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All I Want For Christmas (Todo Lo que Quiero para Navidad) por Pandora_Von Christ

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Notas del fanfic:

Este fic es otra magnífica historia de Faye que de manera tan amable me permite traducir; como he mencionado anteriormente soy algo así como la traductora oficial de sus fics a este nuestro siempre sexy y hermoso español xD.

Link al original: http://kajornwan.livejournal.com/16281.html

Disclaimer: Los personajes no pertenecen ni a mi ni a  Faye quien solo busca entretenerlas con esta linda parejita, al igual que yo :P

Personajes: Liu Fei Long, Mikhail Arbatov y Tao.

Por ningún motivo quiero que transcriban y publiquen ninguna de las historias que traduzco en otras páginas, gracias.

 

 

Notas del capitulo:

Hallo!!!

Primero que todo quiero decir que este fic va dedicado a satsuki82, quien me pidió de favor traducirlo. Se que te había dicho que lo pensaría (Que en otras palabras quiere decir que lo más probable era que no lo haría, por que ando algo dejada, apática, una completa perra... lo reconozco) pero bueno, no tuve corazón para negarme y ya que estamos a vísperas de esta fecha decidí llenarme de ese "espiritú festivo" y compartir algo que se ajustara a la ocasión. Así que... ¡¡Esto es para vos!!

Espero que lo disfruten y como siempre, hice lo mejor que pude ^_^

¡¡Feliz navidad nen@s!!!

Víspera de Navidad

La sede de Baishe siempre era un poco tranquila durante la víspera de Navidad. Un buen número de sus subordinados eran cristianos y Fei Long siempre les daba unos cuantos días de descanso. Esto estaba bien en su opinión. De vez en cuando le gustaba tener menos personal del habitual rodeándole, tener por un par de días un poco de eso que llamaban una "vida normal”, aunque solo fuera para sentir que esto realmente si era posible. Así que aunque era budista, Navidad era en realidad una de las fiestas que más disfrutaba.

Se sentó en su sillón favorito y tomó el libro que había dejado sin terminar semanas atrás, comenzando a leer sin prisa. Solo había leído unas cuantas páginas del libro cuando fue interrumpido repentinamente por el sonido de la puerta abriéndose sin previo aviso.

–Hola amor– Mikhail irrumpió en la habitación como si estuviera en su propia casa. Como siempre, se dirigió directamente hacia Fei Long y le dio un beso en la mejilla.

Fei Long parpadeó dos veces, sorprendido. Mikhail aparecía siempre cada vez que le daba la gana, y rara vez le avisaba, pero este día estaba completamente seguro de que el ruso jamás se presentaría.

–¿No deberías estar en Rusia en este momento? – preguntó Fei Long. Creía que Mikhail celebraría la Navidad con su familia como lo hacía todo el mundo.

–Bien, pues no lo estoy– el ruso se encogió de hombros y empezó a mirar a su alrededor. –¿Dónde está Tao?–

–Buenos días, señor Arbatov– Tao apareció desde la habitación contigua y lo saludo con una gran sonrisa.

–Bueno, entonces, levántate. Vamos– El ruso tomó el libro de su mano y prácticamente lo jaló de la silla, tirando de su muñeca con entusiasmo.

–¿Qué quieres decir con vamos? No iré a ningún lado– Fei Long se resistió y miró a su invitado no deseado de manera irritada.

–Iremos a mi penthouse. Estoy haciendo la cena. A Tao le encantaría apreciar la Navidad, ¿No es cierto, Tao? – Se dio vuelta y le guiñó un ojo al muchacho.

Incapaz de decidir que era más apropiado – ponerse del lado de su maestro y desilusionar al señor Arbatov quien siempre era amable con él, o satisfacer su propio deseo y arriesgarse a enfadar a su amado maestro mientras complacía a su invitado, Tao lo pensó por un momento, y luego dijo renuentemente: –Me encantaría si a Fei-sama no le importa– No sabía mucho acerca de nada, pero sabía que el Sr. Arbatov siempre se las arreglaba para conseguir una sonrisa de su maestro, y había leído en algún lado que sonreír era bueno para la salud. Lo único que quería era ver a Fei-sama saludable, después de todo.

