Amanece en Konoha, como todos los días…. Un día realmente hermoso, el sol resplandeciendo en ese inmenso cielo azul, recordándonos lo pequeños que somos en este mundo, y pues que puedo decir, estoy más que de acuerdo con eso de que soy insignificante, no es porque sea una persona pesimista ni porque no tenga autoestima, lo que sucede es que después de tanto tiempo de escuchar las mismas cosas “perdedor”, “inútil”, “bueno para nada”, “estorbo”, “monstruo”, pues uno como que se termina convenciendo, y créanme que no soy o mejor dicho, no era una persona fácil de amedrentar pero uno se cansa, se cansa de tratar de esforzarse y ser mejor y que no se vean frutos de ese esfuerzo, al contrario, se burlen por creer que las cosas que se hacen son en vano ya que “no se puede dejar de ser lo que se es, un perdedor bueno para nada”, como bien me lo recuerdan cada que se puede o cada que se quieren divertir, uno se cansa de tratar de que los demás vean que uno es una persona igual a ellos y que tiene sentimientos y que por más pobre, feo, gordo, flaco, alto, bajo, etc.… que uno sea las palabras y acciones hirientes calan hondo y fuerte, y eso es lo que he recibido últimamente.
Porque a decir verdad, yo era una persona activa, alegre, no me gustaba quedarme quieto, siempre sonriente, amigable y amable, esforzándome por ser mejor cada día, pero eso como dice la canción, es un periódico de ayer, me he vuelto un ser dócil y manipulable, tímido y temeroso de los demás porque las personas son dañinas y destructivas, no tienen compasión y pasan por encima de todos los que se interpongan en su camino, todo por lograr lo que quieren, y no es que piense que no hay que luchar por lo que uno quiere, por alcanzar nuestras metas y avanzar, claro que hay que hacerlo, después de todo yo solía ser así, pero no por eso hay que llevarse a todo mundo entre las patas.
Pero ¿que estoy haciendo..?, que pena con ustedes, primero que todo, me presento, me llamo Naruto Uzumaki, de 16 años, soy rubio, mido 1.65 cm, soy de piel canela, no muy atlético que digamos si les soy completamente sincero, tengo los ojos azules, nada fuera de lo común, muy normalito a mi parecer, ah! Se me olvidaba también tengo unas marcas de nacimiento en mis mejillas que asemejan los bigotes de algún animal, que a decir verdad no me gustan para nada, ya que por ellos he sido objeto de burla de muchas personas y sobretodo de mis compañeros de preparatoria, los cuales siempre tienen algún apodo nuevo para mí *cosa que me molesta demasiado*, pero como no puedo hacer nada no lo hago, más bien me conviene no hacer nada, ya que si se me ocurre refutarles algo me golpearan, eso me lo han dejado claro muchas veces y no me apetece que se repita. Lo evito lo más posible, ya que tan solo una mirada de mi parte hacia ellos les parece una ofensa, entonces es mejor pasar desapercibido. Cosa en lo que me he convertido en un maestro y no sé porque pero no me siento nada orgulloso de eso.
Y qué decir de mis compañeros, la mayoría pasan de mi, pero desde que entre a este instituto parece que un grupo en particular se “enamoro” de mi arrollador encanto *nótese el sarcasmo*, por decirlo de alguna manera y no de la forma linda y emocionante que se supone es cuando uno se enamora, lo digo porque desde que me vieron empezaron a molestarme, humillarme, golpearme, en fin…..y no sé el porqué de tanta agresión para con mi persona, si cabe decir que desde que llegue no me he metido con absolutamente nadie dado mi poco o mejor nulo interés en relacionarme con los demás seres que se autodenominan seres humanos…. Y es que desde el orfanato siempre he tenido a “alguien” que quiera pasarse de listo conmigo, y de verdad no se qué jodida cosa ven en mi para que me le estén velando por que si y por las moscas porque no también.
Y yo que pensé que el haber salido de ese hueco iba a mejorar mi forma y manera de ver la vida, pero parece que ese deseo no se me hizo realidad.
--Naruto tu tarea-- escucho que me pregunta Iruka sensei, sacándome de mis pensamientos; cabe decir que es uno de los maestros que mejor me caen, no solo porque es una excelente persona, sino porque es como un padre para mí ya que me cuida y está al pendiente de lo que pueda necesitar o en lo que pueda ayudarme. Y no tiene nada que ver el que él sea mi tutor…. Bueno, tal vez un poco jejejeje.
