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It's all lies. por Misa Tsukamoto

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Notas del fanfic:

Bueno les traje un One-shot BangUp que estuve armando hace unos días atrás y salió esto...

Está narrado en segunda persona. Nunca antes había intentado éste estilo de narración así que sería como un experimento.

Dedicado y hecho especialmente para mi hermosa amiga Bea-chan~ ♥ y para Kren~ una inocente mujer (?) ♥

Espero les guste~

Notas del capitulo:

Bueno espero les guste, como ya dije~ es la primera vez que narro así xD (y no me gusta del todo...)

Las luces de la habitación en la cual estás, están apagadas; pero no estás a oscuras, la luz que se cuela por la puerta abierta, más aquella que emana la pantalla de la laptop frente a tus ojos, produce una iluminación suficiente como para que tu mirada divise cada cosa del lugar.

Seis camas en aquel cuarto, tres literas para ser exactos; el techo es alto, los pisos de madera lustrada. Hay un ropero amplio, que se extiende a lo largo de la blanca pared; a su costado un reloj de borde azul, con números algo grandes, que dicta la hora y a cada segundo su tictac penetra tus oídos.
También puedes ver el color marrón oscuro del escritorio en el cual estás. Hay papeles sobre él, algunos peluches que las fans te han regalado, a ti y tus compañeros, más aquella laptop en la cual estas matando el tiempo.

Suspiras moviendo tus dedos, intentando desplazar la pagina web en la que estás, un poco más abajo, quieres ver cada foto con detenimiento, cada comentario, y cada critica. Por un momento el ver aquella foto grupal, en la que te encuentras junto a la espalda de Daehyun el cual abraza a Youngjae, te hace recordar todo lo que soñaste cuando pequeño, y pensar en lo que has logrado hasta el día de hoy.

Un fuerte perfume de colonia embriaga tu sentido del olfato, desvías tus ojos, Youngjae ha entrado en la habitación recién bañado. Nuevamente tus ojos se fijan en la foto, la sonrisa que expresabas en ella, demostraba tu felicidad. Desde pequeño, siempre tuviste el sueño de ser artista, y gracias a un compañero, descubriste que tu pasión realmente era bailar; entrenaste mucho y practicaste hasta el cansancio; aquellas épocas fueron realmente duras, tus manos estaban lastimadas, tus rodillas raspadas y llenas de heridas, tu cuerpo entero tenía moretones de caídas y tropiezos, y cada parte de tu anatomía, dolía demasiado. Pero con práctica y esfuerzo, lograste ser como eres hoy, un excelente bailarín, y de hecho el principal de tu grupo. Muchos al verte dicen que tienes un gran talento, lo que no saben es cuan sacrificado ha sido conseguirlo ¿verdad?  

Suspiras nuevamente, tu mirada vacía comienza a leer los comentarios de las fans, y sientes tus mejillas arder ligeramente, te sabes sonrojado, lo que lees provoca tu timidez.
Sonríes levemente; al momento en el que sientes el tan conocido sonido del chat. Alguien conectándose. Miras la ventanita que avisa quien lo ha hecho, y tu sonrisa se borra por completo.

“hola”

Apenas se ha conectado y te saluda. Comienzas a sentirte nervioso, un temblor en tu interior te hace estremecer un poco; no lo ves, pero tu mano está temblando; tus ojos fijos en ese “hola”, tragas saliva, y aceleras un poco tu respiración, a causa de la falta de aire que estás teniendo, tu corazón desenfrenado se arrebata con pasión dentro de tu pecho. Y locamente tu mente ha quedado en blanco; con tan sólo un torpe saludo, todos tus sentidos han desaparecido, y eso es lo que logra esa persona en ti, cada vez que te escribe.

No puedes entender en que momento ha pasado esto, te sientes estúpido, pues no conoces su rostro, ni su ubicación; puede ser un niño inmaduro jugando con tus sentimientos o alguna fan obsesiva que intenta contactarte. Ni siquiera sabes como empezaron a chatear; lo único que tienes muy claro, es que esa persona te confunde demasiado, lees cada frase que escribe con total detenimiento, y te ves de un momento a otro enredado en sus palabras.
Sientes frío, vacío, e intentas creer que ésta en la forma más pura para enamorarse, pues el físico ha dejado de importar. Pero por otra parte, no puedes dejar de sentirte patético; y encima de todo, culpable, o más que eso, quizás, una horrible persona. Porque sí, te has enamorado, te has enamorado como un tonto, de una persona que no has visto, pero con la personalidad que ha demostrado tras la helada pantalla, puedes estar seguro de que si le conocieras en persona, igual te enamorarías.

