- buenas noches Japón!!! - grito un emocionado pelirrosa en un estadio lleno de gente que venía solo a oírlo cantar, tenía ya cuatro años de cantante, pero no solo eso, también tenía ya cuatro años de relación con su amado escritor Yuki Eiri y ese día era su aniversario por lo que el escritor se encontraba entre esos que habían ido a escucharlo cantar, Shuichi le había rogado para que asistiera, el escritor no quería alegando que tenía mucho trabajo, “mentira”, pensó el pelirrosa, pero al final logro convencerlo diciéndole que le daría un regalo que estaba seguro que le encantaría y lo haría feliz, el rubio aunque no lo demostrara abiertamente era curioso y quería saber que era ese regalo, aunque bueno conociendo a Shu lo más probable es que sea algo que lo ponga en ridículo o demasiado cursi que al final de cuentas termina en lo mismo, en algo ridículo – gracias por acompañarme esta noche!!!
Al final había convencido, fue más su curiosidad, Shuichi no pudo evitar sonreír tristemente, llevaban cuatro años de relación, donde el primer año había sido de lo más difícil, el segundo fue el más neutral, se podría decir que se estaban acoplando el uno al otro, pero el tercer año increíblemente había sido increíblemente formidable, el amor estaba en todos sus poros y no solo en Shu, sino que también en el escritor, pero a la mitad de ese año las cosas volvieron como al principio, no se dio cuenta cuando paso, de repente ya no lo miraba, ya no le hablaba, casi nunca lo tocaba y cuando lo hacía a pesar de la distancia se sentía el amor que se tenían, al parecer el escritor se dio cuenta de ello y dejo de tocarlo hace dos meses, Shuichi no se había quedado conformo e intentaba incitar al escritor, lograba provocarlo pero en algún punto el escritor se armada de mucho valor y lo alejaba, entonces no sabía qué hacer hasta que escucho esa conversación que tuvo el escritor por teléfono.
- como saben, esta noche como cada noche que tengo concierto, dedico una canción a una persona muy especial para mí, ahora no será diferente ya que esta noche es nuestro aniversario – el escritor ya lo veía venir, al parecer el pelirrosa le regalaría una canción que ingenuamente pensaría que la letra es tan buena que lo haría muy feliz por los sentimientos en ella plasmados, Shuichi busco entre el público a su Yuki, rápidamente lo localizo, le sonrió de una forma que el rubio no identifico – la canción se llama “no lo beses” FELIZ ANIVERSARIO YUKI!!!
Miro a Hiro y a Suguru para hacerles la señal de que iniciaran con la canción, estos se miraron sabían que es lo pasaba, no les quedaba más que apoyar a su amigo y la música comenzó a sonar.
Sé muy bien que te vas y no piensas hablar
Y que al menos pretendes nunca regresar
Pero vida déjame que te bendiga
Porque así es la vida y sé que volverás
FLASH BACK
Shuichi llegaba a su departamento algo cabizbajo, hacía tiempo que tenía problemas con su escritor, no sabía que paso, de repente, de la noche a la mañana todo el avance que había tenido con su amor se fue, no le miraba y ya no le hacía el amor para nada, no entendía que pasaba, llego hasta la puerta del estudio de su escritor, estaba entre abierta, iba a entrar para intentar a hablar con él pero la voz del escritor lo dejo quieto en la puerta.
- lo sé…si lo sé, sabes que yo tampoco aguanto más esta situación…
Shuichi se asomo un poco para ver al escritor, ahí estaba sentado con su celular en mano, al parecer estaba hablando con alguien.
- créeme que lo se… yo tampoco quiero estar más tiempo separado de ti…
El pelirrosa abrió los ojos de la impresión, acaso Yuki lo engañaba?
- es solo que no es el momento para dejarlo, pronto lo hare, pronto estaré contigo.
Así que era por eso que Yuki se estaba alejando de él, de esa manera, era por eso que ya ni siquiera se molestaba en verlo, iba a terminar con el de un momento a otro.
