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Protectores Celestiales por Anle Ruma

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Notas del fanfic:

NINGUNO DE LOS PERSONAJES AQUI PRESENTES ME PERTENECES, SON DE SU CREADOR ORIGINAL, YO SOLO LOS USO COMO ENTRENIMIENTO PUBLICO Y PRIVADO.

 

Este fic lo subi hace años, cuando recien comenzaba a escribir y a conocer el genero. Despues de una lectura, me percate de los horrores de novata que tuve, por ese mismo motivo lo vuelvo a subir, no soy una experta ya, pero he mejorado, aquellos que leyenron la historia primero espero que les guste su edicion.

 

GRACIAS.

Notas del capitulo:

Aqui el primer capitulo.

Busco un corazón,
pero no un corazón cualquiera.
Tiene que ser uno compatible
con la dureza de los tiempos
en los que vivimos,
para poder soportar las pruebas...

Busco un corazón fuerte,
pero lo suficientemente blando
como para percibir
el dolor de la gente
y sensibilizarme ante ellos...

Busco un corazón
con un ritmo que sea ligero
pero controlado al mismo tiempo, para que me ayude a tener paciencia
ante las cosas que me parecen injustas,
pero que yo no puedo cambiar...

Busco un corazón estable;
que me dé la seguridad que necesito
para enfrentar mi destino
y saber que todo tiene su lugar
y su tiempo;
que nada ocurre por casualidad...

Busco un corazón
que simplemente ame,
porque el amor
es la clave de todo:
del principio y del fin,
de parar o seguir,
de vivir o morir...

Busco un corazón especial...
¿Acaso lo tienes tú?

Termino de copiar aquel hermoso poema que había encontrado, no sabía ni siquiera porque lo había hecho.

Las clases habían terminado por aquel día, muchos hablaban de sus planes de fin de semana, por fin era viernes.

La emoción era evidente en los ojos de todos, menos del chico que guardaba lentamente sus cosas, aquel que había copiado aquel poema.

—Joey ¿todo bien?—interrogo un joven de cabellos hacia el cielo.

—Sí, Yug, ¿Por qué lo preguntas?

—Es que me preocupas

—No tienes por qué, solo estoy cansado por entregar los diarios, fue una mañana difícil.

—Valla el perro por los diarios sin que su amo se lo ordene— exclamo un joven de ojos azules y mirada fría.

—Kaiba —murmuro el dueño del rompecabezas, mientras miraba a su amigo.

Mas el joven rubio no respondió al insulto, simplemente se mantuvo callado sumido en sus pensamientos

/ ¿Qué más da? Ya no importa nada, al fin y al cabo, todo terminara en una horas/

Aquel era el pensamiento del joven, quien sin quererlo dejo que una traviesa lágrima saliera de sus ojos.

— ¿Joey?—interrogo Yugi— ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

—no es nada, algo me lastimo el ojo, tranquilo viejo, anda vámonos

El joven asintió, aunque no le creía del todo, así ambos salieron del salón para dirigirse donde sus amigos estaban.

Sin que nadie se percatara, en la esquina de la escuela se hallaba una limosina donde el joven de ojos azules miraba la escena, aquella había sido una semana rara, había hecho de todos para que el perro le respondiera pero este simplemente lo ignoro, suspiro mientras ordenaba que lo llevaran a su casa, ese día no tenía ánimos de ver a los inútiles de sus empleados.

Se despidió de sus amigos, diciendo que estaria ocupado el fin de semana por eso no podria acompañarlos a ningun lado, dándoles un abrazo, cosa que extraño, pero al ver la sonrisa de su amigo rubio, no comentaron nada, así camino por un largo rato hasta llegar al parque y ahí acercarse a un árbol donde él y sus amigos habían prometido siempre estar juntos. Pero debido al pasado eso no sucedería.

Mientras tocaba el tronco de aquel árbol de cerezos, no pudo evitar que las lágrimas salieran de sus ojos mientras recordaba el porqué de su dolor, el por qué se había despedido con un abrazo de sus amigos.

******flash back

Se sentía agotado después de una jornada de trabajo, caminaba lentamente mientras sus pensamientos se hallaban con los sucesos de una semana anterior, iba sumido en sus pensamientos que solo se detuvo al ver algo brillante enfrente de él.

Al alzar la vista se halló con una esfera de color azul, que se adentró a su cuerpo para salir de un color dorado, dentro de la esfera se podía apreciar a alguien como Joey, pero vestido de forma distinta.

