Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eres mío por Yukio x Rin-Cest

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

Scorpius miró a través del gran ventanal hallado en uno de los pasillos de Hogwarts, deteniendo ahí mismo sus pasos. Magos y brujas pasaban a su lado sin siquiera mirar en su dirección, como si en realidad no hubiese nada ahí.

Odiaba mentirle a Albus, pero tenía que mirarlo con sus propios ojos.

El rubio Malfoy recordaba como salió del aula de su padre, se dirigió a las mazmorras y, al no ver por ahí a Albus, tomó prestada la capa de invisibilidad antes de viajar 4 años más en el futuro, cayendo en otra posible realidad.

Soltó un suspiro bajo, antes de reanudar su caminata al comedor.

Su avance era completamente silencioso, pero al doblar en uno de los corredores su corazón pareció dejar de latir al observar a alguien quien le resultó demasiado familiar.

— ¿Abuelo?—murmuró para sí, incrédulo.

“No puede ser… ¿Regresé demasiado tiempo?”

El joven Malfoy parecía estar al borde de un colapso. A unos cuantos metros un joven de unos 17 años, alto, de cabellos negros, piel blanca y unos llamativos ojos color cielo, parecía estar distraído.

Aquel joven era la viva imagen de James Potter.

Ambos chicos estaban quietos, ninguno pareció tomar atención a su alrededor, hasta que otro joven con bufanda amarilla propia de Hufflepuff, pasaba al lado del moreno solo para empujarlo.

— ¿Qué te pasa, Malfoy? —Cuestionó lleno de burla el chico— ¿Sigues molesto por la muerte de tu hermano?

Scorpius miró la escena con cierta sorpresa, ¿Malfoy? Tenía que ser una broma.

—Cállate, Weasley… ¿O quieres que te recuerde cuáles son tus orígenes?

El chico era un poco más alto que Malfoy, probablemente tendría 18 o más, cabello castaño claro, ojos azul cielo y piel ligeramente pecosa. Su nombre era Hugo Weasley.

­—Tu madre no planeaba tenerte, ¿quieres escuchar más?—gruñó molesto el pelinegro al no ver respuesta por parte del mayor.

El chico Weasley torció el gesto.

—No tienes derecho a decir nada, bastardo…—murmuró entre dientes

—Lo mismo para ti, imbécil—contestó Malfoy

Scorpius dio un paso en dirección del azabache al ver como el castaño apretaba los puños, sin embargo alguien más se le adelanto cuando Weasley planeaba lanzar un golpe. Un chico más alto que ambos se interpuso entre ambos al ver el puño de Hugo ir en dirección a la cara del menor. Sus ojos eran color avellana, mientras que su cabello azulado, con tonos marrones en algunas partes, contrastaban con su piel pálida. Su mirada parecía echar chispas.

—Lárgate—fue lo único que dijo a Weasley, este solo se zafó del agarre y miró con odio al azabache— ¿No escuchaste Hugo?—cuestionó

El castaño no respondió, dio media vuelta y les dejó ahí mientras murmuraba varios insultos. Algunos estudiantes que se habían reunido al ver la pequeña discusión comenzaron a irse también.

El de cabellos azulados miró al menor de reojo.

— ¿Estás bien, James?

Nuevamente Scorpius no entendía qué pasaba. Reconocía al chico, había visto una foto de un bebe con esas mismas características años atrás.

Ese chico no podía ser otro que Teddy Lupin.

James ni siquiera miró a Teddy, parecía seguir bastante irritado. Teddy suspiró para luego sonreír imperceptiblemente. No le causaba gracia lo ocurrido, pero tenía que relajarse si quería alegrar a James. Lo tomó de la muñeca, y comenzó a caminar en dirección a Scorpius, quien continuaba observándolos.

Cuando ambos chicos pasaron a su lado el mayor comentó.

—Ven…

El rubio quedó estático, ¡¿cómo es que lo había visto?!

A duras penas despegó los pies del suelo, debido al asombro. Pero cuando finalmente dio media vuelta, y volvió a verlos, apresuró sus pasos para alcanzarlos. Doblaron por pasillos, subieron escaleras y antes de notarlo Scorpius ya sabía a dónde se dirigían.