Y es ahí donde la culpa entra; tus labios hacen una mueca mordiendo levemente el labio inferior; desvías la mirada, Youngjae está arreglando su cama; ¿afuera? Tus ojos ven a Daehyun entrando en el baño; su turno de ducharse, luego llegará el tuyo. Y con tus oídos puedes escuchar el alboroto de Zelo y Himchan, están riendo, seguramente el comandante está haciendo hasta lo imposible para que tu mejor amigo en el grupo, resista despierto hasta que le toque bañarse.
Yongguk, no se ve, y quién te interesa es él. Suspiras aliviado al ver que no está cerca, y decides contestar aquel saludo que tanto te ha movilizado.

Sonríes, y tu corazón se colma de alegría, sintiendo aquellas extrañas mariposas recorrer tu estomago. Mientras lees las peripecias que te cuenta esa persona especial a través de escritos.

-¡Jongup baja a ducharte! –escuchas el llamado de tu nombre pronunciado por la intensa voz de Himchan.

Te sobresaltas por sobremanera, y rápidamente sin siquiera decir adiós, cierras la ventana de la conversación, sintiendo tu cuerpo temblar interiormente, asegurándote de que tu secreto está guardado, cerrando la laptop. Luego bajas las escaleras hasta el baño. Llevando en las manos tus cosas.

En el pasillo te encuentras con aquella persona que no deseabas ver; Bang Yongguk, tu respiración se vuelve pesada, y te odias a ti mismo por aquel sentimiento, ¿por qué no quieres verlo? No dejas de preguntarte eso, se supone que tú le amas.
Sí, se supone que amas a Yongguk, tu hyung, el líder del grupo en el cual perteneces; y no puedes evitar que la culpa vuelva a ti, desvías la mirada, no puedes ver aquellos inocentes ojos frente a ti, mirándote, y esa sonrisa…sonrisa extensa de la cual te enamoraste anteriormente.

-¿pasa algo? –al parecer te notó decaído ¿qué piensas hacer? ¿Ocultarte? ¿Huir? No, nada de eso se puede, ¿cómo le dices que te has enamorado de otra persona? Y más sabiendo que aun no la conoces físicamente; ni siquiera sabes si es real…

-no, estoy con sueño, nada más –mientes, odias hacerlo, pero no te queda de otra; elevas un poco tus ojos y notas que su sonrisa ya no está, se ve preocupado. ¡Maldita sea! Ni siquiera le eres infiel realmente, aunque tus sentimientos no dicen eso; ellos te culpan, te humillan, te hacen sentir ruin.

-esta bien –su grave voz hace erizar tu piel, como dicen por ahí, te pone la carne de gallina. –date una ducha rápida y luego ve a dormir ¿si? –asientes a aquellas palabras dulces y cálidas que salen de sus labios.

Sus labios…justo en ese momento se están acercando a tu rostro, ves sus ojos cerrarse, y tu corazón se arremete con locura; sientes tus nervios aumentar. Y lentamente comienzas a ver todo oscuro, tus parpados se han cerrado, sus labios han conectado con los tuyos; y una corriente eléctrica ha invadido tu cuerpo.
Correspondes al beso, entreabriendo tus labios, dejando que su carnoso labio inferior se coloque entre los tuyos. Fue un beso corto y suave, pero su respiración choca contra tu piel; aun las exquisitas sensaciones que sientes no te han abandonado, e impiden que abras tus ojos.
Un dócil tacto se apoya en tu mejilla; te sientes acariciado, te sientes atendido, te sientes amado.

-duerme bien –susurra y sigue su camino pasando por tu lado; haciendo que experimentes la sensación de nostalgia temprana, y que vuelvas a tu realidad.

