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Mi vida sin ti...Jamas... por EnfasisClown

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Notas del fanfic:

pretendo escribir algo simple no muy elaborado con no mas de tres capitulos.

no se cuanto demore en actualizar asi que tengan paciencia. 

Capítulo I-  Decisión

 

      Sus piernas ya no daban mas, estaba agotado pero aun así no dejaría de correr. Tenía que encontrarlo y asegurarse de que esa noticia fuera tan solo una mala broma. Se negaba a pensar que podría perderlo, así que, no se rendaría aunque los músculos de todo su cuerpo se acalambraran.  El trayecto de por si era muy largo pero no tenía tiempo de pensar en eso. El único sonido que se colaba era el del golpeteo de sus pasos al correr y la agitada respiración producto del cansancio.

 

Cuando por fin logro divisar aquel edificio la ansiedad se apodero de él.

 

-          Hanamichi….- no podía sacarse ese nombre de la cabeza, jamás.

Logro cruzar las puertas automáticas del hospital y fue ahí donde se detuvo ya que se sentía perdido. Donde comenzar a buscar? Se acerco rápidamente hasta un mesón para poder obtener la información que necesitaba pero las palabras no salían, no hasta que lograra normalizar su respiración.

-          Se encuentra bien, joven?- hablo la enfermera tras el mesón- tranquilícese…

-          U…un pelirrojo…- hablo- un chico ingreso…- aun le costaba respirar, hasta sentía un dolor cerca de las costillas que le hizo encorvarse un poco.- Sakuragi Hanamichi…

-          Espere un poco.- busco en la lista de ingresados.- si aquí aparece… esta en el cuarto piso, sala… Ey, espere no corra!

 

Solo se apresuro, pronto estaría a su lado.

 

Los compañeros de equipo y el profesor Ansai junto a su esposa estaban desde muy temprano esperando noticias sobre el pelirrojo. No sabían lo que le había sucedido ni la gravedad del asunto, así que  estaban expectantes a lo que pudiera anunciar el doctor. Unos  zancadas  llamaron la atención de todos por lo que dirigieron sus miradas guiadas por el sonido. Y ahí estaba ese chico que siempre se mostraba inalterable pero esta vez para su sorpresa la preocupación y el miedo estaban latentes en su rostro.

 

-          Rukawa…- susurro Ayako- que haces aquí?- pregunto intrigada.

-          Donde… donde está Hanamichi?- apoyo las manos en sus rodillas para poder recuperarse.- que le paso…

Esto era insólito, quien iba a pensar que el rey del hielo, la persona con la que mas mal se llevaba el pelirrojo, estaría tan preocupado por su estado. Quedaron en silencio asimilando el momento pero la desesperación en la voz y la mirada del moreno los hizo reaccionar.

-          Díganmelo!- la esposa del profesor Ansai se acerco con su armonía habitual.

-          Joven Rukawa, mi esposo esta en sala junto a Sakuragi. Hasta ahora no sabemos nada sobre su estado pero pronto nos informaran. Ven siéntate aquí.- la mujer lo ayudo a tranquilizarse y lo condujo a unos asientos cerca de sus compañeros pero eso no significaría que se quedaría tranquilo ni callado.

-          Quien lo trajo?- miro cada uno de los rostros a su alrededor. Nadie parecía querer hablar, quizás porque la mirada y la voz del moreno les provocaba temor.

-          Sucedió antes del entrenamiento…- hablo Miyagi- al parecer Hanamichi estuvo entrenando desde muy temprano.- hubo un breve silencio- Mitsui fue el que lo encontró desmayado y se encargo de llamar a una ambulancia, al menos eso creemos... El profesor Ansai recibió una llamada del hospital para que viniera y de paso nos dijo a nosotros…

-          Si fue solo un desmayo- dijo Rukawa- hubiera bastado con llevarlo a la enfermería de la escuela…

-          Nosotros no sabemos con exactitud lo que ocurrió pero cuando vimos a Mitsui esta mañana estaba en shock.- el moreno lo miro a los ojos esperando escuchar lo peor- y por mucho que le preguntáramos el no dijo nada…

-          Donde está ahora?- estaba dispuesto a buscarlo y sacarle a patadas, si fuera necesario, todo lo que quería saber.

-           Bueno, veras…- antes que pudiera terminar se escucho un estruendoso grito que provenía desde una de las habitaciones. Fue reconocible para todos pero a la vez desconocido ya que el grito iba cargado de dolor.