 ­—La sala de menesteres—murmuró

No había nadie más que ellos tres en ese pasillo, por lo que Teddy no dudó en responderle…

­—Así que eras tú, Scorp.

James no parecía demasiado sorprendido, cosa que alteró un poco al rubio. Una vez que se abrió ante ellos la puerta de la esperada sala, Teddy se giró hacia Scorp.

— Ya puedes quitártela.

El chico asintió mientras que bajaba una parte de la capa, descubriendo su rostro. Los tres entraron a la sala de menesteres, encontrando una pequeña sala de estar. Ninguno hablaba. James se alejó de ellos un poco, dirigiéndose a un sofá, donde, en un brazo de este, descansaba un libro. Se sentó y comenzó a leer, ignorándoles olímpicamente.

Scorpius miraba sus acciones con verdadero interés, la risa de Teddy le hizo voltear a verlo. El de cabellos azulados sonreía ligeramente cuando dijo:

—No lo mires de esa forma, o realmente me pondré celoso

El rubio estaba demasiado sorprendido por la declaración que no fue capaz de mirar de nuevo a James y encontrarlo completamente sonrojado. “Idiota” pensó James avergonzado. Teddy le indicó a Scorpius que tomara asiento, cosa que el chico hizo.

— ¿Cómo es que supiste que yo…?—preguntó aun sin entender como le habían descubierto de ese modo.

—James solo miraba hacia tu dirección— contestaba el chico— se alteró luego de verte, eso es seguro… —Le dedicó una mirada al moreno— Él realmente no es así de irritable, suele ser más tranquilo. Aunque… ­—regresó su mirada a Scorpius— En realidad no sabía si estabas ahí o no.

—Pudiste haber quedado como un idiota todavía más grande—le reprochó James desde su asiento, continuó con su lectura como si no hubiese interrumpido

—Bueno, nada costaba intentarlo—Teddy sonrió un poco

Nuevamente se formó el silencio.

Scorpius bajó la mirada, concentrándose en sus pensamientos. Por lo que acababa de decir Teddy, James era capaz de ver a través de la capa. Ese hecho era por sí solo realmente sorprendente.

El menor sentía como una mirada le taladraba la cabeza, miró de reojo a James, pero este continuaba tranquilo en su lectura. Miró esta vez a Teddy, este parecía estar estudiando sus acciones al igual que él lo había estado haciendo con James.

—En verdad tú no eres Scorpius, ¿o sí?

—Lo soy…

—No puedes serlo—habló esta vez James, Scorpius lo miró con cierto enfado, ¿qué era esa reacción?— Mi hermano no saldría de casa, ni estaría andando por los pasillos con la capa de invisibilidad a plena luz del día, ni tampoco estaría tan tranquilo como tú lo estás… No podría hacerlo.

— ¿Por qué no podría hacerlo? —cuestionó con cierta brusquedad Scorpius

—Porque no es el mismo desde que Albus murió—respondió Teddy, serio.

La mirada de James cambió en un instante, parecía demasiado abatido. El rubio, por su parte, miró al peli-azul con asombro.

—Albus… ¿Albus murió?

Ante tal noticia Scorpius solo miró a James con asombro, pero al mismo tiempo, su mirada parecía decir “Dime que no es cierto”. James miraba atentamente los ojos del rubio, sin saber si odiarlo por hacerle pensar en Albus de nuevo, o asombrarse por la ignorancia del chico.

La expresión de los ojos de James cambió repentinamente luego de unos segundos. Parecía realmente sorprendido... Teddy lo notó instantáneamente.

—James—lo llamó, Scorpius continuaba mirándolo con cierto dolor.

Teddy se levantó de su asiento para luego dirigirse a donde el chico de cabello negro. Puso una mano en su hombro cuando estuvo cerca, haciendo que el chico desviara su atención de Scorpius. El oji-azul apretó los puños.

—Malditos Weasley…—murmuró lleno de odio James, sorprendiendo a Teddy.

¿Qué es lo que había encontrado en la mente de Scorpius?

—James—volvió a llamarlo, en un intento de saber qué pasaba.

