- Repítelo -
Siempre pensé que, aun cuando no fuese lo más importante para esa persona… una pequeña parte muy dentro de él, me amaba… me amaba profundamente.
- Repítelo – ordené. Dime que es mentira lo que dices, teme.
Que un fragmento en su interior no le permitiría - jamás - apartarse de mi lado…
***
Cuando Konoha necesitó ayuda para luchar contra sus verdaderos enemigos, muchos quedaron sorprendidos ante la presencia del ninja renegado Sasuke Uchiha. Pero allí estaba; con las cicatrices de quien ha cargado mucho sobre la espalda y se ha equivocado mucho más. El vengador, totalmente consciente de que tal vez a la victoria de Konoha le seguiría su sentencia de muerte, peleaba codo a codo con quienes habían sido su familia y sobre todo con el que siempre fue su mejor amigo; y secretamente, su único gran amor.
Sin embargo, esa sorpresiva aparición no supero al desconcierto que produjo la hokage al perdonarle la vida al ex vengador, bajo un larga pena que cubriría los años que estuvo fuera sumado a las vidas que se perdieron por sus actos – directa e indirectamente -; en conclusión, más de 10 años de labor social serían su castigo. Pero que importaba – para el moreno, nada en absoluto – Sasuke Uchiha había sido “reformado” y se encontraba celosamente cerca de la fuente de sus suspiros y, aunque le hubiesen amarrado a un ancla a su espalda, lo seguiría.
***
Pero…
- Me caso con Sakura – Contestó al fin el Uchiha. Tal vez con más tiempo, o más atención al detalle, alguien podría haber notado el sinsabor con la que fue soltada aquella frase. El cómo el rostro pálido del moreno, que aun con todo lo bailado seguía conservando hermosura, adoptaba un gesto de dolor latente al decirla.
Como para todo lo que tiene que ver con él, de nuevo estaba equivocado.
- ¿Por qué? – Susurré. La pregunta sonó tan débil que más que eso pareció un aullido. Naruto deseaba saber por qué - y joder -, Sasuke respondería.
No era que no supiese que algo hacia pasaría; yo lo había asumido hacia ya mucho tiempo. Sentirlo, me parecía totalmente diferente.
Era como estar frio, vacio, solo.
“Patético”me dije. Parado ahí; intentando detener mis lágrimas, haciendo valer el poco orgullo que no me abandonaba, lo último que quería era mostrarle lo mucho que me dolían sus palabras. Soy Uzumaki Naruto, Namizake Uzumaki Naruto, no obstante, nuevamente me sentía como el mounstro de Konoha. Nuevamente me sentía perdido, pequeño.
- ¿Por qué? – Sasuke suspiró. Esperaba más “Naruto” de parte del rubio, un “entonces hazlo y ya”; explicar los cómo y los por qué era lo que quería evitar a toda costa -No hay muchas mujeres de donde escoger y la menos fastidiosa, en mi opinión, es ella – una vez más le vi suspirar, imaginaba que pensaba algo como “el niño frente a mí se porta como una chica”. Sasuke continúo. – además, sabe que no la amo y sólo la quiero para…
- …tener un hijo – Termino por él. Sasuke asintió. “Tú y tu egoísmo, Uchiha”
- No me malinterpretes... y no trates de hacerte el mártir, sabes… te dije desde el principio que yo esperaba herederos no sé…
- También dijiste que me amas – gritó. El dolor era reemplazado por furia y la furia por humillación. Naruto se sentía humillado, humillado por la persona a quién siempre fue fiel.
- Tal vez pero eso no quita que lo desee más que a ti – Sasuke cerró los ojos, era estúpido intentar cambiarlo, la decisión estaba hecha. “Lo siento” pensó el moreno, solo eso, un intento de disculpa que jamás saldría de su boca.
- ¿Me amas lo suficiente como para olvidarlo? – Le pregunté.
“me gustas, dobe”
- No – Me respondió. Naruto lo miró - quizás para descubrir el “engaño” -, Sasuke también lo hizo, era muy bueno mintiendo pero si algo notaba era que en los ojos del primero ya no había tristeza, ni desolación; solo rabia.
- Bien - pronunció arrugando el papel escondido entre sus manos - bien.