El psiquiátrico por Tiopisitha

Tic..Tac..Tic.. Tac..

El sonido del reloj era el único sonido que se escuchaba en aquella habitación con barrotes y que solo tenía una litera con sábanas grisáceas. Pero la habitación no estaba vacía, aquella litera estaba ocupada, con una persona entre las tantas de aquel lugar, no era nadie que importase mucho realmente, solo era un chico común y corriente; o al menos eso trataban que fuera, tarea bastante inútil.

De repente el silencio acabó. “Él vendrá...él vendrá…él vendrá...” Aquel chico pronunciaba aquello una y otra vez como si de un mantra se tratase. “Él vendrá..él vendrá..” Seguía repitiendo entre sueños, todas las noches era lo mismo, era como si todo estuviera planeado, exactamente a las 3:00 AM comenzaba a decir aquello, y no dejaba de decirlo hasta una hora después, donde el silencio se hacía de nuevo dejando escuchar el sonido del reloj solamente.

Tic..Tac.. Tic.. Tac..

“¿Quién eres? ¿Te conozco?” Un chico estaba teniendo un sueño en otra habitación, completamente diferente, pero de un momento a otro despertó. “Joder..Otra vez ese sueño..” Maldijo el chico mientras se sentaba en su enorme cama y se tallaba la cara.

Ya tenía un mes soñando aquello, pero…¿Era un sueño o una pesadilla? No estaba muy seguro, pero algo le carcomía por dentro cada vez que tenía ese sueño, era algo de todos los días, siempre, a las 3:00 AM comenzaba aquel sueño, y 10 minutos después terminaba, despertándose agitadamente en su cama, él solo.

Su nombre era Choi Seung Hyun, hacía un año se había graduado de la universidad y ahora tenía un empleo promedio en una empresa de gran Seúl, con un sueldo normal, lo que indicaba un vida normal, o eso era lo que él creía. Era bastante atractivo, tenía un cuerpo bien formado, era pelinegro y media un poco más de 5 pies de altura, era casi el prototipo de hombre ideal.

Tic.. Tac.. Tic.. Tac..

“¡Hora de despertar pedazos de escoria humana! ¡Tenemos una visita!.” Los gritos despertaron a un pelirosa que yacía en su pequeña cama.

Un sujeto se paseaba por el pasillo mientras miraba a las personas que había dentro de las habitaciones.

Jiyong un chico excéntrico internado hacía un mes en un psiquiátrico debido a sus problemas mentales, ya que no podía diferenciar cual era la realidad y cuáles eran los sueños, acababa de levantarse, sus cabellos rosa eran algo exótico de mirar ya que no estaba teñido, en realidad ese era su color de cabello natural, y acompañado de sus finas facciones le hacían ver andrógino.

“A él.” Una voz dijo cuando se detuvo enfrente de la puerta del peli rosa.

“Entendido.” Contestó un un sujeto con ropa de guardia de seguridad antes de abrir la puerta de Jiyong. En realidad el chico desde que había sido internado ahí no había salido. Le daban una cubeta de agua,una esponja cada fin de semana, un poco de pan y agua cada tres días. Mientras lo drogaban con un montón de pastillas extrañas. “Ven aquí.” Dijo el guardia mientras jalaba a Jiyong del brazo y lo arrastraba a un baño. “Date una ducha, y que sea rápido o te irá mal.” Escupió el hombre.

Jiyong estaba confundido pero aun así obedeció, después de todo el guardia no parecía bromear con respecto a como le iría.

“Son 1000,00 Wons.” Dijo el guardia al sujeto de unos 40 años quien solo saco su billetera y le pagó al hombre.

Cuando Jiyong salió de la ducha el guardia lo arrastró a una habitación un poco más amplia y limpia que en la que había estado todo ese mes. El chico no tuvo oportunidad de reaccionar cuando el sujeto medio canoso lo tumbó sobre la cama.

“¿Q-Qué hace?” Dijo aterrorizado.

“Cállate puta.” Contestó el hombre mientras abofeteaba el rostro fino de Jiyong.

“N-No…” Se quejó el peli rosa mientras el cuarentón le arrancaba la ropa. “P-Por favor..pare..” Dijo antes de recibir otra bofetada.

“¡Que te calles!” Gritó el sujeto furioso asustando más a Ji quien comenzó a gimotear. “Maldita puta.” Escupió el hombre mientras se desabrochaba el cinturón y ponía en cuatro a Jiyong. “P-Pare..” Le rogó el pelirosado.

