Saga regresaba a casa después de pasar toda la noche en el trabajo, su departamento estaba en la parte más alta del edificio, cuando ya habia llegado saco las llaves y para su suerte se cayeron, estaba a punto de recogerlas pero unas blancas manos se le adelantaron y las recogieron, al levantar la viste era nada mas y nada menos que un muchacho de pelo rubio, bastante largo, y de ojos zafiros, era bastante mono, y sus finas facciones le conferían una aspecto como delicado, Saga jamás habia visto algo tan hermoso.
-aquí tiene señor –la voz del joven no era ni aguda ni grave, tenia un tono perfecto que encantaba a Saga como si fuera un hechizo.
-gra-gracias… -le sorprendió la vos tan temblorosa que tenia, al rozar brevemente sus manos sintió el extraño impulso de tocar mas esa calida piel, tan suave.
-de nada –el joven rubio saco sus propias llaves y se metió justamente al departamento de al lado.
Saga tenía deseos de seguir al joven cuyo nombre no conocía, su corazón palpitaba fuertemente en ese pecho fornido.
Se metió rápidamente a su hogar avergonzado de los pensamientos inadecuados, después de todo, el vecino se veía como un estudiante de preparatoria, un menor de edad, y él, él era ya un adulto, un hombre maduro de 23 primaveras, el muchacho rubio debería tener entre 16 o 17 años, se recostó en el sofá y cerro sus ojos de verde esmeralda, lo negaba, no era posible, simplemente no era posible que sintiera atracción por un preparatoriano, y para empeorar su situación, los dos eran hombres, estaba seguro, Saga hasta el momento jamás se habia enamorado de otro hombre, y menos un menor de edad, estuvo con muchas mujeres antes, pero ninguna le habia hecho sentir lo mismo que aquel joven en ese preciso momento, tenia que sacárselo de la cabeza, así que se puso a ver la televisión.
Al día siguiente lo tendría libre… pero a pesar de eso, a pesar de que quería dormir, a pesar de que se lo tenia que sacar de la mente, esos sucios pensamientos que lo invadieron en la noche y no dejaron tranquilo, se levanto temprano y salio con eso de “solo tomaba aire”, para ver al muchacho salir a la escuela, espero unos 10 o 15 minutos cuando al fin el chico rubio salio.
-ara, usted es… –decía el rubio con una radiante sonrisa que hacia que el corazón de Saga se parara o latiera mas rápido- el vecino de ayer.
-soy Saga, ¿tu eres?
-Shaka Hansini.
-perdona, pero, ¿ese apellido no es hindú de pura casualidad?
-si, así es, vengo de la India, lo lamento pero se me hace tarde para la escuela, así que si me con permiso.
El joven llamado Shaka salio corriendo dejando un poco confundido a Saga.
>>Hindú ¿eh?<<.
Saga pació la mirada hacia la calle principal donde encontró a “su” rubio vecino saludando a un muchacho de pelo azul o morado también largo (el cual abrazo a Shaka tan pronto estuvieron cerca) y se metió de nuevo al departamento a tratar de dormir un rato.
Pero como lo sospechaba, solo soñaba con Shaka (estaba muy contento de haber descubierto su nombre) y en posiciones muy… ejem… comprometedora (cada vez mas conforme pasaban los minutos) hasta que su sueño paso a ser un sueño húmedo.
No se podía sacar a ese muchacho de su mente… tenia que hacerlo suyo pronto, antes que el extraño muchacho que vio.
Últimamente salía temprano del departamento, aunque tenía sueño, para ver a Shaka.
Su día libre le llamo un amigo de la infancia, Camus, para que fueran a algún lado, ya que últimamente Saga no salía mucho de casa.
Eran como las 10 de la mañana, cuando habían ido a un restaurante, pasaron cerca de un instituto, Saga volteo de reojo y vio a su rubio amor, con ropas de física: una camisa blanca con el emblema de la escuela pegado en el lado izquierda, un short, y el cabello tan largo que tenia sujeto en una coleta, se veía tan lindo, que a Saga le entraban ganas de entrar y besarlo y…
Antes de que su indecente mente empezara a trabajar Camus le metió un codazo.
-¿Qué pasa Camus? ¿Por qué me pegas así de repente?
-mira, es Aldebarán, nuestro ex compañero de secundaria.
