Capítulo 1.- Me cansé de amarte
Ikky llegaba de su trabajo, venía muy molesto, parqueó el auto en el parqueadero subterráneo del edificio en el que vivía, se bajó y dio un portazo, fue hasta el elevador y apretó el botón del piso 11, mientras caminaba por el pasillo buscaba las llaves en el bolsillo, abrió la puerta de su departamento y lo encontró completamente a oscuras, esto era extraño, por lo regular Seiya tenía todo prendido, el computador, la radio y el televisor a la vez, no se concentraba en nada y siempre tenía todas las luces prendidas, a veces esto le sacaba de casillas pero en nombre de la paz hace algún tiempo había decidido ya no pelear con Seiya por eso
- Seiya!!!, SEIYA… por dónde estás??
Ikky se sacó el saco y caminó por el departamento encendiendo las luces, llegó a la habitación y se le fue el alma a los pies, las puertas del armario estaban abiertas y las cosas de Seiya no estaban, empezó a ver por todas partes hasta que encontró una nota que estaba pegada en el espejo del baño, la nota decía simplemente:
“Me cansé de amarte, me cansé de que no me tomes en cuenta, me cansé de que te desquites conmigo lo que sea que te pase, me cansé de ser tu alfombra, me cansé de ser menos que tu compañero de cuarto, me cansé Ikky… me cansé, cumpliré tu deseo y no volverás a verme”
El peliazul leyó el papel varias veces, qué diablos había pasado??, dónde rayos estaba Seiya??, cuándo se fue??, a qué hora??, el poderoso Fénix tomó su teléfono y llamó a Shun, tal vez él supiera algo…
- Aló? – dijo algo agitado el peliverde, había tomado el teléfono y no había visto quien llamaba antes de contestar
- Shun?, gracias al cielo que contestas, dime haz visto a Seiya o sabes algo de él?
- Con quien… hablo? – Shun se revolvía en la cama trataba de escapar de los brazos de su rubio amante que en los precisos momentos estaba besándole el cuello y acariciando sus costados
- Con tu hermano, qué rayos estás haciendo? – Ikky se iba molestando aparte de la angustia que sentía por lo que le estaba pasando
- Ikky??, oh por todos los Dioses!!! – Shun saltó en la cama y se sentó al filito zafándose del agarre de Shaka que no se dio por vencido y ahora arrodillado en la cama lo abrazó por la espalda, empezó a besar su nuca y metió sus manos dentro de la camiseta del joven para acariciar y piñizcar sus pezones suavemente buscando endurecerlos
- Dime, haz visto a Seiya si o no? – dijo muy molesto el peliazul
- No… no he visto… a Seiya en… toda la semana…, por qué?, pasó algo? – Shun intentaba levantarse pero Shaka lo abrazó y lo jaló hasta dejarlo en medio de la cama, lo recostó sobre su espalda, le levantó la camiseta que estaba puesto y le comenzó a besar el pecho mientras se acomodaba entre sus piernas
- No, no ha pasado nada por favor avísame si lo ves o si va por tu casa si?
- Claro nissan…, yo te llamo después si? – Shun no pudo evitar arquearse cuando Shaka le mordió suavemente uno de sus pezones y le aflojó el cordón del pantalón de su pijama
- Ajá… nos vemos ototo – dijo sumamente intrigado el Fénix, su hermano no le había prestado la mas mínima atención, qué diablos estaba pasando?
- Si si, lo que sea… chao nissan… - Shun colgó el teléfono y lo dejó por ahí en la cama mientras levantaba las caderas permitiendo que Shaka le acabara de desnudar
- Qué quería… tu hermano? – preguntó el rubio mientras le sacaba la camiseta al menor y volvía a reclamar su cuello
- Algo pasó… con Seiya… ahhh… Shaka… mmm Shaka… - el joven se volvió a arquear en la cama porque el rubio había tomado su miembro con las manos y lo masajeaba con entusiasmo haciendo que hasta el pensamiento se le nuble a su aprendiz
- Cómo… que… algo… pasó?, qué pasó?
