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Poniéndome en tu lugar por Mariohn

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Notas del fanfic:

Advertencias:

- Naruto pertenece a Masahi Kishimoto.

- Los Occ son de mi propiedad.

Notas del capitulo:

Dedicado a Bronik, que le debo una firma ¬¬!!!

Pareja: Naruto x Sasuke.
Palabras: alrededor de 5000 :d:
Advertencia: Shounen-ai, Groserías, Desmayo de un personaje (?)





Y él se había atrevido a pensar que los celos del Uchiha eran obsesivos…
Levantó la mirada, frunciendo el seño e intentando controlar el poco y casi nada autocontrol que le quedaba para no saltar sobre ellos, apartar al idiota de su Sasuke y comenzar a romperle todos los huesos… Sonrió con la idea. Aplicando un mínimo de fuerza y podía romperle desde la punta de la uña hasta la punta del pie… y lo mejor era que el tipo no moriría…
Pero todas sus ideas quedaron en el aire en cuanto vio a su teme sonreírle… ¡Sonreírle!

Apretó el puño con fuerza sacando el kunai del bolsillo con los ojos inyectados en sangre…

Porque de lo que Uzumaki Naruto estaba seguro, era que nadie en el mundo sería capaz de arrebatarle lo que era suyo.

Nadie.

 

Poniéndome en tu lugar

 


–Teme… te pasaste y lo sabes –Suspiró Uzumaki Naruto fastidiado, dejándose caer en un asiento más derrotado que otra cosa. Sintió la mirada de su amante cargada de odio, y prefirió fijarse en las imperfecciones del piso antes de atreverse a decir más.

–Cállate –Escuchó antes de sentir su brazo aplastado por la espalda de este. Naruto se mantuvo en su puesto sin abrir la boca –Ella quiere contigo dobe– el pelinegro se cruzó de brazos. Naruto lo miró con el rabillo del ojo posando la mano que tenía en el respaldo del asiento en el brazo del Uchiha, haciendo una pequeña caricia.

–Pero yo no– Volvió a decir. Y en un rincón de su mente se disculpó con la olvidada Hinata a quien probablemente se estaría ganando una visita a un buen psiquiatra.

Sasuke alzó una ceja –¿Seguro?–

Naruto puso los ojos en blanco para hacer una pequeña sonrisa, derrotado. Miró hacia todos lados para poner una mano en la barbilla del ojinegro juntándolos en un casto beso –Que yo sepa el novio del futuro Hokage de Konoha eres tú dattebayo –Le guiñó un ojo.

Ignorando la cara abochornada del Uchiha y antes que comenzara a replicar Naruto volvió a unir sus labios. Ya hacía un mes que salían y mucho más que vivían juntos. Y Naruto no cabía en la felicidad por saberse correspondido, o por no hallarse bajo tierra por atreverse a lanzársele encima a la primera oportunidad. Y a pesar de las peleas y por el hecho de tener que ocultar su relación –aunque Naruto sabía que ni él ni su pareja aguantarían mucho– eran felices.

Exceptuando los celos casi obsesivos del Uchiha.

Porque de lo que Naruto estaba seguro, era que si Sasuke pudiera matar con la mirada, habría muchos que estarían muertos. Suspiró apesadumbrado levantándose tras el Uchiha y observándolo caminar delante con todo el porte y elegancia que a pesar de todo aún poseía.

A ciencia cierta sabía que a Sasuke no le quedaba nadie más él, y aunque no congeniara en esos arranques de celos que sólo él podía identificar no podía dejar de entenderlo. Porque él mismo sentía que después de Sasuke no le quedaba nada.

¡Pero eso no justificaba que intimidara a todo el que se le acercara!

–¡Naruto-kun! –Escucharon a sus espaldas. Naruto volteó el rostro para ver a Sai acercarse a ellos. Sonrió alzando la palma de la mano a modo de saludo, e intentando no pensar en el gruñido de los labios del Uchiha.

–Hola Sai –Murmuró mirando por el rabillo del ojo. Tragó saliva. –¿Que pasa dattebayo?–

–Naruto-kun, Uchiha –Naruto sudo frío al ver como Sasuke desviaba la mirada con sumo desprecio. Aún así no sacó la sonrisa -ahora nerviosa- que había en su rostro –Pues vengo a avisarles que Tsunade-sama nos busca mañana temprano. Dijo que era urgente –Se encogió de hombros –también me enviaron a decirle a Kakashi-san–

–Ya veo...–Dijo el rubio rascándose la cabeza– Gracia...–

–No sabía que ahora mandaban a pintores de mala muerte a hacer el trabajo de mensajeros –Escuchó a su espalda volteándose a mirar a Sasuke entrecerrando los ojos. Volvió a tragar saliva.