-no puede ser, es verdad, y sigue igual de feo.
Saga y Camus soltaron unas pequeñas carcajadas, y se quedaron viendo a su compañero que ahora era maestro de física, pero eso no era exactamente lo que entretenía a Saga.
-muy bien señoritas, van a brincar la tabla.
La fuerte y grave voz de Aldebarán les llegaba tan fuerte y resonante como si ellos también estuvieran en la clase.
Los chicos (por que todos eran chicos) se formaron por estaturas, Saga identifico al muchacho que vio con Shaka que era el segundo al frente, y a Shaka 4 lugares más atrás, no era más alto que el mismo, pero tampoco era bajito.
El primer chico salto fácilmente las tablas y algunos aplaudieron, las muchachas (de la clase) estaban animando o algo así y otras jugaban algún juego, el siguiente seria el chico ese, a Saga le pareció que a Camus se le cortaba la respiración por un momento, el muchacho corrió pero como que miro hacia las porristas (Saga y Camus estaban justamente detrás de ellas) y luego dio de bruces contra el suelo. Algunos estallaron en carcajadas y algunas niñas gritaron <<Milo-kun>>, y vio a Shaka y a otro muchacho de pelo lila (también largo) ayudarlo a levantarse, Milo se habia hecho un rasguño en la cara y un raspón en la rodilla y tenia un poco de tierra en la cara, brazos y rodillas, además de un poco en la ropa (lo que le daba un aspecto moe) y a Saga le pareció ver que Camus estaba entre preocupado y maravillado y después Milo como que se echo a reír con sus demás compañeros, Saga estaba muy feliz de haberse desviado a ese lugar por que, aunque sea por un breve segundo, vio a Shaka sonreír de una tierna manera.
-que lindo.
Escucho a Camus decir por lo bajo y a Saga le dio la impresión de que no era el único que perseguía a un menor de edad.
-muy bien señoritas, vuelvan a la fila que la clase no acaba, Milly ve a la enfermería.
-¡soy Milo! –grito Milo enojado y sonrojado.
-órale pues Milly –dijo otro muchacho y como consecuencia Milo le dio una patada y salio corriendo, el muchacho hizo ademán de perseguirlo pero Aldebarán se lo impidió.
-quieto Shura, tu sigues.
Después de eso al fin le toco a Shaka que estaba a punto de lograrlo pero también desvió la mirada (a Saga se le detuvo el corazón pues sintió que Shaka lo miraba a él) y tropezó dando también de bruces, solo que Shaka tuvo la mala suerte de dar de cara a las tablas, Camus detuvo a Saga para que no saltara la reja, muchos alumnos se quedaron callados y algunas chicas gritaban de forma preocupada, el chico de pelo lila largo fue el único que se acerco a Shaka (Saga tuvo la extraña impresión de que parecían asustados) al levantarse Shaka estaba levemente sonrojado, y parecía que lloraba y las chicas gritaron a coro <<MOE!!!!!!>>. Shaka se levanto con cuidado y le dijo algo a Aldebarán.
-esta bien, puedes ir a la enfermería.
-¡no manches! –dijo Camus- que te pasa, es un niño.
-¿Qué? –Saga estaba confundido ¿Cómo rayos lo descubrió?, su mas oscuro secreto, Camus apunto a la entrepierna de Saga y al mirar vio… bueno, noto su problema al instante, sin decir nada salio de escena corriendo mientras aun le quedara dignidad (si es que en algún momento tuvo XD ).
Al llegar a casa se deshizo de su problema, solo le faltaba que justamente Camus les dijera a todos que era asalta cunas, pederasta, (aunque no era tan anciano… ¡no era anciano!) y quien sabe cuantas mas cosas.
Se sentía mareado, por una parte al fin habia visto ese rostro de Shaka que vio en su sueño (aunque el imaginaba una razón diferente para su sonrojo *¬*) y por otro su best friend descubrió su mas oscuro secreto.
Se puso algo frió en la cabeza decidido a dormir un poco y descargar estrés descansando un poco.
Fueron minutos o talvez horas, el caso es que escucho unas voces aproximándose, reconoció la del muchacho llamado Milo, una que no conocía y la otra era la de su amor prohibido.
Se asomo un poco y de echo allí los vio, Shaka, Milo y el muchacho de pelo lila largo.