- Seguramente pelearon o algo… no te detengas… oh… así… ahí… oh Shaka…
El rubio se había quedado inmóvil unos segundos en los que Shun abrió los ojos y buscó sus labios cuando su maestro continuó con lo que estaba haciendo
- Pero… - iba a decir algo mas en Guardián de Virgo pero Shun lo interrumpió
- Pero nada, Seiya es lo suficientemente grandecito para cuidarse solo y a menos que quieras acabar de hacer lo que estamos haciendo tu solo ya cállate y concéntrate
- Ok., Ok., no te enojes, aunque te ves muy sexy cuando te enojas – Shaka le sonrió muy sensualmente
- Adulador… Oh… Shaka… mmmmm… - Shun también le sonrió pero al sentir como el mayor se llevaba su miembro a la boca, el joven se dejó caer en la cama y gimió con mas fuerza
***
Ikky se paseaba por la sala de su departamento, el poderoso Fénix estaba que echaba chispas, a dónde fue Seiya?, le llamaba por teléfono pero le enviaba directamente al buzón de mensajes, Shun no sabía nada, Hyoga estaba en Siberia, Shyru en China, a dónde mas pudo haber ido?, Saori estaba en Grecia, será que fue a la mansión?, tomó el teléfono y llamó pero los empleados le dijeron que no había llegado nadie en los últimos días
El Fénix suspiró, sus compañeros de trabajo?, no… Seiya no se llevaba con ninguno lo suficiente como para ir a pedir posada, de pronto un foco se encendió en su cabeza, ya sabía a dónde había ido el castaño, sin pensar mas tomó sus llaves, su billetera y bajó como alma que leva el diablo al parqueadero y arrancó a toda velocidad y fue a buscar a uno de los dorados caballeros que también vivía en Tokio, aceleró por las calles, se pasó varios semáforos en rojo hasta que llegó al edificio de departamentos en donde vivía los hermanos Aioros de Sagitario y Aioria de Leo, aplasto el botón del intercomunicador y fue el dorado arquero el que respondió
- Si??
- Aioros por favor, soy Ikky, está Seiya donde ustedes?
- Seiya?... no…
- Por favor no me lo niegues tengo que hablar con él – dijo el Fénix mas molesto que preocupado
- La verdad no se que decirte, aquí no está
- Por favor dile que voy a ir a su obra mañana, tenemos que hablar
- Si lo veo se lo digo
- Gracias… adiós Aioros
- Adiós Ikky
El Caballero dorado de Sagitario se volteó y vio a Seiya parado en el hall, había escuchado todo, la expresión del joven castaño era muy triste, Aioros le tendió los brazos y lo abrazó paternalmente cuando el Pegaso se acercó a él
- Estás seguro de lo que estás haciendo Seiya?
- Si maestro, mi vida con Ikky no es vida, en verdad que ya me cansé – dijo el joven con la voz rota y un suspiro lastimero
- Yo nunca supe por qué rayos lo habías aceptado en primer lugar – dijo Aioria que se acercaba y le dio un pocillo de helado al aprendiz de su hermano que lo tomó y sonrió, fue al sillón y se dejó caer pesadamente
- Me enamoré, que quieres que te diga… Ikky puede ser muy dulce cuando quiere, el problema es precisamente ese, todo es cuando el quiere, yo no cuento para nada en la relación
- Lo siento pequeño, pero no te preocupes, aquí estamos nosotros para apoyarte y sacarte adelante – Aioros se sentó a la derecha de Seiya y Aioria lo hizo a su izquierda, Seiya sonrió a ambos y se recostó en el espaldar suspirando con tristeza
- Dale, come tu helado, luego se te hace agua – sonrió el león dorado apretando suavemente la rodilla de Seiya que se incorporó un poco y empezó a comer
- Aioria hazme un favor y ayúdame a bajar el colchón de la terraza – dijo Aioros poniéndose de pie
- Lamento causarles molestias – Seiya se sonrojó un poco
- No es molestia, además a ti te va a tocar dormir en el estudio, danos un par de días y lo adecuaremos mejor – dijo Aioria
- Gracias, no saben cuánto agradezco esto
- No te preocupes, enseguida volvemos
Los hermanos salieron del departamento y fueron por el elevador a la terraza, a los pocos minutos habían armado la antigua cama de Aioros en el estudio, el departamento era bastante grande, tenía tres habitaciones cada una con su baño privado pero como solo eran dos los habitantes de aquella casa el cuarto que sobraba lo acondicionaron como estudio, Aioros había dicho que sacarían todas las cosas y las acomodarían por la sala y los pasillos para hacer que Seiya se sintiera mejor y no como un simple arrimado, esto le pareció muy bien a Aioria y así lo hicieron, esa noche Seiya la pasó en la habitación que ahora sería la suya
A la mañana siguiente luego de llegar a su oficina y entregar unos reportes Ikky con cualquier pretexto salió del banco en el que trabajaba y se dirigió directamente a la obra en la que seguramente encontraría a Seiya, el castaño era arquitecto y trabajaba para una constructora bastante grande, el peliazul llegó y buscó al joven Pegaso hasta que lo vio en la mesa de revisión de planos, hablaba con varias personas que vestían traje por lo que Ikky esperó pacientemente hasta que la reunión acabara para acercarse a él, cuando Seiya lo vio se dio la media vuelta y caminó hacia el puente de acceso a una edificación a medio hacer, a Ikky le tocó correr para alcanzarlo
- Espera… espera… Seiya… SEIYA!!!! - El castaño se volteó y muy serio lo miró, cuando el peliazul estuvo cerca de él en voy muy baja le dijo
- Respeta mi lugar de trabajo, no tienes ningún derecho de venir a armarme escándalos aquí
- Solo quiero hablar contigo, cero escándalos – Ikky levantó las manos en símbolo de paz
- No tenemos nada de que hablar – Seiya se volvió a voltear y caminó decidido pero Ikky lo agarró del brazo y lo volteó una vez mas para encararlo
- Tenemos todo de que hablar… por qué te fuiste mi amor?