–Y yo no sabía que los bastardos como tú pudieran andar libres por konoha– Dijo sin dejar de sonreír, para luego acercarse al rubio y tomar una de sus manos –Naruto-kun ¿No se supone que somos amigos? hace mucho que no salimos a comer–

–Ah es que... no he tenido tiempo últimamente –Admitió el rubio haciendo una mueca –Lo sien...¡AH!–Gritó dando un salto.

Naruto abrió los ojos como platos del asombro. Anonadado, vio como Sai se desplomaba en el piso producto de...

–Fue sin querer –Escuchó alzando la mirada. Definitivamente, no había ninguna expresión culpable en su rostro.

Horas después Naruto no cabía en sus pensamientos. No podía creer en lo que el Uchiha había hecho, más encima de atreverse a poner una expresión inocente en su rostro. ¡Y se la creyeron maldita sea! ¡Se la creyeron! No quería ni pensar en lo que Sai debía de estar sufriendo con tremenda descarga, y tampoco podía preguntar. No si quería pasar el resto de su vida durmiendo en el sillón.

–Dobe, ya no des la lata– Repitió un ya harto Sasuke dándole la espalda al rubio y apagando la luz de la mesa de noche más cercana.

–Pero teme...–Replicó Naruto abrasándose al cuerpo desnudo frente a él y cubriéndolos con una sábana–Intimidaste a Konohamaru y a Hinata, y electrocutaste a Sai... –Sasuke se volteó indignado –Ok, acepto que lo de Konohamaru fue porque te amenazó, ¡pero a mí no me engañas con lo de Sai dattebayo!–

–Ya te lo dije que lo sentía –Insistió. Naruto suspiró evaluando su expresión desconfiado. –Mañana tenemos una misión dobe –Dijo sin mirarlo. Finalmente el rubio suspiró apagando las luces y abrasándose al Uchiha, quien no hizo amago de separarlos cerrando los ojos.

–No puedes intimidar a todo el mundo teme –Susurró sintiéndose horriblemente cansado mientras el sueño le vencía.


Por primera vez en mucho tiempo se sintió cansado como nunca. Naruto se levantó pesadamente caminando al baño y echándose agua en la cara. Observó su reflejo examinando sus ojeras que se habían extendido.

Suspiró. Tenía un mal presentimiento.
Volvió a la habitación notando su soledad y procediendo a vestirse a paso normal.

–¡Levántate idiota! ¡Que tenemos que irnos! –Escuchó. Naruto caminó hacia la cocina, donde un muy resuelto Sasuke devoraba una tostada sin un atisbo de elegancia. Sonrió un poco sentándose a su lado y comiendo en silencio.

Sasuke alzó una ceja, sin embargo no hijo ningún comentario terminando de comer y retirando la loza. Naruto sólo lo observaba.

Sin darse cuenta terminó caminando tras el Uchiha como cada mañana. Suspiró. No sabía qué demonios le sucedía ese día.

–Tengo sueño dattebayo –Se quejó el rubio bostezando y hablando por primera vez. Sasuke se volteó.

–Supongo que ayer se nos fue de las manos –Naruto negó enérgico.

–Ni se te ocurra siquiera mencionarlo –Entrecerró los ojos tomándolo por los brazos alarmado. Ni de broma dejaba que siquiera osara mencionar en disminuir sus “atenciones”. Sasuke lo miró sorprendido y examinando su rostro para hacer una leve sonrisa.

–Dobe…–

–Disculpen, ¿donde es la oficina del Hokage? –Escucharon. Ambos miraron hacia su izquierda donde un moreno ojos verdes los observaba.

–Ahí dattebayo –Apuntó al enorme edificio preguntándose internamente como el chico no pudo notarlo. Pero aquellos ojos verdes nunca miraron el edificio. Naruto le frunció el seño.

–Ah ya veo...–susurró el chico mirando de arriba a abajo a Sasuke. Naruto observó al ojiverde y luego al Uchiha, su estomago se relajó al ver que el ex vengador ni siquiera se molestó en mirarlo. Con una seña en la cabeza caminó hacia el edificio, no sin antes atraer el Uchiha hacia él con un brazo -solo por si acaso-

Suspiró con molestia al verse seguidos. Sasuke miraba a Naruto en silencio, aunque el rubio pudo detectar una chispa desconocida para él en los ojos del pelinegro. –¿pasa algo ttebayo? –Preguntó. Sasuke negó con la cabeza, aunque ese brillo en sus ojos no despareció.

