Desliz
Capitulo 1: Cruzando la línea de la amistad.
Aquella cama de tamaño queen, albergaba una figura... mientras reposaba, medio tapada entre las sabanas blancas, completamente desnuda, su amante se encendía un cigarrillo y la observaba aun con lujuria, desde el sillón cercano a la cama.
"Pareces no haber quedado lo bastante satisfecha... Sigues ansiosa, de lo contrario no estarías fumando..." mirando a la joven que la observaba, sonreía cómplice ante sus palabras.
"Creo que no me cansaría jamás, de hacerte mi mujer nena...Ni mucho menos de que tú me hagas tuya..." dio en respuesta la joven alta, de cabellos castaños, ojos miel y cuerpo fuerte, sin dejar de ser femenina.
"Me lo has dejado claro cariño... Pareces ser tan insaciable como yo..." riendo de buena gana, aquellos ojos oscuros, como la oscuridad que las cobijaba daba respuesta, aquella piel canela, algo perlada por el sudor, recogía sus cabellos oscuros con una pinza, mientras se levantaba para acercarse a la chica que la acompañaba.
Permitiendo que la chica se sentara sobre sus piernas, se deshacía del cigarrillo que aun fumaba, para acariciar aquella piel despacio.
"Creo que se me paso un poco la mano esta vez..." rozando gentil aquellas marcas aun vividas, en la espalda de la chica, suspiraba.
"Creo que fue mutuo... Tu también, aun sangras..." deslizando de forma sensual, sus dedos por aquel cuerpo, sonreía con malicia.
"Recuérdame como fue que llegamos a este punto..." Levantándola por las caderas, la llevaba entre sutiles besos de regreso a la cama.
"Creo que la curiosidad no fue buen consejero -mientras besaba con pasión aquellos labios- Y si le súmanos a eso el dejarnos guiar por la lujuria, el deseo y el sexo.. Tendremos como resultado una deliciosa sesión como esta....." dejándose conquistar por aquellos labios, que besaban ahora con marcada pasión su cuello, evocaba sus recuerdos.
-o-
La clase de programación terminaba, mientras dos chicas, caminaban con fastidio por los pasillos del instituto, solo una cosa pasaba por su mente: Comida.
"No sé porque estas clases tienen que ser tan fastidiosas... me cargan de la chingada con tanta porquería teórica..." Hablo las más alta de las dos mientras se sentaba en una mesa.
"Te carga de la chingada otra cosa... No solo las clases" Clavando la puñalada, acorralaba a la chica, conocía perfectamente esos cambios de humor y esa mirada.
"Si, volví a discutir con ella... -suspiro con pesadez- Me hace dudar de si soy la mala o la buena del cuento... Ya no sé ni que creer" Encogiéndose de hombros, daba un sorbo a su bebida.
"Pues tu deberías tener tu concepción propia de lo que haces... No que ella te manipule, como viene haciendo... Allá tu..." soltó con fastidio aquella mirada oscura.
"¿Podemos dejar el tema? La neta no quiero seguir pensando en el asuntico... Por lo menos no por hoy..." Evadió e tema la chica de ojos miel.
"De acuerdo, entonces hablemos... No sé de sexo..." riendo divertida, hacia ahogar a su amiga.
"¿Que estas muy necesitada?" Interrogo la más alta.
"jajaja no precisamente... Es solo que, tuve sueños demasiado estimulantes anoche... Me pico la curiosidad en algunas cosas y no tengo amante en turno para comprobarlo jajaja" fue la entre apenada y sincera respuesta, mientras reía seguidamente.
"¿Que soñaste exactamente? seguramente con que una chica, te sometía, te hacía el amor rudo y sádico y bien que te gustaba..." comento inconscientemente parte de sus fantasías.
"Por lo que veo no soy yo la única con esos deseos..." sonriendo con malicia, hacia sonrojar a su amiga.
"Para qué negarlo -encogiéndose de hombros- Si tengo ciertos deseos y fantasías, que involucran placer, heridas y un marcado sadismo en ellas..." Terminando su hamburguesa sonreía.
