Sehun está asustado, no hace falta mirarlo dos veces para darse cuenta. Su cara refleja miedo, tristeza, dolor.
—Hyung...—Dice con la voz rota.
Coloco mi mano en su cabeza y la pego a mi pecho, lo rodeo con mis brazos y aprieto su cuerpo todo lo que puedo al mío.
—Todo va a estar bien... Ya verás que todo va a estar bien.
—Yo... Yo sé que si—Dice—, pero... Pero yo no...
Sehun está asustado, asustado porque cree que no me verá mas, porque cree que cuando me monte en el avión que me lleve a China me voy a olvidar de el, porque cree que me va a perder. Aunque sabe cuanto le quiero, porque le quiero. No hay otra cosa que pueda hacer mas que eso. Querer a Oh Sehun.
Aprieta sus manos en mi cintura, y sus hombros comienzas a temblar. Llora, está llorando.
Suspiro porque verlo así me pone mal, muy mal. Pero no es algo que yo pueda evitar.
Llevo mis manos a su cara y la alzo, limpio sus lagrimas con mis pulgares y le sonrió.
—Vamos... No llores. No es como si fuera la ultima vez que me fueras a ver.
Hace un puchero con sus labios, y yo puedo morir ahora mismo. Porque no hay cosa mas preciosa y adorable.
Asiente, y se separa de mi poco a poco. Haciéndome sentir frío y vacío.
—Debería irme ahora... Deberíamos—Dice pasando una de sus manos por sus mejillas.
Se levanta del suelo del estudio y coloca su camiseta algo subida por el abrazo.
Hace el amago de andar, pero rápido le cojo la mano y atraigo su cuerpo al mío, haciéndolo caer al suelo.
—¿Cual es la prisa?—Le susurro.
Siento como se estremece en mis brazos, y pasa su lengua por sus labios como usualmente hace cuando está nervioso. Como usualmente hace siempre.
Coloco mis manos en sus mejillas otra vez, y rozo sus labios con los míos.
—Todo esto... Nosotros... Lo que hemos creado... ¿De que sirve si no puedo verte un poco mas?—Digo.
Y entonces, pego completamente mis labios a los suyos, suavemente, saboreando el momento. Haciendo que dure lo máximo posible.
Porque esta es la primera vez que lo hago, porque es algo que quiero hacer desde que le conozco, porque se que el también lo quiere, porque me he aguantado mucho y porque me da la gana.
Me separo lentamente y le sonrío.
—Luhan—Susurra—, no...
Coloco uno de mis dedos en sus labios.
—¿Podemos simplemente esta noche dejar todo? Vamos a ser un poco incorrectos, ¿Si?
Me mira directamente a los ojos, y no sé que veo en ellos, pero definitivamente me gusta.
—Pero Hyung...
—Escuchame. Me voy a China, si... Pero... Voy a volver, y lo sabes, tengo que hacerlo... Yo me voy a hacer cargo de esto, ¿Si? Yo voy a encontrar nuestro camino. Yo voy a encontrar el camino para que estés conmigo.
Coloca su frente en mi hombro derecho y siento su cálida respiración en mi brazo.
—Hyung... Te quiero—Dice.
Alza la cabeza y veo el color en sus mejillas. Sonrío y le revuelvo el pelo. Siento que mis ojos se humedecen.
—Pequeño niño—Digo con un nudo en la garganta—, yo también te quiero, mucho.
Se acerca a mi y junta nuestros labios, cierro los ojos dejando caer las lagrimas de mis ojos.
Coloco mis manos en su cintura pegando mas mi cuerpo al suyo, y siento sus manos rodeando mi cuello. Cuando se separa, me sonríe.
—Hyung... No me vas a dejar solo, ¿Verdad?
—¿De eso tienes miedo?—Le digo.
Claro que de eso tiene miedo, por supuesto que si. Cree que de la noche a la mañana me voy a olvidar de el. De sus acciones. De su cara de niño. De su sonrisa. De sus ojos. De lo adorable y dulce que es.
Agacha la mirada y asiente.
—Mira... No importa como, ni importa cuando, yo voy a estar aquí, para ti... Siempre que sea para ti. ¿No lo entiende? Me tienes, Oh Sehun. Soy tuyo, y me da igual los kilómetros que nos separen a partir de ahora, porque mañana, cuando me vaya a China, voy a seguir siendo tuyo, y cuando vuelva a Corea, seguiré siendo tuyo, y lo voy a ser siempre... ¿Si?—Digo acariciando su mejilla—, y no sé como, pero... Voy a hacer lo que sea para que estemos juntos, que nada nos separe.
