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between love and death por himeko-san

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Notas del capitulo:

como dije antes...dedicado a mizuki-senpai...^^...  tarde un monton en subirlo...pero por fin lo hice...^^U

yue. ojala te guste!

yo: jeje...disfruntes el fic y anegai dejen comen TT.TT

between love and death

 

Capitulo 1: asesinato a sangre fría.

 

Entre montañas y bosques llenos de vegetación, entre lo más profundo de la maleza se encontraba, un pequeño pueblo, muy rustico, muy rural, que solo se mantenía por la agricultura y ganadería que proporcionaba sus pocos recursos.

 

Pero aun así, se mantenía en pie, no había muchos habitantes, no pasaban de las 600 personas, en su mayoría ancianos,  pero algo, que distinguía a este pequeño pueblo en particular, era, que a lo lejos, cuando ya la columna de chozas desaparecía, justo donde el sol era tapado por árboles, se encontraba una cabaña.

 

En su interior,  vivía un joven, que si te guías por su apariencia dirías que tendría unos 16 años,  18  años a lo mucho, pero en realidad, aquel “joven” habitaba esa casa por más de 500 años.

 

 

Aquel chico, era un hechicero de grandes poderes,  debido a eso no envejecía, para quien lo viese por primera vez, no le sorprendería tanto descubrir que ese chico era un hechicero, pues se fachada, era muy poco común.

 

Sus cabellos, para empezar, eran de 3 colores diferentes, negro, rojo y amarillo, sus ojos rasgados y profundos eran de color rojo sangre, poseía una mirada muy intensa, su piel era morena como la tierra misma y su vestimenta consistía en una gabardina de terciopelo negro y una camisa de seda blanca abierta en los primeros botones y unas pantalones de cuero color azabache junto con una botas color tinto.

 

Era un  joven extraño a simple vista, por eso, casi en esos 500 años, no salía de su hogar, por la reacción del pueblo que tenía como vecino, pero un día, quiso salir,   cuando camino por primera vez por  la calle del pueblo, la gente, no pudo para de mirarlo con extrañez y miedo,  al principio nadie se atrevió a hablarle, nadie se atrevió a tan siquiera a cruzar la mirada con el.

 

Después de aquel día, aquel joven comenzó una rutina, todos los días, a cierta hora de la tarde, caminaba  por las calles del pueblo, aun con las miradas  de las personas fijas en el.

 

“¿Quién es el?”…. “¿Qué hace aquí?”…. “¿Cuando vino?”…

 

Fueron los murmullos que escucho al principio, de las personas que pasaban a su lado, pero nunca les hacia un mayor caso,  solo caminaba por las calles, en silencio, con su mirada la frente.

 

El tiempo paso, los habitantes se acostumbraron a el, que cada tarde aquel chico tna extraño, saliera de su hogar a caminar, que pasara por los puesto de comercio con su mirada la frente, dejaron de temerle, pujes, sería muy estúpido temerle a algo que no te ha hecho nada.

 

Pero un día…

 

La rutina de aquel chico cambio sin el intervenir, mientras seguía su camino habitual, una niña, no más de 5 años, paso a su lado y callo al suelo.

 

*cof-cof*…-toce  aquella infante para luego vomita una gran cantidad de sangre

 

La madre de esa niña corre a su lado, pero eso no cambia nada, la niña sigue vomitando sangre, los que pasaban por ahí, prestaron atención a lo que le pasaba a la infante y no se percataron, que aquel joven tan extraño, había detenido su paso.

 

Mientras la madre sollozaba por la  salud y la  posible muerte de su hija, aquel joven, se fue acercando, lentamente, sin prisa alguna, cuando ya estaba frente a la madre y la hija, se arrodillo ante ellas, la madre asustada trato de ocultar a su hija.

 

Aquel joven sonrió levemente,  coloca su dedo índice en la frente de la niña y una luz comienza a brillar,  cuando la luz se va, la niña deja de toser y comienza a respirar con mayor facilidad, su piel recobro el color y sus mejillas volvieron a sonrojarse.

 

La niña estaba bien, estaba curada…

 

El joven se levanta del suelo, da la vuelta y sigue su camino como siempre, la gente, se le quedo mirando fijamente, sorprendida con lo visto, vio como poco a poco ese joven se retiraba de allí, la madre se levanto del suelo de la mano de su hija. 

 

Gracias, señor…-dice la madre con una sonrisa sincera

 

Aquel joven se detiene, voltea su cabeza y le sonríe.

 

No hay nada que agradecer…-responde con una voz gruesa y profunda

 

Aquel joven sigue su paso, se va lentamente, hasta perderse a lo lejos, para poder regresar a la casa que habitaba por más de 500, al irse la gente que presencio esa escena, aplaudió al extraño salvador.

 

Días después, aquel joven se encontraba mirando por la ventana de su hogar, fumando un cigarro, mientras ve como el humo baila sobre el, nota como una silueta se acerca a la entrada de su casa, tira su cigarro al suelo y lo pisa con su suela.