"¿Y porque no experimentas? Para eso tienes novia, para que te complazca..." comento la piel canela, mirando con intensidad los ojos de su compañera.
"Porque no le late, se lo he comentado y propuesto y no sé, no le nace, no sabe cómo y pues... Yo no voy a obligarla..." Fue la sincera respuesta.
"Vaya desperdicio -comento con desinterés- Con ese porte que tienes, facilito la empotras contra la pared, la estimulas, la enciendes y después te dejas hacer... Vaya que la gente desperdicia lo que tiene..." finalizo, para sonrojarse al ser consciente de sus palabras.
"¿Me estas coqueteando pequeña?" Interrogo con la ceja alzada.
"¿Y acaso eso te molesta?" respondió acercándose peligrosamente a aquellos labios bien perfilados.
"No me provoques pequeña, que después... No me hago responsable de mis actos..." agrego con cierta picardía la chica de ojos miel, sin alejarse de aquellos labios.
"Si fueras realmente capaz de actuar, en lugar de jugar... La pasaríamos muy bien, pero como se que tu noviecita te genera remordimiento... Dejémoslo de este tamaño..." Sin decir más, besaba la frente de su amiga y se marchaba del sitio.
"Pero que chingados..." Comento entre molesta y sorprendida la más alta, al ver a su amiga perderse entre la multitud.
-o-
Por otro lado Nix, dejaba que el agua refrescara su rostro y sus pensamientos, se había imaginado mil y una cosas, en solo segundos, tener a Fénix tan cerca, siguiéndole el juego, la descontrolaba, era su amiga y respetaba que tuviese pareja, pero la provocaba demasiado, aquellos jueguitos de miradas, frases y roces en doble sentido la estaban llevando al límite.
"¿Te volvió a calentar la niñita fuego sin atreverse a actuar?" comento con sarcasmo una voz a sus espaldas.
"De verdad que no tengo ni el ánimo ni el tiempo para aguantarme tus necedades..." Comento a su interlocutora, mientras cerraba la llave del lavabo, y tomaba una servilleta del dispensador para secarse la cara.
"Vamos Nix... No te enfades... ¿Por qué no matas tu calentura conmigo?" tomando de forma posesiva a la joven por la espalda, rodeaba su cintura para besarle el cuello.
"Déjame en paz Crish... -liberándose del agarre- No soy juguete de nadie, y mucho menos tuyo..." mirando con odio a la chica, se alejaba par de pasos, habían sido amantes, aunque la chica era bastante buena en la cama, era posesiva cruel y tenía un defecto: le encantaba golpear mujeres y más cuando estaba drogada.
"El problema es que no es una petición, yo si quiero bajar mi calentura contigo.... " Tomándola de las muñecas con fuerza, la pegaba a la pared del baño con violencia.
Nix no lo vio venir, quejándose con fuerza, se mareaba, aquel golpe en la cabeza la había mareado, mientras forcejeaba con su atacante, tenia la batalla perdida, Crish era la capitana del equipo de Jockey femenino, alta, de cuerpo grande y atlético, marcados músculos y mucho más alta que ella.
"¡Basta Crish, déjame en paz, suéltame!" Exigió mientras forcejaba, sentir aquellas manos acariciar lascivamente su cuerpo la hicieron estremecerse de temor, realmente no quería volver a ser el juguete de aquella mujer.
"¿Estas sorda? ¡Que la sueltes!" Exigió Fénix, entrando al baño, a la par que tomaba a Crish del hombro y la giraba obligándola a separarse de Nix.
"No te metas en esto... a ti nadie te invito..." manoteando a la joven de mirada miel, se mordía el labio molesta.
"Vete o no respondo..." Entono más que enfada, cerrando los puños con fuerza.
"No te quieras hacer de heroína ahora..." encarando a Fénix, Crish la desafiaba.