 

Ayako solo atino a tapar con sus manos su boca para no soltar unos sollozos, los demás con un rostro compungido permanecían inmóviles y en silencio pero en cambio el moreno trago saliva y un nudo se formo en su pecho. Se levanto con la intención de encontrar al pelirrojo, camino lentamente temiendo lo peor. Tenía un mal presentimiento que abordaba su corazón.

 

Mas gritos de menor intensidad llegaban hasta los oídos de Rukawa asuntándolo como nunca inmovilizándolo pero fue hasta cuando escucho su nombre entre gritos en que pudo reaccionar. Antes que pudiera abalanzarse sobre todas la habitaciones en su búsqueda la figura del profesor Ansai apareció tras unas puertas.

 

-          Rukawa, me alegro que estés aquí, acércate muchacho.- el aludido no lo dudo y a grandes pasos cruzo la puerta de esa habitación.

                                                                               

                                                                          +++++++

 

Flash back

 

Acababa de levantarse con las mismas energías que siempre solía tener. Siempre empezaba su día con mucho optimismo y hoy no sería la excepción. Tenía entrenamiento en un par de horas más pero había decidido llegar con anticipación porque necesitaba practicar más su forma de jugar y así poder sorprender al Kitsune, para que dejara de burlarse de forma de juego.

 

Se apresuro a bañarse, ordenar las cosas necesarias y luego fue a desayunar. Últimamente necesitaba comer más que otras veces, de hecho tenía el doble del apetito normal pero pensaba que quizás se debía a que ahora entrenaba más y gastaba muchas energías. Dio unos cuantos sorbos a su tazón con leche que no fueron de su agrado. Creyó que podría estar en mal estado así que lo dejo. Solo pasaron unos cuantos minutos y unas leves puntadas atacaron su estomago por lo que acaricio su vientre esperando que cedieran.

 

-          Desde ahora tendré que fijarme en la fecha de vencimiento…- puso mala cara.

 

Salió de su casa y corriendo se dirigió hasta Shohoku, era una buena forma de calentar y sin perder tiempo. Disfrutaba del viento que golpeaba su rostro, le ayudaba a aclarar toda clase de pensamiento. Sin duda este resulto ser un buen año para el, la felicidad y el amor por fin habían llegado a su vida por lo que no estaba dispuesto a perderlo tan fácil. Sonreía de vez en cuando recordando varios sucesos y se sonrojaba con otros. Hasta ahora todo era perfecto.

 

Como era de esperar el gimnasio estaba vacío. Miro su reloj y calculo el tiempo en que podría entrenar solo, antes que llegaran los demás.

 

-          Mmm veamos, una hora y media es más que suficiente.

 

Usualmente prefería hacer unas prácticas de tiros pero esta vez pensó que lo mejor era manejar mejor el dribleo, asi que, comenzó a correr con el balón.

 

El solía exigirse mucho como ahora y aunque quedara agotado siempre dejaba guardadas algunas energías extras para desempeñarse mejor en el entrenamiento con el equipo pero esta vez su cuerpo no estaba respondiendo como siempre. Su estomago se contraía de vez en cuando causándole mucho dolor. Pretendía soportarlo después de todo el aun pensaba que era producto de la leche en mal estado.

 

Después de una hora alguien llego.

 

-          Ya me imaginaba que estarías entrenando desde muy temprano. Como estas hoy Sakuragi?- saludo Mitsui, dejo su bolso en las gradas y se acerco hasta el pelirrojo, quien estaba parado inmóvil dándole la espalda- ey! Es que no me escuchaste?- se extraño y sintió un quejido que provenía de su compañero.- estas bien?- susurro al verlo encorvarse con las manos en su estomago.

-          M…Mitsui…- dijo en un hilillo de voz al momento que se volteaba para verlo. Estaba pálido y no se sabía si estaba sudoroso por el entrenamiento o porque realmente estaba mal. Hizo una mueca de dolor cuando sintió su estomago contraerse con más intensidad. Ese definitivamente había sido uno de los dolores más grandes que había sentido en su vida- arggg…

-          Dime que te ocurre?- lo trata de sujetar al verlo tambalear.- tranquilo…-quiso llevarlo hasta las gradas pero en segundo algo comenzó a escurrir por las piernas de su compañero. Mitsui abrió mucho sus ojos.- que rayos…- dijo con temor.