Naruto ladeó la cabeza curioso –¿Entonces...? –

–¡Llegas tarde! –

Naruto tragó saliva volteándose violentamente hacia una muy resuelta pelirosa al parecer dispuesta a usarlo como saco de boxeo.

–¡Es que nos encontramos con alguien dattebayo! ¡Sakura-chan no me mates! –Naruto se tapo la cara y cerró los ojos esperando oír el golpe... que al parecer nunca llegó.

–Kakashi-san no ha llegado –Bajó los brazos abriendo los ojos. Sai le saludaba desde la entrada. Tragó saliva mirando con la rendija del ojo hacia el Uchiha a modo de advertencia.

–Qué bueno que te encuentres...eh... bien –Sonrió nervioso. Escuchó a Sasuke bufar.

–¡Ah! los accidentes pasan Naruto –Dijo la pelirosa no muy convencida. Sai seguía sonriendo.

–Sólo me hicieron cosquillas –Sonrió acercándose.

–Uhm...–Naruto se volteó sigilosamente acercándose al ninja evaluando su expresión de "¿Fueron simples cosquillas eh? vamos a ver si AHORA son cosquillas" y disimuladamente tocando su brazo.

–¿Veo que Sasuke ha vuelto a las andadas eh?– Escucharon en la entrada. Kakashi caminaba al lado de una sonriente Tsunade. Sakura abrió los ojos sorprendida.

–¿Kakashi llegaste temprano? ¡Oh dios!.

–¡Claro que sí! ¿Cuando no he llegado a la hora? No respondan–

–Nah, Iruka estaba en la entrada, seguro él te obligó eh? –Preguntó la Sannin haciendo una sonrisa malvada. Kakashi tragó saliva al parecer algo abochornado. Naruto lo miró curioso.

–Kakashi-sensei, ¿Iruka-sensei te ayuda a levantarte? –Kakashi tosió ruidosamente ante la risa de Sakura, la sonrisa de Sai y la mirada burlesca de Sasuke.

–Dejemos los asuntos triviales de lado, tenemos una misión –Dijo aparentando seriedad. Tsunade le dio un golpe en la cabeza haciendo una carcajada sonora, avanzando primero.

–Nos volvemos a ver– Escucharon. Naruto se volteó observando al castaño de la entrada con el ceño fruncido. El moreno se acercó al Uchiha sonriendo de oreja a oreja. –Soy Shinji Oda– Estiró la mano hacia el ojinegro con una sonrisa coqueta. Naruto tuvo la urgencia de estrellar al castaño contra la muralla con todo y sonrisa.

–No sé quién eres –Respondió Sasuke mordaz, dándole la espalda y caminando hacia donde la Hokage. Naruto sonrió con orgullo, siguiendo al pelinegro en silencio.

–Bien –Se levantó la mujer imponiéndose a los demás. Naruto miró de reojo al castaño, quien no dejaba de observar al pelinegro. Sintió un pellizco que lo hizo gritar –¿Ahora qué pasa Naruto?–

–Nada Oba-chan –Se sobó el brazo mirando hacia la pelirosa quién lo miraba ceñuda.

–Estos niños…–Suspiró– En fin, esta persona es Oda Shinji, del antiguo clan Oda –Shinji se puso al lado de la mujer haciendo una reverencia –Y será el próximo jefe del clan Oda, como sabrán una familia muy influyente en el país del fuego –Todos asintieron– Oda-san acaba de pedir una escolta para su heredero al consejo de los clanes más importantes del país. Por lo que ustedes cinco le acompañarán –Todos asintieron– Es una misión de rango B, que por supuesto tiene sus complicaciones, hay muchos ninjas errantes que buscan la desaparición del clan. Y oda Shinji es el único heredero –Le extendió el informe a Kakashi quien lo tomó echándole una rápida mirada –Necesito el máximo de confidencialidad al respecto, nadie salvo nosotros conocemos al heredero y nadie debe revelarlo hasta el momento en que el concejo se lleve a cabo –Todos asintieron en silencio– El cómo llevarán a cabo su seguridad ya es problema tuyo Kakashi –Miró al ninja seria– Pero no quiero errores.