–¿Ves?– sonrió Mikhail con orgullo –No puedes ser tan cruel. La Navidad no es otra cosa que ver la alegría refljada en los rostros de los niños–

Claro que lo es, pensó Fei Long. En ese momento tenía a dos niños sonriéndole. Debía  encontrar rápidamente una manera de lidiar con esta peligrosa alianza entre esos dos o conociéndolos, en un futuro no muy lejano se vería obligado a ir con ellos a Disneylandia y a tomarse fotos juntos con ese espantoso ratón.

–Oh, está bien– suspiró  Fei Long. Había decidido que no debía arrebatarle tal oportunidad a la vida de Tao, teniendo en cuenta que de lo contrario Tao nunca conocería cómo la gente celebraba la Navidad, no era como si él alguna vez hubiera sido parte de una en tal caso –Déjame ir por mi coche–

–No es necesario. Traje el mío– Mikhail rápidamente lo interrumpió. ¡Por supuesto que no! No iba a permitir que Fei Long acortara la noche llevando su propio coche.

–Ah sí y ¿donde se sentará Tao? Tu no conduces sedans– Todo el mundo sabía que para Mikhail Arbatov los “Sedans eran aburridos ", eso era lo que siempre decía.

–¿Quién dice que no conduzco sedans?– sonrió Mikhail juguetonamente –Ven, acompáñame–

Fei Long lo siguió de mala gana; pero tenía  que admitir que sería muy interesante ver a Mikhail Arbatov, por una vez, conduciendo un sencillo y "aburrido" sedán. No, no sería interesante, sería ridículamente divertido y valía la pena el viaje.



***

–¡Tienes que estar bromeando!– Exclamó Fei Long cuando se detuvieron delante de un elegante Lamborghini plateado de cuatro puertas –¿Hacen estos ahora? –

–En realidad, no. No todavía– sonrió Mikhail con orgullo –Este es el Lamborghini Estoque,  todavía es un prototipo. Me las arreglé para poner mis manos sobre él con un poco de persuasión–

–¿No mataste a nadie verdad? – preguntó  Fei Long con una mirada de desaprobación en su rostro, sabiendo muy bien lo que el hombre era capaz de hacer cuando quería algo lo suficientemente.

–Bueno, el hombre no murió– el ruso se encogió de hombros mientras abría la puerta y se metía en el coche –Tenía que conseguirlo. Ahora podremos llevar a Tao a Disneylandia, ¿sabes? –

“Muy bien, esto es todo. Malditos Lamborghinis” Pensó Fei Long para sí mismo. Había estado en lo cierto. Este malvado ruso debía estar planeando esto desde hacía mucho tiempo, aunque solo esperaba que no fuera con la ayuda de Tao.

–¿Estás bien? – preguntó Mikhail –Te ves pálido–

–Olvídalo. ¿Ya nos podemos ir?– Fei Long lo ignoró irritado. Si sólo Tao no estuviera allí, sería él quien cocinara esa noche  - un stroganoff, con verdadera carne rusa.




***

–No puedo creerlo. ¡Tengo una cajuela! – Exclamó Mikhail con asombro mientras abría el portaequipajes para sacar los comestibles. –¡Mira todo este espacio!– No podía recordar cuándo había sido la última vez que tenía tanto espacio de almacenamiento en su coche –La próxima vez debería tratar con un Jeep*–

Esa última frase hizo poner a Fei Long aún más pálido. Genial, lo siguiente que probablemente sabría sería que Mikhail se había conseguido una Minivan, así quizás podría adoptar más niños y entonces después compraría pases para todo el grupo a Disneylandia, sólo para verlo sufrir.

–Los Jeeps no te sientan bien– dijo Fei Long mientras situaba su mano sobre el brazo de Mikhail cariñosamente  –Te ves más sexy en tus descapotables– dos asientos eran más seguros en su opinión.

