JUNTOS HASTA LA MUERTE
Solo el amor es capaz de superar las barreras de la muerte
La vida es como el fuego que poco a poco se consume a su llegado momento, para muchos su llama brilla por años y para otros desaparece cuando menos se los espera.
Muchos años han pasado desde la primera vez que Yuuri llego a Shin Makoku y se convirtió en el rey, muchos años han pasado desde el día que conoció aquel demonio con rostro de ángel que le robó el corazón.
Hoy luego de setenta años puede sonreír ante todo lo que ha conseguido, la paz entre humanos y demonios, un perfecto matrimonio, un maravilloso hijo y como olvidar un hermoso esposo.
Con su pelo plateado y con algunas arrugas el Maou observaba como su reino continuaba creciendo ante sus propios ojos, en su interior se lamentaba que su vida poco a poco se iba terminando, cada día que pasaba la muerte se acercaba y el luchaba para que no llegara, él aun no quería abandonar a los suyos en especial a su amado esposo.
Una sonrisa apareció en sus labios al observar a sus maravillosos tesoros sonriendo mientras chocaban sus espadas, ambos rubios, ambos orgullosos, uno de ellos su esposo Lord Wolfram von Bielefeld y el segundo el príncipe Shinou Shibuya von Bielefeld.
─ Mis amores. –Susurraba mientras volvía a su puesto- Mi hora se va acercando.
─ No digas eso Yuuri. –Una segunda voz se negaba también aceptar esa realidad-
─ Conrad. –Mira a su padrino quien también se observaba como los años estaban sobre él, una apariencia más adulta y algunas canas en sus cabellos- Aunque duela ese día llegara.
─ Yuuri. –Susurró su padrino-
─ Pero también me niego a dejar a los míos. –Bajo la mirada preocupado- Temo por Wolfram. –Observa el brazo izquierdo de su padrino- Temo que le pase lo mismo.
─ Lo sé, a mí y a Gwendal ya nos pasó, pero Wolfram y tú.
─ Yo soy humano moriré de todas formas, pero él es demonio ya tiene 170 años. –Lo mira preocupado- No quiero que sufra como lo hicieron ustedes, Conrad es su corazón.
─ Gisela lo ha revisado no tiene nada malo su corazón, Yuuri no te preocupes a tu edad no está bien. –Sonríe burlón-
─ Muy gracioso…
TOC-TOC –La puerta los interrumpe-
─ Adelante. –Anuncia el Maou-
─ Padre me llamaste. –Asoma una cabeza rubia a través de la puerta-
─ Si hijo pasa. –Sonríe al observar a su hijo- Conrad nos dejas solos.
─ Con permiso Heika, excelencia. –Se retira-
─ ¿Padre que sucede? –Lo mira preocupado-
─ Hijo toma asiento. –Obedece sin reclamar- Shinou mi hora se acerca.
─ Padre no digas eso. –Se levanta asustado- Tú vivirás más años.
─ Shinou. –Toma las manos de su hijo- Eres mi mayor orgullo y siempre te amare.
─ Oto-san.
Sus hermosos ojos negros se cristalizaban, Shinou un joven de apariencias de 14 años y con un tiempo de vida de 67 años, aún era el consentido del reino y en especial por sus dos padres.
─ Mi niño hay algo que debes saber sobre tú Oto-chan. –Lo mira seriamente-
─ ¿Oto-chan? ¿Qué es?
─ Tus tíos Conrad y Gwendal fueron las llaves de las antiguas cajas, ellos con el tiempo perdieron sus llaves, Gwendal fue el primero perdiendo su vista izquierda, luego Conrad al perder la movilidad de su brazo, hijo. –Lo mira- Tú padre también tiene una llave.
─ ¿Don…Dónde? –Preguntó temeroso-
─ Su corazón.
─ ¿Qué? –Empezó a negar- No, no es posible, él…
─ Me temo que sí. –Baja la mirada- Shinou aún no sabemos cuándo puede presentarse el limite si para ese entonces yo no estoy a su lado solo te pido que seas fuerte y lo protejas.
─ Hai, te lo prometo lo protegeré. –Aún mantenía su cabeza bajada-
─ Hijo. –Le alza la mirada y lo abraza- Estoy muy orgulloso de ti.
