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El código secreto por KyoYuy

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Notas del fanfic:

Es un Kaisoo o KaDi, vamos un Kai x D.O. o un Jongin x Kyungsoo como le queráis llamar; es que estos dos tienen un algo que no sé, me encanta; bueno espero que os guste tanto como a mi escribirlo. Aunque no me convenció mucho. Su nombre alternativo es "¿Tienes miedo?"

“Tienes miedo?”
 
Una sonrisa podría relajar a cualquiera, o hacerle por lo menos sentirse más tranquilo; pero en aquel caso no era así.
 
“Tienes miedo?”
 
Aquella pregunta, siempre una y otra vez, como si la respuesta que se iba a dar fuese a ser diferente; pero no lo era; porque jamás respondía.
 
Tenía el corazón acelerado y los pelillos del brazo erizados; sabía que no iba a hacer nada bueno; jamás hacía cosas buenas cuando estaba a su lado; pero no podía negarse.
 
Sólo se dejaba llevar; cerraba los ojos y tomaba su mano mientras aquellos labios seductores y descarados susurraban ese 
 
“¿Tienes miedo?” 
 
Tan cerca de su oído, tan cerca de su piel, tan cerca de él, y cuando aquel chico habla, entonces todo parecía dar vueltas.
 
Era esa clase de muchacho que siempre se debe evitar en las clases, chupa de cuero y pelo revuelto de esa manera tan sexy.
 
Ese estereotipo de tío duro y pasota, aquel que jamás llevaba los ejercicios hechos, que se pasaba las horas dormido sobre la mesa del fondo de la clase, que llama más la atención por su estúpida arrogancia que por sus buenas notas y que a pesar de todo eso, volvía locas a las chicas y llenaba de celos a los chicos.
 
Era esa clase de chico; uno con el que jamás se le vería junto, un con el solo se le vería para recibir una paliza; y como siempre, sabiendo que tenía que ignorarle ahí estaba; escuchando aquellas palabras que , como un hechizo, le controlaban.
 
“¿Tienes miedo?”
 
Y ah! Dios las palabras salían solas de su mente a sus manos cuando pensaba en él; y aunque sabía que aquella sensación de prohibido le llenaba de remordimiento, una y otra volvía a coger esa mano deseando no tener que soltarla nunca; pero siempre había un final.
 
Todo tenía que terminar; pero de nuevo al día siguiente ahí estaba como un idiota esperando escuchar aquellas dos palabras elevando la pelusa de su nuca.
 
“¿Tienes miedo?”
 
Y como si se tratase de una fuerza superior solo con aquellos dos composiciones de letras, sonido y significado acaba haciendo todo lo que el otro deseaba.
 
Era como si infligiese en él una fuerza mayor y admirándole de lejos se mordía el labio inferior y le miraba bromear con los chicos interesantes del instituto, escondía su cara tras los libros de textos, y colocaba aquellas gafas de nerd sobre su redondeada nariz esperando que como cada día, tuviesen su momento especial y el chico malo se fijase en el chico invisible, como si de una serie de MTV se tratase.
 
Había soñado durante días que le hiciese casi sin hacer nada para lograrlo; como quien espera un sobresaliente sin levantar la tapa del libro de texto. Pero pasó. Quiso pensar que era destino, curiosidad o quien sabe alguna jugarreta mal pensada que se le fue de las manos.
 
Pero sin saber muy bien como había terminado uno al lado de otro, dedicándose aquel tiempo que no era de nadie más, solo de ellos. Escuchando aquellas palabras, acariciando aquella mano y dejando que los segundos volasen con las hojas caídas por el otoño sin importar nada más que ellos, en su absurda mentira a la sociedad juvenil.
 
Desde ese momento aquellas dos palabras tomaron un significado nuevo, y más que nunca en toda su vida, más allá de su imaginación, de su deseo reprimido y escondido, deseó que no dejase de preguntarse si de verdad tenía miedo o no.
 
Cogió aire y apretó con fuerza su mano contra la del otro entrelazando los dedos; aspiró el aroma de esa sensación prohibida, el chico malo olía a peligro y galletas. Era extraño, pero todo en él lo era, su mirada ausente, su cuerpo de gimnasio, su manera inocente de cogerle parte del desayuno por la mañana; todo era diferente, especial y poco a poco se fue acostumbrando a ello y necesitando aquello más que el aire para vivir.
 
“¿Tienes miedo?”
 
Le repitió acercándose un poco más y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.
 
“No te apartes”
 
Deseó el mayor de los dos.
 