Te preguntas una y otra vez si le has dejado de amar, y por las reacciones de tu cuerpo, a la vista está que no; entonces ¿cómo puedes amarlo a él y a la misteriosa persona del chat al mismo tiempo? Quizás, y éste último tan sólo sea un capricho, una vivencia nueva que quieres probar. Los humanos están con la constante idea de sufrimiento; lo buscan en toda aquella acción que hagan, quizás para sentirse vivos, tal vez algo así te esté pasando. Al haber conseguido tu sueño, y haber logrado conocer a alguien tan maravilloso como Yongguk sientes la ausencia del dolor. Si todo es felicidad, ¿cómo sabes que eres feliz? Tal vez, busques a esa misteriosa persona, para sufrir un amor imposible, que se marque como una espina en tu corazón enterrándose angustiosamente y dando un extraño equilibrio a tu vida.

De nada te sirve pensar en eso, niegas con un movimiento de cabeza, intentando alejar esos pensamientos que te hacen sentir dolor, miedo e intranquilidad. ¿Para que pensarlo más? Lo que sientes está muy claro, cada vez que chateas con esa persona, ella es tu mundo, y cada vez que Yongguk se acerca a ti, todo desaparece.

Entras al baño, te miras de frente al espejo, te ves a ti mismo, enredado entre lazos de amor; no puedes evitar lo que sientes por Yongguk, y no puedes evitar lo que comienzas a sentir por aquel extraño.
Tan sólo, con desganes, te quitas la ropa, el frío envuelve tu cuerpo, pero gracias a las duchas anteriores el vapor no se ha dispersado del todo, y no está tan frío como debería de estarlo. Prácticamente, tus piernas corren hasta la ducha, abres la llave buscando el calor del agua tibia; pero te pasas un poco y la lluvia hirviendo te quema el hombro. Emites un quejido mientras cierras; el impulso del ardor te hace pasarte nuevamente, y ahora, sientes congelarte con las gotas frías que caen. Odias esto, rechinas tus dientes, y luego con más precisión logras obtener esa temperatura correctamente tibia.

Tus músculos se relajan, tus ojos se cierran mientras sientes el agua recorrer tu cuerpo y chocar contra tu frente levantada de forma algo bruta. Finalmente, el agua tibia, logra calmar tu estrés, y hacerte olvidar tus pensamientos. Te hace sentir en paz.

Las semanas pasan, el trabajo te absorbe, las promociones son intensas. Llegas agotado y cansado, junto con Zelo, al cual le notas las orejas mucho más marcadas, está pagando el precio de ser tan talentoso, de ser popular.
Ambos entran en la habitación; Zelo te sonríe y comenta sobre lo arduo que estuvo el día; enuncias un “sí” a todo lo que éste te dice, mientras extiendes los labios correspondiéndole la sonrisa; elevas tus brazos y los estiras desperezándote; tus ojos rápidamente se desvían a la laptop cerrada sobre el escritorio. Tu corazón comienza a latir a un ritmo que se te hace notorio; puedes sentirlo, todos los días, es un instinto llegar y perder la mirada allí.

-voy a dormir, estoy exhausto. –ves a Zelo subirse a su cama luego de avisarte aquello, asientes y como si escaparas de alguien corres a sentarte en aquella silla de cuero frente al escritorio.

La llamativa luz de la pantalla recién encendida ilumina tus ojos marcando ventanitas de luz en ellos; inmediatamente sin dejar pasar un segundo te conectas al chat; ¿estará ahí? ¿Se conectará? No puedes con tus ansias, de verdad deseas tanto poder ver aquellas dulces y hermosas palabras que siempre te escribe.

Estás nervioso, no puedes despegar tus ojos de la esquina inferior de la pantalla por la cual siempre aparecen esas ventanitas de contactos. Temblorosamente comienzas a ver otras cosas en Internet, el fancafe, paginas de B.A.P, foros, twitter, todo lo que pueda servir de distracción y de camuflaje para que Zelo desde la cama superior no vea lo que en realidad esperas.
Y por momentos el tiempo se detiene, estás tan tieso como una estatua. Se ha conectado.

