Steve Rogers se encontraba sentado en una pequeña silla en los cuarteles S.H.I.E.L.D observando… admirando… el sueño de una de las personas mas odiosas que había conocido en toda su vida, la cual ocupaba sus quizá últimos momentos de paz durmiendo en un sillón de una de las habitaciones de descanso.
Su respiración era tranquila, sus mejillas se encontraban algo enrojecidas por el alcohol que había ingerido y sus cabellos castaños alborotados hechos para atrás por sus lentes de trabajo, paseo su vista por el perfecto cuerpo del playboy multimillonario para volver hasta su rostro una vez más.
Un genio, millonario, playboy, filántropo, repitió la respuesta en su cabeza y una sonrisa surco su rostro para desaparecer casi al instante, quizá tenia razón, quizá era todo eso y más, pero eso no quitaba la idea de que a él le parecía tan… frágil, estiro una mano con afán de acariciar uno de esos mechones rebeldes pero enseguida la cerro en puño. Volviéndola a su posición inicial entrelazada con su gemela para utilizarlas como apoyo para su barbilla.
Aun tenía su traje azul de batalla, el ataque a la fortaleza voladora tenía poco de a verse llevado acabo, el doctor Banner había desaparecido, cosa que por supuesto preocupaba a todos, pero que en el interior del Capitán… no del Capitán no, en el interior de Steve, se sentía ligeramente bien y se odiaba por eso pero… era algo que no podía dominar, los celos se lo comían vivo cada vez que veía a Tony platicando animadamente con Bruce, ellos se entendían, tenían cosas en común, podían… negó con la cabeza.
-Solo son buenos amigos- comentó en voz alta, sus absurdas imaginaciones no tenían base, empezando desde que el súper héroe de armadura roja, ya tenía una relación con su secretaria, Virginia…Pepper, si no mal recordaba.
Pero ese pensamiento solo le entristeció más aun no sabía como, no sabía por que… se había enamorado de el fabuloso Anthony Stark. Se había enamorado de su actitud altanera, de su extraño sentido del humor mezclado con sarcasmo, de su egocentrismo… rio un poco, estaba diciendo solamente defectos… pero… suspiro… esos pequeños defectos eran lo que lo volvían perfecto al menos a sus ojos… si quizá le había dicho que no era un héroe, que era una egoísta, que era un horrible ser humano, pero es que no había hallado en su tonta estupidez, otra manera de exteriorizar la furia con la que su corazón latía al observarlo.
Dando un hondo respiro se puso de pie dándose la vuelta para marcharse, aun había cosas que hacer, la batalla para proteger la tierra era inminente y a ellos les correspondía encargarse de que al planeta no le pasara nada.
-Que no le pase nada- dijo en un suspiro, sin embargo no hablaba de la tierra en esa ocasión armándose de valor de uno que usualmente solo le servía en las batallas y no para ese tipo de situaciones, regreso sobre sus pasos y se sentó aun lado del moreno, de forma suave intentando no despertarle.
Acaricio su mejilla delicadamente –No quiero que te pase nada Stark, no quiero que mueras- dijo en un susurro contra los labios del otro- no quiero perder a la persona que amo- declaro bajando de manera lenta su mano.-No vayas a morir- rogo antes de intentar ponerse de pie, cosa que no logro ya que fue jalado de una muñeca para volver a su posición inicial.
- Que declaración tan apasionada Capitán- comento Stark abriendo los ojos para mirarle fijamente divertido ante el sonrojo y sorpresa del rubio.
-¿Tú estabas….?-
-Desde hace media hora que entraste y te dedicaste a admirar mi belleza- dijo el castaño enderezándose un poco.- sabes fue algo aburrido hacerme el dormido-
-Eres un maldito Stark, solo jugabas conmigo- casi grito el súper soldado intentándose ponerse de pie, pero fue jalado de nueva cuenta al sillón.