 

Un líquido rojizo brotaba desde su entrepierna asustando a ambos chicos. El cuerpo de Hanamichi comenzó a temblar y el miedo lo embargo. De a poco perdía la conciencia producto del dolor y su compañero a penas pudo sostenerlo debido a su peso, así que lo recostó en el piso.

 

-          Sakuragi respóndeme!!! Mantente despierto!- no sabía qué hacer y estaba perdiendo la calma. la sangre no paraba y se había formado ya un pequeño charco- NO TE MUERAS ME ESCUCHASTE!!!- salió corriendo por ayuda.

 

Trato de buscar ayuda pero en la escuela no había nadie a excepción del portero, quien en ese momento no cumplía con su función ya que no estaba donde correspondía.

 

-          Maldita sea!! Necesito un teléfono…- estaba desesperado y bastante asustado por la condición de su compañero. 

 

Después de lograr llamar una ambulancia esta no tardo en llegar y el pelirrojo pudo ser trasladado de inmediato al hospital. Por supuesto, él lo acompaño y se encargo de avisar al profesor Ansai.

 

-          sus signos vitales no están muy estables…

-          esperemos que logre sobrevivir…

 

Escuchaba hablar a los doctores y sus palabras no eran nada alentadoras. Agarro su cabeza con sus manos y apretó fuertemente sus ojos. No podía dejar de pensar. Había sido un impacto muy grande para él verlo sangrar sin tener ninguna herida superficial que fue  comprobado por los paramédicos.

 

Una voz lo llamaba pero la escuchaba tan lejana. Levanto la vista para encontrarse con los ojos del profesor Ansai.

 

-          Mitsui, Mitsui! Me escuchas?- le movía uno de sus brazos- que ocurrió? Sakuragi está bien? estuvo metido en alguna rencilla?

 

Demasiadas preguntas. Intento mover sus labios pero ningún sonido salió de ellos. Tenía la vista clavada en la nada y luego solo se levanto de su asiento y camino quedadamente alejándose e ignorando a la persona por la cual sentía un gran cariño.

 

Jamás se percato que también estaban sus compañeros de equipo en ese instante.

 

-          Creen que sea grave?- pregunto Ayako algo asustada

-          Iré a ver al doctor que atiende a Sakuragi, ustedes esperen aquí- dijo con voz tranquilizadora.

 

Kaede se había quedado dormido esa mañana así que iba sobre su bicicleta pedaleando a mucha velocidad. No le gustaba perderse los entrenamientos y menos los que se realizaban antes de las clases ya que tenían menos tiempo.

 

Maldecía sus incontrolables ganas de dormir en ese momento.

 

Llevaba cuarenta y cinco minutos de retraso por lo que apenas dejo su bicicleta encadenada corrió a prisa en dirección al gimnasio. A esa hora ya había alumnos revoloteando en el establecimiento rumoreando cosas y como siempre los ignoraba pero esta vez sentía que no debía hacerlo. No supo como describir una molesta sensación en su pecho. Se detuvo y miro a su alrededor intrigado porque habían muchas miradas que se enfocaban a él y no eran esas típicas miradas de admiración sino unas desconcierto y curiosidad.

 

-          El chico pelirrojo ya está mejor?- pregunto un chico que se le acerco.

-          … de que hablas?

-          Es que no lo sabes? Al parecer esta mañana fue llevado hasta el hospital en una ambulancia…

Su respiración se detuvo unos segundos y comenzó a analizar esas palabras.

-          Hospital…

-          Creo que todo el equipo de Básquet esta allá…

 

No alcanzo a escuchar las últimas palabras del chico, el solo corrió con todo lo que podía en busca de ese Do`aho. Ni siquiera necesitaba preguntar en que hospital podría encontrarlo ya que de alguna forma lo sabía.

 

Siempre sabia donde encontrar al amor de su vida.

 

Fin flash back

 

-          Solo tú puedes ayudarlo…-hablo el profesor

El moreno al entrar vio su Hana muy alterado y en posición de defensa sobre su cama. Había enfermeras rodeándole  para poder calmarlo pero este parecía una bestia enfurecida aunque bastante débil.

-          Por favor cálmese solo queremos ayudarlo…- la enfermera tenía una jeringa en su mano.- solo le colocare unos tranquilizantes!

-          No… NO SE ATREVAN A TOCARNOS!- no se había percatado de la presencia del moreno ya que estaba algo ido porque al llegar le tuvieron que suministrar otros calmantes.