Le saludas antes de que siquiera esa persona abra una ventana de conversación, aunque claro, tú no puedes ver esto. Parece que telepáticamente le llamaste, y comienzan una interesante charla; es atento contigo, te pregunta siempre cómo estás, cómo fue tu día, y siempre se preocupa por tus lazos familiares o tus contactos sociales; por como el grupo te trata. Y cuando llega el momento de hablar de ese tema justamente, nuevamente comienzas a sufrir, tienes culpa, te sientes mal, y tu pecho parece oprimirse, él sabe que tu pareja es el líder del grupo, se lo has contado hace tiempo; mucho antes de que esos extraños sentimientos surjan en tu ser. Pero ahora que todo cambio, no deseas hablarle de Yongguk.

“mejor no hablemos de él”  -escribes, y por mucho rato esa persona deja de contestar. Te impacientas, no puede haberse alejado de la conversación, ya que ves aquella señal que te avisa que él está escribiendo, pero nada se envía. Está dudando, y tú estás dudando también.

“¿Por qué?” –sientes que te ha tomado del pelo, tanto tiempo al parecer elaborando una respuesta, para al final contestar eso…

“porque no quiero hablar de él”  -envías y de inmediato das un respingo en el asiento al escuchar que Zelo se mueve; volteas velozmente pero te das cuenta que está dormido, y sólo está soñando. Suspiras y vuelves a ver la pantalla.

“¿te hizo algo malo?” –al parecer no comprende que no deseas hablar ese tema, está insistente, y por lo visto muy preguntón.

“no, al contrario” –aun así, aunque te quejes, terminas contestando esos cuestionamientos que te hace sobre tu pareja; y le expresas que al contrario de tratarte mal, Yongguk te trata como un rey.

“¿tú le hiciste algo malo?” –él no ha interpretado aquella frase como fueron tus intenciones al escribirla. Pero aun así ¿acaso hablas en chino? Le has dicho que no quieres hablar de ello.

“…” –a veces puede ser infantil una respuesta así, pero haciendo una extraña mueca con tus labios; presionas la tecla de puntos para darle a entender que prefieres callar, y que el tema se termina ahí.

Inesperadamente su respuesta hace que tus piernas tiemblen, tu corazón brinque y tus mejillas se sonrojen completamente, haciendo que eleves tus frías manos hasta tus cachetes para poder enfriarlos un poco.

“si él no te valora, yo sí te quiero; y aunque me hagas algo malo, te perdonaré”

¿Acaso estaba hablando enserio? No importa lo cursi que aquello hubiera sonado, pero cuanta ilusión te hace leer esas palabras. Una euforia se apodera de tu cuerpo, no sabes ni que hacer con tus manos y por dentro te derrites enamorado. Ya no puedes negarlo, te gusta demasiado ese ser que te escribe tras el computador.
Pero si aquello era una propuesta de algo, no puedes aceptarla tan rápidamente; ¿y Yongguk? Claro, por momentos le olvidaste, tu mente estaba en blanco y no recordabas su existencia, ¿qué pasaría con él?

“perdóname, tengo que irme” –escribes de forma veloz y envías antes de que tus sentimientos te hagan borrarlo, por ahora es lo mejor.

Y luego de una despedida, la conversación termina.

Subes a tu cama, junto a la del maknae del grupo; te tapas con las sábanas y cubres tu cabeza con una almohada. Sientes un ahogo en tu pecho, una extraña sensación de incertidumbre, se empieza a formar un molesto nudo en tu garganta que te hace toser ligeramente, y te lastima de tal forma que tus ojos arden; tus lágrimas comienzan a salir y tu pecho tiembla exhalando fuertemente por la boca, luego de haber inhalado débilmente.

Tus mejillas están mojadas, tus fosas nasales húmedas, tu rostro parece arder, y no puedes mantener los ojos abiertos, las lágrimas que brotan por ellos te lo impiden; tus labios se cierran fuertemente uniéndose en una simple línea dibujada en tu cara. ¿Qué es lo que te pasa? Te has enamorado de dos personas al mismo tiempo, y las dos personas te corresponden, es una oportunidad única para ser infiel; pero tú no eres así, por eso es que estás sufriendo; tu sí tienes escrúpulos, y no quieres que ninguno de ellos dos sufra.
Y más sabiendo que la persona misteriosa es un amor reciente, mientras que Yongguk…no lo es.

