Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Síndrome de Estocolmo por Krad_Elric

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son creación de Masashi Kishimoto a quién le debo admiración y respeto. 

 

Les traigo mi segundo fanfic de Naruto que espero sea tan bien recibido como el primero.

“Nunca estuvo en mis planes encontrarme en esta situación. Para mi Sasuke siempre había sido mi mejor amigo a pesar de las constantes riñas que siempre tenemos.

 

Jamás vi en él algo más a parte de un hermano.

 

Hasta hoy.”

 

El pelinegro tenía acorralado a Naruto contra el muro de roca. Ambos brazos apoyados contra la pared mientras besaba con fiereza los labios del rubio relamiendo de vez en cuando sus propios para degustar el sabor.

 

La torre en medio de la escuela que sirve de bodega había sido el lugar perfecto para mostrarle a Naruto lo que había estado sintiendo por él desde hace tiempo abriéndole paso no solo a su confesión, sino también a algo más.

 

- Y yo que te creía muy hombre – murmuraba el pelinegro mientras relamía la piel del cuello del rubio en un intento de incitación.

 

Naruto empujó a Sasuke alejándolo un poco de él para después tomarlo de los hombros y girarlo cambiando de posiciones dándole otro empujón para estrellarlo contra la pared.

 

Una sonrisa entre dientes se formó en los labios del pelinegro.

 

Al parecer había tocado un punto sensible en el rubio.

 

Naruto miró unos segundos a Sasuke desde la obscuridad conteniendo sus ganas de golpearlo, sin embargo estaba más excitado que enojado. Dio un par de pasos rápidamente empujando su cuerpo contra el del pelinegro ocasionando que su cabeza se estrellara contra la pared.

 

Una carcajada se escapó de los labios de Sasuke.

 

Naruto comenzó a desanudar la corbata negra de Sasuke para después desabotonar la camisa blanca. No podía evitar sonreír ante lo que estaba apunto de pasar.

 

Cada vez que tomaba una ducha con Sasuke después del entrenamiento tenía que contenerse para no excitarse, pero esta vez no tenía que hacerlo.

 

Sasuke se quitó la prenda blanca y la arrojó al suelo. Su mirada entrecerrada, una sonrisa prepotente y su rostro semioculto entre sus mechones… Sabía como llamar la atención.

 

Naruto miraba el musculoso cuerpo de Sasuke. A pesar de tener 18 años su cuerpo era lo suficientemente fornido para pasar por el de un atleta, sin mencionar que su actitud no hacía nada más que calentarlo rápidamente.

 

- Enséñame lo que tienes – decía el pelinegro mientras pasaba una mano por su cabello descubriendo su rostro completamente.

 

El rubio no dudó ni un segundo en desvestirse y con rapidez se quitó la camisa rompiendo algunos botones en el acto hasta el momento en el que se iba a quitar la corbata. Una mano de Sasuke la tomó y lo atrajo hacia sí para besarlo nuevamente.

 

Sus lenguas se movían con lascividad y pasión mientras sus torsos desnudos se rosaban ocasionando que su piel comenzara a sudar.

 

Una mano de Sasuke tomó por la nuca la cabeza de Naruto empujándolo más hacia sí para profundizar el beso mientras la otra bajaba por el estomago del rubio hasta su pantalón.

 

El tacto de la espalda humedecida por algunas gotas de sudor contra la fría roca del muro ocasionaba que Sasuke se moviera de vez en cuando hacia delante arqueando un poco la espalda logrando que Naruto perdiera poco a poco la cordura con tan simple pero sugestivo movimiento.

 

 Ambos se desabotonaban el pantalón el uno al otro siendo algo torpes debido a los brazos del otro.

 

Ambos rieron por lo bajo hasta que lo lograron. Cada uno se deshizo de su pantalón arrojándolos hacia una pila de bancas empolvadas a ambos costados de la torre.

 

La excitación de ambos era notable debido a los bultos que se observaban en los boxers de ambos.