Mikhail inmediatamente volteó y lo observó con sus ojos azules destellando alegremente al escuchar tales palabras  –¿De verdad lo crees?–

–Si– Fei Long sonrió tan amablemente como pudo fingir. Aunque no estaba mintiendo. Mikhail conduciendo un Jeep, o peor aún, una mini van, debía ser algo bastante extraño. Además el hombre se veía sexy en sus super deportivos.

El ruso se acercó y puso sus brazos alrededor de la cintura de Fei Long –Hmmm, pero con todo ese espacio extra en el asiento trasero, podríamos..... OUCH! Fei, eso duele! – gaño Mikhail mientras Fei Long le daba un fuerte zapatazo en su pie.

–¡No delante de Tao!– advirtió Fei Long en ruso. Sabía exactamente que era lo que el pervertido tenía en mente.

–¿Qué? – Mikhail se quejó. –¿Qué creías que iba a decir? –

–Sé exactamente lo que ibas a decir, Mal... –

–No maldigas delante del niño– lo interrumpió  Mikhail antes de que pudiera terminar de pronunciar su sentencia; pensando secretamente en lo maravilloso que era tener a Tao en este mundo. –Ven, Tao, ¿me ayudarías a llevar esto– Le dio al niño una pequeña bolsa de comestibles de la cajuela. Antes de que Fei Long pusiera su nombre en esa lista negra de Baishe que bien conocía, cambio el tema.

Tan frustrado como estaba por esta situación, tenía que admitir que ver a Mikhail con los brazos llenos de comestibles en bolsas de papel reciclado y con una gran sonrisa en el rostro era algo muy fuera de lo normal y bastante divertido. Con todo ese dinero y poder, siempre consintiéndose gastando enormes cantidades de dinero de todas las maneras posibles, excediéndose en todo, Mikhail nunca era arrogante. Sorprendentemente, disfrutaba de algunas cosas simples y domésticas como muchas personas y su vida privada era intocable. A menos que estuvieran en guerra, Mikhail simplemente no viajaba a ningun lugar rodeado de su sequito de guardaespaldas, sin tener en cuenta inclusio lo peligroso que era para alguien en su posición ir a cualquier lugar sin protección. Prefería la privacidad de su penthouse más que la de su villa en Macao. Sus amas de llave eran prácticamente invisibles o habían sido perfectamente capacitadas para tal labor. Y puesto que no siempre estaban alrededor, de vez en cuando a Mikhail se le veía hacer algunos quehaceres domésticos de emergencia, lo cual era algo extraordinario en su opinión, ya que él mismo nunca había tenido la necesidad de hacerlo. Comparado con la forma en que Mikhail vivía, algunas veces su vida casi parecía la de un ave enjaulada. Tal vez era por esto que toleraba la naturaleza persistente del hombre - para romper un poco sus propias murallas.

–Por aquí, déjame ayudarte– Fei Long se ofreció y tomó una bolsa sólo para que le fuera  arrebatada de inmediato por el hombre más grande.

–Ya la tengo, no te preocupes– Sonrió Mikhail.

–No me trates como si fuera una mujer– Fei Long se quejó y trató de tomar de regreso la bolsa.

–Nunca he permitido que mi pareja cargue cosas, sea hombre o mujer– Mikhail se resistió y empezó  a alejarse del coche. Esto no era exactamente una mentira. Simplemente no había mencionado que Fei Long era el único hombre con el que oficialmente alguna vez habia salido.

–Yo no soy tu pareja– protestó Fei Long. En lo que a él concernía no eran oficialmente una pareja ni nada remotamente parecido.

–Y ese es exactamente el por que probablemente no querrás ser visto ayudando a Tao y a mí a llevar los comestibles hasta MI penthouse como si fuéramos una familia feliz. Ahora, ¿podrías hacernos el favor de abrir la puerta? – dijo Mikhail mientras esperaba que su pareja  consintiera.