- Yo…yo también… yo también te quiero… - Shuichi sintió que el piso de suelo se le fue de repente, le había dicho que lo quería? – Ryuchi – ese nombre, acaso era? Su mundo se derrumbo, no pudo seguir escuchando, salió corriendo del departamento, no sabía qué hacer ni a donde ir, no quería ir con Hiro, últimamente terminaba mucho en ese lugar, a casa de sus padres no era buena opción, estaban muy ocupados con lo de la boda de su hermana.
Sin más se decidió por ir al parque donde conoció al escritor, se sentó en una de las bancas y como si fuera poco el cielo comenzó a llorar junto con él, era extraño ya que no hace poco el cielo parecía despejado, ahora estaba nublado y llovía bastante.
Sus ojos dejaron libres miles de lagrimas, al fin entendía lo que pasaba, pero algo no cuadraba, porque Yuki no lo había dejado desde mucho antes, sabía desde que momento comenzó todo, bueno en realidad tan solo tenía una idea, pero no podía estar equivocado, desde que Ryuchi regreso hace nueve meses el estuvo preguntándole mucho por Yuki, un mes después el escritor comenzó a llegar un poco tarde a casa, de ese momento inicio todo, al parecer era más que una simple calentura, ya que habían llegado a palabras de amor, entonces porque no lo ha dejado.
- lastima? – se pregunto en voz alta, pero estaba seguro de que eso no sería posible, el escritor no daba nada por lastima, entonces porque no cuadraba, de repente se le vino a la cabeza algo, una idea, tal vez era algo egocéntrico lo que pensaba pero podía ser verdad y si era así tenía que armarse de valor para lo que venía, dejo de pensar tanto y se levanto de la banca en la que estaba y camino hasta el departamento donde un escritor lo vio llegar todo empapado.
- Shuichi? Estas bien? – “preocupación?” se pregunto Shuichi al ver al escritor mirándolo y hablándole de nuevo, al parecer no se equivocaba, sonrió de una manera irónica, apostaba todo lo que tenía que para que el escritor le hablara y se preocupara seria por el pésimo semblante que se ha de cargar, entonces lo miro a los ojos y contesto.
- no te preocupes, solo me agarro la lluvia Yuki – le dijo para después caminar hacia el dormitorio, pero cuando paso de largo del escritor se dio cuenta de que este estaba listo para salir esa noche, al parecer se vería con su amante - vas a salir? – pregunto sin voltear a verle.
- … - el escritor se quedo callado un momento y después de forma silenciosa dejo las llaves del carro en el buro cerca de la puerta – no, ve a darte una ducha te daré algo caliente para que no te enfermes – dijo para después ir a la cocina, Shuichi lo siguió despacio sin hacer ruido, vio como cogía su celular del pantalón y marcaba un numero – hola… lo que pasa es que no podre ir esta noche… la editora me llamo y me dijo que tenía que entregarle mañana un manuscrito… no es escusa… sabes que quería verte… si te lo prometo…hasta mañana… - colgó el teléfono y se puso a preparar algo para el pelirrosa.
El cantante después de eso se fue a la ducha – que tienes en la cabeza Yuki Eiri? – Se preguntaba el pelirrosa, de repente sonrió de lado – sí que lo se – una risilla escapo de sus labios, cuando salió de la ducha Yuki ya lo esperaba con un plato de sopa, después de que la comiera hicieron el amor, después de casi un mes y medio.
Al día siguiente Shuichi ya había tomado una decisión, había escrito una canción nueva, y se la había dado a los chicos, le dijo que quería que se diera en el concierto que se aproximaba, dentro de dos semanas, ellos no muy convencidos aceptaron, después hablo con K sobre un favor que le quería pedir para esa noche, el rubio americano se sorprendió por lo que pedía pero no se negó, esas dos semanas el escritor había salido más de ocho veces en las noches, Shuichi logro escuchar otras dos conversaciones, entonces supo que lo que hacía era correcto y por fin se dio el día de el concierto, el día de su aniversario, ese día le daría un regalo a Yuki que jamás olvidaría.