 

Naruto se adelantó y comenzó a bajar por el cuerpo de Sasuke dando algunos besos y lamidas hasta llegar al elástico del bóxer rojo de Sasuke bajándolo sin perder el tiempo.

 

Realmente no sabía que estaba haciendo, sin embargo su juicio estaba completamente cegado por la necesidad.

 

Abrió un poco los labios y se metió de lleno el miembro de Sasuke en la boca tocando tímidamente su glande con la lengua ocasionando que el cuerpo del pelinegro se removiera un poco recargándose completamente contra la pared sin importarle el frio de ésta.

 

Una mano del pelinegro se colocó en la cabeza del rubio jugando con sus mechones de cabello mientras cerraba los ojos y disfrutaba.

 

Naruto no sabía si lo que hacía estaba bien, sin embargo trató de tocar los mismos puntos que a él lo hacían sentir placer.

 

Su cabeza comenzó con un vaivén lento en el que su lengua se movía rítmicamente. Sus manos buscaban torpemente donde acomodarse hasta que las colocó contra la pared teniendo mejor apoyo para no perder el equilibrio.

 

El rubio sentía de vez en cuando como se estremecía Sasuke. El vaivén no se detenía y sin embargo quería más. Se aferró contra la pared e intento adentrar el miembro de Sasuke lo más que pudo en su boca.

 

Para Sasuke ese movimiento fue inesperado por lo que sus rodillas flaquearon por un segundo y no pudo evitar contener un gemido que salió de su boca en forma de gruñido.

 

Naruto se alejó un poco y se puso de pié tomando con ambas manos el rostro de Sasuke y depositando algunos besos en sus labios relamiendo algunas gotas de saliva que escurrían de las comisuras de sus labios.

 

Sasuke miraba con ojos afilados las orbes azules de Naruto sin importar que no hubiera más que un pequeño rayo del sol que se colaba por un pequeño ventanal en lo alto de la torre alumbrando el lugar. Deseaba tener sexo con Naruto, realmente lo deseaba, pero no estaba seguro si el rubio se lo permitiría, a él nunca le gustaba sentirse dominado. Ni cuando jugaban a las luchas, ni cuando practicaban Kung fu en las tardes.

 

Naruto pasó sus manos por su cuerpo sintiendo su abdomen húmedo no solo con su sudor sino también con el de Sasuke. Su cuerpo lo anhelaba, y su mente consciente se había perdido. Estaba completamente cegado por la lujuria.

 

Sus manos se posaron en su bóxer de color azul marino y lo jaló hacia abajo para después quitárselo rápidamente.

 

Esta vez una sonrisa se liberó de los labios del rubio dejando mostrar sus largos colmillos.

 

De la única cosa que estaba seguro es que después se arrepentiría de ello.

 

Comenzó a girar hasta darle la espalda a Sasuke y se recargó contra un mueble viejo junto a la puerta de entrada otorgándole la libertad necesaria a Sasuke para dar el siguiente paso.

 

El pelinegro no perdió ni un segundo y antes de que Naruto pudiera darse cuenta

ya tenía al pelinegro detrás lamiendo desde su espalda baja hasta su cuello. Naruto exhaló ante el tacto de la lengua del pelinegro. Todas esas veces que lo había imaginado no se comparaban a lo que en realidad sentía.

 

Sasuke se llevó un par de dedos a la boca y los relamió para después llevarlos a la entrada del rubio y lentamente comenzar a meterlos. Uno a la vez, siendo cuidadoso a pesar de la urgencia que tenía.

 

Sus dedos se movían circularmente sintiendo como lentamente el esfínter dejaba de ejercer tanta presión y comenzaba a ceder.

 

Naruto trataba de mantenerse tranquilo a pesar de que era sumamente incomodo, pero él mismo lo quería, quería sentir a Sasuke dentro de él.

 

El pelinegro sacó repentinamente los dedos y abruptamente introdujo su glande en la entrada de Naruto ocasionando que un gruñido se escapara de la boca del rubio mientras fruncía el seño y se aferraba a un peldaño del mueble.