 

¿Quién puede…?...-se pregunta sorprendido mientras ve como esa silueta femenina se va cercando aun más hasta que toca su puerta.

 

El hechicero, va hacia la puerta y la abre lentamente.

 

En… ¿en que puedo servirle?...-pregunta más que extrañado aquel tricolor

 

Por fin le conozco la cara…-dice esa mujer de  pelo gris y aspecto decrepito- he oído mucho  de usted  joven… ¿Dónde quedan mis modales?...permítame  presentarme…soy Anastasia Hidalgo… la abuela de  la niña que usted salvo…

 

He venido para darle las gracias señor, no pude hacerlo antes, por el cansancio de mi cuerpo  y mis dolores continuos, la edad y el tiempo son mi peor enemigo…

 

No se preocupe, no hubiese venido, señora en verdad no hay nada que agradecerme.. .-responde respetuosamente aquel joven.

 

Aun así, me siento en deuda con usted… -dice la anciana con una sonrisa agotada- solo he venido para darle las gracias y decirle que eternamente estaré agradecida con usted, algún día le devolveré  el  favor, solo tenga paciencia…

 

Le diga que no es necesario señora hidalgo…en verdad… la vida de un ser humano…es valiosa…lo haría de nuevo sin pensarlo  ni una vez…-dijo aquel joven mientras le daba una sonrisa a al señora

 

Joven.., usted tiene unos hermoso sentimientos...-dice la señora felizmente- antes de irme…por favor… dígame  su nombre…

 

Yami,  señora Hidalgo… solo Yami…-dice respetuosamente.

 

Encantada…joven yami…-la anciana se da vuelta y comienza a caminar hacia su hogar en el pueblo.

 

Así las semanas pasaron, yami, de poco gano la confianza del pueblo, de vez en cuando  curaba las enfermedades de ancianos y niños, el pueblo amaba aquel joven hechicero y lo adoptaron como uno más de la comunidad.

 

Yami, quien no había tenido interacción  humana en 500 años se sentía como pez en el agua, puede que la soledad lo haya acompañado durante mucho tiempo, pero ahora, el sentimiento que daba el hecho de estar acompañado era… muy calido.

 

No tardo mucho en conseguir la confianza de todos los habitantes, pero como hay cosas buenas, hay cosas malas, una persona, le guardaba un gran odio a al joven de pelo tricolor, un odio  incomparable y sin medida.

 

El por que, fácil,  el sabia perfectamente, que aquel joven no era humano, sabia que era un hechicero, pues el también lo era y no soportaba ver a otro ser mágico meterse en su pueblo como si nada y ganarse la confianza de todos con solo salvar la vida de algunos niños y ancianos.

 

Jiguko, era el nombre de aquel hombre de avanzada de edad, era el nombre del ser que odiaba a yami con gran fuerza, como todo tiene un limite, su paciencia se acabo, formo en su retorcida mente un plan para sacar de una vez por todas a ese “intruso”

 

Yami…-sonríe de miedo lado aquel anciano de pelo gris y ojos carmesí- no debiste de venir…

 

Una noche sin luna, con nubes de tormenta agrupadas en el cielo nocturno, con los truenos  atravesando las nubes, iluminando  momentáneamente la noche, no había ni un alma en las calles.

 

Nadie… pudo escuchar nada…

 

 

La mañana llego con un silencio fúnebre, apenas el sol salía, pocos minutos después de que el sol hubiese salido,  un grito agudo y femenino, rompió aquel silencio que comenzó con la mañana, fue un grito tan agudo, tan fuerte, que logro despertar a todos los habitantes.   

 

El único policía que se encontraba en el pueblo, fue a ver de donde provenía ese desgarrador grito, su sorpresa no fue mayor que el escalofrío que paso por su espalda al ver, que de donde venía el grito, era del hogar del los señores Ponte del Valle, una paraje muy anciana que vivía en tranquilidad junto con su única  hija.

 

Trago en seco, lentamente el oficial se fue acercando al hogar de la pequeña familia, noto a lo lejos, que la puerta estaba entre abierta, un fuerte temblor cruzo en sus piernas, pero aun así continuo caminando.

 

Miedo… es lo único que puede describir la sensación de aquel hombre al ver el interior de la casa.

 

Yacidos en el suelo, en un charco de su propia sangre, dos cuerpos, con los miembros destrozados,  los rostros de esos 2 seres, estaban destrozados, no parecían ser humanos, parecía que hubiesen sido aplastados con algo muy pesado.

 

En una esquina del cuarto, abrazada a sus piernas se encontraba la hija de esa pareja, hacia un leve movimiento golpeando su cabeza con la pared.

 

Dejo su miedo atrás y se acerco a al hija, la cual estaba en un estado cata tónico, solo tenía su mirada perdida y las lágrimas bajando por sus mejillas sin sollozar o soltar lamentos.