Oh Dios su mirada, tiene esa mirada de niño pequeño que ha conseguido lo que quería. Que ha conseguido algo que realmente necesitaba o quería.
No me contengo, no puedo hacerlo, no más. Junto nuestros labios, y aprovecho que tiene la boca entreabierta para introducir mi lengua en su boca, recorriendo toda esta, sintiéndole jadear.
Me separo y lo empujo suavemente haciendo que su espalda toque el suelo, no dejo de mirarle a los ojos en ningún momento, hasta que acerco mis labios a su cuello, dejando besos hasta que llego a la oreja. Muerdo y chupo el lóbulo de esta, escuchándole gemir. Se lleva su mano a la boca, y la muerde, la muerde fuertemente y lo sé por la tensión en su mandíbula.
—Sehun-ah deja de hacer eso... Quiero escucharte.
—Hyung... Alguien puede escucharnos—Dice entrecortada mente.
—Sehun, es muy tarde... Aquí no hay nadie... Dejame escucharte—Digo susurrando lo último.
Vuelvo a morder el lóbulo de su oreja derecha, y comienzo a chupar, besar y morder hasta llegar a su clavícula, deteniéndome ahí, mordiendo y chupando, asegurándome de dejar alguna marca aunque sea pequeña. Y el... El solo jadea, jadea y gime, haciendo que me excite con el sonido ronco de su voz. Coloco mis manos en su cintura y aprieto un poco, para después meter las manos por debajo de su camiseta, tocando desde su abdomen a su pecho, tocando todo lo que puedo, porque oh Dios es Sehun y el es perfecto como para dejar ir la oportunidad.
Rozo uno de sus pezones y el arquea su espalda, jadeando aun mas fuerte.
—Hyung—Dice con la voz ronca—, Yo no... Yo, no... Nunca... Esto...—Dice tartamudeando.
Me separo lentamente de el. Se a lo que se refiere, y se que voy rápido, muy rápido, pero... ¿Como evitarlo? Si cada parte de su piel me llama.
—Está bien—Le susurro—, tenemos toda la vida para hacer esto.
Me mira a los ojos, y siento como sus mejillas van cogiendo un color extremadamente rojo. No puedo evitar echarme a reír y el agacha la mirada.
—Yah, hyung...—Dice en un tono lastimero.
Le sonrío y le acaricio la mejilla.
Suspiro.
—Eres tan precioso y adorable...—Le digo, dándole un beso en la punta de la nariz.
—Yo... Yo...—Dice, pasando su lengua por su labio inferior una y otra vez—, Hyung, has dicho que eres mío... Yo... Yo también quiero ser tuyo.
—Creía que eso ya estaba claro, ¿No? Es obvio que eres mío, no hay ni que discutirlo.
—No... Ya se eso, lo sabes hace tiempo—Dice soltando una risa adorable—, quiero serlo ahora.
Le miro a los ojos, y veo amor, todo el amor que necesito para ser feliz. Pero también veo pasión y algo que me llama. Me muerdo los labios, y le beso, le beso desesperada mente, introduciendo mi lengua en su boca, chocando nuestros dientes. Me separo dejando un hilo de saliva y lo vuelvo a mirar a los ojos. Toco el borde de su camiseta y miro sus brazos para después mirarle, alza los brazos y se la quito.
Vuelvo a besar su clavícula, dejando algún mordisco de vez en cuando. Y por mas que quiero, no puedo separarme de esa zona, clavícula/cuello, no puedo porque es algo que me encanta de Sehun. Beso la parte en la que tiene el lunar, porque si tengo que elegir algo del cuerpo de Sehun, es el lunar que tiene en la parte derecha de su cuello.
Desciendo dando beso por su pecho y me detengo en sus pezones, succionando uno mientras acaricio el otro. Sus gemidos me ponen nervioso, mas que nervioso, ansioso.
Lo necesito, necesito a Sehun.
Me coloco sobre el, entre sus piernas, sin dejar caer mi peso sobre su cuerpo. Empujo la cintura hacía delante, haciendo que Sehun se aferre a mis hombros, siento su erección, y como empuja su cadera contra la mía buscando fricción. Un gemido ahogado sale de mi boca, me acerco a el, y vuelvo a besarle ansiosa mente.