Fei Long maldijo silenciosamente en ruso para evitar que Tao lo escuchara antes de rendirse y abrir la puerta para Mikhail y el niño. El ruso tenía razón. No podía dejar de pensar en lo afortunado que era por nunca haber tenido que discutir algo relacionado con negocios con este hombre, ya que sus intereses aún no iban en contra de los del otro. Pero tenía que reconocerlo, este astuto hijo de puta tenía un don innato para hacer a la gente hacer siempre lo que él quería.

Cuando entraron al penthouse, Tao se detuvo por un minuto en la entrada. Sus ojos se encendieron mientras olvidaba sus modales y exclamaba en voz alta, sorprendido ante la hermosa  decoración. Fei Long miró al niño y sonrió. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había visto ese tipo de expresión en el rostro de Tao. Después de todo, había valido la pena dejar su libro y dejarse arrastrar hasta el lugar.

–Has hecho un magnífico trabajo al transformar el lugar– lo felicitó Fei Long mientras observaba alrededor de la habitación. Esto podría ser un poco exagerado para él. Pero supuso que era algo que los niños recordarían para siempre, algo que incluso ni él mismo hubiera pensado hacer para Tao.

–El árbol de Navidad aún no está decorado. No tuve tiempo de hacerlo– Mikhail sonrió mientras colocaba las bolsas de víveres en la isla de la cocina y señalaba el gran árbol en la esquina con su decoración aún en la caja cerca de él –¿Por qué no lo hacen tu y Tao mientras yo  preparo la cena? –

–¿De verdad podemos hacerlo?– preguntó Tao con entusiasmo. Una vez Fei-sama le había leído una historia sobre la celebración de la Navidad  y siempre había querido decorar el árbol. No podía dejar de pensar en lo afortunado que era al Sr. Arbatov no tener tiempo para terminarlo.

–Por supuesto, Tao. Te ayudaré– dijo Fei Long y miró a Mikhail percatándose de su plan. Tenía que darle algo de crédito al ruso por ser tan atento y asegurarse de "No tener tiempo".

Después de dejar que sus invitados se instalaran cómodamente, Mikhail empezó a preparar la cena. De vez en cuando lanzaba una mirada a sus dos invitados que se ocupaban de la decoración del árbol de Navidad y sonreía. Ver a Fei Long tan relajado definitivamente hacia de esta una Navidad perfecta. Estaba contento por decidir quedarse y hacer que Fei Long y Tao se reunieran con él.

Momentos más tarde, Fei Long dejó que Tao terminara el árbol por su cuenta y se dirigió a la cocina –¿Puedo ayudarte? – sentía la necesidad de preguntar.

–No, solo siéntate ahí y se mi inspiración– dijo Mikhail entre risas, señalando la silla al otro lado del mostrador.

–No me hagas sentir tan inútil– Fei Long se quejó.

–Muy bien, ¿qué quieres hacer?– Mikhail suspendió lo que estaba haciendo y espero a que el líder de Baishe quien sospechaba nunca había cocinado ni siquiera un huevo en su vida, eligiera una labor.

–¿Puedo ayudarte a cortar algunos vegetales de allí?– Señaló a la pila de zanahorias y apio en el mostrador. –Sólo indícame como debo hacerlo–

–Adelante– Mikhail se hizo a un lado para darle un poco de espacio y le entregó uno de los cuchillos –No te vayas a cortar– En realidad estaba más entusiasmado que Tao decorando el árbol por ver a Fei Long cocinando. Honestamente, ¿cuántas personas podrían ser tan privilegiadas?

Ante el comentario Fei Long lo fulminó con la mirada, y después sin siquiera esperar a que le dijera como debía cortar los vegetales empezó a manejar el cuchillo con extrema precisión y velocidad. Cuando levantó la mirada, Mikhail lo estaba mirando con su boca medio abierta.

–Y yo que creía que no sabias cocinar– dijo el Master chef* totalmente sorprendido. Sus ojos seguían observando con incredulidad al cuchillo que seguía trabajando.

–No sé hacerlo– sonrió Fei Long. –Sólo soy hábil con los cuchillos–

–Y también te ves bastante sexy manejándolos– dijo Mikhail mientras extendía una de sus manos y agarraba el trasero de su  sous chef*.