 

Sasuke sonrió con autosuficiencia, le encantaba la imagen de Naruto siendo tan sumisivo con él.

 

Lentamente comenzó a introducir su miembro tratando de ser cuidadoso, sin embargo un movimiento de Naruto ocasionó que entrara de lleno logrando que ambos se removieran de placer.

 

El vaivén no tardó en aparecer. Sus respiraciones se volvían agitadas y de vez en cuando algún gemido se hacía escuchar.

 

Sasuke sentía lo estrecho de Naruto lo que lo volvía loco completamente aumentando el ritmo de sus envestidas. No quería parar jamás.

 

Una gota escurrió por la barbilla del rubio hasta caer contra el suelo. La incomodidad se había ido dejando ahora una sensación completamente satisfactoria.

 

La alarma que marcaba el fin del receso sonó asustándolos un poco. Los pasos de los alumnos que pasaban junto a la torre hicieron que Naruto se sintiera un poco incomodo; sin embargo Sasuke no parecía parar.

 

Los ojos del rubio se posaron en la puerta, sólo deseaba que nadie entrara o estarían en serios problemas.

 

- Ah… - un gemido fuerte fue liberado por el pelinegro.

 

- Cierra la… boca – decía entrecortadamente el rubio mientras cerraba con fuerza los puños sujetando el peldaño. Sasuke entraba cada vez más y más rápido.

 

- ¿Te asusta que nos puedan encontrar? – decía burlonamente el pelinegro mientras embestía al rubio.

 

Naruto no contestó, sabía que el simple hecho de que pudieran ser descubiertos excitaba aún más a Sasuke, y no iba a negarlo.

 

A él también.

 

Una última embestida en la que ambos tuvieron un orgasmo simultáneamente. Naruto contuvo el aliento y cerró con fuerza las manos haciendo que el peldaño se rompiera y ambos cayeran al suelo.

 

Sasuke respiraba agitadamente mientras se levantaba del suelo sacudiendo el polvo que se había adherido a su piel mojada. Sentía sus piernas temblar… Odiaba admitirlo pero había sido la primera vez que había sentido tanto placer.

 

Naruto se puso de pié lentamente sintiendo un ligero calambre en su entrada. Giró su rostro y miró a Sasuke arrojarle su ropa.

 

 

 

En cuestión de segundos ambos estaban vestidos intentando en vano limpiar su uniforme.

 

Sasuke abrió lentamente la puerta para asegurarse que nadie estuviera a fuera.

 

Y así fue. Debido a que ya habían transcurrido algunos minutos desde que la alarma había sonado.

 

Ambos salieron de la torre cerrándola con seguro para dirigirse a su salón.

 

- ¡Naruto Uzumaki. Sasuke Uchiha, nuevamente llegan tarde… Y miren en que estado. Si estuvieron peleando otra vez les prometo que serán al menos 2 semanas de suspensión! – gritaba una profesora de cabello café hasta la espalda a ambos chicos.

 

Naruto observaba tranquilo sin saber bien que decir hasta que la voz grave de Sasuke lo desconcentró.

 

- Nuestro balón de futbol se fue atrás de las gradas y tuvimos que buscarlo, usted sabe que aquél lugar es una porquería – decía mientras tomaba asiento en el último lugar de la última fila del salón.

 

- ¿Y el balón? – preguntó la maestra esta vez dirigiéndose al rubio.

 

- No lo encontramos – finalizó para hacer lo mismo que Sasuke tomando asiento frente a él.

 

- Más les vale que sea cierto, por que de otro modo estarán en serios problemas –

 

La maestra se acomodó la camisa y continuó tecleando en su computadora para que el contenido se proyectara a una pantalla blanca.

 

Un chico de pelo negro frente a Naruto giró para verlo de frente.

 

- ¿Te ganó? –

 

- ¿A qué te refieres, Sai? – cuestionaba Naruto mientras abría su cuaderno.

