Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi propia Confusión por Mariohn

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia fue concursada en un desafío Oneshot: Amores prohibidos de NarutoCouples, en versión reducida.

Ganó el primer lugar en su categoría; NaruSaku

Notas del capitulo:

Declaimer:

Naruto Pertenece a Masahi Kishimoto.

Universo AU.

Contiene NaruSaku.

Capítulo I

 

Hacía el suficiente calor para cerrar los ojos por toda la eternidad o a su juicio; la tarde completa. Sentía una suave mano conocida acariciarle su cabello, aún así no pudo relajarse. En cuanto pensó en el porqué un sentimiento amargo se apoderó de su estómago. ¿Desde cuando la mano de su Sakura-chan no era la “mano correcta”?

–Hey idiota –La molesta voz de su amigo interrumpió sus pensamientos. Naruto levantó la cabeza al tiempo que la pelirosa quitaba la mano de su cabello. Naruto lo miró de malas pulgas.

–¿Ahora qué mierda quieres Kiba? –Escuchó el ladrido del perro que siempre lo acompañaba -y que Kiba escondía en su caluroso atuendo- pero lo pasó por alto suspirando cansado.

–¿Así es como tratas a tus amigos Naruto? –Replicando, sin embargo una sonrisa se formó en su rostro –Ya sabes, haremos un viaje de fin de curso –Miró a Hinata quien se acercó a Sabaku no Gaara casi temblando– Y necesito que me digas si vas a ir o no –Terció acercando una silla a ambos.

–¿Quién irá? –Preguntó la pelirosa con curiosidad. Kiba se encoge de hombros.

 –Los de siempre –Responde con simpleza. El rubio no pudo evitar mirar de reojo hacia su derecha, donde un chico azabache miraba sus notas sin prestar atención a nada más. Se sintió un poco incómodo sin darse cuenta.

–¿Qué miras? –Preguntó la pelirosa siguiendo la mirada del rubio –Ah –Respondió con la voz llena de desprecio. Naruto sintió la sensación de responderle algo, pero se calló a tiempo. –Inscríbenos a ambos –Habló a Kiba con la voz más amable. El castaño alzó una ceja curioso pero acercó el papel al escritorio de ambos, anotando sus nombres.

–¡Hey frentona! ¿Estás libre hoy? –Gritó Ino desde el otro lado de la sala.

–¡Cállate Ino-cerda! –Naruto vio como su novia se levantaba violentamente del asiento casi corriendo donde la rubia. Al verse solo, el ojiazul volvió a dejarse caer sobre el pupitre, no sin antes mirar de reojo nuevamente hacia su derecha, observando como Kiba hablaba esta vez con Sasuke.

No pudo evitar suspirar, recordando él como hace mes y medio todavía estaría discutiendo, hablando y tal vez riendo con su ex-mejor amigo.

Y no se estaría sintiendo tan solo.

Y no pudo evitar dejarse llevar a los recuerdos que ocasionaron la ruptura entre ambos.

 

La primera vez que Jiraya, antiguo maestro de su padre y su casi abuelo, le habló sobre sus aventuras hubo una en especial que nunca pudo agradarle.

La carne es débil Naruto. Cuando seas mayor lo entenderás” le había dicho el viejo. Y por supuesto, Naruto se negaba a creerlo.

Y años más tarde, cuando uno de sus profesores y otro amigo de su padre, y curiosamente amigo y ¿fan? de ero-sennin , había llegado con uno de los libros que este había publicado, Naruto había vuelto a replicar.

¿Cómo pueden divertirse a costa de las infidelidades de otras personas ttebayo?” pero el peliblanco había puesto la misma expresión que ero-sennin.

Lo entenderás cuando seas mayor

Pero Naruto no podía entenderlo. ¿Cómo podían divertirse a costa del dolor ajeno?

Cuanto le habría gustado volver a aquellos días.

 

No sabían como había sucedido. Si era la curiosidad, o un simple deseo hormonal por satisfacerse.

¿Qué tal si probamos?

No recordaba quién había hecho esa pregunta. Y honestamente, poco importaba en esos momentos. Naruto nunca se había sentido más traicionado por sus propias palabras.

E irónicamente, nunca se había sentido más feliz.

Aunque cada vez que caía en sus brazos, o mejor dicho, cada vez que él se arrojaba a los brazos del otro, había comenzado a preguntarse qué tanto de “sin sentir” llevaba la ya de por sí extraña relación.

Y no podía dejar de culparse por ese día.

Aquel día estaba nublado. Según el estúpido del clima se avecinaba una fea tormenta de nieve. Pero a él poco le había importado invitándole a su casa.

¿Para qué me hiciste ve…!?– No había dudado en acorralar al otro chico contra la pared, para juntar sus labios con los del otro en una fiera desesperación.