–No se preocupe Hokage-sama –Respondió el peliplata llevando el informe sobre la mesa. Tras una pequeña despedida todos avanzaron hacia la salida del edificio.

Naruto descubrió con una extraña molestia lo agradable que era el chico. Se comportaba muy atento y respondía con mucho ingenio. Y lo peor de todo, era que a Sasuke no le molestaba en lo más mínimo el responder sus preguntas, que no eran pocas. Naruto sintió como si ellos y él estuviesen en otra frecuencia, sintiéndose más solo que nunca. Y aún más al descubrir el interés que al parecer poseía el castaño con el ojinegro, inquietándolo aún más.

–¡Naruto…!– Sintió un zarandeo que lo hizo desestabilizarse. Se giró hacia el agresor con el ceño fruncido, cambiando su expresión al ver de quien se trataba –¡Que te estoy hablando idiota! –Gritó la pelirosa estampándole un puño en su cara. Naruto se quejó sobándose el magullado rostro.

–¡Ya entendí Sakura-chan! ¡Pegas mejor que un hombre dattebayo! –Se quejó.
–¡Cállate! –Gritó cruzándose de brazos mientras un leve tono carmín bañaban sus mejillas. Naruto giró la cabeza confundido y algo curioso. Sai le palmeo el hombro.
–¿Qué…?–El pintor negó con la cabeza.
–Según mis libros a las mujeres así no hay que decirles nada y huir Naruto-kun, te pueden echar una maldicio…–
–¡A quien estás llamando bruja Sai-bastardo! –Gritó Sakura dándole una tanda de golpes tan grande, que Naruto agradeció una y mil veces no estar en su lugar. Kakashi carraspeó haciendo que todos le prestaran atención.

–Tenemos que partir hoy, así que hay que discutir el cómo le protegeremos –Terció el ninja– Oda-kun cuenta con un carruaje con 4 caballos, un cochero, dos mucamas, un mayordomo, una escolta personal y dos escoltas principales. Así que…–
–Sí que viajas con lujos dattebayo –Dijo Naruto asombrado. Shinji le dedicó una sonrisa.
–Soy el heredero, es poco para lo que recibiré en el futuro– Dijo con simpleza. Naruto omitió el bufido molesto que amenazaba por salir.
pensó. Sasuke bufó haciendo que la mirada del rubio se posara en él. Intercambiaron miradas silenciosas durante lo que Kakashi tardaba en volver a hablar. Cuando lo hizo, una sonrisa fugaz pasó por los labios del Uchiha, haciendo sonreír a Naruto.

–Bien. Sai, tú serás escolta principal, Sakura una de las mucamas, Naruto su escolta personal y…–

–Lo quiero a él– Escucharon la voz del castaño. Shinji miró a Sasuke antes de volver a hablar –Lo prefiero a él– Se formó un incomodo silencio.

–¿Por qué? –Preguntó Naruto molesto al cabo de unos segundos.

–No te ofendas, pero él me da más confianza– Naruto alzó una ceja dispuesto a contestar, pero la mano en el hombro de Kakashi lo detuvo.

–Bien. Naruto serás la otra escolta principal, y yo el cochero –Naruto le lanzó una mirada reprobatoria a Kakashi que respondió negando con la cabeza.

–Kakashi ¿seguro que sabes manejar un caballo? –Preguntó Sasuke inseguro mirando el carruaje, pero mirando de reojo a Naruto. Kakashi sonrió a su estilo.

–Claro que sí Sasuke. ¿Por quién me tomas?–

Unas cuantas horas después, Naruto aún no comprendía como el carruaje andaba en línea recta o peor, no intentaba asesinar a nadie. Como todos sospechaban, Kakashi nunca en su vida había manejado uno de esos, por lo que al momento de subirse se convirtió en el peligro número uno de la misión. Y tampoco era como si Sai y él supieran andar en caballo también, de hecho necesitaron al menos una hora para poder andar derecho y sin matarse mutuamente; pero la gran diferencia era que ellos no cuidaban más que sus propias vidas encima de esos animales, por lo que no había una preocupación tan seria.

Naruto suspiró con frustración golpeando al caballo un poco para que avanzara. Se encontraba molesto…No. La palabra molesto se quedaba corta con el sentimiento que corría por sus venas. Estaba enfadado. Si, sumamente enfadado. Tan enfadado, que le estaba costando mares controlarse a sí mismo para no terminar causando alguna catástrofe. Tan enfadado, que si no fuera por los ropajes extraños que le recordaban la misión e inclusive su propia posición, ya habría matado al tipejo ese. Y confundido. Porque no tenía ni la más remota idea de cómo en un lapso de pequeñas horas había pasado por tantos estados anímicos que incluso comenzó a plantearse de una posible bipolaridad.