 

Sin embargo Saí solo se limitó a señalar la camisa de Naruto. El rubio bajó la mirada y se encontró con que había perdido más de la mitad de los botones.

 

- No es nada – dijo Naruto enderezando la cabeza del pelinegro con ambas manos.

 

Intentaba en vano cerrar su camisa para evitar que lo reprimiera el prefecto por usar de esa forma el uniforme, pero de nada servía.

 

- Vaya Naruto, quién diría que ibas a “ceder” tan fácilmente – murmuró burlonamente el pelinegro a tras de Naruto.

 

El rubio no soportó más y se giró para soltar un puñetazo al pelinegro sin ser muy certero golpeando la pared.

 

- ¡Uzumaki!, ¡retírate de mi vista en este preciso momento! – gritó la maestra al rubio poniéndose de pie exagerando en su reacción.

 

Naruto se puso de pie tomando su cuaderno y su mochila dándole la espalda a la maestra y observando a Sasuke con una expresión completamente seria. Giró sus pies y comenzó a caminar hasta la salida mientras sus compañeros comenzaban a hablar. Y justo antes de salir miró de reojo al pelinegro y esbozó una sonrisa.

 

Sasuke rió por lo bajo.

 

 

 

Jamás se mostraba débil. Siempre trataba de ser muy cuidadoso en lo que hacía y al parecer de una u otra forma se metía en problemas.

 

Seguramente debido a que la mayoría de ellos eran provocados por Sasuke y ya que Naruto siempre lo secundaba en todo el también resultaba perjudicado.

 

Miró una banca a fuera del salón y se sentó pesadamente sintiendo otra ligera punzada en su entrada.

 

Se sentía un poco culpable por lo que había pasado. No sabía que había cambiado en él. Nunca se había mostrado débil frente a Sasuke y ahora él mismo se había entregado.

 

Tal vez no lo hacía por que sabía que si descubría lo que sentía por él se aprovecharía de una u otra forma, por que la realidad era que Naruto estaba completa y estúpidamente enamorado de Sasuke.

 

No hacía mucho tiempo que se había dado cuenta, pero cada vez que el pelinegro se quedaba a dormir en los últimos días en su casa no podía parar de verlo, de seguirlo, de admirarlo…

 

Se repetía una y otra vez que nada de eso podía suceder, pero el día de hoy cuando Sasuke le confesó que le gustaba no pudo seguir y sucumbió.

 

Tal vez después de todo, las cosas ahora serían mejores.

 

Si el pelinegro sentía lo mismo que él podían estar juntos.

 

Naruto se recostó en la banca y sin querer se quedó dormido.

 

 

 

 

Nuevamente la alarma sonó. Naruto se despertó y observó como todos salían de sus salones respectivamente. Se incorporó y miró en la torre del reloj que habían pasado dos horas exactamente. Era la hora de un pequeño receso para continuar con la última clase del día.

 

No pudo evitar ponerse de pie y comenzar a buscar a Sasuke, pero al entrar al salón notó que no estaba dentro.

 

- ¡Hey Naruto! – le gritó Sai haciéndole señas.

 

- ¿Qué hay Sai? – cuestionó mirando al chico acercarse a él.

 

- Tomé notas para ti, para que no te atrases – decía entregándole un cuaderno con apuntes en asombrosa caligrafía.

 

- Sai, no te hubieras molestado… -

 

- Ni lo menciones – dijo empujando a Naruto fuera del salón fraternalmente.

 

Ambos comenzaron a caminar hacia los casilleros platicando de la maestra y como su odio hacia Naruto comenzaba a hacerse cada vez más obvio.

 

- Si no le hubieras roto el corazón a su hija quizá no te odiaría tanto – bromeaba Sai caminando a un lado del rubio; sin embargo detuvo su paso al observar como Naruto se quedaba estático mirando hacia el frente. Siguió su mirada y se encontró con Sasuke besando a una chica de un grado menor que ellos de nombre Sakura.

