Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Demasiado tarde. por AntaressTears

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Te miro, ¿sabes?

Me gusta mirarte.

Me gusta ver la luz reflejada en tu cabello dorado, me gusta ver cómo tu sonrisa ilumina el camino, me gusta tu piel radiante y tu voz suave. Me gusta que me cantes mientras me acomodo en tu pecho, preparándome para caer en un mundo inconsciente en el que sólo siento tus caricias en mi pelo y aliento rozando mi oído. Me gusta todo eso, especialmente cuando te escapas de tu habitación para venir a verme, cuando le pides a Suho-hyung que no se enoje si llegamos más tarde de lo que se supone que podemos.

Me gusta que no tengas miedo de tomar mi mano en cualquier parte, en cualquier lugar, como si quisieras asegurarte de que no me voy a escapar. No pienso escaparme, cariño, no pienso huir. No cuando tú y yo tenemos algo tan bello, tan profundo. Tan sincero y puro como tu voz en el escenario; apenas pude contener mis lágrimas aquel día, en el Showcase, cuando cantaste Baby Don’t Cry junto a Chen-hyung. Te veías tan hermoso, tan fino, como un ángel caído y triste que quería volver a volar. Así te vi aquella noche, vestido de blanco, roto, pidiendo que alguien te tomara en sus brazos y te acunara, te dijera que todo iba a ir bien.

Rogando que alguien te amara, gritando eso mientras decías que tú ibas a sacrificarte por ella. Cantando esa oda a la Sirenita original, convirtiéndote en el príncipe que le pedía que clavara el cuchillo en su pecho, que se salvara ella. ¿Realmente eso sentías, mi ángel? ¿Tan solo estabas que no podías seguir? ¿Tanto sufrimiento guardabas que te desmoronaste frente a aquella muestra de amor?

No sé las respuestas a esas preguntas, sólo sé que esa noche fue la primera de muchas en las que dormimos juntos, abrazados, acunándonos uno al otro con el calor corporal. Mi mano derecha en tu cintura, la izquierda limpiando los restos de lágrimas en tu cara, ¿recuerdas aquello? Fue la primera vez que te vi realmente como una posible pareja, fue la primera vez que entraste en mi corazón y no he podido –ni querido- sacarte de allí.

Ahí te has quedado, incrustado en mí ser para siempre. No intentes cambiarlo, no intentes salir. No quiero que te vayas de mi lado, no quiero que los mensajes que reciba sean de otra persona, no quiero sonreír por otra persona. No quiero abrazar a otra persona.

No quiero amar a otra persona.

Así que si estuviste roto yo estaré para juntar tus pedazos y unirte poco a poco, si lloras yo seré tu pañuelo, si quieres irte yo iré y te atraparé. Si quieres volar… Si quieres volar y ya has perdido tus alas entonces yo seré tus alas, Luhan-hyung, déjame ser tus alas para que puedas retomar el vuelo.  Y cuando estemos tan alto que el sol nos queme y nadie nos pueda alcanzar, cuando eso pase yo tomaré tu mano y te llevaré más alto, más lejos, sólo para verte sonreír de la misma forma que hacías antes.

Porque yo pude ver tu sonrisa real antes de que ese imbécil te la rompiera, y volver a verte sonreír así es mi único deber.

Y ahora sigo mirándote, mientras la luna baña tus facciones delicadas y realza tu belleza perlada. Estás durmiendo en mi cama, boca abajo, usando unos pijamas míos que un día decidiste usar y que ahora aunque me pertenezcan son de tu uso personal. Así es cada vez que vienes a Korea, más bien cada vez que estamos juntos. Y no me importa, de hecho te incentivo a hacerlo ya que pareces resplandecer con aquellas prendas blancas con dibujos de ositos,

-          Sehun-ah, vuelve a dormir – dices sin abrir los ojos, mientras sonríes y extiendes tus brazos perezosamente. ¿Te he despertado de tanto mirarte? Lo lamento mucho, no lo puedo evitar.

 

-          Voy – respondo, sonriendo aunque sé que no puedes verme. Me acomodo en la cama y pronto tu cabeza reposa en mi cuerpo, hemos cambiado de posiciones y ahora yo soy la almohada. Eso está bien, así puedo tocar tus finos y suaves cabellos e ir a dormir con el olor de ellos llenando mi cerebro. Siento como sonríes en mi pecho, abrazándolo y poniendo tus piernas entre las mías. ¿Ahora te gusta dormir así? Lo recordaré para ocasiones futuras.