- Mi amor?, mi amor??, así que ahora soy tu amor
- Seiya por favor, yo solo quiero hablar, no quiero discutir, podríamos hacerlo en privado?
- No
- Vamos Seiya por favor, yo solo quiero hablar contigo, mira que me voy a poner a gritar que te amo aquí mismo si tu no te escapas aurita conmigo
- Estás loco?
- Te prometo que te traigo mariachis, una banda de pueblo, un trío, un cuarteto, cargo mi camioneta con un disco móvil hasta que tu y yo hablemos
- Ikky…
- En serio lo hago Seiya, por favor, no me dejes así
- Está bien, hoy en la noche
- Vendrás a casa?
- No
- Estás bien, a la hora que tu quieras y donde tu quieras
- En ese restaurante que me gusta a las 7
- Perfecto, ahí estaré
- Mas te vale, es tu única oportunidad Ikky
- Lo que tu digas mi amor
- Ajá… si claro
A las siete de la noche Seiya llegó al restaurante e Ikky ya estaba allí en una mesa, había ordenado una copa de vino blanco para él y el peliazul estaba tomando un whisky, el mayor al ver al castaño se levantó y le sonrió, Seiya muy serio no dijo nada y se sentó cruzado de brazos
- Muy bien, ya estoy aquí, de que quieres hablar conmigo?
- De tu nota…
- Ok.,
- Seiya, lo hubiéramos hablado, no tenías por qué irte así, no me diste chance de nada
- No te di chance de nada?, NO TE DI CHANCE DE NADA???, qué crees que he estado intentando hacer los últimos seis meses?
- Seiya…
- Seiya nada, tu no me tomas en cuenta en lo mas mínimo, siempre llegas a casa mal genio y el que aguanta todo soy yo, por si no has visto yo también trabajo, yo también tengo problemas, a mi también me revientan las bolas pero yo no me desquito contigo, yo no salgo a beber con mis amigos, yo no lanzo todo por toda la casa esperando que el gil de mi novio lo recoja, yo no me quejo y paso rabiando el poco tiempo libre que tengo
- Yo se que las cosas no han estado bien entre nosotros pero, todo esto es solucionable mi amor, yo te prometo…
- Lo siento pero ya no te creo, esta conversación la hemos tenido muchas veces, yo te digo esto y tu me prometes que las cosas van a cambiar, las cosas se arreglan una semana y todo vuelve a lo mismo, lo que te puse en la nota es muy cierto, ya me cansé Ikky – Seiya en verdad se veía cansado y molesto
- Pero Seiya yo te amo – insistió el Fénix un poco acalorado también, por lo regular sus peleas terminaban cuando él le decía al castaño que le amaba, le prometía que iba a hacer lo que sea que le estuviera reclamando, lo llevaba a la cama y bajo el calor de las sábanas lo hacía suyo, santo remedio, pero ahora…
- Puede ser… pero yo no me siento amado, no me siento deseado, cuando tenemos sexo ni me miras, no me besas, no me acaricias, todo es mecánico contigo
- Tu lo disfrutas – ahora el Fénix se sintió ofendido, ahí Seiya había tocado su orgullo de macho y el era un macho que se respeta en toda la extensión de la palabra, qué le pasa a este niño, qué mas hombre quería???