Porque soy huérfano, desde que tengo memoria he vivido en un orfanato en la ciudad de Suna, y preguntaran ¿qué hago entones en Konoha?, pues sencillo, me escape, estaba cansado del trato que nos daban y de depender de otros, asi q como pude llegue aquí, los primeros días fueron realmente difíciles hasta que me encontré con Iruka sensei por casualidad, se apiado de mi después de haberle platicado un poco sobre mi vida, y al cabo de un tiempo me ayudo a conseguir un trabajo en una cafetería de un amigo suyo, un tal Kakashi, que también me cayo muy bien y me late que esos dos tienen algo *y si no lo tendrán pronto* por las miradas y coqueteos por parte de Kakashi y los sonrojos y desviadas de mirada por parte de Iruka.
Iruka sensei me hospedo en su casa por un mes y luego de recibir mi primer pago y un adelanto del siguiente logre conseguir un lugar económico, pero no por eso feo, humilde eso si, pero no sucio ni desagradable…. Un cuarto con una cama sencilla, un armario pequeño y una mesita de noche, me gusto mucho, sobretodo porque era un lugar que era completamente mío, mi espacio, lugar donde puedo dejar entrar a quien me plazca, donde puedo tener ese algo que comúnmente se le llama intimidad y no la intimidad que se refiere al acostarse con alguien, no, la intimidad de que si estoy triste puedo llorar, si estoy feliz puedo reír a carcajadas si me parece, que si estoy desanimado o simplemente aburrido con la vida puedo hundirme en mi miseria y esperar a salir de ella, sin nadie que este vigilándome, sin restricciones, y diciéndome que hacer o que no, lo que “está bien” o “está mal”, ya que eso creo es muy subjetivo, cada persona ve de diferente perspectiva la vida según las experiencias que han tenido en la misma, así que ese “bien o mal” no me interesa escucharlo de otra persona, personas que no han vivido lo que yo. Y algo muy importante no me sacarían en cara el habérmelo dado.
--claro, aquí la tiene-- le respondí mostrándole los ejercicios que nos dejo, *además de una sonrisa, muy raras en mí, pero es que Iruka sensei se ha ganado a cabalidad mi confianza y por eso mismo mi gratitud* porque contrario a lo que puedan pensar soy un muy buen alumno, no teniendo amigos con los que pasar el tiempo o divertirme haciendo cosas que los chicos de mi edad harían, me dedico completamente a mis estudios ya que el siguiente año salgo y me gustaría entrar a la universidad y estudiar algo que pueda sustentarme, no tiene que ser precisamente algo que me guste, solo algo que me pueda brindar un buen sustento para poder mantenerme, porque soy muy consciente que eso de estudiar una carrera porque me gusta es solo para los niños que tienen papas ricos que pueden despilfarrar su dinero, y pues como no tengo ninguna de las dos cosas, ni padres ni dinero, entonces me inclino por una carrera que pueda darme una buena calidad de vida, nada exagerado u ostentoso, algo con lo que pueda vivir digna y cómodamente, tranquilo y feliz.
--¡muy bien Naruto!, como siempre-- dice devolviéndome mi cuaderno, y se va para revisarles a los demás.
--otra vez ese idiota del Uzumaki trayendo la tarea a tiempo-- escucho que dice una voz en mi espalda, y si no me equivoco esa es la voz de Suigetsu, un chico realmente molesto y estúpido a mi parecer *y si, uno de mis “admiradores”* –-habrá que recordarle nuevamente que eso no está bien, porque nos hace quedar mal a los demás, no crees Yuugo-- le habla a su compañero que si bien no es tan imbécil y con aire de brabucón como Suigetsu, tampoco es como si se apiadara de mi…..
--Puede que sí-- responde casi sin ganas, como por responderle algo al otro.
--Uzumaki nos vemos a la salida-- me susurra Suigetsu muy cerca de mi oído –-no se te ocurra irte porque ahí si sabrás lo que es bueno-- me advierte antes de voltearse y ponerse a platicar con sus estúpidos amigos que son tan o más estúpidos que el mismo. Ahhhhh es que me provoca ponerme a gritar y llorar de la frustración, no sé porque me pasan estas cosas a mí, no, momento si se, y es por el simple hecho de que soy Naruto Uzumaki, y eso es más que suficiente.