END FLASH BACK
Que ha llegado el momento en que quieres volar
Comparar otros besos y formas de amar
Soy humano y lo entiendo
No detengo tus anhelos de probar tu libertad
El escritor escuchaba la canción, no quería entender a que se refería el cantante, era como si se hubiera enterado de que tenía un amante, acaso Shuichi se había enterado de que estaba engañándolo?
Shuichi miro la cara de desconcierto del rubio lo hizo sonreír, el mensaje estaba llegando solo esperaba que llegara completo y no se rompiera en medio de la canción y llorara, no podía ya lo había decidido y no iba a echarse para atrás.
Sé que existe alguien más que busca tu amor
Que es algo normal
Que estás en tu derecho
Y no lo puedo evitar
Si, Shuichi sabía que lo estaba engañando, pero, no le estaba reclamando nada, de hecho lo estaba aceptando, acaso no le importaba que él se fuera con otro?
Shuichi no se permitió derramar ni una lagrima mas, ya había llorado cinco horas antes del concierto para lograr su plan, no lo echaría a perder, seguiría adelante porque a pesar de estar muerto por dentro por la traición de Yuki con una persona que significo mucho en su vida profesional, porque si, Shuichi había sido el fan de Ryuchi Sakuma, porque ese era el Ryuchi con el que lo engañaba, se lo confirmo Thoma al día siguiente que había hablado con K, al parecer él lo sabía desde que comenzó e inesperadamente Thoma estaba de su parte, le decía que enfrentara a Yuki, que le reclamara, Shu le agradeció pero le dijo que no lo haría pero agradeció su palabras.
Pero no lo beses como a mí
No lo toques nunca así
Pues yo nunca besos como a ti te beso
Cuando me tropiezo por ahí
Pero no lo mires como a mí
No lo acaricies nunca así
Por tu bien lo digo porque si lo haces
...te vas a acordar de mí
QUE?? Acaso el mocoso estaba diciéndole que si lo dejara nunca lograría olvidarlo, eso era un golpe para el orgullo de ese escritor, pero lo que más le molesto fue la insinuación de que el ya había sido de otros, eso termino por hervirle la sangre, aunque también le molestaba el hecho de que lo estuviera dejando ir así de fácil, que no se supone que lo amaba?
Shuichi por otro lado se reía de esa parte de la canción, sabía que estaba siendo egocéntrico, pero cuando se dio cuenta de las cosas supo que no estaba equivocado y si Yuki quería quedarse con el que era su amante y dejarlo a él, tenía que ser completamente diferente a como es, cosa que no pasaría.
Tal vez creas que estoy loco por pensar así
Por dejarte partir y alejarte de mí
Pero vida se te olvida que eres mío
Y tu partida solo es parte del vivir
No podía creerlo, acaso pensaba que si lo dejaba ir se arrepentiría y volvería en algún momento, “mocoso egocéntrico” pensó el escritor, ahora mismo el pelirrosa lo escucharía.
Shuichi termino de cantar, sabía que ahora el escritor iría a reclamarle, pero estaba preparado así como estaba preparado la partida del escritor, como también el de esperar a que regresara, después de todo una vez se lo dijo, el era suyo.
El escritor fue rápidamente hacia donde estaba el pelirrosa, hacia los camerinos, cuando entro al de su… Koi?... lo primero que vio fueron tres maletas negras en el piso, esas maletas no eran del pelirrosa, eran suyas.
- que significa esto…
- escuche que me dejarías el departamento cuando te marcharas, así que decidí darte este regalo Yuki.
- a que te refieres Shuichi? – el escritor dejo de mirar las maletas y volteo a ver al pelirrosa, se había sorprendido al escucharlo tan clamado y mas al verle la sonrisa en el rostro que tenia.