Las imágenes vuelven a tu cabeza llevándote al recuerdo, el día que comenzaron a salir. Estabas tan enamorado de él desde que debutó con “I Remember” su cabello rojo, su ropa, ese estilo le quedaba tan bien; sus labios se movían enunciando palabras a gran velocidad mientras rapeaba, y sus ojos, eran realmente seductores. Aunque habían estado juntos en la empresa varias veces antes, y compartían un lazo unido; y habían participado en varios MVs juntos, aun así, nunca había despertado en ti aquello que con “I Remember” había surgido.

Luego de eso fuiste más tímido con él; y cuando llegó el momento de debutar juntos como B.A.P no pudiste estar más que emocionado, querías saltar, correr, gritar; las sensaciones que Yongguk provocaba en ti eran inigualables. Y en esos momentos admitiste estar enamorado de él. Sólo faltaba algo, confesar aquellos sentimientos; porque no creías poder vivir con ellos sabiendo que desde el debut compartirías apartamento con esa persona.

-Yongguk hyung –estaban solos, él y tú, en la sala de ensayos; “Warrior” era una muy difícil coreografía, y aunque a Yongguk ya le hubiera salido para el MV, lo cierto es que hasta ese momento le costaba bastante algunas partes; no se sentía seguro para presentarse en un performance en vivo; por ello te quedabas hasta tarde con él en la empresa, a ensayar.

-di-dime –habló entrecortado, pudiste notar la agitación que tenía al haber estado bailando. Le viste y prácticamente estaba muerto. Sus pupilas dilatadas, al parecer tenía sueño, sus carnosos labios entreabiertos, dejando entrar más aire ya que su nariz no podía con todo aquel que demandaba sus pulmones. Su cabello rubio, pegado a la frente por el sudor, y toda la piel de su cuerpo brillaba húmeda.

Estabas jadeante también, habías terminado de explicarle como bailar una parte que Yongguk no estaba muy seguro, y habían logrado hacer casi toda la coreografía perfecta. Acompañado de eso tus nervios se situaron en tu estomago haciéndote dudar, querías salir corriendo de allí, pero no lo hiciste; debías confesarte.

-Yongguk hyung yo… -dijiste apenas en un hilo de voz, ésta se vio cortada por una molestia en tu garganta, desviaste el rostro con la mirada al piso de madera; y sin darte cuenta sentiste arder tu rostro. ¡No podía verte así!

Rápidamente volteaste en un giro de 180º y para tu desgracia te encontraste de frente al espejo. No sólo Yongguk podía seguir viéndote, sino que también podías verte tú. Y sí como lo supusiste en aquel momento, estabas sonrojado, demasiado. Jugando con tus dedos índices, retorciendo los demás, entrelazándolos y separándolos.
Viste como Yongguk arrugó el entrecejo por aquel enorme espejo que cubre la extensión de la pared. Y lentamente se acercó hasta ti, haciéndote sentir sus pesados pasos acercarse con un sonido seco.

-¿estás bien? –la expresión de su rostro demostraba preocupación, te creías un tonto, deberías haber dicho todo más a prisa, así no le hacías sentir mal, preocupándose por algo sin gravedad.

-s-sí –contestaste al mismo tiempo que sus delicadas pero ásperas manos se apoyaron en tus brazos, un escalofrío recorrió tu cuerpo al dispararse una sutil corriente por tu espina dorsal; sensación que nunca olvidarás al igual que tu piel se erizada notablemente.

Yongguk observó tus reacciones sorprendido, y por el reflejo de él pudiste ver cada movimiento que hizo; él se estaba riendo, más bien sonriendo de forma tonta; como incrédulo, negó con su cabeza y luego sus oscuros ojos miraron el espejo, buscando un contacto con los tuyos por el reflejo. Realmente sentías que morías; te encantó aquella mirada; aquellos labios, aquel cuerpo sosteniéndote los brazos tan cerca de ti.

-entonces ¿qué es? –susurró en tu cuello haciendo que sintieras vibraciones en él al chocar el aliento de sus palabras contra tu fina piel. Aspiraste entreabriendo tus labios. Y sorpresivamente su tacto abandonó tus brazos, y bajó lentamente a tu cintura abrazándote. El calor ajeno es tan exquisito, y sus brazos rodeándote fueron un sueño hecho realidad.