En una fracción de segundo, sin siquiera parpadear, Fei Long clavó el cuchillo firmemente entre los dedos de la mano de Mikhail que aún permanecía sobre la mesa. –También soy extremadamente bueno con la carne, claro está. Y no me refiero a la carne de res– Era lógico que se molestara, Mikhail debía pensarlo mejor cuando tratara de buscar a tientas su trasero, sobre todo cuando Tao estaba alrededor, incluso aunque el nño estuviera al otro lado de la habitación.

–Hey, es Navidad. No seas malvado– El ruso se quejó y puso mala cara mientras retiraba su mano –Recuérdame no discutir contigo en la cocina–

–No es necesario que sea en la cocina– Fei Long se encogió de hombros –Siempre llevo conmigo un cuchillo o dos–

El Master Chef observó fijamente de la cabeza a los pies al hombre que se encontraba a su lado y se lamió los labios  –Ya me dieron  ganas de desnudarte y averiguar donde escondes ese cuchillo– Era cierto. Imaginarse a Fei Long con un cuchillo se lo estaba poniendo duro.

Fei Long suspiro con desesperación. Sin importar que cosa dijera o hiciera, el espíritu de Mikhail nunca parecía enturbiarse. –¿Es que no te intimido ni un poco? –

–Muchísimo cuando estas desnudo– El ruso le guiño un ojo sugestivamente.

–Una palabra más y empezaré a trinchar un poco de carne– advirtió Fei Long con su cuchillo apuntando al rostro de Mikhail. Afortunadamente para él, Tao estaba allí, de no ser así este pervertido probablemente encontraría una buena razón para no terminar de preparar la cena.

Para su sorpresa, aún con una sonrisa en el rostro, Mikhail milagrosamente estuvo de acuerdo y continuó trabajando en silencio. Fei Long considero que esto se debía tal vez a la magia de la Navidad que hacía que incluso un hombre como Mikhail se rindiera con tanta facilidad.

Aquella noche, Mikhail hizo una suntuosa cena dispuesta en una hermosa mesa; adornada con velas rojas, cubiertos de plata, flores y servilletas dobladas de manera profesional. Siempre había conocido esa tendencia del hombre a exagerar las cosas, pero a pesar de todo debía elogiar los esfuerzos de Mikhail y el resultado; especialmente porque había hecho todo por sí mismo sin ayuda y, además, ante sus propios ojos. Era halagador observarlo trabajar tan duro solo para impresionarlos.

En la cena Mikhail explicó cuidadosamente al niño todo lo relacionado con la Navidad, incluyendo hechos que él mismo desconocía. Cenar con Mikhail y Tao era una nueva experiencia para él. Disfrutó realmente la cena esa noche, y la conversación entre el niño y Mikhail le hizo sonreír en más de una ocasión, pensando cómo el hombre podría llegar a ser un excelente padre. Mikhail parecía un niño, y Tao se acoplaba con bastante rapídez a su carácter juguetón y fácil de llevar.

–... Y así, en la víspera de la Navidad las personas generalmente cenan reunidas en familia, como nosotros– concluyó Mikhail.

–Pero nosotros no somos una familia– respondió Tao un poco decepcionado,

El rostro de Fei Long se entristeció un poco. No se detuvo a pensar que esto podría recordarle a Tao indirectamente que era huérfano. Que no tenía una familia con quien celebrar esta clase de eventos. Él por encima de cualquiera conocía bien lo que se sentía.

Inesperadamente sintió la mano de Mikhail alcanzando la suya debajo de la mesa y después apretarla con fuerza, mientras esos azules ojos seguían mirando a Tao afectuosamente, sin un atisbo de tristeza en ellos.

–Pero nosotros somos tu familia– dijo Mikhail con una sonrisa, después observó al hombre cuya mano sostenía para que confirmara sus palabras –¿No es así? –

Fei Long miró a esos ojos azules por unos segundos y no observo burlas o sarcasmo en ellos. En ese momento Mikhail lo estaba diciendo de corazón, y así, él también lo hizo.