-ah, ah-rio moviendo un dedo en forma negativa- Esa no es manera de hablarle a la persona de la que estas enamorado… sabes esperaba que por lo menos me dieran un besito.- dijo en tono burlón el playboy. Haciendo que el otro desviara la vista.
-Te diviertes y te burlas de todos y de todo, no se como puedo estar enamorado de una persona tan idiota, ¿te divierte lo mucho que me duele esto?- se giro para verle- ¿te divierte jugar con los sentimientos que tengo hacia ti?- sus ojos se notaban cristalizados como si estuviera apunto de llorar.
-Claro que no- negó con una sonrisa- me rió de las increíbles coincidencias del destino…- comento acercando su rostro más a él- sabes… yo también me enamore de un idiota- diciendo esto le beso, rodeo el cuello del rubio con sus manos atrayéndolo hacia si, succionando sus labios, tentándolo con su lengua. Gesto que al otro le sorprendió pero que no hizo otra cosa más que responder, sujetando con fuerza las caderas del castaño para atraerlo hacía si. Tony se separo un poco para dedicarle una sonrisa y sentarse sobre su regazo, volviéndole a besar. Steve se sentía en las nubes, no podía creer lo que estaba pasando, llevo sus manos al rostro del menor para apartarlo y contemplarle.
-¿Ocurre algo anciano?-
-¿Tony que haces?- preguntó acariciando con devoción sus mejillas.
-Analizo las reacciones de tu cuerpo para un estudio-
-¿Qué?-
-De verdad que me enamore de un idiota- rio Tony antes de volver a acercarse y tomar los labios del rubio. Besándole con tal devoción y pasión que las dudas y en general todo lo que el Capitán tenia en la cabeza se borro al instante.
El moreno se despojo el mismo de su delgada sport blanca dejando que el súper soldado acariciara su piel de forma suave como si se fuera romper a tocarlo. Dejo escapar un pequeño gemido cuando los labios de Steve pasaron de su boca a su cuello y de allí bajaron hasta su pecho, dejando un beso delicado en su dispositivo que aunque no era parte de su piel realmente le provoco un estremecimiento por todo el cuerpo. Cuando sintió la boca del otro succionándole uno de sus pezones, lo empujo y se puso de pie.
-¿Qué pa…?-
-Quítate el traje -le ordeno con una voz de seductor al tiempo que el se desabrochaba el botón de su pantalón y bajaba la cremallera, ante esta visión al chico de franjas y estrellas no le quedo de otra que obedecer rápidamente, se despojo de su traje hasta quedar solo en unos ajustados bóxers de franjas blancas y rojas.- ¿Por qué no me sorprende?- pregunto retóricamente el castaño al tiempo que lo empujaba de nuevo al sillón para sentarse sobre sus regazo con las piernas abiertas y ya completamente desnudo.
Steve le sujeto fuerte de las piernas acercándole más a si mismo a la vez que lo besaba e internaba su lengua en la boca del contario, saboreando lo dulce de su saliva, mientras frotaba con insistencia su miembro a un escondido, contra el trasero de Tony.
-Que ansiosos me resultaste- comento Stark entre los besos ardientes que se prodigaban.-Antes tienes que prepararme o me mataras vejestorio- rio el castaño tomando una de las manos del Capitán comenzando a lamber sus dedos cual caramelos chupándolos y llenándolos de saliva, sin perder la cara sonrojada del capitán de vista. –Ahora hazlo- le murmuro al oído, el aludido más que nada por instinto llevo sus manos a la entrada del hombre de hierro, acariciándola de manera lenta adentrando uno a uno de sus dedos de manera pausada y delicada, dilatándole de la manera mas suave posible, controlando lo que los dulces gemidos del multimillonario le provocaban – Supongo que… no me equivoque…- jadeo Tony.
-¿De que hablas?- preguntó el rubio mientras se encargaba de morderle delicadamente un hombro.