-te lo juro, habría dado lo que fuera por estar ahí –decía Milo entre carcajadas.
-ya cállate Milly –decía Shaka sonrojado, pero esta vez estaba enojado.
-¡no me llamo Milly maldita sea!
-bueno ya basta los dos.
-al menos cuando me caigo me río no como otros que se enojan tanto que lloran y tiñen su piel de rojo.
-¡basta ya Milly!
-¡MI - I - LO!
-ya vamos, ambos, calmados.
A Saga le pareció adorable como Shaka se cruzaba de brazos, inflaba las mejillas y aun sonrojado.
-si, es verdad… -decía Milly… digo Milo un poco divertido y enojado- ya vamos todos a volver a ser amigos.
Entonces Milo abrazo de nuevo a Shaka y junto mejilla con mejilla lo que causo un ataque de celos a Saga.
-vale Mu, solo se la dejare pasar por hoy –Shaka parecía aun sonrojado pero ya no enojado.
-wiiii, al fin, todos amigos, ahora Shaka, si nos dejaras pasar a tu casa para terminar el estupido proyecto de Dohko-sensei.
-vale Milo, pero ya suéltame.
Milo soltó a Shaka y este abrió la puerta de su casa y los 3 amigos entraron al fin departamento.
Saga se percató de que solo Mu se dio cuenta de su presencia, entro de nuevo a su departamento y noto que estaba bastante sucio, pero no le entraban ganas más que de dormir.
A los 25 o 30 minutos escucho el timbre de su puerta, no habia pegado el ojo por culpa de Milo que hacia mucho escándalo en el departamento de al lado.
Salio a ver quien era y su corazón de volvió a detener al ver a su adorado amor frente a su puerta, ya no llevaba el acostumbrado uniforme (con el que siempre lo veía) sino una playera naranja y un pantalón de mezclilla, estaba levemente sonrojado, Saga contuvo el fuerte impulso de besarlo o de hacerlo suyo ahí mismo (terminaría yendo a prisión después).
-¿Qué se te ofrece…? Este… ¿Shaka verdad?
-si, ¿de pura casualidad no tendrá desinfectante?
-s si, creo que tengo por aquí en algún lado, si quieres pasar por un momento, hace un poco de fresco y no seria bueno que te resfriaras.
-s si, gracias.
Shaka paso y a Saga le latía muy rápido el corazón, solo pedía que no tuviera otra vez su pequeño problema.
Entro al cuarto del baño a buscar el desinfectante, ahora recordaba que su departamento estaba hecho un desastre, le dio un poco de vergüenza. Cuando ya habían pasado unos 10 minutos al fin Saga dio con el desinfectante, tenia que darse prisa o Shaka se iría así sin más y quizá ni regresaría.
Abrió rápidamente la puerta y justo un segundo después Shaka cayo a sus brazos tirándole el desinfectante de las manos, con su auto reflejo Saga lo sujeto y terminaron viéndose directo a los ojos, esos esmeraldas se encontró repentinamente con esos hermosos zafiros, sus labios separados por unos cuantos centímetros (a lo mucho 5 cm.) la imagen paso lentamente, Saga corto la distancia incapaz de contenerse, y al fin paso lo que tanto habia anhelado, un beso de Shaka, y para sorpresa de Saga, Shaka correspondió, Saga abrió los ojos por un momento y vio a su vecino con los ojos cerrados, bastante sonrojado, no lo pensó mas y lamió el labio inferior de Shaka, este soltó un gemidito de placer y en eso aprovecho para profundizar el beso, Shaka también se lo correspondía pero antes de algo mas sonó de nuevo el timbre.
-Shaka, Milo dice que morirá desangrado, apresúrate antes que se desmaye o algo.
-s si ya voy.
Shaka escruto con su mirada a Saga, tomo el desinfectante con un gesto de disculpa.
-se lo regresare lo mas pronto que pueda Saga-san.
Y salio corriendo por la puerta tan rápido que no le dio tiempo a Saga para disculparse. Se tiro en el sofá, estaba sonrojado, habia probado al fin un poco de ese fruto prohibido (o sea Shaka) y todavía anhelaba mas, ¿Qué seria lo que Shaka pensaba de él? ¿Existía la posibilidad de que los dos sintieran lo mismo?
Pensando en eso se quedo dormido ahí mismo en el sofá, soñaba últimamente con Shaka, pero recientemente sus sueños eran más extraños.
