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Erase una vez por cucaracha

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Notas del fanfic:

un día , cuando sea presidenta mundial, me adjudicare todos los personajes de Yu-Gi-Oh¡ mientras tanto sepanse que no son mios n nada más que este triste fanfic, que no tiene fines de lucro...

El día que se le confesó fue muy confuso, recordaba lo ocurrido como el cortometraje de una película, no podía decir que no había sido consciente de la existencia del chico rubio, sólo… no supo… sólo pasó y ahí estaba recordando la vaga silueta, la espalda del rubio inclinándose ante un pañuelo y luego desaparecer de su vista… a veces cuando sacaba su trabajo rápido (muy a menudo) solía hacer memoria de aquel suceso…

Él había estado sentado como siempre en la última banca del jardín escolar comiendo su sándwich cuando Wheeler se detuvo frente a él…iba caminado y se detuvo abruptamente, se volvió a verlo, así nada más y sin decir nada… claro, se le notaba la vergüenza en el rostro, se podía adivinar el nerviosismo y la emoción. Su desbordante inteligencia predijo correctamente el motivo de tal repentino acto. Claro, élsabía quien era, siempre se lo veía sentado al frente de la clase tomando notas y mirando la pizarra fijamente tratando de comprender los números y letras, siempre corriendo por los pasillos, siempre llegando tarde, siempre desalineado y ruidoso, siempre caminando por los pasillos rodeado de amigos y riéndose, era un idiota. Recordaba haberse reído solo en su oficina al darse cuenta de lo ridículamente parecido de Wheeler con un estúpido perro de su casa, uno al que mando sacrificar por inútil, solo movía la cola y le seguía a todas partes buscando jugar completamente ajeno a la realidad…claro que sabía quien era… recordaba haber puesto a un lado su almuerzo, cruzado los brazos y levantado la mirada para verlo directamente a la cara…y el discurso del “perro” fue breve, fue directo al grano…

Profesor… tengo este sentimiento… quiero decírselo… yo… le quiero…yo…” y hasta ahí había llegado, él lo interrumpió, no quiso escuchar el resto. Sinceramente a él no le conmovieron las mejillas rojas ni el temblar de esas blanquísimas manos…a él no le interesaba nada proveniente de un niño estúpido como el “perro”,  odiaba a esa clase de gente: los que se pasan el día haciendo estupideces, perdiendo el tiempo, de esos hijos de papi que crecen en familias mimadoras y que sólo saben ser personas imbéciles…no soportaba la existencia de personas como esa en el mismo lugar donde su hermano…no quería oír nada que viniera de “ese”…y al parecer él tampoco…

“¿Qué se supone que debo hacer con eso? ¿Crees que tengo tiempo para prestarle a estas tonterías? No deberías ni considerar el enamorarte de alguien como yo,… no me interesan estas relaciones… estudiantiles…mejor utiliza esa atención en clase para que puedas entender “algo” porque a este paso vas a reprobar y perderás el año…después de todo ¿Qué puede entender un idiota del concepto amor? Ni siquiera puedes entender tu posición” y se había puesto en pie, le había dado la espalda a Wheeler, era obvio que se sentía satisfecho con haberlo callado a tiempo.

No había logrado ver una lagrima resbalar por la mejilla del rubio, ni una, ese era casi un claro ejemplo de un rostro inescrutable… recordaba haberse parado, girado, sacado un pañuelo, extendido la mano y “sécate eso, no quiero verte hacer el ridículo… otra vez ” y se había alejado con su almuerzo a otra parte…al edificio de enfrente en donde estaba su clase …solamente había volteado una vez y el rubio seguía ahí, en la misma posición y se notaba que temblaba… probablemente estuviera llorando o algo así, una de esas chorradas de los niños de esa clase para llamar la atención.

Cuando llegó a su clase se asomó por la ventana y el rubio seguía allí, quieto…hasta que levantó el rostro, doblo el pañuelo y lo colocó en la banca, después hizo algo sorprendente: se inclinó en una reverencia hacía el pañuelo, duró unos cuantos segundos, se enderezó y se fue…

Nunca fue a levantar ese pañuelo… al día siguiente y al siguiente había estado ahí hasta desaparecer con la demás basura  que el encargado de limpieza se llevó un día… si había habido un cambio en el “perro” él no lo notó pero él si que lo hizo. Se fijó en los detalles después, cuando fue imposible no hacerlo…el chico comenzó a llegar inusualmente temprano a clase, ya no miraba a la pizarra con sumo interés, de hecho, no levantaba la vista del cuaderno para nada, después dejó de correr por los pasillos y al poco tiempo dejo de vagar por la escuela… sus notas no subieron , tampoco llegó al límite de reprobar…se podría decir que la existencia de Joseph Wheeler pasó de un ser a un estar meramente ,  presencia y nada más… y así pasó al segundo grado…se podría afirmar que pasó porque no lograba quedarse en la memoria de nadie, la presencia del “perro” dejó de preocuparle al resto de los estudiantes, se volvió invisible.

Para todos, excepto para Seto Kaiba. Pero de eso él tampoco se dio cuenta. Ni él ni el rubio lo notaron.

Notas finales:

Mi mala suerte me sigue a todos lados. Fui a visitar a mis padres a un lugar casi desertico donde tenian años sin ver agua. Llovió en cuanto llegué.


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