otros al izquierdo; juntando todos los papeles, acomodándolos derechos y colocándolos en la esquina del escritorio; tirando el resto de la basura al suelo y los demás artículos en otros cajones; baja por una bolsa para introducir toda la basura, botellas, latas, envoltorios, comida, dulces, frituras y una que otra penda femenina que nunca pensó en quedarse. Ahora mira el sillón con mas ropa que su armario y que ni siquiera esta consiente de si esta limpia o no. No se le pasa por la cabeza lavar en ese momento y le desespera saber que es demasiado para recogerlo en unos minutos. Gruñe y empieza a doblar la ropa. No obstante no cree que pueda llevarlo a su cuarto en la primera ocasión así que sigue su camino al baño.

De vuelta en el espejo, remarcar las líneas debajo de sus ojos

-can almost hea her breath. It´s a shame what you´ve become- acompaña para que su mente no piense en nada, sin embargo las líneas pronto le hacen caer nuevamente en cuenta-the this i do for love- se escucha claramente, baja la cabeza y lanza una maldición.

Baja los escalones de dos en dos y, antes de iniciar la otra melodía, apaga la maquina y sale en su motocicleta.

Se detiene frente a una casa que anuncia en un letrero “clínica Kurosaki”. Se mira por última vez en el espejo retrovisor.

Camina sintiendo que cada paso es un sufrimiento, al igual que tocar la puerta. Se aclara la garganta escuchando ya unos pasos venir.

-¿si?- una pequeña niña de cabello claro atiende. Se alivia al verla.

-hola ¿estará tu hermano mayor?

-¿ichi-nii? no, salió ¿quiere dejarle un recado- mira el suelo con decepción, pensando que ya hizo mucho y parece no ser suficiente, preguntándose qué necesita su “lady”.

-no ¿sabes a dónde fue?- le sonríe a la niña, que le devuelve el gesto con un rubor en sus mejillas.

-creo que fue a patinar ¿eres su amigo

-si- miente- iré a buscarlo. Gracias, nena- sube a la moto y va al parque.

 

Pasa por los arboles, escuchando a los niños jugar. Por fin ve la pista de patinaje.

-espero que no sea los que les gusta patinar e la calle- inspecciona cada una de las caras, sin encontrar la que espera. Se sienta en una banca con vista a las rampas, debajo de un árbol.

Pasa el tiempo y nada. Empieza a desesperarse. Pasa un vendedor ofertando globos.

Todos esos días pensó que no importaba lo que había hecho, que no sabía que más necesitaba.

-deme uno- le pide parándose de su asiento, escogiendo un oso muy tierno. Paga y el vendedor le da las gracias.

Regresa a sentarse y esperar, tarareando la música que escuchó antes de marcharse de casa.

Las horas y nada, comienza a adormilarse haciendo que suelte el globo de helio.

-¡mierda!- despierta bien y corre por él, metiéndose en la pista de patinaje. Brinca una patineta y esquiva a un novato hasta que uno de esos lo derriba, lanzándolo contra la orilla de una rampa.

La gente se aglomera a su alrededor, mirándolo mientras se recupera y al parecer ayudando a quien se estampo contra él. Se levanta enfurecido, pues ya no ve en el cielo su obsequio.

-¡hey, hijo de puta. Te voy a desvergar, cabrón!- de entre la multitud salé un muchacho igual de enojado, con el labio roto y su chaqueta, roja de estampado complejo de dragon, rasgada y sucia… y el cabello color naranja brillante.

-pues éntrale, malna…- se quedan mirándose, ninguno se mueve. Ya han perdido las ganas de pelear.

-Ichigo- menciona primero en mayor.

-¿Grimmjow?- ambos dan con la aglomeración de personas- vamos- lo sigue, en total silencio. Su corazón late rápido y sus manos le tiemblan. Traga saliva, dándole una punzada en la cabeza que le hace sacar un gruñido-¿qué pasa?- le cuestionan sin voltear.

Se tienta la cabeza y la mano se le mancha de sangre, seguramente de su encuentro de esta con la rampa, se dice.

-nada, me rompí la cabeza- el chico que hasta ahora iba tranquilo, esperando encontrar un lugar solitario para hablar, gira entre furico, consternado y, levemente, con humor burlón.

-¿Cómo dices eso tan tranquilo?

-no es nada- le calma mirándolo a los ojos y después alrededor. Ahora están solos.

-¿Qué haces aquí?- respira, es lo que esperaba y ahora tiene que decirle… decirle que lo ama, que se enamoró perdidamente.

Frota sus manos, aclara su garanta, lo mira y se da cuenta que no cambio nada en ese año.

-¿Cómo sobreviviste?- cuestiona Kurosaki al ver que no le responden- no imaginé que sobrevivieran ustedes dos pero parece que así fue.

-¿dos?- la duda toma fácilmente el lugar de la declaración, la cual quería hacer ese día, un día antes de los 16 años del shinigami.

-si… también Nell está bien… y viene de vez en cuando- un sonrojo claro se hace en el menor, quitándole todo ese color al corazón del espada.

“¿Qué necesitas?” se pregunta acongojadamente.

En un descuido por parte del exshinigami es atrapado por la cara, siendo alzado del suelo y quedando de cara al hollow.

-ya me has matado dos veces- le espeta un demasiado serio Grimmjow, quien da por hecho que por esa “lady” iba a morir y no a vivir.

Cae al suelo Ichigo al ser liberado, sin recibir una respuesta clara, simplemente marchándose Jaegerjaquez.

Ambos creen que han subestimado a ese adolecente de 1 años. Apenas se levanta corre a buscarlo, cosa que el otro supo, corrió a su moto y se marchó hecho un bólido, pasándose los altos, sólo pensando en esa casa pequeña con un enorme jardín donde hay un árbol de cerezo que seguro aun no florea.

Llega al anochecer a esa zona oscura. Estaciona como sea, baja corriendo y entra sin llamar a la puerta.

Hana, que leía a la luz de una vela pues la luz se fue en su residencia, se espanta pero al reconocerlo va veloz a abrazarlo.

-¿Qué paso, Grimm?- se abrazan mutuamente. Después de un tiempo, responde:

-ya sé que necesita… y no es a mí.

Notas finales:

Empezamos, ya he avanzado un poco pero realmente me esforzaré en este por meter a un gran autor como es Billy Idol.

Además de que a lo largo de la historia seguiré recomendando su música.

Gracias por leer.


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