-          Hanamichi…

-          Kaede…ya estás aquí…- el moreno se acerco rápidamente y el monito pelirrojo solo atino a refugiarse en el. Pudo percatarse de que su cuerpo estaba frio y bastante tembloroso. Sus ojos ya se cerraban pero debía aguantar un poco- ven recuéstate, yo estaré a tu lado- el era la única solución para que se calmara.

-          Es…escúchame- su voz estaba débil- protégenos… no…no permitas que nos hagan daño… yo confió en ti- el moreno estaba confuso- promételo…-no recibía respuesta- promete que… no dejaras que me lo quiten!

-          Lo prometo.- dijo sin entender del todo. A quien más aparte de él debía proteger? Hanamichi le dedico una sonrisa y fue cuando su cuerpo se relajo. Sus ojos se tornaron blancos desvaneciéndose en los brazos de Kaede. Este por supuesto se asusto.- Hanamichi!- las enfermeras acudieron a él para atenderlo.

 

Su mente estaba en blanco.

 

El doctor que se encargaba del pelirrojo entro a la habitación y se ubico cerca del profesor Ansai. Observo varias hojas que traía consigo.

 

-          Las segundas pruebas llegaron a lo mismo. No hay duda- puso una de sus manos sobre su sien. Miro al profesor- este es un caso único. Este joven lleva en vientre un bebe.

 

Hoy era el día en que Kaede había mostrado más de una emoción en su rostro. “Bebe?” pensó. “Cómo es posible?”

 

El profesor Ansai vio el aturdimiento del moreno y logro darse cuenta, por las reacciones que tuvieron al verse, que esos dos ocultaban algo desde hace mucho. Fue muy extraño que el pelirrojo llamara con tanta insistencia a su supuesto rival.

 

-          Esto es grave, su vida corre peligro…

-          Esta seguro que no hay nada más que hacer, el se rehúsa a…- hablo el profesor que fue interrumpido por el moreno.

-          Podrían explicarme que pasa aquí?

-          Lo siento jovencito pero usted no debería estar aquí así que por favor espere afuera.

-          Creo que él es el más indicado para estar aquí- dijo el profesor. El doctor quiso agregar algo pero no pudo- Sakuragi está experimentando algo inusual, algo que no debería ocurrir su cuerpo.- Kaede espera ansioso una respuesta- en su vientre se alberga un bebe.

 

Ansai le estaba confirmando algo poco creíble. Quedo en silencio tratando de asimilar sus palabras pero por más que quisiera eso era imposible. Miro otra vez el rostro del pelirrojo y recordó sus palabras. Él le pedía que los protegiera…

 

-          Es necesario realizarle un aborto, si esto continua…- hablo el doctor.

-          No…- susurro Kaede- No lo permito- estuvo firme.

-          Esto no es algo que un amigo pueda decidir…

-          No soy su amigo. Soy su novio y…el padre del bebe.- sonaba extraño pero lo dijo. Tanto las enfermeras como el doctor se sorprendieron.- yo no doy mi consentimiento para que le hagan un aborto.- aunque estaba nervioso su semblante estaba imperturbable como era de costumbre.

-          Escúchame- pidió el doctor- el llego con graves síntomas de perdida y si no hacemos algo rápido… ambos moriran.

Eso no podía ser. No estaba dispuesto a perderlo. No después de haberle costado tanto estar a su lado.

-          Entonces…

-          Rukawa, esta es una decisión que solo tú puedes tomar- hablo su profesor.- de ti depende la vida de Sakuragi. El no dio su consentimiento y ahora tú como padre tampoco pero…

-          Se lo prometí.- susurro. Sin estar consiente a sus palabras le prometió algo que no estaba dispuesto a hacer. Su vida era lo más importante para él no la vida de algo que estaba a punto de acabar con Hanamichi.- no hay ninguna posibilidad de….

-          No.- se adelanto el doctor.- la decisión es tuya y debes decírmela ahora.

 

Cuantos años habían pasado desde la última vez que había llorado. Ahora producto del miedo y tristeza sus ojos acuosos derramaban incontrolables lagrimas. Se aferro al cuerpo de Hanamichi mostrando una imagen lastimera que conmovió a todos en la sala. se notaba de lejos el cariño o más bien el amor que sentía por el otro chico.

 

-          Perdóname…- susurro cerca del oído del pelirrojo.

 

Continuara…

Notas finales:

ojala le den una oportinidad a esta historia.

 

Dahlia.


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