Entonces sintió como el cuero de aquel cinturón golpeaba sus nalgas haciendo que dejara escapar un grito de dolor y que comenzara a llorar de inmediato. “N-No siga…me duele..¡Ah!” Gritó, volviendo a sentir otro golpe, entre más lloraba y gritaba mas golpes venían, uno tras otro, y no solo en sus nalgas, también en su espalda, y piernas, así estuvo el hombre hasta que las lágrimas del menor dejaron de salir y no gritaba más.

“¿Has aprendido tu lección putita?” Dijo el hombre,  Jiyong no contestó, estaba aterrorizado, no quería recibir más golpes. “¡Contestame cuando te hablo!” Grito dándole otro golpe.

“Si aprendí..lo hice..no más..” Susurro Jiyong débilmente.

“Más te vale.” Dijo el sujeto mientras se desabrochaba el cinturón. “Ahora ven, chúpamela.” Le exigió dejando al descubierto su polla. El menor no sabia que hacer, él nunca había hecho eso en su vida, y no quería hacerlo.

“Que la chupes, o te juro que volveré a golpearte y esta vez hasta que te desmayes.” Jiyong se asustó al escuchar aquello y se acercó rápidamente al hombre, tomando el miembro entre sus manos, tragó saliva un momento, sintiendo como el sujeto empujaba su cabeza para que se la chupara de una vez.

El menor abrió la boca y de inmediato el hombre lo forzó a moverse, sentía arcadas cada vez que la polla le chocaba contra la garganta, no tuvo que esperar mucho tiempo cuando el sujeto se corrió en su boca, Ji sintió nauseás y escupió el semen al suelo, ganándose una bófetada.

“Eres una puta, he pagado por ti, y lo menos que puedes hacer después de esa asquerosa felación es tragártelo.” Le insultó.

Jiyong solo quería salir de ahí, ya no podía estar más con ese  horrible hombre desconocido.

“Tsk.” Escupió el cuarentón. “Espero que tu culo se sienta bien por lo que he pagado por ti.” Dijo empujando a Ji contra la cama con las rodillas en el piso y el pecho en la cama, dejando su entrada totalmente expuesta.

“¡N-No!” Grito Jiyong tratando de zafarse de su destino pero él hombre le tenéa agarrado, el pelirosa pudo sentir como algo grande y duro tocaba su entrada por fuera haciendo que se tensara.

Esto no podía pasarle a él, todo era un sueño, si, todo era un sueño, esto no le estaba pasando, solo era una más de sus falsas realidades, eso era lo que en realidad era, se decía a sí mismo, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la polla del hombre le penetro sin delicadeza alguna.

“¡A-Ahhhh!” Gritó de dolor al haber sido desvirgado de aquella manera.

“Dios…así que eras virgen ¿Eh putita?” Dijo el hombre de una manera que Jiyong consideró lo mas asqueroso del mundo, el sujeto le había penetrado y no se molestó en esperar a que se acostumbrara, comenzó a moverse a un ritmo acelerado, Ji podía sentir como algo caliente salía de su entrada y se deslizaba por sus piernas.

“D-Duele..pare…aggh..” Se quejó Jiyong inútilmente pues parecía que el hombre sólo aumentaba el ritmo.

“Joder..tu sangre ayuda a que mi polla se deslice més rápido..¿No te encanta putita?” Dijo el hombre en éxtasis total mientras Jiyong gimoteaba de dolor.

Ji estaba completamente aturdido por el dolor, cuando sintió como algo caliente le llenaba el interior haciéndole gritar por el ardor de su lastimado recto.

“Eso estuvo bien pequeña puta.” Dijo el hombre arreglándose y saliendo.

***

Seunghyun caminaba a su trabajo, entró como siempre, pero algo parecía distinto, no había ninguna de las oficinistas, tal vez había llegado muy temprano se dijo a sí mismo y siguió caminando. Pero cuando abrió la puerta donde él y los demás diseñadores técnicos trabajaban se encontró con algo aterrador.

Cadáveres, y no uno ni tres, todo el edificio..todos los trabajadores…todos muertos y apilados en varios montones, como si alguien los hubiera puesto ahí, entonces volteó había rastros de sangre.

“¿Cómo no los vio al llegar?”

Pero no era eso solamente, miro sus manos, su ropa…estaba ensangrentado completamente, y esa no era su sangre.