<¿Es solo sexo?> Era lo que su mente preguntaba exasperada. Y no podía evitar intentar marcar el cuerpo del otro en un vano intento de pertenencia que él sabía, no le estaba permitido.

Por mucho que lo hubiese deseado.

No había olvidado como el sonido de la puerta le había distraído, soltando al otro de un empujón.

<Que no sea ella, que no sea ella…> Pensaba desesperado.

¿Na…Naruto? –Su estomago se había contraído.

Y se había visto a sí mismo corriendo tras una pelirosa que lo único que hacía era llorar y gritar incoherencias, intentándole explicar…

<¿Explicar qué?> era lo que su mente le había dicho. Pero el rubio había ignorado a su conciencia, aún siguiendo a la chica.

Tras algunos minutos, y tras perderla de vista, el rubio no le quedó otra que devolverse a su casa, preso de un miedo irracional. ¿Y si ella se atrevía a contarlo?

No, no podía permitirlo. Sus padres… sus amigos…

Y sin pensar, había comenzado a culparle. ¿Por qué tenía que haberse aparecido en su vida?

¡Se supone que él era un chico normal!

Y su enojo no había disminuido al verlo con expresión indiferente sentado en el sillón con la vista hacia el piso.

¿Debes estar feliz ahora, no? ¡Arruinaste mi vida dattebayo! –No había podido evitar gritar.

A pesar de toda la culpa y el remordimiento por haber dicho ese par de frases, Naruto no dudó en esperar a la pelirosa al día siguiente. Y afortunadamente para él, escuchó todo lo que tenía que decirle.

¡Te lo aseguro dattebayo! ¡Él se me tiró encima! ¡Yo estaba tratando de alejarlo! –Se sentía un horrible descarado como nunca.

Vio la expresión confusa de la pelirosa, casi rezando porque no detectara el leve temblor en su voz. Y sintió una decepción como nunca cuando la vio asentir.

…Pero aléjate de él –Ella había dicho.

Y aunque Naruto sabía que algo así podría pasar no pudo evitar el dolor en su pecho.

 

Hey, la tierra a Dobe…Parece que los extraterrestres te chuparon el poco cerebro que tienes– Había dicho con voz de burla.

Y Naruto lo sintió. Sintió como una parte de él se despedazaba causándole un dolor que nunca creyó que sentiría.

Aléjate de mí… me das asco

Dolor que no hizo otra cosa que aumentar al ver la expresión estupefacta del otro.

N-No quiero volver a verte. No te me acerques ttebayo

–…Bien

Dolor y rabia que no dudaron en presentarse, al ver como se alejaba de él. ¿Ningún reclamo? ¿Ninguna pregunta?

Y cuando vio la cara satisfecha de su novia, Naruto no podía dejar de preguntarse cuando iba a despertar de esa pesadilla.

Y de eso había pasado un mes.

<Estoy jodido> No había podido evitar pensar. Se sentía un maldito cobarde. Maldito cobarde por darle la espalda por protegerse a si mismo ¿De qué? Aún se preguntaba.

El timbre de la escuela lo hizo removerse de su asiento. Afortunadamente para él la clase había terminado. Buscó sus cosas poniéndolas en la mochila sintiendo una mirada en él. Y por primera vez en todo ese mes que había estado evitando su mirada se atrevió a voltearse topándose con esos ojos negros.

El contacto duró lo suficiente para que Naruto sintiera las horribles ganas de echársele encima, y no con fines educativos. Pero el vacío en su estómago, y el hecho que pasase a su lado sin siquiera volverle a mirar fueron los indicios suficientes para darse cuenta que estaba ya lo bastante lejos de él ni siquiera para poder hablarle.

Y no le ayudaba el recordar que él mismo se lo había buscado.

Con el propósito de relajarse, había llamado a su novia para ayudarle a comprar quien sabe que estupidez en las tiendas que el rubio sabía que no necesitaba. E intentó escuchar toda su perorata, sin saber que responderle ¿Qué podía decir a: “El dorama de ayer fue genial, aunque creo que debió haber más que un simple beso entre Rihito y Mei? (1)” o “¿Christian Dior es mejor que Calvin Klein por sus notas de salida?(2)” ¡El no entendía de esas cosas! Y aunque intentase entenderlas… ¡Simplemente no podía!

A él no le interesaban los doramas, ni la ropa ni sus derivados ¡Era un chico! ¡Y tampoco era Sai para interesarse por estupideces como esas!

–Naruto… ¿ese no es Itachi-kun? –

Naruto levantó la vista, fijándose prácticamente con horror en las personas que venían cruzando la calle. Por un momento consideró la idea de meterse con Sakura en la primera tienda que encontraran, pero ¿para qué? No tenía porque esconderse.