Tomó una gran bocanada de aire intentando estabilizar al caballo de Sai, que amenazaba con chocar al suyo volteándose de reojo. Kakashi intentaba controlar los caballos mientras Sakura le reñía usando toda la capacidad de aire que poseía, la chica al otro lado del jounin le dedicaba una gran sonrisa, que Naruto omitió por completo intentando fijar su vista en el carruaje. Volvió a gruñir, empujando al caballo de Sai lejos de él, que casi le cuesta una buena caída al pintor.

–Lo siento Sai ttebayo–Se disculpó, aunque estaba lejos de sentir alguna clase de arrepentimiento en esos momentos. Naruto sólo pensaba en ese carruaje. Si, el maldito carruaje y su contenido. Naruto no podía creer cómo un idiota como ese terminaría siendo uno de los políticos más poderosos del país. Arrogante como ninguno, les habló como si fueran unos simples criados ¿El? ¿Naruto Uzumaki un criado de un idiota como ese? ¡Habrase visto! Encima de acusarlo de débil e incompetente, eliminando la poca y nada de simpatía que había generado.

–¡Chicos! ¡Vamos a descansar! –Gritó Kakashi dirigiendo los caballos hacia un arrollo. Naruto y Sai movieron sus caballos lo más cerca del carruaje que pudieron, dándole a Naruto una pequeña visión de lo que pasaba allá adentro.

–Naruto-kun ¿estás bien? –Naruto cerró la mandíbula y apretó los puños con rabia. Su mente estaba hecha un caos. Sabía que no debía ser irracional ¡Sólo le estaba tomando la mano! ¡Y no era ni la décima parte de lo que ellos habían hecho! Pero la mente del rubio no le estaba ayudando. Constantes imágenes de ellos dos le atormentaban como un veneno sin antídoto.

–¿De verdad estás bien? –Volvió a preguntar Sai bajándose del caballo. Naruto asintió sin estar seguro de nada intentando no mirar al Uchiha ni al chico.

Intentó calmarse durante el almuerzo sin conseguirlo. Alternaba las miradas acusadoras y las asesinas en cada momento no consiguiendo más que volverse más perseguido de lo que estaba siendo.

–Sasuke, ¿quieres dar un paseo? –Naruto alzó una ceja al chico intentando serenarse. El Uchiha le dirigió una mirada rápida antes de asentir. Naruto castañeó los dientes.

–Cálmate Naruto –Dijo Kakashi observando cómo ambos se alejaban.

–Estoy calmado –repitió. Kakashi puso los ojos en blanco. El rubio se levantó –Voy al baño– Dictaminó caminando lejos de donde estaban. Cuando se vio lejos de los demás intentó rastrear el paradero de ambos chicos. Los encontró a escasos metros de él. Sin pensarlo dos veces corrió lo más sigiloso que pudo escondiéndose en unos matorrales escuchando las voces de ambos. Intentó agudizar el oído.

–Valla, eres increíble Uchiha-san ¿Puedo llamarte Sasuke? –
–Como sea –Respondió este indiferente. Naruto sonrió con satisfacción. Vio al castaño fruncir el entrecejo.
–Bien Sasuke. ¿Te gusta ser un ninja?

–¿Por qué lo preguntas?

–Porque me agradas –Dijo volteándose y acercándose al pelinegro. Naruto gruñó al notar tanta cercanía en SU Sasuke –Y me gustaría que siguieras siendo mi escolta personal ¿No te gustaría?

–¿Escolta personal? ¿No tienes ya gente especializada en ello? –Preguntó el Uchiha. Shinji hizo una gran carcajada.

–Eres muy inteligente –Naruto lo vio alzando una ceja interpretándolo como “es obvio ¿Qué creías?” habría sonreído si no fuera por la situación. Shinji acercó una mano al rostro de Sasuke acariciando su barbilla. Naruto gruñó sacando un kunai –Eres hermoso…–

Era más de lo que podía aguantar. Agudizó la vista y apuntó a un ángulo en el que él sabía que no haría daño al pelinegro, cuando una mano en su hombro lo hizo voltearse de improviso.

–Sabía que no podía dejarte solo.
Se volteó violentamente para ver la cara de Kakashi. Se rascó la cabeza nervioso.