 

Aquel hombre se quito su chaqueta y la uso de sabana para cubrir a la joven, le levanto el rostro,  la miro con pena y dijo con el tono más suave posible:

 

¿Quién ha hecho esto?...

 

La mujer aun en silencio, señalo un lugar, el lo miro y vio que había un sobre en el suelo, manchado de sangre, se acerco y lo tomo, al abrir encontró un símbolo hecho con la sangre de las victimas, bajo su mirada y camino fuera de la casa donde gente preocupada esperaba alguna respuesta sobre aquel grito.

 

 

Han muerto los señores ponte del valle…solo ha sobrevivido la hija…-dijo son rodeos aquel señor, el revuelo de la gente comenzó al igual que miedo- ha sido un asesinato a sangre fría…

 

Las protestas y los insultos no se hicieron esperar, reclamaban justicia, el oficial solo bajo la cabeza y dio un suspiro largo antes de continuar hablando.

 

El asesino… ha dejado una pista… un símbolo…-dice serio y hasta algo apenada- ese símbolo le pertenece a la familia del joven yami…

 

Aquel símbolo encontrado, era el escudo de armas de la familia de yami, lo conocía pues el tricolor en un rato de confianza le mostró al policía un pañuelo bordado con sus iniciales y su escudo familiar…

 

Es curioso…tardas mucho en conseguir la confianza de alguien, pero cuando la pierde…es como si un vaso de agua se derramara… se pierde sin más y no puedes recuperarla…

 

Un anciano miraba la escena. Con una sonrisa de oreja a oreja, aguantando la risa y celebraba su victoria.

 

Con armas y antorchas encendidas fueron a la casa que quedaba ocultaba entre los árboles, pero antes de encender tan siquiera las antorchas una señora mayor, se había adelantado a la casa y ahora tocaba la puerta de entrada frenéticamente.

 

El tricolor abre la puerta, estando algo enojado por ser tan temprano mira con sorpresa que quien tocaba era la señora Hidalgo.

 

HUYA…-dice sin más- por favor…huya…váyase lejos…

 

Señora Hidalgo, ¿Qué sucede, por que me pide eso?...-le dice algo confundido.

 

No hay tiempo de explicar…váyase antes de que le pase algo malo…-dicho esto se puede ver a lo lejos una multitud enfurecida venir hacia el hogar.

 

Por Amón Ra… -murmura sorprendido- pe-pero...¿que es eso?...

 

Lo ha inculpado de un asesinato…-dijo sin dar más explicaciones- ¡¡HUYA SE LO IMPLORO!!...

 

Señora Hidalgo…-murmura conmocionado

 

La multitud llega, enfurecida comenzaron a tira piedra, yami toma a la señora Hidalgo y la protegió en brazos para evitar que alguna piedra la golpease.

 

¡¡¡SUELTE A LA SEÑORA HIDALGO ASESINO!!!!-escucha de la multitud, yami mira a la señora y le sonríe tristemente, la mete en su casa y pone el cerrojo.

 

Pronto se escucho como la gente trataba de romper la puerta, yami aun con su sonrisa entristecida, beso la frente de aquella mujer

 

Gracias, por avisarme, le debo mi vida…-le dice respetuosamente

 

Joven yami…-dice mientras curva una sonrisa en su rostro- le dije…que alguna vez le devolvería el favor…

 

 La puerta comenzó a ceder, yami suspiro, un fuerte viento comenzó a soplar causando que las ventanas se abriesen de un solo golpe, una cuantas hojas entraron al hogar y comenzaron a rodear aquel joven quien sonriendo con tristeza miro por última vez a la señora.

 

Adiós…-se despide en un susurro.

 

Las hojas lo desaparecen por completo, en un viento que cruza pro toda la casa, la señora lloraba en silencio, mientras por fin la puerta sede y deja pasar a la multitud, que descubre que el único ser en ese lugar era aquella señora.

 

Comienza el revuelo y la confusión, ¿Cómo se pudo ir tan rápido?, entre la multitud, naraku, maldijo el nombre de yami, mientras apretaba sus puños.

 

*en otro lugar*

 

Parado frente la puerta de un gran castillo que tenia enredaderas con rozas negras creciendo en las paredes,  estaba aquel tricolor,  parada en las escaleras del aquel castillo, las puertas se abren, dejando ver a una joven, de pelo azabache, corto le llegaba hasta por encima del hombro, de ojos carmesí, piel pálida y un vestido rojo que le llegaba hasta la mitad del muslo.

 

Hermano…-murmura aquella joven    

 

Himeko… -responde mientras una lágrima cae de su mejilla- he vuelto…

Notas finales:

gracias por leer!

 

ojala la escuela me deje continuar este fic...jeje n.nU

yue: la escuela y lso examenes....

yo: no me lo recuerdes....TT.TT

 

yue y yo: saludos y un fuerte abrazao a mizuki-san!!!!

yo: bye! ^^


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