-yo… -comenzaste a tartamudear, y te quedaste congelado cuando sentiste la tibieza de sus labios bajo tu oreja. ¿Estabas soñando? ¿Realmente estaba pasando?

-también me gustas Jongup –susurró aquello, y quedaste completamente perplejo; estabas en blanco, no sabías como reaccionar. Lo único que pudo salir de tus labios en esos momentos fue un débil gemido que le hizo reír a él.

Volteaste nuevamente, esta vez para quedar frente a él; viste sus ojos, un brillo de enamorado se hallaba en ellos, y sonreíste feliz, mientras la alegría te colmó el alma. No pudiste resistirte y le besaste.

Desde aquel beso, no se han separado. Desde aquel primer beso, han sido pareja; y todos los “te amo” que te ha dicho, han sido las más hermosas palabras que has escuchado jamás. Y ahora ¿tirarás todo eso bello que has vivido por un amor que ni conoces?

-Zelo, Jongup, es hora de cenar –Youngjae se encuentra parado en la puerta.

Notas como tu compañero en la cama de al lado, le cuesta despertarse, se mueve entre las sábanas; ha pasado muy poco tiempo y no ha podido descansar realmente; pero seguramente tiene hambre, pues escuchas como un sonido expresado por su panza hace notar que esta vacía. Tú al contrario, no tienes hambre; el llanto te ha ahogado tanto, que ha formado un poderoso nudo en la boca de tu estomago, sientes que si comes algo terminarás con nauseas toda la noche. Pero no tienes excusas, además aunque sea un poco debes alimentarte.

Suspiras destapando tu rostro, secas tus lágrimas y te haces aire agitando las manos; para que éste pueda calmar el ardor de tus ojos. Sabes que aun así lo notarán, pero…es cansancio, sueño; mentirás.

Zelo ni te ha visto, él fue el primero en salir, tus pasos le siguen; bajas y lo primero que haces es adentrarte al baño; lavas tu cara, mas detenidamente mojando tus ojos con agua helada, necesitas que la leve hinchazón en ellos se vaya. La sensación de ese frío chocar contra tus parpados hirviendo te hace erizar la piel, y sientes tus ojos fríos.
Elevas tu rostro, te miras al espejo, bien, lo has conseguido, aunque sea un poco ya no se nota tanto; ahora si puedes mentir que es el sueño lo que te ha dejado los ojos así.

Sales del baño apagando la luz, cierras la puerta y enseguida ves a Yongguk acercarse a ti; por momentos quieres salir corriendo, pero tus piernas no reaccionan, además no sería bien visto, aun es tu novio, más allá de lo que en el futuro pase, él aun es tu pareja.

-¿estas bien? Tus ojos… -susurra, su entrecejo esta arrugado, vuelves a notarle preocupado.

-si, es que estaba muy dormido, el cansancio me tiene mal –te quejas estirando tu cuello, ladeas tu cabeza hacia un costado primero y luego a otro, llevando una mano al hombro. La sonrisa pícara en los labios ajenos se presenta, y regresas a una posición normal.

-si quieres, luego puedo darte un masaje –susurra acercándose a ti, te estremeces. Yongguk a veces te mira de determinada forma que hace arder tu cuerpo; y ese tono tan seductor en su grave voz…es algo que realmente te hace tiritar.

-hyung… -dices y tu voz suena en contraste con la de él, no tienes ese tono áspero que él si.
El te entiende, sabe que lo que quieres cuando le dices hyung con aquel tono pesado, es que no se comporte así cerca de los demás miembros; y es realmente molesto, eres tímido y que aquellos puedan verlos, realmente te da pena.

-está bien, cuando estemos solos –le escuchas decir con una hermosa sonrisa y te besa suavemente en los labios; el contacto es tan tibio que cierras los ojos un instante para apreciar mejor. –Vamos a comer –su mirada es extrañamente diferente a la anterior, es triste…aun así no preguntas, asientes y suspiras.