- Soy hombre igual que tu pedazo de idiota, disfruto del sexo igual que tu, me refiero a que ya no hay sentimiento cuando lo hacemos
- Quieres unas florecitas entonces? – dijo el mayor en tono burlón
- Yo te voy a dar tus florecitas – Seiya le lanzó la copa de vino en la cara, se levantó y se fue sin más, Ikky se limpió la cara con la servilleta y lo vio con rabia mientras el castaño se perdía entre la gente
Ikky pagó la cuenta y salió del restaurante, se subió al auto y fue directamente al restaurante de su hermano, si alguien podía subirle el ánimo ese era Shun pero casi se muere de la impresión cuando llegó al restaurante, al entrar preguntó por él y uno de los meseros le señaló la parte de atrás, el peliazul entró a la cocina como lo había hecho 100 veces y buscó por ahí a su ototo, al no verlo salió por la puerta trasera al callejón y allí vio a su dulce e inocente hermanito arrinconado en la pared, colgado como monito sosteniéndose del cuello y rodeando la cintura de Shaka con las piernas mientras se besaban con pasión
- Ototo
Shun abrió los ojos y se puso blanco del susto, el joven empujó a Shaka que lo soltó y lo depositó en el suelo, el joven se paró delante de Shaka como protegiéndolo de un posible ataque del poderoso Fénix
- Ikky… no es lo que parece – dijo Shun muy nervioso
- Ah si?, no te estabas besando entonces con tu maestro en el callejón atrás de tu restaurante? – Ikky entrecerró los ojos y veía al mayor con furia
- Ok., si es lo que parece… pero tranquilo nissan, todo tiene su explicación
Ikky se cruzó de brazos y arqueó una ceja
- Es una larga historia – a Shun no se le pasaban los nervios y no sabía como explicarse
- Habla – dijo Ikky en voz baja amenazante
- Me mudé a Japón, me encontré con Shun, ahora salimos – el rubio se encogió de hombros al decir esto acabando con la discusión
- Ok., no era tan larga, pero respira nissan… respira, esto es bueno – el peliverde sonreía mientras tomaba la mano de Shaka
- Pensé que después de lo que pasó con Milo te ibas a dar un tiempo
- Nissan lo de Milo fue hace mas de un año
- Milo? – Shaka arqueó una ceja ante la mención del guardián del templo de escorpio
- Luego te cuento, nos dejas solos por favor – Shun apretó su mano y le sonrió
- Te espero mas tarde?–dijo el rubio en voz baja acercándose al joven y retirando un mechón de cabello y poniéndolo tras su oreja
- Si, yo voy a tu casa
- Adiós
El rubio besó suavemente a Shun pero el beso se rompió cuando Ikky se aclaró sonoramente la garganta, Shaka lo mró divertido y sin mas se alejó caminando por el callejón, Shun suspiró y tomó de la mano a Ikky y lo llevó a rastras hasta la barra del bar, se sentaron en las sillas altas y pidieron algo de tomar
- Tu y Shaka?, desde hace cuanto? – preguntó el Fénix entre intrigado y molesto, esto era un golpe bajo, no lo vio venir ni en sueños
- No es mucho, un par de meses tal vez
- Un par de meses… Un par de meses?????
- Ya tranquilo nissan que me vas a desalojar a la clientela
- Por qué no me lo habías dicho? – reclamó algo dolido el peliazul, definitivamente hoy no era su día
- No ha salido el tema en conversación y además porque sabía que te ibas a poner como te pusiste
- Ajá
- Mejor dime nissan a qué viniste
- Has hablado con Seiya?
- Hoy lo llamé, me dijo que se había ido del departamento pero que iba a encontrarse contigo a las 7, cielos nissan que pasó – preguntó el peliverde luego de chequear su reloj, seguramente todo fue mal ya que si nissan estaba en su restaurante, solo y tan temprano
- Ya no se que hacer, las cosas van de mal en peor, Seiya es mas terco que una mula y no me da chance a nada, puedes creer que ni siquiera se donde está?
- Está en casa de Aioros, él mismo me lo dijo
- Pero si ayer lo fui a buscar allá y Aioros me lo negó, par de mentirosos, de tal palo tal astilla – dijo el Fénix tomando de un solo trago una copa que el cantinero le había puesto en frente a pedido de Shun
- Qué te negó Aioros? – dijo Shaka que había vuelto y se paró junto a Shun en la barra
- Te olvidaste algo? – preguntó Ikky con ironía
- De hecho si – el rubio solo sonrió y Shun al caer en cuenta solo dijo “Ohh” y salió disparado a la cocina
- No me dijiste que te negó Aioros – insistió el rubio acomodándose en el taburete junto a su recién descubierto cuñado
- Que Seiya está en su casa – respondió con cansancio en poderoso Fénix
- Y que hace el Pegaso en casa de Aioros?