- te dejo libre, se que te iba a ir a vivir con él, así que te ahorre todo y puse tu ropa y unas cosas en esas maletas, para que hoy por fin te puedas ir con él, sé que no hay problema por el hecho de que me ibas a dejar el departamento.
- vaya… nunca creí que me lo dejaras fácil… - la verdad es que no sabía que decirle, estaba tan sorprendido por el hecho de que Shuichi se comportara de esa manera, Shuichi se paro y fue hacia el escritor, lo tomo de la barbilla y le dio un beso “el ultimo por el momento” pensó el pelirrosa, cuando se separaron él le dijo sobre sus labios y mirándolo a los ojos.
- eres mío Yuki y regresaras.
- ja que te hace pensar que lo hare – el orgullo hablaba por él.
- porque nunca podrás sacarme de tu mente, es por ello que no podías irte en primer lugar – le soltó la barbilla y camino hacia la puerta para abrirla – tu solo amas de una manera, por lo que siempre estaré en tu mente.
- y que te hace pensar que te amo?
- en ese caso… - estiro el brazo y la mano en señal de que saliera del camerino – que seas feliz Yuki Eiri.
El escritor estaba más que sorprendido por la forma de actuar del pelirrosa, esa autoconfianza y esa ligereza con la que afrontaba su ahora separación era desconcertante para él, tomo sus maletas cortesía de K por cierto y salió del camerino, cuando estuvo fuera volteo hacia el pelirrosa pero este ya le había cerrado la puerta.
A los dos días de eso Shuichi se encontraba desayunando con Seguchi.
- se encuentra bien Shindou-san?
- claro, porque no lo estaría? – sonrió con normalidad.
- bueno, pensé que lo de Eiri-san le afectaría.
- no tiene porque afectarme en lo absoluto – dijo tranquilamente mientras comía de su rebanada de pastel.
- se ha topado con Ryuchi?
- sí, ayer, me miro por sobre del hombro, supongo que el hecho de que ahora Yuki este en su casa lo hace sentir victorioso de alguna manera, pero lo más seguro es que Yuki no le dijera que yo fui el que le dé dejo.
- como se siente por el hecho de que lo haya engañado con él? El era su amigo, su ídolo.
- jaja Seguchi, el no era mi amigo, solo era mi ídolo, obviamente dejo de serlo y tal parece que yo empecé a ser el suyo por el hecho de que ahora desea lo que tengo.
- lo que tenia…
- no Seguchi, Yuki es mi y regresara pronto, mas pronto de lo que cree.
Pasaron dos semanas y se dio el día de la boda de su hermana, la misa fue hermosa durante la mañana, la fiesta empezó también temprano ya que se querían ir a la noche de bodas y no querían que fuera muy tarde; su hermana le había pedido el favor de que BadLuck tocara en la fiesta, el no se negó, cantaron y cantaron hasta que llego la hora de despedir a los novios, Shu decidió irse primero a casa ya que sus amigos aun estaban enfiestados, cuando llego al departamento todo estaba oscuro, suspiro pesadamente y fue hacia la sala, encendió la luz y cuando tuvo todo alumbrado sus ojos se abrieron de la impresión.
- Yuki?
- quien mas baka – el escritor se encontraba sentado en el sofá negro, el escritor se paro y lo vio a los ojos, dorados y amatistas se enfrentaron – creí que cambiarias la chapa – dijo enseñándole las llaves.
- el único que podría entrar serias tu y es lo que esperaba, porque he de cambiarla entonces?
- que te hace pensar que he regresado.
Shuichi no pudo evitar que la esperanza se le fuera de a poco, pero su semblante no lo demostró – entonces que considerado de tu parte el de venir hasta aquí y entregarme la llave, dámela.
El escritor no lo creía, su labio inferior comenzó a temblar – ba-basta… - su voz se escucho entrecortada.
-que?