-De a quien elegí para ser… pasivo…ah… por… primera vez- respondió el súper héroe tomando con sus manos el rostro del otro para besarle de una manera bastante tierna poco propia de su estilo.
Cuando se sintió listo hizo que el Capitán sacara los dedos de su interior y se le quito de encima para bajarle los bóxers e inclinarse entre sus piernas, tomando ante la mirada atenta del rubio su miembro entre las manos comenzando a darle lengüetadas de arriba abajo, metiéndoselo a la boca por entero, sonriendo internamente al escuchar los jadeos roncos del hijo predilecto de América.
Cuando lo lleno suficiente de saliva volvió a su posición inicial sobre las piernas del rubio.
-Stark- le detuvo un poco de las caderas - ¿estas seguro?-
-¿Qué soy una chica?- le pregunto acercándose y mordiéndole el labio inferior- ¿Qué aun no te quedo claro “Boyscout”?, yo también me enamore de ti- le confeso claramente mirándole a los ojos. Y fue esta vez el rubio quien lo beso de forma profunda mientras Stark se sentaba poco a poco sobre su erección, provocando que ambos exhalaran gemidos y jadeos que se estrellaban con los labios del otro. Ayudado por las manos de Steve, Anthony comenzó a moverse despacio arriba y abajo, tocando su miembro que ya demandaba atención a la vez que su otra mano se aferraba con fuerza al hombro blanco de su nuevo amante.
Los movimientos aumentaron de velocidad, Rogers dominado por la pasión de ese momento empujo a Tony contra el sofá, colocándose entre sus piernas comenzando a moverse sobre el de una forma algo salvaje. Extasiándose más al oír al otro repetir su nombre una y otra vez, llevo su mano al miembro del moreno comenzando a masturbarlo al ritmo de las embestidas, sintiendo como las uñas de este se le enterraban en la espalda.
-Rogers…- escucho su apellido en los labios del otro gritado con fuerza y luego una cálida humedad en su mano, así como contracciones que apretaban su sexo más de lo debido dentro del playboy haciéndolo terminar a él también de una manera explosiva que lo dejo exhausto.
El capitán salió lentamente de él para después dejarse caer sobre el pecho de Stark, besando con pesadez la acanelada y perlada piel, a la vez que con una de sus manos hacia círculos en el dispositivo que el castaño tenía en el pecho. En cuanto a este pasaba sus manos con lentitud por el cabello rubio y la espalda con movimientos lentos.
-¿Cuándo pensabas decírmelo antigüedad? – Rompió el silencio Stark- ¿Cuándo estuviera igual de anciano que tu?-
-¿Cuándo pensabas decírmelo tú Stark?- le devolvió la pregunta levantando la vista.
-Cuando terminara la batalla- respondió rápidamente el millonario.
-¿Y si moría en ella?-
-¿Qué dices?, Tu no morirás capi-paleta eres demasiado cabeza hueca para ello, además…- se agacho para darle un beso rápido- Me tienes a mi para cuidarte y pues siendo yo, ¿Qué podría pasarte?-
-Eres increíble Tony, tu arrogancia no tiene límites-
-Y tu cobardía tampoco… decirme eso mientras dormía-
-Tú no estabas dormido-
- Pero tu pensaste que si-
-¿No la pasaremos discutiendo siempre?-
-Quizá… pero también siempre firmaremos un acuerdo de paz con una buena sesión de sexo-
-Nunca cambiaras- rio Steve.
-¿Cambiar?, ¿y que dejes de estar loco por mi?... Nunca- El rubio se abrazo más a su pecho acomodándose para descansar un poco antes de la batalla.-Ah y te lo prometo- agrego el genio antes de cerrar los ojos.
-¿Qué me prometes?- pregunto ya casi vencido por el sueño.
-No morir… siempre y cuando tú tampoco lo hagas-
- Es un trato- afirmo Steve, antes de dejarse caer un sueño profundo en el que Tony no tardo en seguirle.