—Yo... Vengo de otro tiempo—explicó el rubio, al entender la confusión de Teddy, este le miró con atención— Mi nombre es Scorpius Lucius Malfoy Potter, tengo 19 años, y soy el hijo mayor de Draco Malfoy y Harry Potter, tengo un hermano de 18 años, llamado Albus Severus Malfoy Potter. Ambos… tenemos una relación. Nuestro padre, Harry, murió cuando yo tenía dos años… Murió por proteger a Albus.

Teddy miró a su amigo con preocupación, ¿sería eso lo que encontró? James apretó los puños con fuerza, más de la necesaria. Teddy estaba realmente asombrado.

—Espera, espera… ¿Qué fue lo que pasó?

—Ronald Weasley se declaró culpable, pero él no fue el que asesinó a papá…

—Fue la comadreja—gruñó el azabache, mirando finalmente a Teddy— Ella realmente mató a Harry Potter, incluso en otra línea de tiempo… ¡Ella realmente lo asesinó!

Fue entonces que Teddy comprendió totalmente la furia del azabache Malfoy. La historia que contaba Scorpius no era demasiado diferente de lo que era su pasado.

— Lo mató Ginnevra Weasley… —continuó Scorpius, Teddy lo miró de reojo mientras que se concentraba también en las acciones de James— Cuando cumplimos 12 años Albus comenzó a culparse de la muerte de papá, por lo que fue difícil para padre y para mi hacerlo entender que no fue su culpa. Hace algunos meses tía Hermione nos pidió un favor a Albus y a mí…

James tuvo que admitir que ese momento fue uno de los pocos en los que había visto a Scorpius Malfoy realmente alterado. El chico rubio parecía ponerse más y más exasperado conforme narraba lo sucedido.

—Viajamos al pasado, e impedimos que asistiera al baile con Viktor como pidió, pero igual aclaró que quería ir con nuestro padre… No fue difícil movernos ni lograr nuestro objetivo, sin embargo Albus continúa creyendo que yo me acosté con una de las gemelas, ¡eso no es verdad! Y todo fue más difícil cuando regresamos, Rose comenzó a culparnos del divorcio de sus padres, y de que Ron estuviera en Azkaban… Entonces volvimos a cambiar las cosas para arreglarlo, pero nada funcionaba…

Repentinamente Scorpius se quedó en silencio, parecía demasiado estresado. Ambos chicos se le acercaron, y, ante todo pronóstico, James abrazó al rubio con cariño.

—Lo lamento, Scorp…

El corazón del chico dio un vuelco. Le regresó el abrazo a su hermano, sintiéndose, por primera vez en mucho tiempo, comprendido y apoyado. Era la primera vez que hablaba del tema con alguien que no fuera Albus.

—Pero eso no es todo, ¿verdad?—comentó Teddy, adivinando que no era el estrés lo que hizo que Scorpius se quedara en silencio.

El chico se alejó lentamente de James.

—No, aún falta un detalle…—contestó

James le dedicó una mirada de reproche al peli-azul. “Lo lamento, pero yo no puedo revisar la mente de las personas…” ese fue el pensamiento que resonó en la cabeza del hijo de Licántropo. “

—Cuando regresamos… ­—Malfoy dudó

—Puedes confiar en nosotros, Scorp—sonrió Teddy

—Haremos lo que esté en nuestras manos para ayudarles…—confesó James

“Lo sé” pensó sin notarlo el joven.

—Cuando regresamos a casa, todo era un desastre. Padre estaba hecho una furia porque desaparecimos de manera repentina, pero el flujo del tiempo fue diferente. Pasamos alrededor de dos meses fuera, pero en nuestra realidad fueron apenas dos semanas. Pero eso no es lo que me preocupó… —El chico recobró su seriedad de manera repentina— Tan pronto como se anunció que Albus y yo estábamos en casa de nuevo, Rosebud Weasley fue a buscarme a mi directamente.

Teddy pareció ponerse ansioso, ¿otra Weasley metida en el asunto?

—No sé cómo lo hizo, pero se enteró de que Albus y yo tenemos una relación más allá de hermanos, y que si no dejaba de infectar a Albus ella misma nos exterminaría.