–Sí, nosotros somos tu familia–

***

Después de la cena se retiraron a la sala, sentándose cómodamente en la alfombra junto al árbol mientras Mikhail instaba a Tao a desenvolver los regalos.

–¡Un Wii! – exclamó Tao emocionado –Muchas gracias Sr. Arbatov– El niño siempre había deseado uno, pero no había querido molestar a Fei-sama con esto.

–Me dejaras jugar contigo algunas veces, ¿verdad? – preguntó sonriente Mikhail. Ahora tenía una buena razón para estar en Baishe, no era como si necesitara una  de todas formas. Sabía que Fei Long ya no tenía corazón para decirle que se marchara –Y este es de parte de  Fei-sama– dijo mientras ofrecía a Tao uno de los obsequios.

Fei Long lo miró con curiosidad. No había planeado nada para esa noche y estaba empezando a lamentarse cuando Mikhail le había obsequiado un regalo a Tao. Pero parecía que el ruso lo tenía todo resuelto en su lugar. Ya estaba bastante impresionado con las consideraciones del hombre, pero tenía que admitir que estaba tan ansioso como Tao por ver el contenido, deseando que fuera algo creíble como regalo elegido por él.

–¡Un libro!– Mikhail le guiño un ojo a Fei Long mientras Tao retiraba el envoltorio y observaba la tapa dura de un libro completamente ilustrado –Qué maravilloso. Ahora Fei-sama podrá leerte todas las noches–

–Muchas gracias Fei-sama– dijo Tao con los ojos llenos de aprecio por su amado maestro. Siempre esperaba con gran interés escuchar a Fei-sama leyéndole antes de irse a la cama. –¿Me leerás un poco esta noche? –

Fei Long miró nuevamente al ruso y después sonrió dulcemente a Tao. –Por supuesto que lo haré– El libro había sido una excelente elección y estaba empezando a sentirse culpable por subestimar el conocimiento de Mikhail en la materia. Él incluso había pensado conseguirle el mismo libro a Tao.

Después Mikhail sacó unos cojines enormes para que pudieran sentarse cómodamente sobre la alfombra junto al hermoso árbol de Navidad. La habitación estaba iluminada solo por las luces decorativas y las pocas velas perfumadas situadas exquisitamente alrededor de la habitación. Mikhail se recostó en el cojín escuchando la suave y sedosa voz del amado maestro recitando las hermosas palabras al niño, quien después se quedo profundamente dormido en el regazo del pelinegro.

Fei Long dejó a un lado el libro y miró a Tao con adoración. Una vez había tenido la oportunidad de dormir en el regazo de su padre de la misma manera, y recordaba claramente hasta ahora lo bien que había dormido esa noche. Se le hizo un nudo en la garganta al recordar esos momentos que rápidamente desaparecieron cuando Mikhail  le tomó la mano y la besó suavemente como si conociera la causa del porque su mirada empezaba repentinamente a ensombrecerse.

–Le llevare a recostar– susurró Mikhail procurando no despertar al niño, y se lo llevo a la habitación de invitados. Después de asegurarse de que Tao estuviera durmiendo cómodamente, encendió la música y regreso al árbol  –Ven– Lo llamó, y sin darle suficiente tiempo como para objetar, jaló a Fei Long, levantándolo con prisa y llevándolo hasta el balcón. En circunstancias normales se hubiera resistido a ser forzado a hacer algo sin darle primero una explicación, pero esa noche de alguna manera se sentía un poco amable.

El cielo estaba lo suficientemente claro como para que algunas estrellas iluminaran el cielo nocturno de Hong Kong. Las luces no estaban encendidas  y el enorme balcón estaba iluminado sólo por las azules luces en el fondo de la profunda piscina, que emitía pequeñas ondas que reflejaban las cristalinas aguas en sus pieles. Mikhail lo hizo girar en sus brazos y comenzó a bailar al ritmo de la dulce melodía emitida por los altavoces. Esta era solo una noche más en el mismo penthouse en el que ya había estado un sinnúmero de veces, pero Mikhail sabía exactamente cómo hacer cada momento de su vida memorable. Una de las cosas más extraordinarias de Mikhail Arbatov era que sabía muy bien cómo vivir, y vivía mejor que cualquier persona que hubiera conocido.