Suspiró antes de apretar la mano de la ojiverde, observando como el pelinegro pasaba una mano por los hombros de su novia, sonriéndole gentil como nunca lo había notado. Y vio como la sonrisa se desvanecía por su cara, al mirar hacia ellos. Aún así el rubio avanzó, casi arrastrando a una estática Sakura junto a él.

Se estremeció al sentir la mirada casi asesina del Uchiha. Y sintió como Sakura se congelaba en el lugar con los ojos abiertos de par en par. Naruto miró a la chica, quien le dirigió una mirada de disculpa, antes de fulminar a su compañera con infinito desdén sin soltarse del abrazo del mayor de los Uchiha.

En cuanto los dos hubieron pasado por su lado casi ignorándolos, escuchó a Sakura bufar y despotricar contra ellos. Naruto la escuchó en silencio, no sin antes pensar en lo mucho que se merecía esa situación.

Naruto sintió que cada día le dolía mucho más la distancia del otro chico, pero así había sido desde el primer día. Se forzaba a sonreír e intentar disfrutar como cualquier otro adolescente. No sabía que extrañaba más; las peleas, las discusiones, las competencias, las conversaciones, las risas… las caricias…

Sin percatarse, el fin de semana había llegado.

–…Como te decía Naruto-kun, ya no hago Impresionismo, pero me cambié al Pop porque…–

–¡Ya Sai! ¡Estoy harto ttebayo! –Se tomó los cabellos harto. ¡Qué molesto podía ser el chico!

–Pero no te enojes…–Respondió levantando las manos– Ah mira, tengo que contarte algo –Sonrió al ver la curiosidad en los ojos de Naruto– Mi novio y yo ayer por primera vez hicimos…–

Naruto le tapó la boca sudando frío.

–¡Idiota! –Gritó cabreado– Espera. ¿Dijiste novio? –Naruto abrió la boca de par en par al verlo asentir.

–En los libros dice que hay que intercambiar experiencias para aumentar la confianza–Sentenció como si fuera lo obvio– ¿Cuál fue tu prime…?–

–¡Sai! –

Naruto le dio la espalda contando hasta 10 para no golpearlo, como su novia hacía cada vez que lo veía. Observó a Sasuke sentado encima de su maleta a pocos metros de ellos hablando por celular y…¿Sonriendo?

Alzó una ceja curioso.

–Wow… así que el bastardo también puede sonreír…– Añadió Sai al ver al Uchiha. Naruto frunció el ceño.

–¡Sai! –

–Tiene razón Naruto…llega a dar miedo– Intervino Kiba acercándose a ellos y haciendo un escalofrío. Naruto le frunció el ceño.

–Puede que sea una novia…que complicado –Añadió Shikamaru acercándose con Chouji que no dejaba de devorar su bolsa de papas.

Naruto miro la expresión tierna de Sasuke, expresión que solo dejaba ver a veces… con él…Se sintió molesto, pero decidió dejarlo pasar.

Esperaron unos cuantos minutos hasta que pudieron ser asignados en los buses. Naruto maldijo por lo bajo al verse justo al frente del Uchiha y sus amigos. ¿Qué podía ser peor?

–Naruto, este es mi novio– Sonrió Sai mirando desde el asiento del frente, apuntando hacia su lado. Naruto se levantó del asiento, observando hacia donde el pelinegro apuntaba.

–¡¿Ga-Gaara?! –Gritó. Sintió los gritos de los demás que lo hacían callar sin importarle. Recibió una mirada reprobatoria del pelirrojo, quien tocó el brazo del pintor echándole una mirada que nada tenía de amable.

Vio como Sai le sonreía al Sabaku, para luego echarse sobre sus brazos, ante el sorprendido Naruto.

–¡Ya llegué! Resulta que Hinata tenía mi… ¿qué están haciendo esos dos? –Chilló la pelirosa escandalizada. Naruto la miró con horror.

–¡Que bah! Déjalos besarse en paz frentona –Replicó Ino dándole un golpecito y sentándose atrás de ellos con Chouji.

–¡Pero es que…!–

–Pero es que nada y siéntate, que el bus va a partir– Sakura se sentó haciendo morros ante la mirada de Naruto, quien aún no parecía salir de su transe. ¿Sai con Gaara? ¡Qué bizarro!

–Naruto…–Murmuró la chica. Naruto se sentó y desconectó su mente para escuchar a la chica hablar de peinados y quien sabe que otras tonterías. Miró de soslayo a Sasuke quien parecía tan aburrido como él.

Por un momento se preguntó qué hubiera pasado si ambos no se hubieran peleado. La mano de Sakura en su cara lo sacó de sus pensamientos.