–Solo em… estaba revisando los alrededores –Kakashi alzó una ceja.

–Entre tú y Sasuke destrozarán la aldea –Respondió sonriendo. Naruto sudó frio.

–Tu…–Kakashi asintió– ¡Pero cómo!

–No soy idiota Naruto. Es un poco obvio que justo les sucedan accidentes a los demás cuando tú y Sasuke están cerca –Naruto hizo una sonrisa nerviosa– Ya sabes que eso es lo de menos, pero no puedes asesinar a cada persona que se acerque a Sasuke…–
–¡Yo no le he hecho nada a nadie dattebayo! ¡Yo no soy..! –Kakashi lo miró con una expresión de “¿Y lo de ahora?” que hizo a Naruto pensar. ¿Y si toda su rabia y su soledad se debía a eso?

–Mejor vamos…–Dijo Kakashi palmeando a Naruto –Sasuke sabe resolver esos problemas, ya es adulto Naruto.
Naruto asintió siguiéndolo tambaleando un poco. ¿Estaba celoso?

Exactamente 4 minutos y 25 segundos Sasuke y Shinji hicieron acto de presencia. Naruto le echó una rápida mirada a ambos conversando con Sai con un entusiasmo que no sentía. Observó la mirada satisfecha de Shinji y la confundida de Sasuke haciéndolo palidecer. ¿Qué había pasado mientras él se iba? Intentó deshacer las posibles razones que su retorcida mente estaba creando. Definitivamente necesitaba relajarse.

Volvieron a cabalgar, esta vez el Uchiha al frente mientras Sakura y la otra chica se mantenían dentro del carruaje. Naruto no se atrevía ni siquiera a voltear la mirada para conversar. Sabía que terminaría peleándose con el Uchiha, o intentando explotar el carruaje, o haciendo ambas cosas, por lo que se limitó a conversar con Sai durante todo el trayecto a la ciudad, limitándose a casi responder como autómata.

Llegaron al cabo de unas horas. Naruto se encontraba en un estado deplorable. Sabía que Sasuke lo taladró con la mirada todo el camino, y por primera vez en mucho tiempo no le dirigió la palabra ni para insultarlo.

Llegaron a un simple hotel. Desempacaron las cosas dándole a Naruto un momento para alejarse del ninja. Afortunadamente para el rubio, no tuvo tiempo de compartir palabras con nadie. Gruñó al notal que sí se estaban comportando como criados.

–Sasuke-kun si tiene suerte –Suspiró Sakura sentándose en una banca. Naruto alzó una ceja.
–¿Por qué?
–¡Ah! Shinji-kun se lo llevó a dar otra vuelta –Naruto volteó a ambos lados cerciorándose de que Kakashi no estaba.
–Iré a dar una vuelta también– Dijo levantándose y saliendo antes de que alguien hablara.

Pensó apesadumbrado rastreando al Uchiha. Lo encontró en la otra mitad de la ciudad, con un helado en la mano. Se mantuvo lo más lejos que podía pero siguiendo sus pasos. No podía escucharles, pero al menos podría hacer algo si al idiota ese se le ocurría acercarse de más a Sasuke.

Por un momento mientras su autocontrol se desvanecía se preguntó si el Uchiha habría sentido lo mismo. El sabía que no era de reaccionar con la mente sino con el cuerpo y pensaba que Sasuke estaba hecho de la misma manera. Pero no. El Uchiha estaba demostrando tener aun más paciencia de la que Naruto creía.

Se acercó un poco a ellos, rogando porque su autocontrol ayudara lo suficiente. Observó al de ojos verdes tocar el brazo de Sasuke haciéndolo gruñir. Empujó a un tipo sin darse cuenta, aunque no le importó en lo absoluto cuando lo vio claramente tocarle el brazo en una caricia.

Cuando miró la expresión del tipo al observarlo supo que su autocontrol estaba perdido. Levantó la mirada, frunciendo el seño e intentando no saltar sobre ambos, apartar a SU Sasuke y asesinar al idiota ese. Se imaginó una y mil torturas sobre el castaño, calmando a su monstruo interior que nada tenía que ver con el kyuubi.

Pero todas sus ideas quedaron en el aire en cuanto vio a su teme sonreírle… ¡Sonreírle! Apretó el puño con fuerza sacando el kunai del bolsillo con los ojos inyectados en sangre…

Y esta vez sin ningún miramiento lo lanzó, rogando a los cielos que nadie distorsionara su trayectoria.