Llevo mis manos al borde de sus pantalones de ensayo, me incorporo y se los quito. Cuando me deshago completamente de ellos, me quedo pasmado unos segundos con el cuerpo de Sehun, con la piel de Sehun. Sus piernas son tan blancas, que realmente parecen leche.
Suspiro y acerco mis manos a su bóxer rozando su erección con mi mano por encima de la tela. Suspira e inclina su espalda, y mantiene sus ojos cerrados con fuerza. Agarro el borde de el bóxer y lo bajo poco a poco, liberando el miembro de Sehun, que tiembla ante el aire frío que entra en contacto con su erección.
—Hyung, ¿Qué...?—Dice incorporándose.
Le miro la cara y tiene las mejillas rojas, y el pelo revuelto. Y mi corazón empieza a latir tan deprisa que duele. Porque no hay cosa mas bonita que ver a Sehun así.
—¿Qué?—Le digo.
Mira hacía todos lados, y centra su mirada en la puerta del estudio. Me congelo y entro en pánico por un momento. Me doy la vuelta y no veo nada. Respiro entrecortada mente.
—¿Qué pasa? Me has asustado creía que había alguien...
—No...—Dice como perdido—. ¿Que vas a hacer?
Suelto una risilla por la forma en la que me lo ha preguntado. Siempre me he preguntado si era así de verdad, o simplemente lo aparentaba, pues no. Sehun no es que aparente ser inocente, Oh Sehun es totalmente inocente.
—¿Tú que crees?—Le digo.
—Pero...
—Sehun-ah—Le interrumpo—, tú solo disfruta.
Se coloca sobre sus codos, sin poner la espalda en el suelo, y me mira atentamente. Le sonrío una vez mas, y cojo su miembro entre mis manos, suelta un gemido y se remueve un poco. Comienzo a mover mi mano de abajo arriba, aprieto un poco cuando llego al tronco, y aflojo en la punta. Sehun echa la cabeza hacia atrás, pero mantiene sus codos en la misma posición.
Acerco mi boca a su miembro y doy un beso en la punta, miro hacía a Sehun y sigue con la cabeza hacía atrás. Paso mi lengua por el glande y escucho otra vez los gemidos de Sehun. Y oh Dios, necesito algo de ayuda porque siento que voy a explotar aunque mis pantalones sean jogins. Dejo por un momento el miembro de Sehun y me incorporo, el suelta un quejido, pero en cuanto llevo mis manos a mi camiseta asiente, como si entendiera que necesito desprenderme de toda la ropa. Me quito la camiseta y los pantalones, dejándome el bóxer puesto. Tiro la ropa junto a nuestros zapatos, que nos quitamos cuando terminamos de ensayar. Vuelvo a mi antigua posición, y vuelvo a coger el miembro de Sehun, esta vez, comienzo a lamer de arriba hacía abajo el miembro de Sehun, al cabo de unos segundos, me meto en la boca todo lo que puedo y comienzo a chupar y a succionar, miro hacía Sehun, y me está mirando directamente, mordiéndose el labio inferior con fuerza. En cuanto hace contacto visual con mis ojos, comienza a temblar, y removerse inquieto. Lleva sus manos a mi cabeza, y me empuja levemente.
—Hyung...—Dice casi sin voz—, yo... ¡Ah!
No para de jadear y abrir la boca en busca de aire.
Vuelvo a succionar, sé lo que viene porque el sabor de la saliva ha cambiado, salado. Coloco mis manos en su cintura, apretándola, y el coloca su mano en mi cabeza, imponiendo el ritmo que quiere, y segundos después, Sehun se corre en mi boca. Me limpio un poco con la mano, y me incorporo un poco. Sehun ha caído totalmente dejando su espalda en el suelo nuevamente.
Me acerco a el, y le beso lentamente, haciendo que se pruebe a si mismo. Me muerde el labio inferior antes de separarse, y me sonríe.
Me tiro a su lado, y respiro entrecortada mente. El se incorpora y me mira.
—Hyung tú...—Se corta.
Veo como se pone mas rojo de lo que está ya por la situación.
Ay Dios, ¿Por qué es así? ¿Por qué tan adorable?
—Tú... Tú vas a hacerlo.
—¿Quieres que yo...? Hyung yo nunca he echo esto con nadie, te voy a hacer daño.
—No, no, no, no... Yo sé que no...
—¿De verdad quieres que yo...?—Dice sonriendo.
Le sonrío y asiento.
—Bien—Dice.
