Era la ultima hora y por consecuencia la más pesada y aburrida de todas las demás, no importaba mucho en realidad que clase fuera, para los alumnos era igual ya que la mayoría no prestaba atención a la clase por estar observando el reloj o la puerta, mientras que unos cuantos, entre ellos un chico rubio de diecisiete años sentado en la última butaca de la última fila, solo se dedican a bostezar y cabecear a causa del enfado y del sueño que la clase les proporcionaba; para consuelo de todos los alumnos el sonido de la campana que anuncia su libertad se hizo presente y todos los alumnos salieron como estampida de animales disparados fuera del aula, después de todo era viernes; todos menos Mello que por estar dormido la mitad de la clase, al escuchar la campana se despertó y ahora no hacia otra cosa más que guardar sus cosa en su mochila con mucha pero mucha flojera
-Mello ¿Podrías venir aquí un momento por favor?- lo llamo el profesor Watari, el cual impartía la clase de literatura medieval, la cual por cierto había sido la última clase del día, Mello bufo por lo bajo, probablemente lo regañaría por estar durmiendo en su clase; de mala gana se acercó al escritorio del maestro
-Sí profesor ¿Qué se le ofrece?- pregunto Mello
-Escuche que necesitas dinero, si te interesa yo tengo un trabajo para ti- le dijo el profesor mientras guardaba unas hojas en fu portafolio
-No me acostare con usted si es lo que quiere- dijo Mello de manera directa y sin rodeos lo que sorprendió de sobremanera la profesor
-¿Qué? ¡Oh cielos No Mello! veras yo tengo cinco hijos y como tú sabes por des fortunios de la vida ya no tengo esposa pero lo que tengo es un importe evento al que debo acudir esta noche, pero la niñera a última hora me cancelo y no tengo quien me cuide a mis niños ¿Crees que podrías hacerlo tú?- pregunto el profesor mientras tomaba todas sus cosas y comenzaba a caminar hacia la puerta del salón seguido por el chico rubio
-¿Trabajar como niñero? No lo sé, casi no me gustan los niños además son cinco- dijo Mello pensándolo seriamente
-Por favor, no es la gran cosa, solo debes darles de darles de cenar, meterlos a bañar y verificar que se acuesten a las 9:30; además te pagare 100 dólares la hora- dijo el profesor con un tono de voz suplicante, a lo que el rubio dio un largo suspiro
-De acuerdo- dijo finalmente a lo que su maestro sonrió
-Muchas gracias, creme que te estoy eternamente agradecido- dijo el profesor estrechando fuertemente la mano de su alumno
-No hay de que profesor- dijo el chico rubio devolviéndole el apretón al profesor
-Podrías llegar a eso de las 7 pm de hoy por favor, es que la recepción del evento es a las 7:30- dijo el profesor antes de subir a su elegante auto negro
-¡Claro profesor, no se preocupe llegare puntual!- dijo Mello despidiéndose del profesor antes de que el vehículo avanzara
-¡Eso espero!- Grito el profesor antes de perderse en el horizonte en su brillante auto negro
7 pm Casa de los Lawliet
-Muy bien niños recuerden que me prometieron portarse bien, dentro de unos minutos llegara…- el señor Watari estaba terminando de arreglarse cuando sonó el timbre de la puerta, en ese mismo momento el pequeño Near se puso a llorar, por lo que Watari lo tomo en brazos tratando de consolarlo y fue a abrir la puerta
-¡Chicos ya está aquí, bajen a saludar!- les grito el señor Watari mientras abría la puerta
-Buenas noches señor Watari, se ve bien- dijo Mello desde la puerta con una pequeña mochila colgada del hombro izquierdo
-Gracias, por favor pasa- dijo Watari mientras se hacia a un lado para que pasara; al entrar pudo ver a un par de gemelos pelinegros parados enfrente suyo y a un lado de ello a un pequeño pelirrojo sentadi en el suelo dandole la espalda jugando muy entretenido con una pequeña consola mientras Near aun lloraba en brazos de Watari
-Hola- fue lo único que se ocurrió decir
-Bueno niños él es Mello, va a quedarse con ustedes esta noche mientras yo atiendo mi evento- dijo Watari a los niños, Mello volteo a ver al bebé en brazos de Watari quien aún lloraba inconsolablemente
-Él es Near, tiene un año y medio, ellos son Elle y Beyond de doce años y él es Matt de once- dijo Watari señalando al bebé en sus brazos, luego a los gemelos y finalmente al pelirrojo
-Near, Elle, Beyond y Matt, listo lo tengo; pero usted dijo que eran cinco- dijo Mello señalando a los nombrados para luego voltear a ver a Watari en busca de respuestas
-Así es, lo que pasa es que mi hijo Light, que por cierto es de tu edad, esta de campamento y no volverá hasta mañana por la tarde. ¡Near no llores! mira saluda a Mello- dijo Watari tratando de distraer al pequeño, quien al volteas a ver a Mello dejo de llorar y cambio su carita triste por una hermosa risita alegre mientras le extendía los brazos en señal de que lo cargara, Mello compendio de inmediato y lo tomo entre sus brazos
-Valla cero que le agradas- dijo Beyond
-Creo que si- dijo Mello con el pequeño en brazos, mientras este reía, aplaudía y trataba de poner su manita en la boca de rubio, quien lo esquivaba para evitar el contacto
-Y es muy raro, por lo general no le gusta ni que nosotros lo carguemos- dijo Elle
-¿Enserio?- dijo Mello muy sorprendido
-Bueno me voy se hace tarde- dijo Watari saliendo de la casa
-¡Profesor espere!- dijo el rubio corriendo tras de él aun con el bebé en brazos
-¡Te deje mi número de celular en el refrigerador por si necesitas algo!- dijo Watari desde el auto dejando a un muy confundido rubio a la merced de esos cuatro niños.