Pero se volvía a equivocar.

Un kunai de la nada movió el suyo, dando el tiempo suficiente a Sasuke para empujar al castaño y mirar hacia todos lados en busca del culpable. Naruto sintió una mano en su cuello, y con una fuerza descomunal lo empujaba hacia un callejón.

–¡¿Que estás haciendo Naruto-kun?! –Preguntó Sai con una expresión impropia de él. Naruto volvió a sudar frío calmándose al instante.
–Yo…–

–Está bien que no pases a Sasuke-kun. ¿Pero intentarlo matar así? –Naruto abrió los ojos sorprendido, pero no quiso contradecirlo.
–Lo siento ttebayo… ¡era una broma para el teme! –Rió con ganas. El rubio se sorprendió de la inocencia de Sai que incluso se ofreció a escuchar sus problemas de vuelta al hotel haciendo que se relajara y le hiciera prometer el guardar el secreto.

–Bien –Dijo Kakashi en cuanto todos estaban presente–Afortunadamente no ha ocurrido nada, sin embargo en unos días ocurrirá la reunión y debemos estar atentos –Todos asintieron– Sasuke, te dejo la seguridad de Oda-san –Sasuke asintió. Naruto frunció el entrecejo.

–¿¿¡Qué??! ¿Van a dormir juntos? –Preguntó el rubio sumamente molesto.
–Claro, tiene que cuidarme… –Respondió el chico mirando a Sasuke lascivamente. Naruto gruñó en respuesta. Sasuke suspiró, arrastrando a Naruto a su cuarto.

–¡Cómo que van a dormir juntos? –Preguntó el ninja enojado. Sasuke bufó.
–¿Y como se supone que debo cuidarlo? ¿En tu cama dobe? ¡Es una misión!–Naruto gruñó cruzándose de brazos –Además, me ofreció ser su escolta personal y me lo estoy pensando…
–¿¡QUE?! –Sintió que su enojo estaba aumentando amenazadoramente. Sasuke alzó una ceja.
–Sí. Piénsalo dobe. El será prácticamente un líder en el país. Sería la forma más rápida de restaurar el nombre del clan Uchiha.
Naruto hizo una mueca. Ahí iba de nuevo, Sasuke y su maldito clan.
–¡Claaaro! ¡Todo por poder dattebayo –Gritó enojado– ¿Y si te pide “algo a cambio” teme? ¿Qué harías?–

–Pagaría el precio.
Naruto se vio preso de su furia. No sabía cómo controlarla y tampoco quería hacerlo. Quería asesinarlo. A él y sus estúpidas ideas. A él por intentar alejar a SU Sasuke.

–O sea que si ese bastardo te lo pide ¿Te acostarías con él?! –Preguntó enojado. Se fulminaron con la mirada durante un momento.

–Si eso se requiere… tendré que hacerlo dobe. Soy un ninja–Finalmente dijo. Naruto lo empujó de la habitación con furia.
–¡Bien! –Gritó encolerizado –¡Pues haz lo que quieras Uchiha-sama! ¡Haz lo que se te antoje para asegurarte un poco de poder! ¡A mí no me importa! –Gritó dando un portazo.

Naruto sabía que Sasuke no volvería lo tampoco ayudó. Miró en la esquina de la habitación una botella de sake acercándose a él y destapando el corcho. Necesitaba olvidar.

Naruto dio un trago frustrado intentando despejarse un poco… para volver a tomar otro buen trago de sake. Sabía que estaba siendo irracional otra vez. Sabía que tenía que confiar…
“si la misión lo requiere… tendré que hacerlo” repetía su mente desquiciándolo. En un momento pensó en qué pasaría si no se hubiera acercado a él… si hubiera dejado que las cosas siguieran su curso natural, quizás habría tenido a Sakura-chan como pareja y Sasuke seguiría siendo sólo su mejor amigo, pero… ¿hubiera sido feliz de esa manera?

–No –respondió haciendo una amarga sonrisa. Y volviendo a beber otro sorbo.

Sintió la cabeza darle vueltas y consideró el irse a dormir. Quizás mañana las cosas tomarían otro rumbo mejor para él y luego podría volver a casa y decidir qué hacer.
Se tiró en la cama como pudo y cerró los ojos.

Despertó con el sol arañando su rostro. Se refregó los ojos con un horrible dolor de cabeza. Se sentía horrible, tan mal que no dudó en lanzarse al baño más cercano a devolver lo que había comido quizás en toda la semana.