─ Padre. –Corresponde el abrazo-
Padre e hijo se mantenían un gran respeto y admiración sin importar los años de cada uno, luego de esa triste conversación Yuuri se dirigió a sus aposentos a descansar un momento, su edad no le permitía estar mucho tiempo de pie, al entrar se encontró con el ser más hermoso de su reino sentado al pie de la cama con sus 170 años y una apariencias de un hombre de 40 años.
─ Wolf. –Lo llamo levemente-
─ Yuuri. –Sonrío al observar a su esposo-
─ ¿Qué haces aquí? –Se acercaba lentamente-
─ Descansaba, me agote al luchar con Shinou. –Se levanta para encontrarse con su esposo y ayudarlo- Es muy fuerte.
─ Es como….. –Sus ojos se abrieron al observar como Wolfram caía de repente al frio suelo- ¡Wolfram! –
─ Agrr. –Un gemido de dolor salió de sus labios al encontrarse en el suelo-
─ ¡Wolf! –Yuuri con mucho esfuerzo se arrodillo a su lado levantándolo levemente- ¿Wolf? –Su esposo estaba inconsciente, lo que más le asusto al verlo pálido y frío- ¡Guardias! –Grito desesperado ante la impotencia de no poderlo llevarlo a la cama- ¡Guardias!
─ ¡Majestad! –Entraron asustados ante los gritos de su rey-
─ ¡Ayúdenme! –Todos se asustaron al ver al Consorte del Maou inconsciente- ¡Llévenlo a la cama! ¡Llamen a Gisela!
─ ¡Hai! –Un soldado tomo entre sus brazos al esposo de su rey y lo coloco con cuidado en la cama, otro ayudo a ponerse de pie al Maou y el último fue a ver a Gisela-
─ Wolf. –Acariciaba el rostro de su esposo-
─ ¡Heika aquí está la sargento! –Anunciaron la llegada de la mejor doctora del palacio-
─ Gisela.
─ Majestad. –Se acercó- ¿Qué le paso a su excelencia?
─ Estaba bien me dijo que estaba cansado mientras se acercaba a mi cuando acorde desmayo frente a mis ojos. –Relataba asustado por lo ocurrido-
─ Entiendo. –Una luz verde revisaba el cuerpo del rubio hasta que se detuvo en el pecho del mismo. –Tsk. –Una expresión de molestia y preocupación apareció en el rostro de Gisela-
─ ¿Qué tiene? –Yuuri en ningún momento había soltado la mano de su esposo-
─ Majestad. –Bajo la mirada- Ha comenzado.
─ ¿Qué?
─ La llave está perdiendo fuerzas en su cuerpo, su corazón se está debilitando.
Yuuri sabía perfectamente a que se refería los días de su esposo estaban contados, le dolía saber que pronto moriría, pero aquellos solo sería un alivio comparado al dolor que sentía cuando poco a poco aquella llave se debilite hasta el punto que termine con la vida de su amado esposo.
─ Wolf. –Beso su frente-
─ Yuu…ri. –Wolfram abrió sus encontrándose con los negros de su amado-
─ Tranquilo amor mío descansa. –Sonrío para reconfortarlo de la mejor manera-
─ ¿Qué me paso? –Susurraba débilmente- Me duele. –Toco su corazón- Mucho.
─ Estarás bien te lo prometo. –Lo abrazo protectoramente-
Los días continuaban su ritmo y Wolfram luego de aquel incidente no volvió a ser el mismo, la mayor parte del tiempo la pasaba en su habitación y las veces que solía salir de las mismas era bajo vigilancia.
─ ¡Ah! ¡Vamos Dorcas vas a dejar que te gane! –Retaba al soldado el joven príncipe-
─ No digo eso Excelencia. –Detenía su ataque-
─ ¡Ah! –La espada de su oponente cayó al piso muy lejos- He ganado. –Una sonrisa de superioridad apareció en sus labios- Deberías mejor jubilarte Dorcas.
─ ¡Excelencia! –Exclamaba asustado el soldado-
─ Shinou tiene razón Dorcar. –Una melodiosa voz hizo voltear a ambos espadachines-
─ ¡Oto-chan! –El rubio se acercó a su padre- ¿Qué haces aquí? –Pregunta preocupado-
─ Solo observaba como mi hijo avergonzaba a uno de los grandes soldados del reino. –Sonríe divertido-
─ ¡Majestad! –Grita desesperado Dorcas ante las palabras del Consorte-
─ Jeje te doy la razón Oto-chan, pero aun así es mejor que regreses a tú habitación. –Lo mira seriamente-
─ Estoy cansado de estar hay. –Se sienta en una silla cercana- No me gusta estar lejos de mi jardín. –Observa aquellas hermosas flores que llevan su nombre-
─ Oto-chan, por favor.