–¿Q-que…?– Preguntó. Y vio la cara enojada de la chica, quien lo atrajo hacia ella en un beso. Naruto se dejó hacer, volviendo a sentir esa sensación incorrecta. Ninguna mariposa en el estómago, y menos un estremecimiento. Abrió los ojos mirando hacia el frente, volviendo a fijarse en los ojos negros que lo miraban con reproche. Y bajó la mirada hacia la mano en su hombro, sorprendiéndose al notar la mano de Jugo quién lo hizo voltearse.

Y soltó a la pelirosa en un arranque de rabia que no pudo frenar. La chica lo miró con sorpresa. Naruto intentó sonreírle suavemente resultando una mueca.

–Tengo sueño dattebayo– murmuró dándole la espalda mirando a la ventana.

Y cerró los ojos, permitiéndose pensar por un momento, en la primera vez que él y el azabache se habían besado.

 

Las termas de Shinae (3) tenían un aspecto de antigüedad de la era de los samuráis. Una gran casona antigua con hierbas que Naruto no había visto en su vida, y por el humo que desprendía desde el gran patio detrás de esta, con termas naturales. Contemplaron el establecimiento sorprendidos un momento, antes que Iruka y Kakashi-sensei los condujeran hacia el interior.

–¡No podemos pagar esto! –Gritó uno de los chicos. Iruka sonrió gentilmente hacia ellos. Kakashi bufó.

–Claro que sí –Se encogió de hombros. Llamaron a recepción, donde un chico pelinegro, sonrisa radiante, y al parecer de la misma edad que ellos se acercó.

–¡Bienvenidos! –

Las chicas hicieron un gritito fascinadas con la belleza del chico. Naruto bufó exasperado.  El chico los condujo a las habitaciones.

–En serio. ¿Cómo podemos pagar esto? –Preguntó la Yamanaka al ver el lujo de las habitaciones. Kakashi resopló.

–Como se pagan todas las cosas en la vida, Ino –Terció encogiéndose de hombros.

Los condujeron a las demás habitaciones, tan agradables como la de Iruka y Kakashi. Decidieron sortearse las llaves a la suerte. Naruto no dejaba de mirar cómo el encargado intentaba coquetear con Sasuke, lo que le hizo sacar su vara con más fuerza de la debido y casi rompiéndola.

–¡Hey! –Se quejó Kankuro. Naruto lo ignoró, tragando saliva al comprobar que era la misma habitación que el azabache.

Ambos evitaban mirarse, o por lo menos Naruto lo evitaba.

–¿Con quién te tocó Naruto? –Preguntó la chica. Naruto la vio hacer una mueca nada agradable.

–Si quieres te puedo cambiar…–Le susurró Sai a Naruto– Así le cambio a Jugo y duermo con él –Sonrió apuntando a Gaara que no se veía nada contento. Naruto no quiso imaginarse que harían Sai y Gaara en la misma cama, temiendo por la respuesta.

–¡Sí! ¡Cámbiale! –Chilló la chica con evidente entusiasmo. Naruto tuvo las ganas de callarla. Y miró a Sasuke, quien ya se había volteado para entrar en la habitación.  Y excusándose, el rubio se apresuró a seguirle.

 

Se paró frente a la puerta del cuarto casi temblando como colegiala. No sabía sin entrar o cambiarle a alguien para estar lejos del azabache. Pero tampoco podía engañarse. ¿Estaría bien al saber que otro estaría durmiendo con él?

Ni siquiera quiso responder esa pregunta abriendo la puerta. Observó a Sasuke hablando por teléfono sentado en una de las camas. Quiso decir algo, pero la sonrisa de medio lado que le dedicó al teléfono le quitó toda la valentía tirándose a la cama y cerrando los ojos.

Había comenzado a dormitar cuando escuchó claramente la voz del azabache.

¿Tanto me odias, Naruto?

Naruto abrió los ojos mirando los negros del otro sin saber que decirle. Naruto sabía que debía disculparse con él. También sabía que lo que realmente quería hacer una vez haberse disculpado barrería con todo lo que había tratado con la pelirosa.

–Claro que no –Soltó.

Sasuke lo miró un momento en silencio, para levantarse y salir de la habitación.

 

 

Continuará…

 

 

 

 

 

 


(1) Mei-chan no Shitsuji

(2) Son perfumes, las notas de salida o nota alta “corresponde a las fragancias que se evaporan más rápido por provenir de ingredientes más volátiles. Su duración es corta, y les corresponde causar la primera impresión, atrapar e impactar a los que nos rodean.” Según solonosotras.com

(3) Nombre inventado por mí, por supuesto

Notas finales:

 

No tengo mucho que decir, más que me divertí escribiendo la historia.

Fue malo sí, que este fanfic me haya traído tantos problemas… pero son cosas que pasan, supongo.

Lo tenía hace mucho tiempo y hasta ahora me decidí a publicarlo

Tonterías supongo.

Espero les haya gustado, y agradecería un par de reviews… que son mi paga…

Un abraso desde chile

Mariohn


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).