Se levanta y coloca sobre mi, sin dejar su peso caer. Me da un corto beso en los labios, y después comienza a besar mi cuello, siento como succiona y muerde, sigue un camino desde mi cuello a mi clavícula, y sigue besando por mi pecho. Mientras que con sus manos, no deja de tocar mi abdomen. Baja dando besos y succionando por el abdomen dejando un hilo de saliva por este hasta llegar al borde de mi bóxer. Sopla sobre este y no puedo evitar soltar un gemido ronco. Me los quita rápidamente. Le miro, y parece nervioso, sin saber que hacer.
—Sehun...—Susurro.
—Yo... Perdona es que...—Dice removiéndose nervioso.
—Mira, solo haz lo que tu harías con el tuyo... ¿Si?
Pasa su lengua por su labio inferior—una vez mas— Y asiente.
Dirige su mano temblorosa hacia mi miembro y en cuanto lo toca, suelto un grito ahogado.
Aprieta ligeramente en la punta, y conforme baja, aprieta mas fuerte. Coloco mi brazo sobre mi frente y cierro los ojos, Sehun se mantiene bombeando así. No puedo... No aguantaré mucho así. Bajo mi mano hacia la suya y le detengo.
—Sehun necesito...—Digo entrecortada mente.
El asiente y se remueve un poco.
—Hyung que... ¿Qué debo...?
Mira a todos lados nervioso.
Sonrío por lo gracioso que se ve así.
Cojo su mano y me la llevo a la boca, comienzo a chupar sus dedos lentamente, mientras que el fija su mirada en su mano y mi boca. Cuando están bien salivados, los saco.
—A partir de aquí ya sabes que hacer, ¿Verdad?
El asiente.
Me tumbo otra vez, y se coloca entre mis piernas, las alza un poco y dirige su mano a mi entrada. La roza un poco, y me remuevo un poco. Siento como su dedo comienza a entrar poco a poco, y me tenso, aunque se que lo estoy haciendo mal, porque tengo que relajarme.
Respiro hondo y me relajo, y Sehun consigue que el dedo entre completamente. Cuando pasan unos segundos siento otro y este duele. Me remuevo inquieto y Sehun coloca su mano en mi abdomen, acariciándolo. Cuando Sehun cree que me he acostumbrado, comienza a mover los dedos en círculos, y entonces, en un momento, mi cuerpo se sacude, Sehun ha dado contra mi próstata, y sigue moviendo los dedos dando ahí repetidas veces. Siento como introduce otro dedo, y oh Dios, ¿Por qué siento que me voy a partir en dos?.
Nunca he echo esto antes. No, no soy virgen, pero la vez que me acosté con alguien fue una chica, y no me gustó, y nunca he vuelto a estar con una chica, y no he vuelto a estar con nadie, hasta hoy.
Sehun comienza a mover los dedos, y de nuevo siento esa corriente eléctrica por mi cuerpo.
Comienzo a gemir cada vez mas fuerte, me muerdo los labios para controlarme un poco. Está bien gemir, pero montar tal escándalo tampoco. Sehun saca los dedos y me quejo un poco.
Sehun coloca su mano en mi miembro, en la punta, y toca el liquido pre seminal que mi miembro expulsa, lleva su mano al suyo, y parece que lo esparce. Se acerca a mi y me da un corto beso en los labios, y roza su miembro con mi entrada. Presiona suavemente y entra poco a poco. Cierro los ojos con fuerza porque siento que me están partiendo en dos. Duele, duele como nunca me ha dolido nada. Comienzo a jadear, dejo mi cuerpo muerto para relajarme y todo sea mas fácil. Sehun se acerca y comienza a besarme lentamente, lleva su mano a mi miembro y comienza a bombear. Gimo contra su boca, y mi cuerpo siente una extraña pero agradable sensación. Por una parte dolor, pero por otra placer. Sehun deja de besarme cuando está completamente dentro.
—¿Estás bien?—Susurra entrecortada mente.
—Si... Tú solo tienes que esperar un poco, ¿Si pequeño?
Asiente, y se muerde el labio. Porque se que no le está siendo fácil no moverse.
Varios minutos después, comienzo a mover mi cadera. No es como si me hubiera dejado de doler del todo, pero, tampoco va a dejar de doler completamente, con lo que no quiero alargar la ansiedad de Sehun, ni la propia.