─ No quiero preocuparlos. –Sonríe a su a hijo- Estaré bien.
─ Hai.
Shinou sabía que su padre nunca mentía pero esta vez en su interior sabía que aquellas palabras quedarían en el aire, todo ese día Wolfram se mantuvo una gran sonrisa fuera su cama, sonriendo a todo al que lo veía, incluso había cenado con sus hermanos, su esposo y su hijo.
─ Es mejor descansar. –Habló el viejo Maou acercándose a su esposo-
─ Hai. –Se acerca su hijo- Descansa hijo mío. –Besa su frente- No olvides que te amo.
Shinou quedó pasmado ante la sonrisa de su padre sintió como aquel beso y aquellas palabras solo eran una despedida para él.
─ Yo también te amo. –Respondió con la misma sonrisa-
─ Vamos enclenque. –Tomo la mano de su esposo y se encaminaron a sus aposentos-
─ ¡No me llames así! –Aun escuchaban los reclamos del Maou-
Todos en el salón quedaron callados y cabizbajos, el rubio se asomó a la ventana observando la gran luna.
─ Llego la hora. –Susurro mientras unas lágrimas recorrían sus mejillas- Hoy se van. –Lloraba desolado-
─ Shinou. –Su tía Conrad lo abrazo- Tranquilo hijo.
─ Tío…los dos. –Abrazaba con fuerza a su tío-
─ Estarán juntos hasta la muerte. –Susurro Gwendal con sus ojos cristalizados- Solo espero que el primero sea Wolf para que no sufra la partida de Yuuri.
─ Hai.
Una larga noche les esperaba, una noche fría y tensa donde claramente se sentía en el ambiente la presencia de la señora muerte deambulando por los pasillos de Pacto de sangre, en los aposentos reales ambos reyes dormían abrazos, hasta que un gemido despertó al Maou.
─ ¿Wolf? –Abrió sus ojos al escuchar a su esposo- ¿Qué tienes?
─ Yuu…ri –Hablaba entre cortado- Me…due…le. –Estaba a su lado muy débil-
─ Ven amor mío. –Lo acerco a sus brazos donde lo recostó en su pecho- Tranquilo respira.
─ No…quie…ro…morir. –Susurraba asustado- Mi…hijo. –Sus lágrimas invadían sus ojos-
─ Wolf. –Acaricia sus majillas- Shinou es muy fuerte él estará bien, sin nosotros.
─ Yuuri. –Sentía como sus ojos le pesaban y su corazón dolía cada vez más- Te…amo. –Se recostó en su pecho-
─ Yo también te amo mi amado ángel, toma mi mano. –Sujeta la mano de su esposo- Tú y yo siempre estaremos juntos, no estarás solo te lo prometo.
─ Hai. –Un pequeño susurro salió de sus labios- Te…a…mo…
Yuuri abrazo el frío cuerpo de su amado la muerte se lo había llevado, aunque ya no estaba su rostro mantenía una sonrisa había muerto en brazos de su amado.
─ Wolf. –Acaricia las mejillas de su rubio- Sin ti aquí la vida…no tiene sentido…tú eras mi fuerza…mi pilar…mi único motivo para vivir…Wolf-chan…es hora…de estar…juntos…en la…éter…ni…da.
La mano del maou dejo de acariciar la mejilla de su esposo cayendo en el pecho del mismo, su rostro mostraba una sonrisa, y una hermosa imagen se mostraba en aquella cama que los conocía mejor que nadie, el consorte real recargado sobre el pecho del rey ambos entregados al sueño eterno y con unas sonrisas en sus labios.
Un nuevo día había comenzado el primero en despertar fue el príncipe quien corrió rápidamente a los aposentos de sus padres al llegar quedo parado observando aquella imagen que hizo que pequeñas lagrimas invadan sus ojos, a la vez una sonrisa aparezca es sus labios.
─ Tenían razón justos hasta la muerte, hasta pronto oto-san y oto-chan, ustedes son el más claro ejemplo que el amor supera hasta la muerte.
Ese día se escribió una hermosa leyenda una leyenda que hablaba del amor de una gran pareja que lucharon y se apoyaron uno al otro hasta el final de sus días y habían cumplido con sus votos matrimoniales al estar juntos hasta la muerte.
FIN.