Ambos chicos parecieron sorprendidos, Teddy mucho más. “Pero ¿qué demonios? ¿Esos Weasley tendrán un fallo verdaderamente grande en los genes?” pensaba algo alarmado el joven de cabellos azulados.

—No contaba con que Albus escuchó toda nuestra conversación… Ni tampoco pensé que se enojaría y perdería los estribos a una velocidad demasiado rápida ­—Scorp se pasó una mano por el cabello, en un intento de relajarse— Albus sacó la varita e intento atacar a Rose, pero ella...

—Un arma muggle—explicó James “Esa fue la primera vez que ellos vieron una directamente” pensó al recordar todo lo que Scorpius tenía almacenado entre sus pensamientos…

—Tienes que estar bromeando—respondió de inmediato Teddy, pude que la magia fuera poderosa, pero si no eras lo suficientemente rápido…

—Fue por eso que Albus y yo huimos al pasado de nuevo, yo… Realmente no puedo aceptarlo, no puedo dejar que él muera.

—Eso es realmente dulce de tu parte, Scorpius…

Uno de los tres chicos tembló al escuchar esa voz. Teddy parecía avergonzado, mientras que Scorpius miraba en la dirección de aquella voz que conocía muy bien.

—A-Albus… ¿tú?...

—La encontraste… —musitó James en voz baja, antes de dirigirle una mirada a Teddy— ¡Tú realmente tenías la piedra de la resurrección!

—Lo lamento—se disculpó con sinceridad el chico, si no fuera porque su no-novio estaba aún en shock habría apostado que sus ojos habrían echado chispas de manera totalmente literal.

James Sirius Malfoy Potter era de temer, en realidad.

“Pero si Albus está aquí…” pensó Teddy

—No es el único chico con una capa de invisibilidad, Lupin.

A un lado de Albus, luego de deshacerse de la mencionada capa, se reveló la cabeza rubia de Scorpius Lucius Malfoy Potter, el “real”.

— ¿Cómo es que no pude notarte?—cuestionó James sin mirarlo siquiera.

—Oclumancia—contestó el otro rubio, quien había estado todo ese tiempo hablando con Teddy y James.

—Aprendes rápido, ¿no?—sonrió el chico rubio

—Son idénticos en muchos sentidos—murmuró Teddy

—Eso no es lo importante ahora—contestó Scorpius, Albus, a su lado, le miró como si deseara regañarlo— Tú, visitante— el otro rubio le miró con la ceja alzada “Realmente somos la misma persona, ¿eh?” pensó algo alegrado por ello, sonrió ligeramente— Si es verdad que Rose hizo algo como eso, no puedo dejar que te vayas rápido.

El chico se puso algo nervioso, si tardaba demasiado Albus notaría su ausencia de inmediato. James entendió esa idea, pero igualmente adivinó los planes de su hermano menor.

—No planea retenerte más del tiempo necesario, no te preocupes por eso—expresó James mientras que Teddy le miraba con curiosidad, el azabache mayor le dedicó una mirada asesina.

—No puedo enseñarte todo lo que debes saber en tan poco tiempo—expresó Scorpius con seriedad, mirando a su copia con atención— Pero te ayudaré a proteger a Albus, lo juro.

Aquella seguridad en el chico rubio le inspiró tranquilidad a Albus. Era una lástima estar muerto, realmente apestaba. Pero, si aún muerto podía seguir estando cerca de Scorpius, quizás no era tan malo.

“Y de este modo finalmente mis pensamientos están a salvo” pensó sonriendo un poco, miró al otro Scorpius con cariño “Mi otro yo es realmente un suertudo, o debería decir…” miró a SU Scorpius “Ambos somos realmente afortunados de tener a estos chicos, ¿verdad?”

Plata con plata chocaron, no con brusquedad, sino más bien siendo ambas miradas llenas de seguridad. Una determinación completa nació en ambos. Uno ayudaría a su igual a salvar lo más preciado, mientras que el otro estaba totalmente seguro de que haría hasta lo imposible por salvar la vida de la persona que amaba.

“Aunque muera para conseguirlo” pensó.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).