Sehun me da un corto beso en los labios y comienza a moverse poco a poco. Siento dolor, si. Pero también siento placer. Rodeo con mis piernas la cintura de Sehun, y el comienza a moverse cada vez mas rápido. Esa extraña sensación se instala en mi cuerpo de nuevo, duele pero me gusta, me gusta mucho. No puedo controlar los gemidos, y me aferro a la espalda de Sehun, clavando mis uñas en su blanca piel. Comienza a embestir mas fuerte, y me quejo un poco porque bueno, hay cosas que mi cuerpo no aguanta. El me mira y baja el ritmo. Desenreda mis piernas de su cintura, y las lleva a sus hombros. Vuelve a embestir y no puedo evitar chillar, un chillido alto. Miro la cara de Sehun y está sonriendo. Ha dado contra mi próstata, y da una y otra vez. Lleva su mano a mi miembro y comienza a bombear al ritmo de sus embestidas. Siento un cosquilleo en el estomago y de mi boca salen cosas incoherentes en chino, porque a esta altura, el coreano está un poco borroso en mi cabeza.
—Sehun... Sehun...—Digo, una y otra vez.
Y Sehun lo hace mas rápido. Y segundos después, me corro en su mano, gimiendo su nombre una y otra vez. Sehun embiste un par de veces mas, y colapsa contra mi pecho, respirado con dificultad.
No se separa de mi en lo que parecen varios minutos, pero me parece poco cuando lo hace y se tumba a mi lado.
Cuando mi respiración se regulariza, me incorporo y coloco mi cabeza en su pecho, y le rodeo la cintura con mi mano. El me envuelve en sus brazos y me aprieta a su cuerpo, sin ser brusco.
—Promete...—Susurra—, Hyung, prometeme que cuando vuelvas vas a seguir queriéndome.
Me echo a reír.
—Ay no, Sehun-ah, no puedo creer que después de esto, sigas...—Suspiro.
Me quedo mirándole unos segundos perdido, se ven tan perfecto y bonito, y parece que cuando estoy a su alrededor todo es arco iris y unicornios que me avergüenzo de lo cursi que soy y todo por su culpa.
—Aish...—Digo— Ya te lo he dicho, ¿Vale? Te quiero, te quiero mucho, al punto de dar todo lo que tengo por ti... Me importa poco la distancia... Yah, la distancia que nos separa son kilómetros, pero hey, el cielo que nos une es infinito.
Me echo a reír de mis palabras, porque una vez mas siento que soy demasiado cursi.
Miro a Sehun, y está sonrojado, y está sonriendo abiertamente. Me aprieta mas a el, y siento todo le calor de su cuerpo. Mi cabeza está en su pecho, y su corazón late fuerte, deprisa.
Sonrío y le doy un beso en el pecho.
Y algo se me viene a la cabeza.
—¡Yah! Y mas te vale no pegarte tanto a Jongin, eh.
Escucho su risa, que suena extremadamente fuerte en el silencio del estudio.
Me incorporo separándome de el.
—Lo digo seriamente, Oh Sehun.
—Yo no me pego a Jongin, el se pega a mi...
—Ya, me he dado cuenta... Te quiere demasiado.
—¿Hyung está celoso?
—Hyung podría estarlo...—Digo sin mirarle a la cara.
El suspira y coloca su mano en mi barbilla.
—Hyung... No deberías de estarlo, sabes que Jongin es muy importante para mi, llevamos juntos desde que entré aquí, el ha sido un gran apoyo para mi... Incluso antes de conocerte y...
Le detengo colocando un dedo sobre sus labios. Le entiendo, le entiendo a la perfección. Y no es como si le estuviera diciendo que se aleje de el, para nada, porque yo también soy muy cercano a el. Es una o broma... O no. Es solo que Jongin...
—Ya, ya, ya... No quiero que te alejes de el, eh... Solo que... Aish, a ese niño le gusta mucho el contacto físico contigo.
Sonríe de nuevo.
—Ya, ya, ya, ven aquí—Dice cogiendo mi cabeza y poniéndola en su pecho—. Tú mismo lo has dicho, eres mío, yo soy tuyo... No hay nada que nos vaya a separar, ¿No?
Asiento.
—Pues no hay nada mas que hablar, Hyung.
Cierro los ojos, y no se cuanto tiempo pasa, pero su respiración se ha vuelto lenta.
Alzo mi cabeza, tiene la boca entreabierta y los ojos cerrados. Está dormido.
Me acerco a el, y le doy un corto beso en los labios.
—Te quiero Sehun-ah—Susurro.
Apoyo la cabeza, cierro los ojos y me pierdo en el sonido de los latidos del corazón de Sehun.