El sonido del timbre lo despertó, se fijo en el reloj, pasaban de las 9, salio a ver quien era pero solo encontró una botella de desinfectante con una nota.
“gracias por prestármela, y también lo lamento. Shaka”.
Después de leer eso se deprimió, tal vez el chico solo quería parecer educado, o simplemente se dejo llevar, las hormonas normalmente controlaban la mente de los jóvenes… decidió acostarse de una vez, mañana el trabajo lo traería muy atareado.
Su sueño fue extraño; vestía traje y a su lado iba Shaka, sujeto muy fuerte de su brazo <<te amo Saga san>> decía mientras caminaban, su corazón latía a mil por hora, Shaka se poso justo enfrente y se aferro a Saga <<deseo que seamos uno… una vez mas>> Shaka, con una cara tan linda y sonrojada beso a Saga, se comenzaba a quitar el abrigo y Saga le ayudaba, estaba impaciente, Shaka no paraba de repetir su nombre… pero entonces todo se detuvo, Shaka corría de repente por un extraño pasillo. <<Aguarda>>… <<lo lamento Saga san>>… otra figura se acercaba, justamente por el pasillo en el que el rubio se habia esfumado, una figura mas alta y fornida, de cabello también largo… <<no puedo creerlo Saga, y con otro hombre… y para empeorar la situación un niño>>
-Camus no es lo que crees, es solo que…
<<un niño, ¿te das cuenta? Esto es insano Saga, iras a prisión>>
-lo se… pero no puedo controlarme… LO AMO…
Abrió los ojos de repente, estaba en su cama cubierto de sudor, la alarma del despertador no paraba de sonar, <<un sueño, no fue mas que un extraño sueño>>
Se levanto y se ducho, no se podía permitir más retazos, se fijo en el reloj de la pared, a estas horas regularmente Shaka se marchaba a la escuela, si es que no se hubiese ido ya para evitarlo…
“lo lamento. Shaka”, ¿Qué quería decir eso? ¿Acaso se habia mudado a otro lado? ¿Lo habia denunciado a la policía?
Al salir (aún preocupado) encontró a su vecino cerrando la puerta de su casa.
-buenos días –dijo Saga y el joven hindú dio un respingo y tiro las llaves, esta vez Saga fue quien las recogió- aquí tienes.
-gra gracias… buenos días…
Los dos caminaron en silencio, no se podían zanjar de la situación, tanto uno como otro estaban retrasados como para ceder lugar, y además ambos eran orgullosos, tomaron el elevador juntos sin siquiera hablar nada.
Pero fue Saga el que se armo de valor y hablarle a su rubio amor.
-lamento lo de ayer.
-n no fue nada.
-lo hice sin pensar… veras…
-si, no se preocupe por favor, no es el primero y le aseguro que tampoco el ultimo.
Saga miro a su vecino de reojo, impresionado, ¿no era el primero en robarle un beso?
-y bien, ¿Cuál es su excusa?...
-¿excusa?
-si, ya me han dado muchas… “te pareces a mi ex novia, ex esposa, parecías tan adorable, creía que eras mujer, actué sin pensar, me recordaste de repente a alguien, mi cuerpo se movió solo, tengo problemas en los nervios, no me fije, fue un accidente, no fue culpa mía, tu empezaste, de hecho tu lo hiciste, parecía que lo deseabas”… esas son las mas fre… cuen… tes… ¿Qué pasa?
-estoy un poco sorprendido –y vaya que si, eran demasiadas Y LAS MAS FRECUENTES, se sentía muy mal, mareado- ¿así que te besan mucho? –Saga no pudo reprimirse el preguntarlo- Shaka
-no es que sea mucho, pero pasa, la verdad es que mi amigo Mu ya lo venia venir, dijo que le dabas un mal presentimiento.
-oh… dijiste ex esposa…
-si, un maestro de secundaria, en ese entonces yo tenía 14 y él unos… talvez 30 y algo –Saga sudo la gota gorda- yo estaba un poco azorado, pero era bastante inocente, pero después… –Shaka hablaba con una voz fría que Saga jamás le habia oído, parecía distante, como si hablara de una película aburrida o muy mala-… al ver que como no hacia nada, me acosaba un poco, me canse y lo denuncie, yo era… aun soy…un alumno esplendido, así que no dudaron de mi, quizá ese bastardo siga en prisión.
