Desperté en mi cama.
No recuerdo como, pero aquí estoy. De hecho, no recuerdo nada de lo que hice ayer…
Examino mi habitación. Todo parece estar en orden.
Veo el reloj. 7:35, llegare tarde. Rápido me pongo mis zapatos. Traigo puesto el uniforme de la escuela, lo que me hace pensar que me levante más temprano, me cambie y me quede dormido (cosa que a veces me pasa) así que le resto importancia al asunto y me apresuro a llegar a la cocina.
Ya voy tarde para repartir los periódicos, por lo que es probable que hayan puesto a alguien más a hacer mi recorrido. Ni modo, suele pasar… al menos llegare temprano a clases.
Veo que no hay nadie en la cocina, por lo que mamá y Serenity han de estar aun dormidas. No hay tiempo para comer algo (porque realmente me gustaría llegar temprano por una vez) así que solo me voy.
Corro y corro y corro.
De pronto siento como si alguien me persiguiera. Es una sensación extraña e incómoda, ya van varias veces que la siento en estos últimos días. Le echo un vistazo a la calle aprovechando que el semáforo esta en verde. Nada fuera de lo ordinario…
“probablemente solo sean alucinaciones mías…” me digo tratando de convencerme a mí mismo, aun con la duda y esa sensación de estar siendo vigilado.
El semáforo cambia.
Empiezo a correr.
La sensación se hace más fuerte y mi velocidad aumenta.
Alcanzo a ver el portal de la escuela, no sé por qué, pero tengo la sensación de que ahí estaré seguro. Corro más rápido y ocasionalmente intento voltear hacia atrás, pero hay algo que me lo impide. Llego a la escuela. Atravieso el portal. Todo se ve normal…
Giro mi cuerpo hacia atrás para confirmar o negar que alguien me sigue pero el timbre suena y me saca un susto. Puedo voltear hacia atrás o puedo encaminarme al salón…
¡MALDICION! ¡QUIERO LLEGAR TEMPRANO!
Aun sin recuperar el aliento del todo, retomo el paso y corro hacia el tercer piso (malditas clases a primera hora en el tercer piso). Refunfuño eso y otras cosas pero no pierdo el paso.
Llego al pasillo y empiezo a caminar, me ha dado uno de esos ‘vientos polacos’ que hacen que te duela algo dentro del cuerpo cuando respiras… creo que les dicen ‘burbujas de aire’ pero bueno. Sigo caminando lo más rápido que puedo y llego al salón.
La profesora aun no llega, punto bueno para mí.
-Hola Yug- saludo a mi mejor amigo, pero parece ser que no me escucho por qué ni siquiera volteo a verme. Tal vez por qué está hablando con Tea, todo el mundo sabe que hay algo entre ellos, nada más ellos son los que no se dan cuenta.
Sonrío ante la inocencia de Yugi.
Tomo asiento y la maestra entra a la clase. Siento un mareo y recargo la cabeza en el pupitre, mirándolo fijamente y después cierro los ojos.
Pasan lista y cuando llegan a mi nombre digo presente al mismo tiempo que algún gracioso dice que no vine. Yo reclamo, pero a fin de cuentas no puedo ver si la profesora notó mi presencia o no. Si me ponen falta y descubro al imbécil que hizo tal broma, lo hare desear haber sido él el que faltó a clases.
Vuelvo a recargarme en el escritorio. No me siento bien…
Veo algo rojo en el piso. Es un charco de algo…
Espantado me levanto de golpe. Viene de mi pierna, pero mi pierna está completamente bien. Nadie parece notarlo. Trato de articular palabra, pero algo escurre de mi boca, es sangre.
-¿Pero qué—intento pensar. O hablar, lo que sea, pero me invade la sensación de asfixia y empiezo a toser frenéticamente en busca de aire, sin embargo, nadie voltea.
Trato de taparme la boca para que la sangre deje de correr, un dolor en las costillas me hace retorcerme y presiono con mi brazo disponible para evitar que siga punzando.
¡¡¿POR QUÉ NADIE VOLTEA?!! Entro en pánico, la vista se me empieza a nublar, todos me ignoran. Nadie se da cuenta de que estoy aquí. ¿Qué está pasando? …
Abro los ojos lentamente… no me puedo mover, el dolor es demasiado intenso…
No puedo ver nada, mi visión es borrosa, trato de moverme pero siento mi cuerpo muy pesado. El sabor metálico de la sangre me invade la boca y siento la tela húmeda pegada a mí.
-Me alegro Joey… - alguien me llama, pero no alcanzo a distinguir quien.- Pensé que se me había pasado la mano.
¿De qué habla? Todo está oscuro y apenas hay una luz que entra, al parecer de una ventana. Logro distinguir algo a lo lejos, creo que es uno de mis zapatos… ahora recuerdo… algo paso ayer… yo estaba… ¿Dónde estaba? … no lo sé, me duele todo. Me duele pensar, me duele respirar… ¿Quién eres?... ¿Por qué a mí?... ¿Por qué?
-Shh… calma… todo estará bien…
No puedo evitar temblar. ¿Quién es esta persona? ¿Por qué esta aquí?.... ¿Qué me está haciendo? …
-Descansa Joey… descansa pequeño… lo necesitarás después… mi pequeño cachorro.
Acaricia mi cabello con sus manos. No me gusta el contacto que hace con mi piel. No puedo evitar dejar unos sollozos salir. Tengo miedo… y aun asi, su profunda voz y sus caricias me arrullan y me obligan a dormir.
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