Capítulo 1: Demasiada confusión
Amity Park, 3:48 a.m., Un chico mitad fantasma seguía dándole vueltas al asunto, él siempre lo había molestado, siempre lo humilló, siempre jugaba con el, incluso llegó a pensar si había un odio mutuo, pero hoy, a la hora del almuerzo en la preparatoria Casper, él, el chico que hacía su estancia en la escuela desde la secundaria un infierno, el Quarterback del equipo de football, Dashiel Baxter lo había defendido, simplemente no podía concebirlo en su cabeza, no encontraba motivo alguno para esa acción, este pensamiento había rondado su cabeza desde el momento que pasó, incluso sus amigos Tucker y Sam se habían quedado mudos ante tal situación. Las cosas habían sucedido de esta manera:
Kwan, el mejor amigo de Dash, Estrella y demás animadoras y jugadores empezaron a burlarse de Danny como ya era costumbre, hasta que Dash apareció detrás de ellos:
-…Uhh miren, fentonto quiere su comida – expresó el amigo de Dash
-…Si, mírenlo pobre chico. Dijo una rubia con desprecio
Y entre risas y burlas se hallaba el pequeño Danny saltando por su comida, el chico comenzaba a enfadarse cuando de pronto una voz inmovilizó a sus atacantes
-¡Basta!, dejen a Fenton en paz.
- Pero Dash – recriminó uno de los jugadores.
-He dicho que lo dejen, ¿están sordos o que?
-Si Dash dijo que lo dejen es por algo – irrumpió la bella Paulina, la chica por la cual Danny enloquecía, por primera vez no era ella quién lo despreciaba sino al contrario lo defendía, Los demás atacantes del chico lo dejaron en paz y se fueron directamente a su mesa dejando a Fenton solo con Baxter
-¿Estás bien Fentonto?
-a…am, si, eso creo Dash… ¿Por qué hiciste eso?
-Es lo menos que puedo hacer… ahora lárgate de mi vista…
Y eso era lo que había pasado un tanto demasiado extraño, jamás había visto que Dash defendiera a alguien y mucho menos a él, no había explicación aparente, simplemente no podía asimilarlo.
-Dash ni siquiera se por qué lo hiciste, ni siquiera se por qué lo…. – entre tantos pensamientos Danny cayó rendido en los brazos del hada de los sueños, durmiendo con esa incógnita.
El sol salió de nuevo en Amity Park, todo siguió como de costumbre, aunque ese pensamiento no se iba de la mente de Danny, Sam de inmediato notó algo en el semblante de Danny y no dudó en preguntar
-Danny ¿estás bien?
-No Sam aaaaaaaaaaaaaawwwwwww - contestó con un gran bostezo
-Amigo parece que no dormiste bien anoche.
-En efecto Tucker, lo que hizo Dash ayer me mantuvo pensando, él no es así.
-Descuida Danny, tal vez encontró a alguien más a quién molestar.
-Ojalá sea eso.
Sam quiso desacalorar la situación cambiando de tema, El baile de primavera sería al día siguiente y no dudó en usar ese tema para conversar.
-Bien chicos, ¿Ya saben con quién irán al baile?
-Sam, ¿tu pensando en el baile?, eso es nuevo- dijo un Danny adormilado
-Si, el nuevo chico gótico de la escuela me invitó-
-Yo iré con Valerie, me dijo que si esta mañana, ¿y tu Danny?
-Me supongo que le preguntaré a Paulina, aunque sé que ella dirá que…
-Si Fenton, pasa por mi a las 8 por favor.
En ese momento Paulina iba pasando detrás de Fenton, seria posible que desde ahora todo para el empezaría a marchar bien, primero Dash lo defendía, ahora Paulina lo aceptaba, ¿Qué podría salir mal.
Fenton soñaba y soñaba como sería su cita con Paulina, pero pronto se vio sacudido de sus pensamientos…
-Fentonto…
-Dash, …no esperaba verte.
-Tenemos que hablar Fentonila.
-Lo siento Dash, tengo que irme. Danny quería zafarse de todo contacto con Dash, sabía que querría cobrarse ese favor de alguna manera.
-Fenton…es importante.
-Lo siento Dash, me lo dirás luego.
-Está bien Fenton, esperaré otra ocasión.
Danny se alejó a toda prisa de Dash, pero otra vez ese último diálogo del rubio lo había perturbado de nueva cuenta, “Está bien Fenton, esperaré otra ocasión”, ¿Qué quería decir semejante despedida?, Dash jamás fue muy cortés que digamos, inclusive Danny esperaba que lo forzara a quedarse para que lo escuchara pero no, lo había dejado ir, Dash se estaba comportando muy extraño, nada de esto era normal para Danny, y de nueva cuenta esto lo mantuvo ocupado por lo menos hasta que llegó a su casa, pues sus padres habían construido otra arma caza fantasmas que según ellos no servía…
-Mamá, Papá, ¿ahora que hacen con este espejo?
- Nada Danny, tu padre creyó que podría construir un espejo que pudiera reflejar fantasmas
-Si Danny, pero por desgracia el espejo Phantom no funcionó.
-Mala suerte, y ¿Qué harán con el?
-Supongo que ponerlo en tu habitación, en el laboratorio ya no hay lugar para el.
-¿Qué? ¿En mi habitación?
-Si Danny, ahora ayuda a tu padre a llevarlo a tu alcoba.
Danny simplemente ayudó a sus padres sin decir palabra alguna, después de todo estaba acostumbrado a lidiar con cosas como estas, lo único que le preocupaba en ese momento era el comportamiento de Dash, esperen, ¿acaso no debería importarle más su cita con Paulina? Si, en eso pensaba, en Paulina, en Dash no…su cabeza empezó a darle vueltas, lo único que quería era recostarse y dormir, los acontecimientos de los últimos dos días lo tenían fuera de orbita, y sin mencionar los fantasmas que había tenido que combatir esa semana, había sido demasiado ajetreado todo, pero por suerte el portal fantasma había sido cerrado temporalmente, así que podría quitarse un peso de encima pues su cita no seria arruinada por fantasmas.
-Al menos no tengo que preocuparme por eso – se dijo el chico de cabello negro. Sentía un poco menos de carga al saber que no habría fantasmas estropeando su cita.
-Solo tengo que pensar que ponerme y listo, …..Dash ¿Por qué?
La incógnita seguía ahí pero no solamente a Danny atormentaba sino que también a Dash lo perseguía, el rubio se encontraba en su habitación pensando, no había sido fácil para él ese cambio de actitud con Fenton, a quién siempre había tratado como su juguete, ni siquiera él se imaginaba siendo amable con Danny.
-Simplemente no se por qué pienso tanto en el, siempre ha sido una especie de gusano para mi, siempre lo he humillado, me he burlado de él, porque de un día para otro todo tiene que cambiar, pude haber ignorado el hecho pero no, no puedo, simplemente no puedo ignorarlo. Él tiene que saberlo, he pensado todo el día en decírselo pero siempre me evita, aun así debo decírselo pero como, ¿en que momento?, ¿con que palabras? Ya lo decidí mañana se lo diré no puedo perder más tiempo... ¿Por qué todo tiene que ser tan confuso?