- …BASTA! – se dejo caer de rodillas y se abalanzo a la cadera del pelirrosa, Shuichi no podía creer lo que estaba viendo – basta, basta, basta!!! Deja de hacer como que no te importa que te haya engañado, como si no te interesara que no regrese a ti, maldita sea no lo soporto, que acaso no decías amarme!!!
Shuichi estaba en shock por el actuar y las palabras del escritor, nunca se espero algo como eso, entonces miro más hacia a un lado del sofá donde estaba sentado el escritor, fue cuando se percato de las tres maletas negras que le había dado al escritor cuando lo dejo marchar.
- has regresado… - dijo en un susurro.
- claro que si… - lo abrasaba fuertemente no quería dejarlo y tenía los ojos fuertemente cerrados evitando que las lagrimas salieran de sus ojos.
- me amas?
- más que a mi vida… - no podía creer lo fácil que había dicho eso.
- dímelo.
- te amo – ni siquiera lo dudo al decirlo, ese maldito mocoso tenía razón, era de él, tonto a no darse cuenta antes.
- entonces vamos a la cama y demuéstrame cuanto me extrañaste.
Era increíble, Yuki se había levantado del piso y lo cargo como princesa, fueron a la cama y se entregaron como hace tiempo no lo hacían, mostrando los dos el amor que se tenían.
Al día siguiente Shuichi se encontraba en la oficina de su jefe – supe que Eiri-san regreso con usted.
- como se entero?
- hace una semana me lo conto Ryuchi, me hablo diciéndole que le acompañara al aeropuerto.
- así que todavía tardo una semana en regresar.
- al parecer tenía razón.
- claro, puede que Ryuchi tuviera su cuerpo, pero su corazón siempre estuvo conmigo, por eso no podía irse y cuando lo deje ir no supo qué hacer, actuó mas por orgullo que por otra cosa, pero está bien, ya no hay dudas del amor que nos tenemos, ni siquiera el fantasma de Kitasawa interferirá esta vez.
- como lo sabe?
- je, porque si aun estuviera presente no hubiera regresado.
- aposto todo Shindou-san – sonrió el empresario.
- y gane… - después de la reunión trabajo hasta las seis, después regreso al departamento encontrándose con el escritor viendo la televisión en la sala.
- puedo preguntarte una cosa Shuichi?
- claro – le dijo para sentarse a un lado de el.
- tu… te has acostado con alguien más? – pregunto con un tono temeroso en la voz.
- lo dices por la última canción que te dedique?
- sí.
- no, no me he acostado con alguien más, me crees?
- claro – no tenia porque dudarlo.
- entonces también cree lo que te voy a decir, porque sobre advertencia no hay engaño – esas palabras sorprendieron al escritor pero no dijo nada, solo puso atención a lo que iba a decir el pequeño – si me engañas de nuevo Yuki, no te voy a dejar, pero yo también comenzare a acostarme con otros, después de todo soy deseable también, me tomara alguien que no será tu, gimiere el nombre que no será el tuyo y ten por seguro que disfrutare el toque de un cuerpo que no será tuyo, después si alguien, uno con los que me acuesten no solo llenan la cama que tu dejas vacía si no también mi corazón, te dejare sin siquiera despedirme porque no valdrá la pena – después de decir esas palabras se levanto y fue directo al cuarto.
El escritor se quedo sentado un poco mas, procesaba las palabras de su pelirrosa, tenía razón su cantante al decir que él era de él, pero Shuichi también era de él, no permitiría que nadie tocara a su baka y si para eso tenía que ser más que fiel, lo seria.
Shuichi aprendió que el amor si daba frutos, lo supo al ver a escritor esa noche sentado en el sofá con las maletas, había ganado el corazón del escritor y como sabia que el amor del escritor era demasiado posesivo y celoso, que mejor que darle el ultimo empujón, jamás dejaría que alguien más tocara lo que era suyo, así que ni siquiera voltearía a ver a otro u otra si eso significaba que el pelirrosa se entregara a otro, Shuichi sonrió feliz.