Al principio se sentía muy incómodo al bailar con otro hombre, pero la mirada en el rostro de Mikhail le impidió formular objeciones. Esta había sido una gran noche y no tuvo corazón para negarse.  A pesar de esto no le tomo mucho tiempo establecerse cómodamente en los brazos de Mikhail, permitiéndose disfrutar de algo que de otra forma nunca hubiera llegado a experimentar. Esa noche estaba bailando bajo las estrellas en compañía de alguien que amaba y atesoraba su existencia.

–¿Y donde esta mi regalo? – dijo Fei Long en broma.
–No te compre nada– se encogió Mikhail de hombros.
–¡No me compraste nada!– Repitió Fei Long, burlándose de su ruso acento como si quisiera asegurarse de que lo había escuchado bien. Por lo general, necesitaba de algún tipo de intervención divina para hacer que el hombre dejara de darle regalos en cada una de las ocasiones especiales celebradas en la tierra  –En serio ¿No me compraste nada Mikhail Arbatov? – Fei Long se le acercó y le susurró al oido. Estaba seguro de que el hombre tenía algo bajo la manga.

–No, en serio. Se me agotó el tiempo y las ideas– confesó Mikhail. –Pero siempre estaré a tu disposición por si me necesitas para hacer algo más ... No sé– hizo una pausa y sujetándolo por la cintura, acercó la elegante figura, inclinándose hacia adelante para susurrarle en su oído, –¿físico? –

–Creo que ya hiciste suficiente por esta noche– dijo Fei Long mientras se acercaba un poco más y tocaba con su mano tiernamente la mejilla de Mikhail –Yo, en cambio, no tengo nada para ti–

Mikhail sonrió y besó el dorso de su mano –¿De verdad crees que cualquier cosa pueda llegar a hacerme más feliz de lo que soy ahora?–

–¿Quieres decir entonces que no es necesaria toda una noche de sexo estimulante en la piscina que te dejaría completamente agotado en la mañana? –preguntó Fei Long, pestañando de manera seductora.

–¿Harías eso por mi? –

Fei Long sonrió al ver el rostro de Mikhail que se asemejaba al de Tao esa noche cuando había abierto sus obsequios  y entonces le dio un beso

–Feliz Navidad, Misha–

Notas finales:

*Bueno en el fic de Faye aparece como SUV (Sport Utility Vehicle) siglas para describir a los vehiculos deportivos conocidos como todoterreno o todocamino, yo decidí emplear acá Jeep que es uno de estos vehiculos, además la palabra es en nuestro contexto un poco más conocida.

*Master Chef y Sous Chef: En culinaría se refiere a los rangos o posiciones que se ocupan en la cocina, sería algo así como el cocinero principal y su ayudante. Decidí dejarlo como estaba por que...emm ¿lucía mejor? xD

Por último,  tengo que hacer una declaración con la cual probablemente algun@s de ustedes me odiaran. He decidido que esta será mi última publicación y/o actualización... NO se asusten, será solo por lo que resta de este año ya que en unos cuantos días partiré a relajarme a la orilla del mar y no quiero hacer nada a parte de dedicarme a disfrutar y descansar. NO se enojen y no lo tomen a mal, seran sólo unos cuantos días, piensen que les hago un favor ya que si alcanzamos a la autora se someteran a meses de espera que en ocasiones resultan ser un calvario.

Bueno niñas y niños me despido por ahora, ahh y de una vez les deseo un próspero año nuevo lleno de amor, felicidad, hombres guapos y sexis con larga y negra cabellera o con rebeldes  rizos rubios xD.... Y claro esta, repleto de Yaoi!!

¡Gracias por leerme y por comentar un abrazo para tod@s y felices fiestas!


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