 

Naruto soltó un fuerte golpe contra uno de los casilleros abollando un poco la pequeña puerta de metal para después dar la media vuelta y comenzar a caminar hacia el otro lado.

 

Saí miró la reacción de Naruto con curiosidad. No entendía muy bien por que había sido todo eso. Esos dos habían estado saliendo desde algunas semanas y Naruto lo sabía.

 

¿Quizá Naruto aún sentía algo por Sakura?

 

El pelinegro comenzó a correr hasta alcanzar al rubio y trató de calmarlo.

 

 

Por otra parte, Sasuke miró de reojo como se alejaba Naruto y sonrió maliciosamente mientras se alejaba de la chica.

 

- Es la primera vez que me besas… ¿A que se debió? – preguntaba sonrojada la chica mientras una ligera sonrisa se formaba en sus labios.

 

- ¿Qué no puedo besar a mi novia? – cuestionaba el pelinegro mientras se recargaba en los casilleros.

 

 

 

Pronto la alarma volvió a sonar. Todos los alumnos regresaban con pesadez a sus salones rogando por que terminara el día escolar.

 

Sasuke se adentró al salón no sin antes ver el asiento frente a él vació.

 

- Oye, Sai. ¿Y Naruto? – cuestionó recargándose en el respaldo del asiento libre.

 

- Se fue, dijo que no quería entrar a la última clase – respondió el chico amablemente.

 

- No puede ser, tenemos práctica de baloncesto hoy – dijo más para si mismo mientras sacaba su celular de la bolsa y marcaba el teléfono de Naruto.

 

Esperó a que contestara, sin embargo eso nunca pasó. Dejaba que sonara pero no quería contestar.

 

- Maldita sea Naruto – musitó guardando su celular en la bolsa de su pantalón nuevamente. Detestaba la idea de que se enojara tan fácilmente.

 

 

 

La clase transcurrió lenta y cansada hasta que finalmente terminó. El pelinegro se encaminó hasta los vestidores solo, se cambió solo y se dirigió hasta el otro lado del campus para asistir a la práctica de baloncesto.

 

Se había acostumbrado tanto a la presencia de Naruto en todo momento de su vida que hacer esas pequeñas cosas sin él se sentía extraño. Quizá le debía una disculpa.

 

- Uzumaki Naruto – dijo un sujeto sumamente alto mientras pasaba lista.

 

- Ah… no asistió – respondió el pelinegro.

 

- Es la sexta vez este mes, me temo que está fuera del equipo – dijo el entrenador.

 

- Se sentía mal, no puede expulsarlo del equipo – abogaba Sasuke poniéndose se pie.

 

- No puedo seguir cubriendo sus faltas, existe un reglamento y un orden. Los deportes necesitan disciplina y al parecer Naruto no la tiene, es una lastima debido a que es uno de los mejores, pero no pasaré por alto esto – finalizó el profesor tomando una red con varios balones.

 

- Eso es una estupidez –

 

- Cuida tu boca Sasuke, tu también estás al borde de ser expulsado – aumentó unas decimas la voz grabe del profesor mientras miraba al pelinegro.

 

En la practica Sasuke se comportaba más hostil que de costumbre cometiendo faltas, generando riñas y hasta respondiéndole de mala gana al entrenador.

 

Una última advertencia le fue dada antes de que terminara la clase.

 

Sasuke estaba furioso. No podía darse el lujo de perder el control por culpa de Naruto, pero la realidad es que dependía de él y el sólo hecho de pensar que al menos en el baloncesto ya no lo tendría cerca lo hacía enojar.

 

Comenzó a caminar hacia su casa que para su fortuna o no estaba justo detrás de la de Naruto.

 

Se adentró dejando la mochila con su uniforme en la cocina y comenzó a subir a su habitación tecleando un mensaje para Naruto.

 

“Ventana, ahora”

 

La ventana de su habitación y la de Naruto quedaban justamente una frente a la otra por lo que casi siempre platicaban por ahí o incluso a veces uno cruzaba a la casa del otro.