- Se fue del departamento, me dejó y fue a refugiarse allá…, por qué rayos te lo cuento a ti…, qué pasa?
Shaka al oír estas palabras tenía una expresión extraña en su rostro, era una mezcla de pena y dolor
- Qué pasa? – insistió el Fénix
- Lo que pasa es que Aioria vive con su hermano
- Y??
- Bueno… el lindo gatito siempre le ha tenido ganas a tu caballito con alas, y ahora tu se lo sirves en bandeja de plata y lo pones bajo su techo
- Yo no le puesto en ninguna parte, el está ahí por convicción propia… pero como que siempre le tuvo ganas?, Aioria??, en serio??
- Eso es lo que me ha contado Shura, tu sabes… Shura salía con Aioros un tiempo y uno se entera de cosas, una de las cosas que me enteré es que Aioria le tiene ganas a Seiya
- Por todos los Dioses!!! – Ikky de pronto palideció, aún no acababa de aceptar la idea de que Seiya lo había abandonado y ahora el rubio idiota le sale con esto??
- Si Seiya está decepcionado de ti, no tardará en caer con Aioria, el puede ser muy… convincente y es todo un galán, no tengo que decírtelo tu lo conoces igual que yo
- Hablas por experiencia propia?, en lo de galán me refiero…
Shaka suspiró y sonrió, ya se lo había contado a Shun y su pelieverde no tenía problemas con su pasado, contárselo a Ikky no sería un problema
- La verdad si, pero lo nuestro no duró mucho, estábamos juntos para pasar el rato la verdad, cuando yo también me mudé a Japón las cosas como que se sobrecalentaron o se enfriaron, la verdad no se y justo me encontré con tu hermano y pues…
- Voy a sacar de ahí a mi Seiya ahora mismo!!! – Ikky se puso de pie con violencia pero Shaka lo sentó nuevamente
- No Fénix… piénsalo mejor, el secuestro debería ser la última opción que podrías emplear en este caso, es mas yo creo que debes sacarla de tu lista de posibilidades, si Seiya te dejó pues algo habrás hecho, lo que tienes que hacer es enmendar tu error y ganártelo de nuevo
- Crees que no lo he intentado? – dijo el Fénix con rabia conteniendo las ganas de estrangular al rubio que lo miraba con tanta calma que provocaba… abofetearlo por lo menos
- Esa es solo mi opinión, oh… gracias mi amor – dijo el rubio tomando de las manos de Shun un par de fundas que tenían algunos contenedores desechables que algo comible debían tener
- Nos vemos luego entonces – dijo el peliverde
- Mas te vale – el rubio besó brevemente a Shun y dijo – adiós Fénix
Ikky solo le hizo una seña con la mano y se recostó totalmente en la barra sintiéndose derrotado, Seiya estaba entrando a la boca del lobo (o será en la melena del león??) y el lo había empujado hacia allá
Seiya llegó al departamento de su maestro y encontró solamente a Aioria que estaba acabando de acomodar el televisor en la sala, había hecho canguil y tenía una coca cola, el león dorado ya estaba en pijama pero sonrió ampliamente al ver llegar al castaño
- Otra coca cola? – preguntó indicando la mesita que tenía los snacks mientras Seiya colapsaba en el sillón
- Qué estas viendo? – preguntó desganado el Pegaso
- Konan el bárbaro, quieres verla conmigo?
- Lo que sea – dijo el castaño cogiendo unos pocos canguiles y llevándoselos a la boca
- Cámbiate mientras pongo la película – sugirió el mayor
- Ok., - Seiya se levantó del sillón, se estiró y caminó hasta su habitación, Aioria lo siguió con la mirada y tenia una sonrisa muy particular en su rostro, nada que hacer… ese pegasito estaba como le daba la gana, esa piel tan suave, esos brazos tan fuertes, esas bien torneadas piernas, ese cuello que clamaba ser besado y marcado, ese fuerte y legendario pecho mmmmm, ese trasero de afición… uyuyuy…. que tonto era Ikky la verdad, el tenerlo en su cama y dejarlo ir??, el león dorado lo que deseaba en aquellos precisos momentos era ir hasta esa habitación, arrancarle la ropa y hacerlo suyo pero… tiempo al tiempo, pero de que ese castaño tan sexy acababa en su cama, acababa…