—Después de tanto tiempo por fin te encontramos— exclamo una voz y entonces un encapuchado apareció— por fin apareces

—Miren si es algo que les debe mi padre, denme dos semanas para pagarles— dijo con esperanza, ya que sin saber por qué sentía miedo de ellos

Mas la risa de dos hombres se hizo presente y supo que ese asunto no era cosa de su padre

—No tiene nada que ver con ese hombre— exclamo otro encapuchado frente a el— este asunto es solamente contigo Jono

— ¿Jono? Mi nombre es Joey Wheleer no Jono

—pero en el antiguo Egipto te llamabas Jono y debido a que eres su reencarnación, como lo muestra nuestra esfera de almas, tu recibirás el castigo del cual él se salvo

— ¡Yo no sé de qué hablan! ¡Aléjense!

Grito para correr tratando de alejarse de aquellos extraños, corrió lo que su cuerpo y fuerzas permitieron y cuando se sintió a salvo se detuvo

—No puede huir de nosotros Jono— exclamo uno, mientras se parecía detrás suyo— tu destino está marcado gracias a nosotros, será enjuiciado por haberte robado nuestro tesoro

—a donde vallas te buscaremos, así de simple Jono

El rubio esta aterrorizado, no sabía qué hacer, no había llevado su baraja, ni tampoco su sistema de duelo, intuia que lo que ellos decían era cierto, él no tenía escapatoria

—Está bien, iré con ustedes a donde me digan, pero, permítanme terminar la semana, permítanme despedirme de mis seres queridos, por favor.

Exclamo en suplica, sin saber que un ser de ojos verdes lo miraba sorprendido.

—Está bien, al fin y al cabo no tienes a ojos rojos contigo— menciono haciendo que Joey abriera los ojos —te dejaremos terminar la semana

—No dirás nada, de lo que sucedió hoy ¿entendido?

—si

Ambos hombres desaparecieron y el sin saber que hacer corrió hasta su casa, dejando que las lágrimas salieran, al llegar a su hogar vio a su padre y sin importarle nada se aferró a él, ante las sorpresa del hombre.

****fin flash back

—Perdónenme por no cumplir nuestra promesa—murmuro

—Iré contigo y te protegeré, cueste lo que cueste, estaré a tu lado cuidándote, no te preocupes

Escucho un suave murmullo, que no supo identificar, fue entonces que se percató de un pluma en el suelo, así que se hinco para recogerla.

Mientras como si el destino quisiera jugar, los hermanos Kaiba paseaban por aquel parque, petición del menor de ellos, fue cuando el pequeño diviso a su rubio amigo.

—Hermano es Joey—le dijo mientras señalaba al joven que inspeccionaba la pluma con sumo interés— ¡Joey!

Escucho que alguien lo llamaba y observo como Mokuba Kaiba se le acercaba corriendo, sin pensarlo guardo la pluma y recibió con un caluroso abrazo al menor.

— ¿Qué haces aquí Mokuba?—interrogo el joven

—Vengo con mi hermano—respondió señalándolo

—ya veo, te invito un helado, a ti y al engreído de tu hermano ¿Qué te parece?

—voy a decirle a Seto—exclamo mientras corría a su hermano

Al verlo correr hasia su hermano no pudo evitar sentir tristeza, extrañaría aquel pequeño y fue entonces que se percató, él era el único del cual no se había despedido.

—Perro—exclamo son su habitual tono

—Kaiba, espero que no te moleste la invitación que le hice a Mokuba

—no lo hace, vamos por mi helado.

Así fueron a la heladería más cercana, mientras caminaban.

— ¿Sucede algo malo?—interrogo un ser de ojos azules al de ojos verde

—no, nada, ya sabes cómo es

— ¿seguro?

—si

Aquel se alejó para esta cerca de Joey quien pedía tres helados, fresa, vainilla y chocolate, pagándolos y entregándoselos a sus dueños.

No estuvieron mucho tiempo juntos, solo un par de minutos, cuando Joey se percató de que el sol comenzaba a descender, entendió que la ora había llegado.

Se despidió del joven Kaiba con un abrazo y unas palmadas a su hermano, para después correr sin rumbo a Parente.

Mientras corría llego a un área despejada, donde sintió aquellas dos presencias y debido al miedo que etas le provocaban soltó su mochila.

—El tiempo que has pedido se ha terminado, por lo tanto debes ir a cumplir con tu destino—dijo uno de ellos, por lo cual Joey bajo la mirada- síguenos

Bien es hora de partir- exclamo hacia el cielo- no permitiré que toquen a Joey.

Así cuatro seres travesaron aquel portal, sin que nadie supiera nada.

Notas finales:

Espero les guste.

Dudas, aclaraciones, quejas y demas son bien recibidas


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