 

Abrió la puerta de su habitación dirigiéndose inmediatamente a la ventana para darse cuenta de que las persianas estaban corridas del lado de Naruto.

 

Sentía la sangre arder, ¿Cómo podía ser tan egoísta?. Él sabía muy bien que no pueden estar enojados, mucho menos separados.

 

Comenzó a caminar de un lado a otro de su habitación tratando de tranquilizarse, sin embargo no lo logró.

 

El solo pensar que Naruto estaba del otro lado de la ventana le provocaba entrar, y así fue. Cruzó el umbral de su ventana y con una patada tiró las persianas.

 

Naruto se encontraba recostado en su cama leyendo un libro hasta que observó entrar a Sasuke por su ventana. No era la primera vez que lo hacía de esa forma.

 

- Donde están tu modales – dijo Naruto sin moverse de su lugar.

 

- ¿Cuál es tu maldito problema? – dijo el pelinegro acercándose con aire amenazador al rubio.

 

-¿Mi problema?, ¿en serio quieres saber cuál es mi problema? –

 

- Escúpelo de una buena vez –

 

- Tu eres mi maldito problema – dijo el rubio lanzando el libro a una repisa y encarando al pelinegro.

 

Después de tener sexo con él, de confesarle su amor y sus sentimientos va y besa a Sakura que no sólo es su ex novia si no también su mejor amiga.

 

- ¿Fue por que la besé? – dijo divertido el pelinegro.

 

- Eres desagradable, ya lárgate – dijo Naruto encaminándose a la puerta, sin embargo Sasuke lo tomó por la muñeca y lo atrajo hacia sí.

 

-Tus celos me encantan –

 

- Y tu me das asco –

 

- ¿En serio crees que podemos ser más que amigos y mostrarle al mundo cuanto nos amamos? – su mirada se volvía fría y su agarre más fuerte.

 

- Yo no soy tu juguete, Sasuke –

 

- ¿No entiendes que Sakura es solo una pantalla?. A ti es al que quiero, tu sabes que soy sólo tuyo así como tu eres sólo mío – susurraba al oído del rubio para después lamer el lóbulo de éste.

 

Naruto era débil ante Sasuke, por más que quisiera alejarlo él siempre regresaba, por más que quisiera controlarse era imposible, y después de todo, tenían razón, uno le pertenecía al otro.

 

Sasuke se apresuró y besó los labios de Naruto con urgencia, como intentando darle a entender cuanto dependía de él.

 

Naruto rompió su agarre y tomó al pelinegro por el cuello sin romper el beso empujándolo hasta un librero haciendo caer algunas cosas contra el suelo.

 

- Me gusta tu agresividad – decía sin separar los labios del todo el pelinegro.

 

Unos pasos a fuera de la habitación se escucharon seguido del rechinar de la puerta que se abría.

 

 

El padre de Naruto entró a la habitación quedando en shock al ver tal escena.

 

Inmediatamente los separó atrayendo a Naruto hacia si mirando con desagrado a Sasuke. En todo ese tiempo jamás se imagino que entre ellos había algo más que una amistad.

 

- Sasuke, sal por favor – pedía Minato estrujando los brazos de Naruto intentando controlarse.

 

- ¿Cuál es el problema?, nos amamos – decía burlonamente Sasuke comenzando a caminar hacia la puerta.

 

Naruto por su parte no pudo evitar sonreír. Ese cinismo  con el que Sasuke se comportaba le gustaba y el pelinegro lo sabía.

 

- ¡Lárgate maldita sea! – gritó el rubio mayor cerrando la puerta de la habitación de Naruto.

 

- Estas en serios problemas Naruto – finalizó el mayor.

 

Notas finales:

¿Qué les pareció el primer capitulo? Haganme saber cualquier pensamiento que tengan.

Por ahora es todo.

!Si les gustó dejenme un review para que de esa forma me apure a escribir!

 

Nos vemos pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).