“No dejes que esto sea solo un sueño, vuelve esto real, necesito que sea cierto, te necesito”
 
No lo dijo, solo lo pensó; porque así era el chico bueno, un cobarde que no se atrevía a hacer lo que deseaba y prefería alardear de que hacía lo correcto. Así era como se sentía más seguro, perdido en su mundo de perfecta sinfonía de normas cumplidas, libros superpuestos en gradual orden colorativo. Imperfectamente feliz en su perfecto mundo de estructuras ideas de ante mano. Así era él y así tendría que seguir siendo pero … Aquel chico, aquel maldito y extrovertido chico, había aparecido para ordenar con su desorden toda la perfección de su esquemas; y aquello....le había encantado.
 
“Sí”
 
Le escuchó reírse tras él pero aun mantenía agarrada su mano. Jamás le había contestado, pero ese día, no era un día normal. No quería que aquello terminase como siempre. No podía.
 
“Tienes miedo”
 
Quería decirle que no; y la verdad es que no mentiría; porque no era miedo lo que tenía sino otra cosa.
 
“Dímelo otra vez”
 
Le ordenó casi suplicando el más bajo de los dos.
 
“¿A qué te refieres?”
 
Le preguntó el moreno detonando confusión en sus palabras.
 
“Pregúntame si tengo miedo”
 
No abrió los ojos, no quería hacerlo, no quería verle, no quería darse cuenta de lo ridículo que sonaba aquella petición.
 
“Kyungsoo”
 
Murmuró el menor de los dos entre risas.
 
“¿Tienes miedo?”
 
Lo había hecho; lo había dicho de nuevo, y cada uno de los sonidos de esas dos malditas palabras se había colado más allá de lo que la mente puede comprender y se había vuelto como una especia de código secreto para el más bajo.
 
“Jongin”
 
Murmuró lo más bajo posible que pudo el mayor de los dos.
 
“No, no tengo miedo”
 
“Abre los ojos y mírame”
 
Kyungsoo hizo lo que el chico malo le pedía y lo miró.
 
Ahí estaban, subido en lo alto de aquel maldito y desvencijado edificio observando la ciudad; algunas personas decían que estaba encantado y aquello a Kai le encantaba; la verdad es que normalmente se pasaba el día tumbado y vagueando pero cuando se trataba de molestar al mayor era el primer interesado; así que siempre estaba buscando alguna manera para meterle miedo en el cuerpo y esta vez, aquel viejo y ruinosos edificio había sido la mejor opción.
 
Ya casi anochecía a sus espaldas pero no podían dejar de mirarse el uno al otro.
 
“Kyungsoo” 
 
Dejó que el nombre fluyese de sus labios como si ni quiera tuviese que pensar en decirlo
 
“¿Tienes miedo?”
 
“Jongin” 
 
Le contestó el otro alargando una tierna sonrisa sin dejar de agarrarle la mano 
 
“No, no tengo miedo, ¿y tú?”
 
La verdad es que no le preguntó aquello esperando una respuesta, solo lo hizo para evitar que el más alto apartase la mirada; quería que aquello durase eternamente.
 
Y sin pensarlo, el más alto de los dos se inclinó y le besó.
 
Cerró los ojos y disfrutó de aquella sensación, sabía a caramelo, a chocolate caliente, a cookie recién hecha, a mil y una cosas deliciosas y quiso que aquello no cesase nunca. Rodeo su cuello con sus brazos y profundizó el beso hasta que ambos se sintieron plenamente satisfechos y se separaron.
 
Kyungsoo, recogió sus libros y se colocó de nuevo las gafas, se dirigió a la puerta y bajó dejando al moreno sobre la azotea con sus propios pensamientos.
 
Kai no dijo nada; no se movió, rozó sus labios con la mano y sonrió sin levantar el rostro. Aquellas dos palabras siempre habían querido decir lo que su orgullo no se había atrevido. Se estiró desperanzo su cuerpo y cogió el móvil sin poder esperar al día siguiente; tecleó lo más rápido posible y esperó. 
 
“¿Tienes miedo?”
 
Kyungsoo sonrió al recibir el mensaje; ya lo había entendido; guardo aquello en favoritos y respondió.
 
“ Yo también a ti”
 
No tenía sentido, nadie lo entendería, sí, era algo cobarde, estúpido e infantil, pero era algo suyo, algo que solo ellos podían entender; su momento, su juego; su código secreto. 
Notas finales:

Muchas gracias por darme esta oportunidad y espero escribir más; espero que os gustase y si es así, please, dejad un comentario!!Gracias!!!! Y cookies para todos jejeje!


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