Recuerdas aquellas palabras que leíste, te recuestas a la pared; ahora más que nunca estás confundido.
Y mientras la cena se da; sencilla cena comprada, con escasos ánimos por parte de tus compañeros en la mesa; tu mente se va. Te permites cuestionarte otra vez sobre todo lo que ha pasado, desde que conociste a esa persona misteriosa; y la relación que has tenido con el líder.

Le ves mientras come; parece un niño, a pesar de que su aspecto puede ser agresivo y rudo, realmente a ti te causa ternura, sabes que no tiene aquella personalidad que pinta su apariencia; sabes que es todo lo contrario, atento, bueno, delicado, y con un enorme corazón. Te das cuenta que aun sigue generando eso en ti, aun sigue gustándote su personalidad, y su físico, porque sí, te gusta, demasiado, sus labios carnosos, su intensos ojos oscuros, su cabello, su nariz, aquella clavícula sexy, su cuello ancho, sus delicadas y finas manos, sus delgados pero marcados brazos… y en resumen, te gusta todo de él; Yongguk es completo…

La persona del chat no…

Y ahí tu corazón se ha decidido, no dejarás a Yongguk le amas demasiado como para ello, ¿sólo por una confusión lo perderás? No, no lo harás.

Todo ocurre de una manera rápida luego de aquella decisión; no logras encontrar el tiempo para poder conectarte y buscar a esa persona para decirle que se olvide de ti, que no quieres saber más nada de él, a no ser una simple amistad si es que está de acuerdo.
Te frustras por la sola idea de no quedar a solas un momento. Hasta que entre ensayo y ensayo, encuentras una oportunidad única. Yongguk no está contigo, supuestamente está con Zelo. Tu novio y tu mejor amigo juntos, eso mata dos pájaros de un tiro, pues ninguno se aparecerá o te buscará; Himchan crees que también está con ellos, y Daehyun y Youngjae había ido hasta la cafetería de la empresa.

Buscas la laptop en la mochila de Himchan; éste es quien la carga. La enciendes y esperas impaciente a que se conecte; pero nada, no se aparece.

-¿Jongup? –Himchan entra a la habitación donde estás, te asustas, tu corazón se acelera demasiado y llevas una mano a tu pecho. –Perdón no quería asustarte –el otro ríe un poco. –pensé que Yongguk estaba contigo –ves que hace una mueca de fastidio, y casi anonadado le indicas un no con la cabeza.

-estaba con Zelo… -susurras, Himchan te mira algo sorprendido.

-no, es que, recién estábamos juntos y… -el tan esperado sonido interrumpe las palabras de Himchan; desvías rápidamente tu rostro y tu atención a la pantalla, se ha conectado.

“hola…”

Tus ojos se agrandan por la sorpresa, deseas que Himchan se vaya de una vez de ahí, pero realmente ya casi ni puedes notarlo. La taquicardia que tienes te hará saltar el corazón por la boca.

-entonces…Zelo ¿eh? –Le ves, de reojo, hacer una mueca que indica que comienza a ver posible que estén juntos –gracias –sonríe con los labios cerrados y se va. Al fin logras suspirar con tranquilidad.

Sabes que su saludo ha sido inseguro, y con certeza también sabes que se debe a la última vez que charlaron, a la última frase que él te había escrito. Así que inmediatamente sacas el tema.

“me enamoré de ti” –lees aquello en la pantalla y nuevamente tu corazón se oprime, pero ya has tomado una decisión, no volverás atrás ¿verdad?

“lo siento, amo a Yongguk, y estoy muy feliz con él, no lo voy a dejar por nadie más” –sientes que has sido frío, que lastimarás sus sentimientos, y el sólo pensar que esa persona sufre por ti, te hace sentir mal; no puedes con tu culpa, y quizás si sirve de consuelo escribes: “gracias por tus sentimientos, si quieres podemos seguir siendo amigos”

Esperas que lo entienda, que no te trate mal, que no te odie; tan sólo que te siga tratando como hasta ahora, quizás, con algo más de reserva, menos atento, y menos cariñoso. Para evitar tus propias confusiones.
Pero aun así, aunque esperes algo, no te vuelve a contestar y se desconecta.