-oh… entonces él…
-la verdad no es que me importe mucho, pero ya me eh acostumbrado un poco, a veces hasta pienso que es para lo que nací.
-¿y solo te han besado hombres? –no pudo evitar preguntar de nuevo, eso era algo vital, el elevador ya habia llegado hasta abajo.
-no.
Shaka salio de una manera majestuosa que impacto a Saga, se sentía muy mal, un maldito pedofilo. Se quedo ahí parado como idiota hasta que un toser de una anciana lo saco de su ensimismamiento y salio disparado a la salida, encontró a Shaka en la otra calle hablando con Milo, tenia el entrecejo fruncido, quizá Saga lo habia molestado, quizá en vez de mejorar la situación la empeoro. Por un breve segundo se pregunto si el muchacho ya no seria virgen, quien mas se habría atrevido a besarlo, ¿a todos les correspondía?, eso era lo que principalmente le había dado alas a Saga.
Pero no habia tiempo para pensar en eso, se le hacia tarde. Siguió a los muchachos unos pasos atrás ya que él también tenia que tomar el metro. Milo hablaba muy animadamente con Shaka mientras esperaban el metro.
-…Y después de ir a ese lugar al que siempre voy regrese a casa y que me lo vuelvo a encontrar, es tan…
-después me cuentas Milo, hay viene el tren.
Saga, Shaka y Milo subieron al tren con muchas personas más, el metro estaba un poco mas lleno de lo normal, casi todos los asientos estaban ocupados, Saga diviso un asiento y fue directo a sentarse, estaba un poco perturbado, y solo mirar a Shaka le hacia sentir mas perturbación (y como no verlo si lo tenia justamente al frente suyo).
Milo y Shaka platicaban en voz tan baja que parecía que susurraban así que no podía oír lo que se hablaban, pero hubo otra parada y subió mas gente, entre ella una anciana y Shaka cedió su lugar. Y en otra estación subió aún más gente y el tren se iba abarrotado, Saga trataba de divisar a Shaka o a su amigo entre la multitud, pero antes de localizarlo el tren viro violentamente y de sentón, cayo en sus piernas nada más y nada menos que Shaka, justamente sentado tan cerca suyo, que la punta de su nariz toco suavemente el cuello del rubio que se estremeció un poco ante esa sensación, y Saga lo sintió en sus piernas y pecho, el calor de Shaka, quería sentirlo un poco mas pero en el ultimo segundo se aguanto las ganas de abrazarlo y besar su cuello, nadie los vio pues la luz se habia ido momentáneamente.
Saga tenía pánico, otra vez su “pequeño” problema, Shaka se levanto rápidamente (probablemente al sentirlo) y pidió disculpas sin saber exactamente a quien hasta que la luz volvió y el tren continuo su trayecto, Shaka miro incrédulo a Saga quien se tapo con su portafolios, y solo con los labios circulo la palabra “¿Tú?”, vio como el rubio se sonrojaba un poco nuevamente y se daba la vuelta y avanzaba entre la gente.
No podía creerlo, parece que su joven vecino lo odiaba y no podía preguntarle, para colmo sucedió una vez más su problema y Shaka lo sabía, lo sintió, se moría de la vergüenza, pensaba en Aldebarán para liberar la presión.
-- Damas y caballeros lamentamos los problemas sucedidos recientemente. Nuestras más sinceras disculpas –
Algunas personas se quejaron por no avisar con tiempo lo ocurrido, pues algunas cayeron repentinamente, Saga también deseo saberlo, así se hubiera preparado mentalmente, jamás pensó estar agradecido con su fastidioso compañero de secundaria Aldebarán, aquel con quien siempre se peleaba, pero gracias a él su problema desapareció, y trato de pensar solo en Aldebarán para no tener que pensar en Shaka. En la siguiente estación bajo, para caminar al trabajo (aunque quedara aun lejos) o coger un taxi, ya que en esa estación se bajo demasiada gente y no quería mirar a Shaka en ese momento, estaba demasiado avergonzado de si mismo.
Y lo habia decidido ya de una vez, por su bien y el del chico se olvidaría definitivamente de él, de ese amor insano que sentía, después del trabajo iría a un bar o algo para buscar a alguien mas.