"Por favor vete, no quiero problemas, entiende que no me interesas... Y aunque intentes forzarme, no te daré el maldito gusto ni de gritar ni llorar..." Separando a las chicas, empujaba a Crish, para alejarla de Fénix.
"Eso ya lo veremos...." Sin agregar más, abandonada el baño bastante molesta. No podía golpear a Fénix, aunque quisiera, era la presidenta del consejo estudiantil.
"¿Estas bien?" Fénix rodeo con sus brazos a Nix, quien aun mareada se limito a abrazar a la chica, le encantaba su aroma, sus brazos, se sentía protegida.
"Te advertí que era MUY mala idea, involucrarse con Crish, es una maldita drogadicta, impulsiva y maltratadora... No va a quedarse tranquila, hasta volverte a tener en sus brazos y quien sabe que mas locuras..." reprochando a su amiga, limpiaba las lagrimas de sus ojos, sabía que estaba asustada, aquella situación se le salió de las manos.
"Lo se... Pero estaba borracha, no medí, no pensé y ahora me asusta de lo que sea capaz..." confeso con sinceridad la más baja.
"Tendremos que plantear esto al comité estudiantil... Mientras tanto vámonos, tenemos que pasar a terminar de organizar la fiesta de esta noche..." Tomándola de la mano, la jalaba gentilmente.
-o-
El sonido del tecno a todo volumen, mientras chicas con chicos, chicas con chicas, chicos con chicos, chicas solas, de todo un poco invadían la pista de baile, de aquel local. Era el ambiente de la fiesta, típica de fraternidad, aquel sábado a altas horas de la noche, una mesa con varios cocteles, cerveza y algo mas, se definía un lado de la pista de baile.
"Es extraño no verte tomar tanto..." Grito para que su amiga la oyera Fénix.
"Aun estoy algo nerviosa por lo de esta mañana, no quiero tomar de mas..." dando un sorbo pequeño al coctel de vodka en su mano, daba respuesta.
"Si no hubiese llegado, estarías golpeada, y créeme con lo drogada que estaba, ni podrías caminar..." agrego, terminando el vaso, llevaba ya varios cocteles.
"Estas tomando demasiado rápido, bájale al ritmo o estarás ebria dentro de poco..." quitándole el vaso de las manos a Fénix, Nix la reprochaba.
"Déjame ser... Además si me paso de tragos tu me cuidaras..." guiñándole un ojo a la chica, la tomaba de la mano para llevarla a la pista de baila, comenzaba a sonar Loves Come again, de Tiesto.
El ambiente despedía por todos lados, sexo, mientras Nix movía su cadera de forma rítmica y sensual, Fénix la seguía, nadie podía negar que ambas, se movían muy bien en la pista de baile, la temperatura entre ellas aumentaba, el alcohol en su sistema, las liberaba, Nix fue la primera en rodear con sus brazos el cuello de su compañera, Fénix la sostuvo de la cadera, apretándola con fuerza, era demasiado sensual tenerla así en sus brazos. Perdiéndose en aquellos ojos oscuros, no pudo contenerse, sin darle chance a nada, la pegó de la pared a oscuras y se apodero de aquellos labios.
Nix profundo el beso, haciéndolo evidentemente francés, pegaba su cuerpo mas al de Fénix, quien por su parte, acariciaba sus piernas con marcado deseo, la deseaba, no podía seguírselo negando. Separando sus piernas con maestría, deslizo sus manos por debajo de aquella falda de jean.
Se estremeció al sentir la ropa intima, húmeda, pero algo le estorbaba, odio por un momento aquellas medias de malla gris que formaban parte del atuendo de su en ese momento amante.
"Las romperé, no puedo detenerme..." susurro al oído de Nix, mordiendo su oreja seguidamente.
"Vamos a mi apartamento, podrás hacer lo que quieras..." Susurro sensual, separándola con sumo esfuerzo de ella.
"Tus deseos son mis órdenes..." Comento con una enorme sonrisa, mientras mordía su labio con deseo, para marcharse de aquel sitio.