 

Inspiro y el movimiento de mi torso hace que te muevas conmigo, dejando que mis pulmones se sacien de tu aroma. Hueles a vainilla y canela, como siempre, y eso me hace sonreír.

Tu sonrisa ya no está tan rota como antes, pero sigue sin ser igual a la anterior. Me ha tomado casi tres meses lograr aquel avance, no me importa gastar el resto de mi vida en hacerte feliz.

 

Aunque mi vida sea demasiado corta para terminar de curar tus heridas.

 

Los médicos dicen que tengo un año, quizá menos. Mánager-sshi ya lo sabe al igual que Suho-hyung, ambos insisten en que te lo cuente pero yo no puedo Luhan-hyung. Soy incapaz de hacerlo, no cuando ahora por fin logramos todo lo que habíamos deseado. No cuando por fin me abrazas para algo más que cuando necesitas consuelo, no cuando ya puedes hablar de él tranquilo.

Así que te mentiré, te juraré cosas que sé no voy a cumplir. Te haré promesas vacías y tú las creerás y serás feliz con ellas, con mis mentiras, con las lágrimas que derramo en las noches que no duermes a mi lado y siento como poco a poco mis latidos se debilitan y me cuesta respirar.

Aquel órgano tan débil que tengo latiendo en mi pecho no quiere que estemos juntos para siempre. Me tendré que ir Luhan-hyung, y espero que no llores, espero que te des cuenta de que hay personas que te quieren, que te aprecian y que nos gusta verte feliz. A mí me gusta mirarte, ya te lo había dicho ¿no?, y cuando esté allá arriba te miraré siempre, a cada segundo. Veré como el sol saca reflejos dorados de tu pelo, como tu piel blanca y perfecta reluce en el escenario. Veré como intentas seguir adelante sin mí.

Entonces, Luhan-hyung, entonces yo seré tus alas. Y bajo las luces del escenario podrás volar.

 

Han pasado siete meses; un dolor punzante en mi pecho me dice que ya es la hora, y aunque tenga miedo el tenerte en mis brazos me hace valiente por última vez. Ya lo he decidido, las medicinas están olvidadas en algún rincón del departamento y la carta explicando todo preparada en la mesita de noche. No quiero depender de drogas para seguir inspirando, tú eres la única droga que acepto y ahora me estoy intoxicando de ti. Pero no haces efecto, no abres tus orbes y me dedicas una sonrisa.

El dolor vuelve a aparecer, muerdo mis labios para no quejarme y las lágrimas poco a poco se aglomeran en mis ojos. Me despido de cada uno de los miembros en silencio; gracias Kai-hyung por todas las tardes de juegos; gracias Baekhyun-hyung por alegrar mis mañanas con tu canto; gracias Chanyeol-hyung por acompañarme en todo; gracias DO-hyung por cuidarme; gracias Suho-hyung, gracias por todo. Lamento mucho dejarte la carga de explicar todo, espero que mi carta ayude y que lo puedan superar. Despídanse de todas las fans por mí, díganles que las amo por ser como son y que lamento mucho tener que irme tan pronto.

Despídanse de Luhan-hyung por mí, que aunque lo tenga en mis brazos no puedo decir adiós.

Te remueves en sueños, sonriendo. Me pregunto qué estarás soñando, ¿soñarás conmigo? Espero que sí, sería un bonito regalo que recibir antes de tener que irme.

-          Sehun-ah – dices en sueños, sonríes y yo sonrío contigo. Es una sonrisa leve, apenas de un lado, pero basta para hacer que mi corazón se rompa en pedazos.

 

-          Nos vemos – te susurro al oído, agachando mi cabeza para posar mi nariz en tu cuello.

Dos punzadas más, dos lágrimas cayendo de mis ojos cansados.

Aprieto mis brazos con mis últimas fuerzas, abrazando tu cintura. Y con cuidado de no despertarte te digo aquello que no te pude decir y que no volveré a decirte.

-          Te amo, Luhan-hyung

Aunque ya sea demasiado tarde.

Notas finales:

Dedicado a esa persona especial, a aquella que se fue sólo porque yo no supe decir adiós.

Nos vemos Stefan, fue un gusto haber podido compartir contigo.

 

Twitter de contacto: @RosasDeNubes

Muchas gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).