Escuchas pasos correr haciendo eco en los grandes techos y paredes de la empresa; te atemorizas un poco, y sea quien sea prefieres que no vea nada; rápidamente te desases de la laptop volviendo a meterla en la mochila de Himchan; y apenas te levantas del suelo, giras y la persona que ha estado corriendo, entra agitada mirándote.

Es Yongguk, jadea un poco recuperando el aire; se acerca de forma casi desesperada a ti; lógicamente no entiendes nada y sabes que aunque no te ves, tus expresiones deben dar a entender ese desconcierto que tienes. El líder toma con sus manos tu rostro y de forma casi abrupta te besa.

Un beso realmente profundo, puedes notar su ansiedad; sus gruesos labios te devoran prácticamente, y ese sabor a menta que se esparce del chicle a su boca, te invade. Tienes la mente en blanco y como para no tenerla…de la nada le has visto entrar y apoderarse de tus labios de una manera que casi nunca hacía. ¿Qué estaba pasando?

-lo sabia, lo sabia –susurra una vez que finaliza el beso; apoya su frente en la tuya; tan sólo puedes ver sus ojos, y aun te encuentras temblando.

-¿sabias? –preguntas intrigado, ¿de qué rayos está hablando?

-perdóname –pide, y más bien sientes que ruega en con su tono de voz. Ahora comprendes menos; sus manos abandonan tu rostro y te abraza la cintura. Tú aun tienes los brazos a los costados, sin saber como realmente reaccionar.

-¿por? –tu respiración se vuelve entrecortada, su frente se despega de la tuya, te mira a los ojos con suplica y dolor. –hyung…. –dices asustado.

-todo éste tiempo…fui yo.

Piensas un rato sus palabras, es difícil comprenderlo, ¿qué ha querido decir? Las ideas giran sobre tu cabeza. Y finalmente lo entiendes…todo éste tiempo has estado engañado, todo éste tiempo ha sido una mentira, todo éste tiempo, el del chat era él.

-¡¿cómo?! –le empujas un poco con tus manos; todo el sufrimiento que has vivido éste tiempo te lo ha provocado la persona que amas…

-perdóname, de verdad; yo, estaba inseguro, fui un idiota –notas lo afligido que está en sus palabras, el dolor que se haya en su mirada, pero… ¿y tú? También sufriste demasiado. –estaba sintiéndome poco para ti, alguien no merecedor, sentía que en cualquier momento podría llegar otra persona y me dejarías; necesitaba estar seguro de tu amor…por favor –rogó.

-¡me enamoré de esa persona! –un nudo en tu garganta te hacía llorar, gritaste aquellas palabras, y había sonado tan irónico, ¿esa persona? ¿Cuál? Siempre había sido él, las ganas de asesinarle recorrían tus venas prendiendo fuego tu sangre. –Sufrí mucho… -dijiste en un hilo de voz apenas audible.

-lo sé –le oyes decir. –y no sé si amarte más por el hecho de que a pesar de eso siguieras conmigo, intentado seguir con lo hermoso que tenemos; o amarte más sabiendo que de todos los hombres en el mundo te has enamorado dos veces de mi…tu amor es tan grande que transciende cualquier mentira, y yo, soy sólo un estúpido que ahora te merece menos que antes.

Baja su mirada, le ves llorar, tu corazón parece quebrarse, el dolor que sientes allí es tan fuerte, pero él tiene razón, de tantas personas en el mundo; sólo te has enamorado de él, dos veces. Eso te hace sentir mal, porque a pesar de toda la mentira, el hecho de que lo amas más que a nada, no se borra.

-perdóname…por favor, prometo ya no ser tan idiota –susurra, se acerca a ti, rodea tu cuerpo con sus brazos, y deposita varios besos en tu frente.

Tú no sabes que hacer; pero debes decidir, ¿podrás perdonar la mentira? ¿El haberse pasado por otra persona? ¿El sufrimiento que has vivido gracias a su inseguridad? Viendo esas lágrimas que brotan de sus ojos frente a ti, ¿crees en él?…

¿Le perdonarás?

Notas finales:

:3 ¿qué les pareció? ¿perdonan a Yongguk? Por favor si habeis llegado hasta aquí >< comentad, tengo interés en criticas sobre el estilo de narración >< sorry! y gracias por leer ^^ ♥

Bangup


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