Ignoró la mirada reprobatoria de los demás, e incluso el regaño de la pelirosa que poco le importaba. Se limitó a intentar pasar un té por su garganta antes de levantarse y salir a caminar.

Podía aguantar muchas cosas, sufrir toda clase de humillaciones y penurias, entrenamientos agotadores, pero nunca la mirada de esos ojos que lamentablemente para él eran como su droga personal.

Cuando pensó que se iba a perder en el camino y no volver, una figura apareció frente a él. Lo ignoró pasando a su lado como si fuera un desconocido.
–Tenemos que hablar– Naruto se detuvo y dio la vuelta para observar sus ojos llenos de determinación. Tragó saliva.

–No hay nada de qué hablar dattebayo –Respondió dándole la espalda. Un brazo fuerte le impidió caminar. Se volteó con furia –¡Ahora que quieres teme? –

–Cállate –Dijo después de un momento, tomando su mano y caminando sin rumbo. Naruto no dijo nada mirando al piso intentando disimular su molestia, su frustración, su soledad…sus celos. Sus horribles e irritantes celos.

Ni siquiera se dio cuenta cuando subió las escaleras bajo la atenta mirada de todos, y se acercaron a la habitación del rubio.

–¡Espera! –Ambos se voltearon. Shinji los fulminaba con la mirada –Se supone que eres mi escolta personal… ¡No puedes dejarme solo!–

–No puedes controlarlos a todos –Replicó el Uchiha ignorándolo y empujando a Naruto a la habitación cerrándola con cerrojo –¿Y ahora qué te pasa? –preguntó sentándose en la cama. Naruto lo observó de lejos frunciendo el seño.

–No es de tu incumbencia –Respondió brusco. Sasuke lo miró con curiosidad un momento.

–No lo hice –Dijo dando un gran suspiro. Naruto enarcó una ceja –No lo hice con él dobe–
–¿Ah sí? –Preguntó con ironía– Pensé que el gran Sasuke Uchiha haría cualquier cosa si era por su clan– Dijo con veneno. Sasuke suspiró.

–Sólo estaba molesto dobe –Replicó frunciendo el seño. Volvió a guardar silencio unos segundos que a Naruto le parecieron años –Sabes que no lo haría…–Replicó.

Naruto observó los ojos del Uchiha perdiéndose en ellos…Y dando su batalla por perdida. Vio como toda la rabia, toda la frustración, toda su soledad se iba de él como el viento. Se acercó al Uchiha tragando saliva y levantándolo de golpe abrasándose a él con fuerza. Escuchó el jadeo de Sasuke pero no le importó, concentrándose en su respiración y en las sensaciones que sólo el otro cuerpo le daba.

–Eres un idiota –Dijo el Uchiha, pero le correspondió el abraso.
–Cállate, es tu culpa –Respondió acercándose lentamente a su boca. Se enfrascaron en un beso necesitado, donde por primera vez no fue con otras intenciones. Naruto abrió los ojos observando la expresión del Uchiha, como un coleccionista observa su mayor tesoro. Se permitió tocarlo lo más lento que pudo degustando cada parte de él como sólo Naruto podía hacerlo. Se sintió conmovido al notar la mínima resistencia que Sasuke estaba poniendo, y agradecido ante la entrega total.

–¿Qué hubieras hecho? –Preguntó Sasuke de pronto. Naruto dejó de degustar su cuello para mirar sus imponentes ojos negros –Si yo…–
–No quieres saberlo –Sonrió– ¿Y si me hubiera pasado a mí? –El Uchiha frunció el entrecejo.
–Supongo que tampoco quieres saberlo– Naruto sonrió besando los labios del Uchiha con fiereza.

Al otro día se sorprendió el que Shinji cambiara de táctica e intentara acercarse a él, sin embargo al rubio no le importó y lo ignoró por completo. Ya había experimentado de primera mano el impulso de matar a alguien y no deseaba que Sasuke pasara por ello otra vez.

Sintió una descarga a su espalda haciéndolo voltear. Miró el cuerpo de Shinji en el piso, y la expresión de rabia de Sasuke.
–Fue sin querer –Susurró. Naruto dio una gran bocanada de aire antes de sonreír de oreja a oreja y besar a Sasuke.

–Te quiero bastardo celoso–

Notas finales:

Si, el fanfic está terminado, pero publicaré una versión extendida... porque este lo acorté para ese concurso...

saludos!


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