No entiendo porque si no quieren que los profesores les regañen por no hacer sus deberes no los hacen entonces y asi se ahorran un problema para ellos y de paso para mí también, ya que como se dieron cuenta hasta eso de ser aplicado también me mete en problemas, como si no fuera ya suficiente.
Y es que desde que entre en la preparatoria de Konoha este mismo año, el grupito de Suigetsu *el que les había comentado antes* que está conformado por él mismo que es de cabello plateado, ojos violetas y dientes puntiagudos..??? Por decirlo de alguna manera, muy peculiares, Yuugo un gigante en todo el sentido de la palabra, *¿cómo alguien de preparatoria puede ser tan enorme?*, de cabello naranja y rostro apacible, pero no se dejen confundir, que no tenga cara de montador no quiere decir que sea una blanca paloma, Sai, un chico por demás extraño, siempre con sus sonrisas sínicas y falsas por donde va, un pervertido declarado, de cabello corto y negro igual que sus ojos, de piel clara, muy clara, pálida para ser más exactos, y por ultimo pero no menos importante Sasuke……. Que les puedo decir, es el líder de esos cuatro, los otros no hacen nada sin el consentimiento de este y lo que hacen es por órdenes del mismo Sasuke. Es un chico de cabello y ojos negros como Sai, pero Sasuke tiene el cabello un poco más largo y en punta en la parte de atrás, y sus ojos hipnotizadores, son tan negros que si te le quedas mirando creerás que te perderás en ese par de posos, y que con gusto lo harías, de piel blanca, y suave, y…….
Arggghhhh que estoy diciendo es la persona más petulante, engreída, preocupada de sí misma, orgullosa, altanera, irritable, en fin, la persona más odiosa que conozco, es un grandísimo imbécil, pero a pesar de todo eso… no puede evitar gustarme tanto, porque sí, soy gay y sí que me guste Sasuke un chico de mi misma edad no lo es entonces no se que sea. Me gusta casi desde la primera vez que lo vi, me dije *como una persona puede destilar tanta gracia y sensualidad al mismo tiempo*, pues no se la verdad, lo que si se, es que me encandilo por completo me sentí realmente extraño cuando sus ojos se toparon con los míos, tanto asi, que me toco voltear mi mirada porque si lo seguía viendo sentía que me podría desmayar ahí mismo, que extremo, pero es la verdad.
Pero la realidad me dio en la cara de lleno y no fue para nada agradable, al principio me sentí feliz de que me tocara en su mismo salón, pero al pasar de los días me di cuenta que Sasuke solo es una cara y cuerpo bonito, nada más, de resto es una mala persona que disfruta con el sufrimiento ajeno, y eso, me desmoralizo mucho, y más aun lo hice cuando él y su grupo de imbéciles se empezaron a meter conmigo, que si los miraba, que si hablaba, que si me les atravesaba en su camino, todo, por todo se metían conmigo. Y bueno a base de golpes e insultos aprendí que es mejor no estar en su mismo metro cuadrado, es por mera y simple seguridad.
Realmente debo ser la persona más estúpida y masoquista, porque con todo y lo que se mete conmigo no me lo puedo sacar de mi cabeza y es que quiero convencerme de que es eso, de que solo está metido en mi cabeza, porque si lo descubro en mi corazón, tendría que arrancármelo de tajo porque ahí si siento que desfallecería, y es que no hay que ser adivinos ni nada por el estilo para darse cuenta que Sasuke es heterosexual, he escuchado rumores de lo mujeriego que es, y de las tantas que se ha llevado a la cama además de que tiene hasta club de fans, eso sumándolo el hecho de que nunca se podría fijar en alguien tan……tan.... en alguien como yo, para dejarlo ahí.
El día de clase se acabo más rápido de lo que yo hubiera querido, asi que estaba recogiendo mis cosas para guardarlas en mi mochila, cuando escuche a Suigetsu.
--¿Ey, para dónde vas?, ven con nosotros-- me dijo pasándome su brazo detrás de mi nuca, y obligándome a salir del salón, sin darme tiempo de coger mis cosas, y justo detrás venían los otros tres…. Con sus manos en los bolsillos relajados y tan campantes como si lo que fueran a hacer fuera lo más normal del mundo *aunque para ellos sí lo era*, porque sí, yo ya sabía lo que pretendían, golpearme e insultarme, amedrentarme *como siempre*.